- Privado- Wake up!!!

Había caído la noche y por petición de la doctora Clementine había tenido que quedarme una noche mas en la enfermería solo para comprobar que en efecto, ya me sentía mejor, no creía que hubiese necesidad de tal cosa pero al menos, ahora que sabia que Aris estaba tranquilo, tampoco me preocupaba, las camillas estaban bastante cómodas, lo único que seguía preocupándome era que Socrates todavía no había despertado, si, si, sabia que estaba bien y todo eso, pero no era lo mismo...

Esa noche ya entrada la madrugada, decidí levantarme, la verdad era que me estaba ganando la curiosidad y la preocupación, así que no pude evitar acercarme hasta la camilla a “escondidas”, al principio solo me le quede mirando mientras este...dormía...(suponiendo que eso era lo que estaba haciendo) pero al ver que... no reaccionaria empece a llamarlo...

-Psst...Psst...Socrates...- Le dije en un inocente intento por despertarlo, no era como si realmente creyera que despertaría con eso, pero tenia que admitir que muy en el fondo, deseaba que eso pasara. Tome su mano y la agite y hasta hice fuerza para presionarle un dedo.

-Despierta...-

Todo era demasiado tranquilo, demasiado esponjoso y azul como para ser una realidad. Sentia que habian pasado semanas en ese lugar que aquel hombre llamo "Tu inconsciencia". Hace rato que tenia en mente preguntarle algunas cosas pero no valia la pena. Todas sus respuestas estaban acompaniadas de risas y palabras clave que no entendia.

Lo ultimo que recordaba era ver a Noah y Mila siendo lastimados por el monstruo y mucho miedo, el cual fue mitigado de golpe por -algo- que no podia recordar. Era la primera vez que me sentia tranquilo y podia en verdad sentir que sus nuevos companieros estaban bien, en el mundo real a donde probablemente no iba a volver... al menos eso suponia.
- Ya quiero despertar.. - le dije al anciano que tenia tiempo meditando con tranquilidad, se hacia llamar An, pero no me dijo que diablos era. - No puedes hacer algo para sacarme de aqui?
- Por que tanta prisa? - pregunta el hombre sin abrir los ojos - Deberias de aprovechar estos mometos de paz,

El hombre comenzo a ignorarme y yo me empezaba a frustrar cada vez mas. Poco a poco fui cayendo en molestia hasta dejarme caer en el piso de nubes azules que cubria el lugar. Tanta relajacion comenzaba a cansarme.

Poco a poco... fui cerrando los ojos pero una vocecita conocida golpea mis oidos.
- Despierta.. - dice la voz de Noah haciendo que me levante de golpe - Huh?? Es Noah!
- Quien? Yo?
- Noo! Anciano! Es mi amigo Noah! El que te conte1 Me esta hablando!!
- Ahhh .... pues que mal que no puedes ir 8U
- PERO QUIERO IR!! - dije algo molesto, en realidad queria despertar.
- Hmm... si quisieras ya lo hubieras hecho!
- De que hablas ahora anciano, no me vas a hablar en clave de nuevo, verdad/?
- Tal vez.. o tal vez no...?
- Genial...

Sin darme cuenta, el anciano ya se habia levantado y se encontraba a mi lado. Era un hombre grande para la edad que aparentaba y su barba prominente que casi caia al suelo no dejaba de sorprenderme. Puso su gran mano en mi hombro y me observo con la ternura de un padre con su hijo.
- Tu siempre has tenido la habilidad de regresar. Guardas dentro de ti un poder inimaginable.. que si aprendes a dominarlo, - y espero que lo hagas - podras ser el rompeaguas de una epoca muy importate para el mundo....

Un circulo de luz comienza a rodearme y poco a poco soy elevado por una luz divina que cubre el cielo. El hombre se despide de mi con una sonrisa.
- Tu eres Tu.. recuerdalo... y eso es lo que te vuelve tan fuerte y especial.. recuerdalo...


De pronto y sin poderme despedir senti un escalofrio recorrer mi cuerpo, seguido de una avalancha de dolor e incomodidad. Lentamente movi mi mano y tome lo mas cercano que tenia.. como si quisiera aferrarme a la vida.
- ... Hola??

No podía creerlo, había funcionado, en cuanto escuche la voz, me quede helado, deje que su mano se resbalara por entre mis dedos y lo único que hice fue verlo, verlo fijamente...

-E-estabas despierto?- Pregunte todavía sin poder creerlo -No!! Espera!! Estabas fingiendo para no ir a clases, verdad?- Dije aun sin poder salir de mi asombro, no lo entendía o tal vez no quería entenderlo, coincidencia o no inmediatamente después le esboce una amplia sonrisa, realmente no me importaba, me alegraba saber que mi amigo estaba bien.

-SOCRATES!!! SOCRATES!!!- Le grite casi en la oreja muy alto y con bastante entusiasmo (por no decir un entusiasmo exagerado) en este momento, no me importaba que hubiese gente dormida en la enfermería, me le eche encima para abrazarlo y lo hice con todas mis fuerzas para no soltarlo, sabia que en cualquier momento empezaría a empujarme y patalear y todas esas cosas que hacia, llevaba un día de conocerlo pero ya sabia como era.

-POR QUE DORMISTE TANTO!?-

Aun estaba muy aturdido como para comprender donde estaba. Recibi el abrazo de Noah y empece a ver donde me encontraba... era acaso la enfermeria??

Vi algunas camillas, una mesita con manzanas y varias cosas a mi alrededor. Podia sentir mi cuerpo pesado y adolorido, como si mil espadas hubieran salido desde adentro. Empuje un poquit a Noah para verlo.
- Estaba dormido... en otro lugar.. pero escuche tu voz y quise volver - murmure con una voz algo fragil y adormilada. Aun no entendia que es lo que habia pasado. - Que paso.. con el monstruo... estan todos bien? Donde esta Mila?

Bueno, ahora si me deje empujar aunque solo un poco, me separe de Socrates lo suficiente al menos como para no asfixiarlo con mis abrazos y me quede ahí, recostado de lado en la camilla viendolo mientras hablaba, yo seguía con la misma sonrisa boba del principio, estaba emocionado ahora que mi amigo había despertado pero le estaba prestando atención, lo juro!

-Si, todos están bien... pero por que tu dormiste tanto tiempo?- Pregunte insistentemente antes de contestar hasta donde recordaba, Socrates no habia salido lastimado... -lo vencimos supongo, no se...yo también quede inconsciente...- Le dije soltando un tímido “jeje” mientras me rascaba la cabeza.

-Como que estabas dormido en otro lugar? Seguro que no estabas soniando?-

- No no es nada.. lo dije sin pensar.. - agregue sin intentar entrar mucho en detalle. Yo al principio no podia comprender como es que podia hablar cosas con ese anciano, pero era mejor no darle mas profundidad al asunto...

- Me alegra que este todo bien.. - dice dandose cuenta que Noah seguia muy cerca de el... era calido, tal vez jamas habia sentido la cabeza de alguien en su hombro.. ni siquiera de una mascota, no era muy afin al amor en particular.... - No entiendo muy bien.. creo que me lastimo el monstruo o algo asi.. .solo recuerdo haberme puesto histerico y a ti arrumbado en un arbol... fue horrible.

Aprete los punios por un momento al recordar la escena... como es que el Director habia permitido eso.
- Quiero irme de aqui... tengo miedo... - murmure al momento que unas lagrimas rebeldes corrian por mis mejillas - No me quiero morir...

-Si... también recuerdo eso, bueno, mas o menos...- Le contesté sonriendo ligeramente, luego me levanté un poco hasta quedar sentado en la camilla. Si había algo que detestaba, era ver llorar a la gente, era casi como una debilidad, cada que veía a mi hermano Aris hacerlo, no podía soportarlo, desvié la mirada un momento y apreté los puños, era de las pocas cosas que podían sacarme de control...

Mil cosas pasaron por mi mente, bien pude haberle dicho que siempre lo protegería y todas esas cursis que salían en las películas y animes pero en la vida real, no siempre funcionaba, torcí un poco la boca, no sabia que hacer, tenia a un amigo asustado y llorando y no sabia que decirle para calmarlo, proteger a la gente no siempre era tan fácil, ojala proteger a alguien siempre implicara luchar contra una cosa horrible que esta tratando de comerte, al menos de esa forma, nunca habría de titubear...

-N-no es para tanto...- Le dije estúpidamente volviendo la vista hacia otro lado.

Luego inconscientemente acerqué un dedo a su rostro y sequé sus lagrimas, justo como hacia con mi hermano, lo hice inconscientemente había sido una reacción casi en automático, pues cuando me di cuenta, sentí un escalofrío recorrerme el cuerpo, tal vez no debí hacer eso...
-No vas a llorar enfrente de mi o si?, deberías tener un poco mas de fe en el director y en nosotros, no vas a morir...no digas eso, nadie va morir en este Instituto, me uní a la Fraternidad de Sal porque para mi lo mas importante es proteger... un mago muy poderoso me dijo una vez, que el mayor poder nace cuando luchas por proteger aquello que amas...- Dicho esto, tomé su mano y alcancé su reloj, era casi cultura general que los reloj de mano funcionaban gracias a un Quarzo y eso era justo lo que necesitaba, deje escapar un profundo suspiro...

-Este hechizo, solo lo he utilizado para Aris... de hecho, fue por el que lo “inventé”, si un día te pasa algo o estas en peligro, podré sentirlo con este hechizo e iré a ayudarte...- Le contesté con un ligero sonrojo, me daba algo de pena hacer estas cosas con un amigo, nunca me había molestado la cercanía con la gente pero en una situación como esta, eran demasiadas cosas juntas que había empezado a incomodarme.

-Mana Azul: Noitar- Al pronunciar estas palabras, un brillo color celeste empieza a cubrir el reloj y este mismo empieza a vibrar al momento en que se empieza a cargar de mana. Un par de alas de luz se elevan por encima de dicho objeto y estas mismas empiezan a mutar para formar un símbolo, era algo parecido a una gota de agua, el emblema de mi fraternidad.

Las palabras de Noah no ayudaban en lo absoluto...

Pero no era lo que decia, sino el concepto del mundo del chico el que lo aterraba aun mas. Hablaba de monstruos gigantes, con cabezas de tentaculos, poderes que pueden partir en dos un cuerpo... situaciones asi en la vida rutinaria, una y otra vez...

¿Cuanto mas tardaría en morir?

¿Cuanto tendría que soportar?

El simple hecho de pensar que esta seria su nueva vida lo atormentaba. Extrañaba la soledad de su cuarto, la indiferencia de su padre y el monton de numeros que eran sus amigos...

Estaba triste y solo, con un niño que pensaba que "no era para tanto".

Las lagrimas seguian fluyendo pero la atencion se dirigió al hechizo que rodeo el reloj. Noah, por mas que lo intentara, en verdad queria verme feliz... queria protegerme. Un sentimiento de tristeza y confusión rodeo mi mente. Solo asenti a las palabras del chico pero el miedo seguia invadiendome, no podia entender como alguien podria decidir vivir esta vida junto a mi. ¿Tendría que ver morir a la gente que amaba de manera brutal?

Era mucho para mi...

- Gracias.. - dije con un dejo de tristeza aun en mis palabras. Por mas que intentaba, no podía simplemente aceptarlo y ya - No se como funciona.. pero prometo aprender....

Hubo un momento de silencio incomodo, el cual no duró mucho....
- Mi nombre es Socrates Raven... soy el hijo de Josef Raven, un famoso hacker que atraparon hace poco en Russia... yo era su complice y discipulo y fui traido a Furukawa por la policia magica para enseñarme a ser mejor persona... Viví la mayoria de mi vida encerrado en una casa en un pueblo de Russia, aprendiendo de algoritmos, bases de datos, fluctuaciones en las contraseñas e idioteces que, por desgracia, no me salvarían del ataque de un gigante..

Tal vez la unica manera de pagarle un poco de su magia protectora y de sus animos era enseñandole quien era. Si la confianza iba a ser mutua, tendria que hablarle sbre él.
- No conocí a mi madre y no tengo mas familia.. mi papá era muy duro conmigo y muy estricto y gracias a eso logré entrar por primera vez al sistema del FBI a los 7 años de edad... - dice el demonio sonriendo tristemente - Aprendi magia amarilla de un vecino, creo.. y mi magia funciona para manipular maquinas y computadoras... y paneles de campo de mugby al parecer...

- ¿Y tu?

Y yo seguía sin saber que hacer, solo lo miraba, asentía y lo escuchaba, no podía hacer otra cosa, mejor dicho, no sabia que más podía hacer, sentía que mi estomago se revolvía cada vez más y más, no quería verlo llorar, no podía hacerlo, no lo soportaba...

Me recosté otra vez en la camilla y me quedé así un momento, tratando de no mirarlo mucho o al menos no al rostro.

-Ya no llores...- Murmuré como no queriendo que en verdad me escuchara y mantuve mi cabeza abajo.

-S-si aprendes a usarlo, tu también podrás sentir, si algún día llego a estar en peligro.- Le comenté serio, trataba de no hablar mucho, solo intercedía cuando era necesario y si no, solamente me dedicaba a escuchar.

Al final, fue mi turno de contar mi historia y antes de empezar, me tomé mi tiempo...
-Noah Fenian...- Dije, a pesar de que recordaba ya haberme presentado con él.

-Yo vivía con mis padres, vengo de Alemania, mi madre era una hechicera igual que mi padre, eramos una familia normal supongo,vivía en una casa muy bonita, yo fui su primer hijo, luego papá enfermó y falleció no mucho tiempo después, yo todavía era muy pequeño, así que no recuerdo bien, no recuerdo como era, viví otro poco con mi mamá hasta que volvió a casarse, consiguió un nuevo esposo y tuvieron otro hijo, mi hermanito Aris, en realidad somos medios hermanos, él es un semi-demonio y bueno... ellos al poco tiempo nos abandonaron, yo tenia como 7 u 8 años y tuve que hacerme cargo de mi hermano, afortunadamente... el Director Furukawa nos encontró a tiempo y nos trajo a Little Monsters y ahí es donde esta él ahora...Yo aprendí magia azul y magia gris, una vez ahi, siempre me intereso la magia, puedo dar descargas, puedo inhabilitar cosas y moverme rápido...- Expliqué y luego levanté un poquito la cabeza y lo miré a los ojos.

“Y es por eso que me altera tanto ver a alguien llorar, Aris lo hacia todo el tiempo...y eso me doblegaba, creo que gracias a esas lágrimas, llegue a odiar a mamá...”

Socrates observa al niño mientras cuenta todo. Realmente no tenian mucha diferencia en cuanto a que ambos habian pasado cosas desagradables en su vida. Sobretodo le sorprendia que el tambien hubiera vivido lo que es perder a sus pares. Lo miró una ultima vez y le tomo sus manos.
- Gracias... en serio.. - dice Socrates ya mas calmado, regalandole una sonrisa - Y mucho gusto, Noah Fenian.. espero podamos ser buenos amigos...

-No hay de que agradecer...- Le contesté dando un pequeño salto cuando sentí el roce con sus manos pero no las quité, solo levanté la cabeza, le sonreí y las apreté fuerte, ahora era yo quien no se terminaba de acostumbrar al contacto físico pero no quería que pensara que me desagradaba ni nada por el estilo...

-Seremos buenos amigos...- Le dije acercándome un poco mas hasta recargarle la cabeza en el hombro. Luego me quedé ahí un momento, me sentía tranquilo y el silencio ayudaba mucho.

-Luego te llevaré a que conozcas a mi hermanito, Aris...y luego, puedo llevarte con Hazel y con Sebastyan a Londres, si vas a vivir aquí, seria bueno que conocieras la ciudad, los de primero no podemos salir mucho pero nos dan permiso siempre y cuando vayamos con algún adulto, si no, podemos ir con Rhia.

Como te sientes?-

- Algo cansado.. - contesto tallandome los ojos - Pero estoy bien, no conozco mucho de Inglaterra y no tengo mucho dinero... pero pues, tu dirás..

Me di cuenta que NOah no era tan desagradable, de hecho, tal vez podria ser mi primer amigo, claro esta que seguia el miedo y la incertidumbre de nuestra nueva vida de estudiantes, pero tal vez podia aprender algo de magia. El problema para él es la confusión de ver la magia tan diferente.
- Noah... tu puedes "sentir la magia"? ... - pregunté algo extrañado - Es como si.. tu magia y mi magia fueran diferentes...

Me pareció extraño que me preguntara si podía sentir la magia, bueno, no se, siempre nos habían enseñado que sentir el mana era algo así como...el primer paso para aprender a recitar los hechizos, tal vez Socrates era un “mago” nato o algo por el estilo, después de todo, había muchos magos prodigio y todas esas cosas, tal vez, él usaba la magia de forma natural y nunca había tenido necesidad de aprender todo ese proceso.

Deje mi mano suspendida sobre nosotros antes de tomar la palabra y cerré mis ojos para concentrarme.
-Si, si puedo...- Le contesté al momento en que mi mano se cargaba de una energía azulada y poco a poco iba adquiriendo un brillo celeste muy tenue, era mana, mana en estado neutro, sin haber tomado ningún color todavía.

-Puedes verlo?- Cuestioné mirando a mi amigo de reojo. -Desde Little Monsters nos enseñaron que todos los seres mágicos viven a base de mana, los humanos son los únicos seres capaces de regenerarlo pero esta dentro de nosotros, lo que llaman afinidades... es algo así como la tendencia que tiene tu cuerpo de transformarlo...y hacer que sirva un propósito en especifico.

Por qué dices que el tuyo es diferentes? Podrías hacer un hechizo para poder verlo?-

Observé con detenimiento la manita de Noah y logré ver el mana, era algo natural en él, pero realmente no sentia nada. Podia captarlo con otros sentidos menos ese.. sentir algo. Nunca se habia puesto a pensar en eso, mucho menos preguntarle a su padre si en verdad las cosas eran asi.
- Ya veo.. si, si puedo.. - dije tomando su celular y haciendo un movimiento con él.

- Mana Amarillo: Technopaty

El celular comienza a rodearse de un aura amarilla y la camara se enciende. Tomé la foto de un pequeño televisor frente a mi y este se enciende.
- Cambiate de canal - dije al momento que la tele me obedecia - Ahora apagate...

La tele se apaga sola y el celular deja de brillar.
- Puedo manipular objetos y maquinas con Raven... a lo que le tome foto puede ser manipulado con mi voz...

Yo, mientras tanto seguía observando detenidamente todo el hechizo, no parecía haber nada raro, por lo que veía, era exactamente igual a lo que yo hacia, bueno, a lo que todos los hechiceros hacían...

-Pues...no parece ser diferente...- Contesté pokeandole el pecho un poquito.

-Se ve exactamente igual que mis hechizos...- Le contesté solamente mirándolo, en verdad, no había detectado nada fuera de lo común.

-Por qué lo dices?-

- Pues no se... creo que son paranoias mias... - dice Socrates dejandose caer en la cama - Estoy cansado....

Cerró un poco los ojos, dejando pasar un poco de tiempo. Sin darse cuenta comenzaba a sentirse pesado.
- Creo que dormiré un poco... esta bien?

Ahora que había quedado claro todo, no había razón para seguir indagando más acerca del tema, le di un un ultimo apretón de mano como para indicarle que todo estaba bien y lentamente me fui levantando...
-Si, aun tienes dudas, podrías preguntarle a un profesor, a final de cuentas... yo no soy tan bueno en magia...solo soy un estudiante de primero, se lo básico o menos...-

Y dicho esto, me levanté de la camilla.

-No te preocupes, mejor descansa...oficialmente, mañana tendremos nuestro primer día de clases...buenas noches Socrates...-

Antes de que retirara la mano, la apreté de nuevo, sin soltarla y abri sus ojos.
- Puedes.. quedarte aqui hoy? Prometo no moverme mucho.

No sabia siquiera porque lo decia.. pero esa noche necesitaba estar cerca de alguien. Seguía temblando un poco y no queria estar solo...

-Uuh...ehm...si...- Le contesté dubitativo, como dije, no es que me molestara Socrates, ni nada por el estilo, era solo que... no me lo esperaba, a decir verdad, no era tan mala idea, para ser honestos, yo también necesitaba estar cerca de alguien esta noche, hoy iba ser la primera lejos de mi hermano...

Creo que me sonrojé, afortunadamente con lo oscuro de la habitación, probablemente ya no era visible, tragué un poco de saliva y lentamente me volví a subir a la camilla y me acomodé de lado recargando mi cabeza en el hombro del demonio.

-A-así esta bien?- Interrogué un POQUITO nervioso y baje mis manos enderezándome como soldadito.

-Ya, hay que dormir o se nos hará tarde...-

Para cuando Noah termina de decir eso, Socrates ya estaba profundamente dormido....

Esta vez soñó que estaba en un cuarto, bastante simple, cubierto de posters y musica de anime.

Era tranquilo y feliz... pero era un lugar desconocido para él... pero familiar al mismo tiempo.

"Ojalá pudiera vivir esa vida..."