Nahlot Hun ~ Privado

Estudiante Mensajes : 637 **Hoja de personaje** Nombre::

Había pasado ya un día desde el funeral de Gustav, yo, como muchos otros alumnos seguía tratando de retomar el rumbo de mi vida y calmar el torbellino de emociones, pensamientos y recuerdos que seguían enfermando mi mente, no paraba de pensar en la realidad que estaba enfrentando y como todo resulto ser más de lo que podía computar. Durante la tarde del día anterior había tratado de comunicarme con el director pero por el momento su agenda estaba bastante ocupada y era comprensible con todo lo que había pasado, por ahora, sentía que Furukawa era el único apoyo que tenia, después de lo sucedido, Hazel prácticamente se había borrado del mapa, a Sebastyan ni siquiera lo había visto, ni tampoco a Rhia y de Gustav, bueno, ya todos conocíamos su historia.

Estaba demasiado molesto como para ver a Socrates y prefería evitar el contacto con cualquier otra persona, me daba vergüenza que me vieran así y sentía que las miradas de todos estaban clavadas sobre mi y del capitán de Srad, era solo cuestión de tiempo para que los rumores acerca de lo que paso se esparcieran y envenenaran el Instituto.

Me daba miedo doblar la esquina de un pasillo, me daba miedo volver la mirada hacia mis espaldas y tampoco podía dejar que mi hermanito me viera en ese estado tan deplorable, de solo recordar todo lo que estaba pasando me dieron ganas de llorar y mientras caminaba por los pasillos empecé a tallar mis ojos y me detuve de golpe.

“¿Debería rendirme?” Pensé en ese momento mientras mi espalda quedaba recargada en una de las paredes, ese pensamiento no dejaba mi mente pero si hacia eso, definitivamente, aquella persona no podría con esta misma loza que ahora cargaba yo. Me sentía solo y atrapado en este Instituto...

“¿Naami?”

Estudiante Mensajes : 185

Se supone que cuando guardas luto no escuchas ningún tipo de música. Había dicho su tía cuando murió su padre. Y aunque ahora iba vestida con el uniforme normal y un gran moño negro del largo de la bufanda decorando su cuello, no podía evitar llevar audífonos con música fuerte. No era como si el silencio ayudase mucho a olvidar, y ni siquiera la música lo hacía. El día anterior había sido terrible, enterarse de tantas cosas, caer en la realidad y golpearse de boca contra el suelo. No, no podía soportarlo. Llevaba el cabello sujeto en una coleta y el bolso sujeto con la mano, no tenía ánimos para subírselo al hombro. Miraba a los lados sólo para distraerse, sin querer que nadie la molestara. La música en sus audífonos podían escucharla a bastante distancia de ella, principalmente para que no tuviesen intenciones de hablarle.

Sin embargo mientras doblaba en un pasillo se topó con una imagen que hubiera preferido no ver. Nunca, de ser posible. Sus pupilas se dilataron y recordó cuando Clementine le contó lo de Gustav, cuando confirmaron que no estaba desaparecido, si no muerto. Cuando Hazel habló en el funeral, recordó todas las voces diciéndole: “Lo siento, Naami”, cuando en realidad no tenían ni un carajo de idea de cómo se sentía haber perdido al grandote. Frenó sólo para mirar mejor a la pequeña figura menuda del peliplata y en un impulso tiró el bolso y arremetió contra él para cogerle el cuello de la camisa y jalarlo hacia ella sólo para golpearlo luego contra la pared donde antes hubo estado recargado.

- ¡Todo esto es tu culpa! - Gritó furiosa, mirándolo a los ojos con un brillo en éstos que dejaba en claro que sus intenciones no eran buenas, que deseaba acabar con su vida, extinguirla tal como se había terminado extinguiendo la de Gustav por cumplir una misión que ese niño había causado. -¡Tú y sólo tú eres lo que buscan! Gustav no tenía nada que ver en esto y por tu culpa él…- Pero se detuvo en seco sólo para repetir el proceso de golpearlo contra la pared antes de dejarlo caer en el suelo y dar un paso atrás. Luego de eso un sonido parecido al siseo de una serpiente escapó de los labios de la castaña al tiempo que sus ojos se volvían los que miraban cuando era una mamba. Grandes y amenazadores.

Estudiante Mensajes : 637 **Hoja de personaje** Nombre::

Por un momento me alegré de ver la silueta de la Nuker pero no sabia cuan equivocado estaba, quería preguntarle ¿Cómo estaba Hazel?, si lo había visto, saber como estaba ella pero la sorpresa fue más grande de lo que esperaba, mis propios “amigos” ahora parecían volcarse contra mi persona y ella, una de las personas que admiraba, ahora me odiaba, ahora quería matarme...

- ¡Todo esto es tu culpa! -

Escuché de ella y esas palabras fueron suficientes para callarme, creo que mis ojos bastaron para expresar lo que sentí en ese momento y lo confundido que estaba respecto a sus acciones, mis ojos eran como dos enormes cristales transparentes, ni los golpes eran tan dolorosos como sus palabras y lo peor, es que tenia algo de razón, era algo que yo mismo había pensado, si, venían por mi. Mientras me azotaba las lagrimas empezaron a resbalar por mis mejillas y cuando me soltó caí de senton con las rodillas dobladas, entonces levanté la cabeza y solamente miré a la mamba esperando que clavara sus colmillos.

-Oouch...- Murmuré sobándome la nuca, para luego volver ponerme en pie, la miré a los ojos y me quedé en silencio, no tenia la voluntad para luchar, no quería defenderme de sus ataques, después de todo, me los merecía. -Lo siento...Naami- Respondí entrecortadamente y limpié las lagrimas que colgaban de mis mejillas.

-No fue mi intención...- Expliqué aunque probablemente ni siquiera querría escucharme, la verdad ni siquiera había tenido oportunidad de escoger, eran cosas que no podía controlar y se me hizo otro nudo en la garganta a pesar de que intentaba ser fuerte, apreté los puños y bajé la cabeza mientras seguía hablando, quería correr, quería escapar, durante estos 2 días, no había querido ver a nadie a excepción de Furukawa, ni Taylor, ni siquiera Socrates que era mi mejor amigo, había estado encerrado solo en mi pequeño mundo, no podía si quiera darle la cara a mi hermanito y creo que lo que estaba pasando me daba la razón del por que, estaba huyendo de la culpa y de una responsabilidad que tal vez tenia...pero esto era lo que yo había escogido o ¿no?...

-No pensé que pasaría algo así...- Agregué de ultimo...

Profesor Mensajes : 48

Y en ese momento, todo se detuvo. Ambos niños pueden sentir sus cuerpos moviéndose letárgicamente a una velocidad muy lenta, mientras que al parecer todas las personas alrededor de ellos se habían quedado congeladas en el tiempo.

-Señorita Schwanhild Khöler, la invocaré en este preciso momento a mi oficina. Sabe que atentar contra la paz en los pasillos de la escuela es una falta mayor, principalmente viniendo de una alumna de un grado avanzado para con un niño de primer ingreso.- pueden escuchar ambos en su cabeza. La voz del Profesor Fado sonaba seria, aunque sin perder ese toque burlón que lo caracterizaba. -Joven Fenian, usted será invocado de igual manera en unos instantes, así que le pediré que esté al pendiente y no se ocupe con algún otro asunto. Cualquier problema que pueda causarle con algún maestro lo resolveré de antemano~

En ese momento, Naami desaparece de los ojos de Noah en un halo de energía azul, al mismo tiempo que todo alrededor del niño vuelve a la normalidad.

-Espero que esté consciente de lo que acaba de atentar, señorita Khöler...- dice Fado al momento que la chica aparece con su misma posición en el centro de la oficina forestal del sprite, quien se encontraba sentado detrás de su escritorio, con una mano sosteniendo su pipa la otra sirviendo como soporte para el codo opuesto. -Debe creerme cuando le digo que comprendo a la perfección su dolor, pero esta no es la forma de solucionar nada...-

El profesor da un sorbo a su pipa, y al separarla expulsa un aro multicolor de humo. -Le daré una oportunidad esta vez. Así que, por qué no se sienta y me habla del asunto? Tal vez desahogarse le sea de ayuda.

Estudiante Mensajes : 185

La voz del pequeño hechicero sólo consiguió encolerizar aun más a la mamba, quien dejó salir el sonido de un siseo amenazador, como advirtiendo que debía comenzar a rezar por tener la salvación al morir. Pero a pesar de sus deseos de vengarse, cuando él soltó aquello último, la más alta supo que Noah Fenian no tenía la culpa de todo lo acontecido. Lo sabía desde mucho antes, pero en su necesidad de desahogarse había comenzado a tatuar en su pecho que él era el responsable de todos esos terribles sucesos. Detuvo su ataque sólo un instante antes de que todo se pusiera en pausa. La furia de sus ojos bajó lentamente en tanto escuchaba la voz irritante de aquel sprite y cuando finalmente se encontró en la oficina del docente soltó un bufido de molestia.

Sintió grandes impulsos de hacer un berrinche por la interrupción de aquel hombrecito, pero se mantuvo al margen, sin mirarlo. Acomodó tras la oreja un mechón de sus castaños y claros cabellos antes de rodar los ojos, emitiendo un nuevo y más relajado suspiro. -Con usted nunca hay nada de qué hablar. Siempre lo sabe todo. - Soltó apretando luego los labios y buscando con la mirada algo en qué entretenerse. Estar en ese sitio no era para nada reconfortante, le hacía pensar en sus primeros castigos y de cualquier forma la sola voz del profesor era irritante para ella, así que no quería ponerse cómoda de ninguna manera.

-El Dogma Crucis busca a Noah Fenian, por él se inició toda esa batalla, por él estuvieron a punto de matarnos. - Sus ojos finalmente se dirigieron hacia él, aunque se encontraban mucho más calmados que cuando había pensado en regalarle su mordida mortal a Noah Fenian. -Iban a tomar nuestros cuerpos como contenedores para los otros miembros de ésa cosa. - Negó con la cabeza antes de pasarse los dedos de la mano derecha por sus cabellos. -Sé que él hizo un hechizo impresionante y todo eso, pero Profesor Fado, mientras Noah siga en Furukawa no van a detenerse, van a volver a atacarnos y habrá más muertes. - Esto último lo dijo con un claro tono de voz más serio, más profundo. -Pero como le dije antes, usted siempre lo sabe todo, así que esto no es nuevo para usted. - Refunfuñó mirando a su alrededor, su mochila había quedado en el pasillo.

Profesor Mensajes : 48

El sprite escucha con atención las palabras de la pequeña. Al parecer, para algunos alumnos ya no era un secreto que Noah Fenian era el blanco del Dogma Crucis, y después de haberlo presenciado personalmente, sería inutil y hasta poco ético seguirlo ocultando hacia la ya de por sí quebrantada alumna de Srad. Tal vez esta no era su responsabilidad, pero tenía que encontrar una forma de calmar los impulsos de la nahual, y tal vez de una forma que a su líder de Casa no le gustaría.

-La carga que el destino ha puesto sobre los hombros de Noah Fenian es, en efecto, una muy grande y que conlleva mucho conflicto, señorita Khöler.- dice sin sonreir -Es por eso que ha sido acogido aquí en el Instituto, para garantizar su protección.

El profesor dibuja una pequeña sonrisa en su rostro, aunque esta vez era diferente, era una sonrisa llena de melancolía, reflejando en ella la larga estancia que había tenido en esa tierra -En mis 476 años de vida he visto una y otra vez a la gente pasar al más allá. Y sin embargo, la pérdida no deja de ser dolorosa, incluso para mí.-

El profesor se pone de pie, empezando a caminar lentamente hacia la chica con paso lento, pero fijando su rostro en su dirección -Sé que en este momento no soy el indicado para decir que comparto el dolor que siente por la pérdida del joven Hemsworth, pero créame cuando digo que lamento que se haya ido, no sólo por el impacto en usted y sus amigos, sino porque yo, un viejo que lleva siglos pisando esta tierra, sigue aquí, mientras ese jovencito ya partió haciendo un sacrificio que muy pocos están dispuestos a llevar a cabo.

Fado llega finalmente frente a la niña, apenas y era más alto que ella. Dubitativamente, el profesor empieza a levantar una mano, para ponerla con cautela sobre el hombro de la nuker de Srad -Gustav Hemsworth fue a la batalla sabiendo que podría morir, de la misma forma que usted y los demás jovencitos que tomaron parte en ese asalto lo hicieron. Le pido por favor que no lastime la bondad de sus acciones dejando caer todo ese peso en un alma inocente...-

El profesor lentamente se lleva la otra mano a la venda que traía siempre cubriéndole los ojos, y con calma comienza a quitársela, elevando lentamente la mirada para revelarle a la jovencita un par de ojos azul celeste que incluso parecían brillar con energía propia. - Nos han tomado ya una vez por sorpresa, y sí, como sus guardianes, fallamos en protegerlos. Y esa es una carga con la que tendremos que vivir el profesor Söderkvist, la jovencita Marxvelt, el profesor Gallahand y yo. Pero tenemos que seguir adelante, y tenemos que seguir protegiendo a los alumnos que están con nosotros todavía.

La mirada de Fado era seria. Sin esa venda era una persona totalmente diferente, y ese par de ojos dejaban escapar una enorme aura paternal, una que había posado la mirada por cientos y cientos de jóvenes magos llenos de vida y esperanzas. -Ya no dejaremos que muera nadie más, señorita Khöler. Ya no más...-

Estudiante Mensajes : 185

¡Garantizar su protección! Pensó con tono de ironía, pero prosiguió escuchándolo atentamente, aunque sin deseos de realmente seguir en ese lugar. Si lo que ése sprite quería era castigarla por la agresión a Noah, ¡bien! Que lo hiciera, pero ella no quería escuchar más sermones, estaba harta de ellos. Ya no quería ni siquiera mirarlo, por lo que cuando él aseguró que ver morir personas a su alrededor seguía siendo doloroso ella sólo rodó los ojos, cruzando los brazos y dando un golpecito en el suelo con la punta del pie, luchando por no impacientarse a tal grado que eso se convirtiese en golpeteo que dejara ver su fastidio.

Bajó la mirada al notar que él se acercaba, realmente no quería tenerlo cerca, no quería la cercanía de nadie, no quería que nadie intentara consolarla ya. ¡Estaba harta de todo eso! Al escuchar hablar sobre Gustav simplemente miró hacia el techo, sintiendo sus ojos llenarse de lágrimas por la mención de su amigo caído en batalla, esa mención que quería sonar como realmente un pésame y a ella se le antojaba una burla a su situación. Pero ante el contacto contra su hombro de aquella mano, ella simplemente bajó el rostro para mirarlo a la cara. ¡¿Por qué creeía todo el mundo que un toquecito o contacto con ella la haría sentir mejor?! Quiso zafarse del agarre pero contuvo sus ganas aspirando muy fuerte.

Separó los labios para decir algo cuando notó aquel gesto tan sorpresivo. ¿Qué hacía? Abrió los ojos con clara sorpresa, pero arrugando el entrecejo y la nariz. Sentir esa miarada sobre sí la confundió bastante, pero de nuevo sus palabras la hicieron mostrar un rostro serio, frío. Y cuando él terminó de hablar ella sólo atinó a negar con la cabeza. -No...- Soltó para luego mover el hombro y bajar la mirada, alejándose dos pasos de él para romper el contacto físico y visual para con el sprite. -No puedo creerle eso...-

Un suspiro débil escapó de sus trémulos labios mientras deshacia los brazos cruzados para llevarse una mano a la cabeza y despeinarse un poco. -¡Ya no puedo creer esas palabras!- Volvió a mirarlo, ésta vez con los ojos llenos de lágrimas que poco a poco comenzaron a bajar por sus mejillas de adolescente. -No tiene idea de cuántas veces lo he escuchado. Que nadie estará herido, que todo saldrá bien.- Miró hacia el techo, apretando la mano libre contra su estómago. -Ya no puedo creerlo, ni a usted ni a nadie...¡Es algo que no pueden asegurar! Y mucho menos si Noah Fenian está aquí... ¡Volverán por él, volverán por él y usted no me puede asegurar que los profesores sabrán defendernos!-

Tras sentenciar aquello, con la voz ya lastimada por el llanto ocmenzó a caminar hacia la puerta, limpiándose las lágrimas con el brazo sin ningún cuidado. -¡Si no me va a castigar déjeme irme ya...! Y si me castigará dígalo de una vez, pero no quiera consolarme...- Se detuvo a medio camino, sin voltearse a mirarlo. -Porque ya nadie me hará creer esas palabras...-

Profesor Mensajes : 48

El sprite sólo deja ir un suspiro ante la respuesta de la nahual.

Se queda en silencio escuchando su desplante. Después de todo, las palabras de un extraño no eran suficientes para curar un corazón hecho pedazos, o al menos, ese no era su lugar. Mientras la chica estaba de espaldas, el profesor reconstruye su imagen de humano para que tuviera la venda sobre los ojos una vez más, y luego continúa hablando con su seriedad de maestro.

-Le prohibiré acercarse a más de 20 metros de Noah Fenian, y si es necesario que estén en salones cercanos durante clases, le será prohibida la entrada a ese salón durante esa hora, y compensará esa clase durante su hora de descanso. Puede retirarse, señorita Khöler...-

Estudiante Mensajes : 185

Volvió a limpiarse las lágrimas bruscamente, agachando la cabeza para finalmente escuchar la sentencia. No parecía tan malo, tendría horas libres para poder dedicarse a otras cosas, pensó. Sin embargo sabía que eso algo malo traería, como que en el instituto su imagen decayera horriblemente. Suspiró asintiendo para comenzar a caminar de nuevo hacia la puerta y colocar la mano sobre la perilla. -¿Puedo ir a buscar mi mochila o tengo que esperar en la cafetería hasta que se me indique que Noah se ha alejado veinte metros de ahí?-

Bajó la mirada para luego abrir la puerta. Sí, estaba de odiosa, y posiblemente lo estaría por semanas. Pero, aunque Fado no lo supiese, sus palabras le habían hecho tener un poco de fé, aunque era algo que no diría ni demostraría en ningún momento.

Profesor Mensajes : 48

- Su mochila ya se encuentra en su habitación, señorita Khöler... es libre de irse.- responde el profesor sin cambiar su tono serio, cerrando las puertas de la oficina después de que la nahual pasó.

-Ay ay ay, estos niños de Srad, son tan tercos como siempre... si tan sólo fuera una ocasión un poco menos fúnebre podría sacar al menos una risilla de la actitud de esa pequeña, pero qué se le va a hacer?-

El profesor chasquea los dedos y el pequeño peliplata aparece en su oficina, justo junto a la silla que no había desaparecido aún.

-Mi pequeño Fenian...- dice el profesor con un tono paternal, clavando su invisible mirada sobre el pequeño. - Sé lo difíciles que han sido las cosas... Pero quiero asegurarte desde ahora que lo que sea que la señorita Khöler te haya dicho, tienes que saber bien dentro de tu corazón que no es cierto. Por más fuerte que sea tu misión, por más peligrosa que sea, recuerda siempre, que lo que estás haciendo lo estás haciendo por un deseo puro de tu corazón, y que al final será lo mejor para todos. Lo que pasó al pobre de Gustav Hemsworth era inevitable, y fue una cadena de eventos en la que tú no tuviste absolutamente nada qué ver. Incluso el mismo alumno Korhonen debería estar libre de culpa espiritual, pues los factores que llevaron al trágico accidente fueron una situación que a cualquiera se le hubiera salido de las manos.-

El profesor guarda silencio unos segundos, viendo a Noah fijamente con el ojo de su mente. -Noah, quiero que me digas lo que sientes en este momento...- dice finalmente el profesor con un tono más serio, aunque también suave. Esa voz burlona había desaparecido por unos instantes.

Estudiante Mensajes : 637 **Hoja de personaje** Nombre::

Al llegar, levanté la cara para mirar al profesor quería verlo de frente para demostrarle que yo también era valiente pero sinceramente no podía, parpadeaba incesantemente una y otra vez, eran solo esos mis intentos por contener las lagrimas pero al no poder hacerlo, tuve que usar mis manos para tallarme los ojos y secarlas. Tomé asiento en la silla que había dejado a mi lado.

A pesar de que el maestro Fado nunca había sido de mis profesores favoritos hasta alguien como yo podía notar la seriedad en el tono de su voz pero había momentos en los que ya eso no importaba y solo necesitabas desahogarte. Un par de lagrimas siguieron resbalando pero desde hacia rato había aplacado los sollozos, apreté los puños y arrugue mi pantalón.
-Es difícil...- Le respondí al sprite, si, estaba convencido del porque lo hacia pero eso no cambiaba mucho las cosas, era una carga demasiado pesada, una que nunca imaginé.

Dejé escapar un suspiro mientras me tapaba la cara con un brazo y empece a suspirar, ahora me sentía todo mocoso, no era la forma en que me gustaba que un profesor me viera pero no podía hacer mucho para evitarlo...
¿Qué sentía? Podía definirselo en dos o 3 palabras pero no creo que eso sea lo que estaba buscando.
-Siento que fue mi culpa... Siento que Naami tiene razón...- En realidad no sabia ni por donde empezar, el hecho de que no pudiera ser totalmente sincero, dificultaba mucho las cosas...

-Esto se va repetir y me da miedo que mis amigos sigan involucrándose...la ultima vez...fue mi culpa, yo salí corriendo y por eso mas gente estuvo en peligro... pero cuando vengan aquí y me busquen... no quiero que la gente que me rodea se ponga enfrente y salgan lastimados...-