(BLANCO) Navidad sin Santa Claus

[Preludio]

22 de Diciembre de 2012

Korven estaba en su habitación, escuchando algo de música y navegando por internet. Trataba de distraer su mente y no pensar en el hombre pantera/felpa/rubio sensual/djiin inmortal. Se lo ha topado unas cuantas veces y han hablado y demás, pero siempre Korven ha tenido la urgencia de desaparecer al instante. Después de que hizo un berrinche horrible cuando Gustav "murió", estuvo a punto de perder la razón y ciertamente tiene en su alma una terrible cicatriz y un cierto dejo de maldad que ya no puede salir de él. No es como si importara; sus amigos siguen siendo sus amigos, sigue respetando a sus profesores, ayudando a los chicos más jóvenes con sus tareas, a los de mugby. Quizás no haya un cambio visible en él, pero realmente es notorio en como percibe las cosas. Ahora le cuesta trabajo confiar el alguien nuevo; parecería que en vez de ser un amistoso saami, ahora es un sueco citadino irritante, como el chiquillo de primero, el de cabello obscuro que siempre tiene un micrófono o algo así.

Llega un intendente con una carta en mano y no escucha lo que dice, debido a que tiene unos audífonos. Asiente y le dice que la deje sobre el escritorio y le agradece con una sonrisa. Su roomie Jyrki, que leía una revista de equitación, se levanta y toma el sobre. Le habla a Korven pero tampoco escucha, así que decide quitarse los audífonos. Con una mirada cálida observa a su roomie, al parecer estaba emocionado. ¿Acaso la carta era para él? Korven aún recuerda haber encontrado al elfo muerto de miedo escondido dentro del armario cuando todo terminó. A pesar de ser de Srad, Jyrki es un habilidoso escapista; se le podría considerar algo así como un elfo ninja pues es hasta capaz de hacer imperceptible su aura y hasta su aroma. El pobre chico lloró por dos días completos y Korven se quedó para consolarlo. Ese tiempo evadiendo otras responsabilidades y el inminente encuentro con Gustav le hizo querer evadir aún más la situación. Las lágrimas de Jyrki ciertamente le recordaban las suyas, aunque no tuviera nada qué ver. Korven toma el sobre y se quita los audífonos.

-Perdón, ¿qué dijiste?
-Que nuestros nombres vienen aquí, son del Consejo de Magia de la Noche Blanca.

Korven se levanta rápidamente. Es el consejo que crearon su bisabuelo, el hijo del famoso Rudolf Lindberg, el famoso nahual conocido como el Reno de la Nariz Roja, con la hija de Niklas Guðjohnsen, un islandés que resultó ser la reencarnación de Nicola di Bari, el Santa Claus original. Rudolf Lindberg y Niklas Guðjohnsen se conocieron en Noruega, con otros personajes igual de coloridos, y juntos acordaron en recorrer el mundo alterando tiempo y espacio para repartir regalos a los niños pobres. Ésto se hizo año con año hasta que fueron haciéndose viejos y débiles y sus descendientes fueron los encargados de tomar esos cargos. Al pasar el tiempo, algunos linajes originales perdieron el interés de participar esto año con año, así que en algunos puestos se decide variar la persona que desempeña tal o cual rol. Actualmente no se regalan objetos físicos, sino que se reparten buenas vibras, reflexiones, sensaciones de paz. Para esto, es el humano del grupo el que tiene que tiene que ir sobre el Önsksläde (Trineo de los deseos), pues es capaz de comprender las emociones de esta raza a la perfección.

-Vamos a leerla.

La carta estaba escrita en finés; Jyrki viene de los bosques de Finlandia y Korven domina el idioma, así que es probable que ésa sea la razón. "Estimados señores Pålsson y Aittomäki bla bla bla". Leían línea por línea, al final terminaron brincando de emoción tomados de las manos. Al parecer, el padre de Korven le había cedido el puesto a Korven como el rastreador del grupo y habían seleccionado a Jyrki como el que proporcionaría el sigilo al Önsksläde debido a una demostración que se había hecho en un festival de elfos. Solo había una condición para que pudieran ir: conseguir un humano que pudiera ser capaz de bendecir al mundo con los deseos de Noche Blanca. Una copia de la carta había sido enviada (en japonés) para el director Furukawa.

-Aquí hay muchos humanos... quizás podríamos llevarnos a cualquiera.

Korven abre los ojos como plato. Conoce bien a Jyrki como para saber que, a pesar de ser un excelente escapista, confía en cualquiera y les ve a todos el lado bueno.

-¿Ah sí? ¿Como quién se te ocurre?
-¿Qué te parece Lundqvist?
-PPPPFFFFFF!!! Ese niño odia a los nahuales y tiene cierta afinidad convenenciera por otras especies mientras a las demás las denigra. Aparte, su afinidad humana es tan peligrosa que es probable que el día siguiente exista una cacería de seres mágicos porque todos los humanos despertarían con un sentimiento de supremacía racial.
-Ummm... ¿qué te parece entonces Hazel?

Korven lo piensa, lo reflexiona y le da vueltas.

-No creo que sea adecuado, no sé hasta qué punto le afecte a Hazel asomarse al ambiente familiar del mundo. Todos los niños despertarían con parental needy complex... mejor vamos con el director. Tengo a alguien en mente pero tengo que consultarlo con él.

Jyrki y Korven salen de su habitación. Ambos prescinden de ropas abrigadoras para el frío que hace en este invierno inglés tan crudo, es parte de su esencia mágica (aunque tal vez Jyrki no aguante tanto como Korven). Ambos chicos llegan a la oficina del director, esperaban que estuviese disponible, así que Korven toca la puerta...

Faltaba ya poco tiempo para las celebraciones de Noche Blanca por lo que estaba muy atareado como de costumbre. Movió dos dedos al escuchar la puerta y sonrio sin quitar la miraa de los papeles.
- Muchachos, pasen pase en que les puedo ayudar? - pregunta Furukawa intentando dividir su atención - Tomen asiento.. ¿Gustan chocolate caliente?

Sin decir agua va las dos sillas se acomodan frente a él en una señal calida y acogedora. Una fogata color celeste brilla con intensidad emanando la suficiente temperatura para no traer abrigos, aun asi, las ventanas estaban empañadas por los poderosos nubarrones y sus cantidades industriales de nieve. Una pequeña tetera con chocolate vuela alrededor de los dos esperando alguna orden.
- Joven Paalsson recibí la carta del consejo, muchas felicidades! - dice fijando su mirada en el y sonriendole familiarmente. Para luego quitarse los lentes y descansar un poco la vista - supongo que viene a preguntar algo referente al tema o me equivoco??

-¡Profesor Keitaro!- dice Korven sonriente.
-Director Furukawa...- dice Jyrki apenado tomando asiento haciendo una reverencia al director, tratando de lanzar una indirecta a Korven de que fuese más respetuoso con Furukawa, pero ya no tiene remedio.

Korven voltea a ver a Jyrki y este a su vez asiente.

-Así es, profesor Keitaro, estoy muy emocionado al respecto, pero como sabe falta que vaya un representante de Nicola di Bari, un humano. No puede ser cualquier humano, debe ser alguien completamente balanceado en su pensar, su razonar y su sentir. Creo que tengo al candidato ideal si usted me permite llevarlo con nosotros:

N O A H F E N I A N

- Balanceeado eh? - dice con una sonrisa - Ciertamente sería muy interesante ver a Noah Fenian representandolo en las festividades, sin embargo, como usted ya sabe el estudiante Noah Fenian esta bajo custodia debido a los recientes ataques que hemos tenido.

El Director se recarga un momento para descansar su atareada espalda y observa a los dos estudiantes.
- Me es casi imposible que considere alumnos de primer grado para dicha tarea, aparte de que en los humanos se lleva a cabo la pubertad en estas epocas y la mente no es tan clara, yo le sugeriría alguien un poco mas subido de edad. Es una pena puesto que estoy seguro que el señor Fenian no negaría la oportunidad, me siento totalmente atado de manos ante su propuesta.

Mandar a Noah Fenian por el mundo sería como entregarle el Gorrión al Dogma Crucis, era curioso que el estudiante Paalsson hubiera tenido esa corazonada. Tal vez era el niño mas inocente en toda la escuela.
- Tiene a algun otro candidato??

Korven gruñe en descontento mientras que Jyrki se lleva la mano a la cara. Ambos se sentían derrotados puesto que ya habían hecho un análisis de las posibilidades de humanos que hay en el instituto, al menos que ellos conocían, no querían arriesgarse.

-No profesor, la verdad es que no consideramos otra opción. Si no encontramos un humano, el Consejo no nos permitirá ir con ellos, lo aclararon muy bien en sus condiciones.- dice Korven un tanto decepcionado, escurriéndose por la silla.

Después de pensarlo mucho, Jyrki toma la palabra.

-Director Furukawa... yo iría en representación de Dasher, el reno que maneja el tiempo y el espacio. Probablemente si usted envía un profesor o algún guardián en mi lugar con tal de que Korven y Noah vayan, estaría muy complacido sabiendo que de esa manera contribuí a que la Navidad Darkha se llevara a cabo.

-Pero...!- Korven estaba por interrumpir, pero Jyrki levanta un dedo hacia él, en señal de que se callara.

-Dígame director... ¿le parece justo? Korven ha pasado muy malos ratos, creo que esta es una oportunidad que no debe perder.