Una plática entre hombres

Me quedé un poco extrañado con la reacción de los dos mayores, no se, esperaba un poco mas de efusividad, creí que estarían casi tan emocionados como yo, de igual manera, sonreí y agradecí por las felicitaciones, creo que hasta me puse algo rojo, sentía mi cara muy caliente, apenas estaba empezando el año y sentía que había logrado algo importante, raspé el suelo con mi zapato y agaché la mirada mientras recuperaba la compostura.

El instituto parecía muy prometedor, que mal que había tenido que esperar 4 años antes de poder ingresar, todo parecía tan divertido y lleno de vida, muchas caras nuevas...

Aproveché para levantarles un pulgar al resto y asentí a las indicaciones de Sebastyan, repitiendole constantemente el ya esperado “No te preocupes, entrenaré muy duro” y el “Si, estaré bien!” por otro lado estaba tan enfocado en el tema que no me percate cuando Socrates dejo el restaurante, creo que ni siquiera lo había escuchado.

-Si!! Ya te lo di....Woap......- Exclamé al momento en que era cargado como un costal y empezaba a patalear.

-Que!? Que pasa!? A donde vamos? No íbamos a comer con los demás?- Cuestioné mientras me dejaba llevar, no es como si pudiera hacer mucho en aquella posición.

-LOS VEO LUEGO!!!-

Hazel sólo caminó con paso firme fuera de la cafetería, y empezó a alejarse. Era algo alto, por lo que sus pasos lo llevaban grandes distancias en poco tiempo, más cuando iba caminando tan pesadamente. Eventualmente llegó con el niño a un pequeño rincón abajo de las escaleras y ahí lo bajó, poniéndolo de pie en el piso, y luego se puso en cuclillas para quedar al mismo nivel que su cara.
El capitán le pone las manos sobre los hombros el niño y lo ve decididamente con cara seria.

-Noah, escúchame bien. Yo sé que siempre te hemos contado cosas maravillosas sobre el Mugby, heck, es probablemente una de las cosas que más disfruto en el mundo! Casi más que los muffins, pero...- Hazel deja ir un suspiro -...sólo quiero asegurarme de que estés seguro de lo que estás haciendo... es decir! No sé si recuerdes TODAS las historias que te contamos, pero... es un deporte peligroso, y puede ser muy, MUY doloroso... en cada partido puede que pierdas brazos, una pierna, puede que sientas un dolor agonizante VARIAS veces. Y estando en otra fraternidad no podremos estar ahí para cuidar de ti como siempre estamos... de hecho todo lo contrario, sabes que serás nuestro equipo rival, verdad?

Hazel ya se había calmado un poco. El salir del ambiente atascado de estrés y mal ambiente de la cafetería lo relajó mucho, así que su voz recobró su tono seguro y firme. De nuevo sonaba como el capitán del equipo que pensaba formas de llevar a sus compañeros a la victoria con cada partido. Era raro hablar de esa forma con Noah, pero hasta cierto punto lo sintió natural, puesto que ahora el chico era un jugador de Mugby también.

Extrañado por la forma en que me hablaba, no pude hacer otra cosa mas que mirarlo directamente a los ojos y cambiar mi semblante, ahora si me veía serio, en verdad lo había pensado mucho y lo había visto con mis propios ojos antes de haber tomado una decisión pero ciertamente nunca lo había experimentado, al menos no en “carne propia” como podría decirse, me rasqué la cabeza mientras dejaba que Hazel continuara y cuando terminó, hice una vez mas el mismo gesto que era ya casi característico en mi, levanté un pulgar y le sonreí, por fin me había caído el 20, estaban preocupados por mi y era entendible, ellos eran casi como unos hermanos mayores para mi pero quería serenarlo un poco, iba ser honesto con él, siempre me había dado esa confianza, así que aproveché para recargarme en la pared contigua a las escaleras antes de empezar a hablar, flexioné una de mis rodillas y baje la mirada, se me notaba dubitativo, tal vez nervioso.

-Me hubiese gustado más que fuéramos del mismo equipo...tu sabes, jugar juntos y eso...- Confesé pausadamente y hasta torcí un poco la boca en una especie de puchero al mismo tiempo en que sin poder evitarlo terminé largando un profundo suspiro, me emocioné mucho con la idea de jugar, pero tampoco podía ocultar mi decepción al saber que los planes no siempre son como uno espera y como en este caso, no había tenido esa suerte.

-Supongo que no siempre se puede hacer todo tal y como uno quiere pero creo que la casa de Sal queda más conmigo...No, no me malinterprete, aun así, estoy emocionado y de verdad tengo muchas ganas de jugar...es solo que hubiese preferido estar del mismo lado que mis amigos...-
Luego extendí mi brazo abriendo la palma de mi mano, esta temblaba, de solo pensar en como seria mi primer juego, se me erizaba el cabello y se me ponía la piel de gallina.

Esta vez, si levanté la mirada y lo vi a los ojos, estaba seguro que alguien como el “capitán” como cariñosamente le había apodado entendía ese sentimiento...
-Recuerda su primer juego, Capitán?- Cuestioné y luego proseguí manteniendo la mirada cruzada con la de Hazel queria mostrarle mi determinación, esa que estaba haciendo falta para tranquilizarlos.

-Si, yo sólito lo decidí así, aun sabiendo que tendríamos que ser rivales- Reí un poco antes de confesar lo siguiente. -Quiero jugar, justo como ahora lo hacen usted y Sebastyan...quiero que Aris me vea jugar también y se enorgullezca de mi, así que no se preocupe...De todas formas, aun cuando puedas perder un brazo, nada de eso es real, cierto? Tampoco el dolor...no? Bueno, no del todo...-

Hazel se le queda viendo al niño mientras hablaba. Estaba algo preocupado, tenía que confesar eso, pero... esa mirada en los ojos de Noah... no podía oponérsele a esa determinación tan ferviente, era demasiado parecido a sí mismo cuando entró por primera vez al Mugby. El capitán sólo sonríe apaciblemente mientras Noah intentaba calmarlo y explicarle.

Ya que el pequeño termina su discurso, el joven toma su mano en un firme saludo, como si estuvieran firmando un pacto, y la agita fuertemente un par de veces. -En mi primer partido me arrancaron las dos piernas y un brazo, y nadie se dignó a matarme hasta pasada como media hora, hahahahahaha.- dice el muchacho algo divertido. -Fue de las peores experiencias de mi vida, recuerdo que Sebastyan realmente quería matar a la chica que me hizo eso, hahaha. Pero, sí... de igual forma, atesoro esas memorias como de las más importantes para mí. El Mugby me ha enseñado a ser fuerte... y te conozco, tal vez no sea la persona más inteligente :'D... pero, sé que eres un niño decidido y responsable, y que quieres proteger a Aris, así que simplemente te pediré una sola cosa, esa va a ser la única condición bajo la que te permitiré jugar Mugby, de acuerdo?

La expresión de Hazel se torna seria, justo como antes, luego una sonrisa se empieza a esbozar en su rostro, y sin soltar el firme saludo de manos, le dice a Noah -Quiero que me jures que nunca, NUNCA vas a dar menos del 100% en un juego, aunque sea contra nosotros, quiero que cuando nos encontremos en el campo me golpees con lo más fuerte que tengas, porque nosotros no nos detendremos tampoco. Sabes que tú y tu hermano son como mi familia, claaaaro que fuera del campo jamás te haría algo así, hahaha, pero cuando estemos en el juego, seremos rivales, y quiero que Sal se vuelva nuestro rival más fuerte de todo el Instituto ahora que estás tú dentro del equipo. Trato?!- termina el capitán con un tono de voz fuerte y una sonrisa en su rostro. Había algo raro en amenazar al pequeño que conocía desde los 4 años con que le iba a arrancar la cabeza (porque lo haría), pero no había otra opción ahora.

Terminado mi discurso, guarde silencio, estaba determinado y estaba decidido aunque todavía tenia un ligero dejo de incomodidad, seguía todavía aferrado a la idea de estar con ellos, es algo que deseaba con todas mis fuerzas pero a medida que el capitán hablaba, empece a esbozar una sonrisa, era raro, de alguna u otra manera, Hazel me estaba contagiando la poca seguridad y confianza que me hacia falta.

Apreté su mano con todas mis fuerzas, no era mucha pero era evidente que lo estaba haciendo, la agite como nunca y le sonreí de oreja a oreja.
-Uh? En serio?- Murmure sorprendido y hasta sentí un escalofrío recorrerme el cuerpo, de hecho, me sacudí por completo de solo imaginar lo que había sentido...
-Pero!! Momento!! Momento!!!- Dije recobrando la confianza y la compostura -Pero tengo una duda, el dolor, no es real, cierto? osea, no se siente como si realmente te hubiesen cortado el brazo o si?- Pensándolo bien, debería darle un poco mas de crédito a su preocupación, porque si así lo era, tal vez el Mugby no era tan INCREIBLE como había pensado.

-Crees que deba llevar a Aris a verme jugar, tiene 6 anios?- De pronto sentí que lo atacaba con preguntas pero calle en cuanto escuche la condición, otra vez regrese la mirada determinada a mis ojos.

-Menos del 100%? Dare el 100% y mas en todos los juegos. Y por supuesto que lo haré, ahí desquitare todas las bromas que me han hecho!- Le dije en un tono burlón y después de estrechar su mano, la flexione para entrecruzar nuestros codos.

-Lo haré, es un trato, aunque sean ustedes, no dejare que nos venzan! Le volare unos cuantos brazos si es necesario! Pero, tiene que prometerme que usted tampoco se detendrá por mi, en el campo soy un jugador y soy su rival, deme algo de crédito, aunque no lo parezca también soy fuerte...así que prometalo, lo estoy esperando!-

- Nunca subestimo a mis oponentes, muchacho- responde Hazel sonriendo también después de corresponder EL SALUDO DE HOMBRES. -Conozco todas tus habilidades, y de hecho, ya sé cómo contrarrestarte.- dice Hazel guiñándole el ojo. -Ah, y por cierto, el dolor que sientas será el dolor genuino. Puede que tu cuerpo real esté a salvo, pero en el campo todo lo que sientas casi será real. No por nada estar tirado en el campo durante media hora sin brazos ni piernas ha sido de las experiencias más traumáticas de mi vida, hahahaha- lo más curioso es que Hazel genuinamente se reía, no era una risa nerviosa. -Pero tienes suerte, yo tengo un código de honor justamente por esa razón... jamás disparo para incapacitar, yo sólo disparo para matar.- añade guiñándole el ojo de nuevo. -Aunque.... no puedo garantizar eso para los demás miembros de Srad...

Una sonrisa algo macabra se dibujó en el rostro de Hazel cuando dijo eso último. Pero antes de que dejara que Noah respondiera con palabras, recuerda algo y lo interrumpe. -Oye... por cierto... ya es algo tarde... -dice sacando su celular de su bolsa y mirando el reloj. -Cuál es tu primera clase? Te acompañaré a ese salón para que no te pierdas, al fin el maestro de Ciencias siempre nos deja llegar tarde XD.

Una promesa entre hombres era una promesa y por honor, había de respetarla! Pero si lo que estaba tratando de hacer era asustarme con algo como eso... no lo iba lograr, no era suficiente, ademas no creía que tanto sadismo fuera real en un Instituto como este, por que habrían de hacer el dolor real? Digo, era magia después de todo...

-No tra...- Calle de repente y me cruce de brazos en una actitud un poco mas “retadora” a mi manera por supuesto, aunque la sonrisa habia permanecido en mi rostro y eso me delataba, estaba teniendo un momento divertido.

-No conoces todos mis hechizos...- Dije evidentemente mintiendo, solo quería “vencerlo”.

-Oh... pues, mi primera clases es Matemáticas con el Director Furukawa, que hora es?-

Al escuchar el nombre de la clase y el maestro, Hazel empezó a ponerse serio serio, luego empezó a paralizarse, y luego el color de su piel empezó a ponerse blaaanco blanco blanco.

Inmediatamente el muchacho cargó a Noah como costal de papas sobre su hombro y empezó a correr como desquiciado. -POR QUÉ NO ME DIJISTE ESO ANTES?! TE VAN A ARRESTAR POR MI CULPAAAA ;O;. dice sonoramente el capitán mientras corría y dejaba una nube de polvo detrás de él. -Te va a castigar y a mí también y luego te tocará en primera persona la novatada y no vamos a estar ahí para cuidarte y ayudarlos me lleva el demonio ni siquiera vas a sobrevivir para que tengamos nuestro primer juego de mugby y todo es mi culpa mi culpa mi culpaa por qué no me dijiste anteeees?!?!?!- balbucea el capitán del equipo acercándose al salón de Matemáticas. Realmente... REALMENTE temía por sus vidas esta vez....

Yo estaba tan feliz, a punto de darme la media vuelta camino a mi salón de clases cuando sentí la embestida, luego me convertí en un costal de papas y finalmente ya ibamos corriendo camino a las aulas.

-HAZEL! QUE!? QUE PASA!?- Le dije entre gritos y con la voz entrecortado por tanto salto. -Es el director! No es tan malo!!! No tenemos que apurarnos tanto! No nos van arrestar!!! Ni tampoco nos castigara!!!-

Y bromeaban con que las mujeres eran bipolares! Que le pasaba ahora a Hazel!? Estaba tratando de calmarlo pero nada funcionaba, le di un par de palmadas intentando detenerlo.
-TRANQUILIZATE!!!-