Dormitorio 142

- QUE PINCHE DIA - dice el portier de Sal estirando los brazos. Todavia podia sentir el impacto en su estomago y a veces su abdomen le daba calambres incomodos que tenia que detener con algunos golpes. - Pero al menos fué bueno eso de que ya tenemos Carrier... me encargaré de ganar esa copa para que Maggie coma cereal en ella.

Unas pequeñas llaves con un naruto salen de su bolsillo y llegan a la puerta del dormitorio 142 de Sal. Un colgante de un dedo obsceno gritaba "NO PASES PUTO" en la entrada y varias calcomanias del equipo de Sal.

Al abrir la puerta, Taylor siente algo de incomodidad. Se le había hecho extraño que este año ni siquiera intentaran traerle a un nuevo inquilino (ya que el paso había preferido dormir en el area del conserje que con él) por lo que sería otro año con dormitorio completo. No había nadie que lo soportara realmente.

Dió un tronido de sus dedos y la luz se encendió con facilidad, cual es su sorpresa al ver dos maletas en la entrada. El demonio enarca una ceja y avanza.
- Probablemente tenga visitas... por que se empeñan en querer hacerme pasar malos ratos. Espero no tarde mucho.. no ando de muy buen humor. - dijo para él mismo al momento que se despojaba de su ropa y entraba al baño. No queria otra cosa mas que remojarse, comer un litro o dos de leche con cereal e ir a la cama a ver porn... eh.. dormir para el próximo dia escolar.. si...

Finalmente habían terminado las clases por hoy, honestamente, estaba molido, hasta las heridas ficticias que había recibido durante la practica de Mugby seguían persiguiéndome y probablemente seguirían así por el resto de mis días, por ahora, era una lastimosa escena, tenia que irme agarrando de las paredes para poder avanzar entre salto y salto y apoyarme únicamente en mi pierna izquierda pues para colmo de males la derecha ni siquiera la sentía, en lo único que podía pensar era que detrás de esa habitación estaría esperándome una cama suave y calientita para mi sólito, quería llegar, dormir y nunca volver a tener que despertar y para mi desgracia ese sueño se veia frustrado al afrontar la realidad, apenas era Jueves, todavía faltaban 2 días mas de clases y no quería sonar como ciertas personas que suelen quejarse de todo pero de seguir con este ritmo, mi vida iba recortarse al menos unos 40 años...

Tras varios varios intentos fallidos y algunos (muchos) minutos, llegué hasta la puerta de mi nueva habitación, era el numero 142, vi las calcomanias y ahora me preguntaba si mi compañero seria otro de los jugadores, abrí la puerta a prisa y entré al dormitorio todavía dando unos saltitos pero no había nadie, solo estaban mis dos maletas y mi colección de carritos perfectamente ordenados en un buro, Kyle se había lucido esta vez, alcancé a escuchar el sonido de la regadera en el cuarto contiguo, el baño, habría de suponer.

-HOLAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA- Grite solo para anunciar mi llegada y luego me recosté en la cama que creía que me pertenecía.

-YA LLEGUEEEE!!!! VOY A SER TU COMPANIERO DE CUARTO!!!-

La estridente voz de Noah habia violado sus oidos, los ojos del portier se abren grandes y llenos de rabia y de hecho, por un momento, dos cuernos brotan de su frente para luego relajarse un poco y haciendolos desaparecer en fuego celeste.
- Ha de ser mi imaginación .. - dice tomando una toalla y amarrandosela a la cintura para salir a ver - Obviamente no se trata de...

Kluivert se queda callado un momento al ver al niño tirado en la cama contraria a la suya. Era Noah, el nuevo Carrier de Sal y futuro cadaver, al parecer.
- ... Ok.. - dice intentando mantener la calma - Me estas siguiendo? Porque no es gracioso... tienes 3 para irte a tu dormitorio y apreciar tu vida un poco mas....

Podria matarlo, tal vez, guardar sus restos bajo la cama.. o en la basura... nadie sospecharía de un hobbit muerto... NADIE
- Van dos...

Espera!!! yo también podía reconocer esa voz, en cuanto la escuché, apoye mis dos manos en la cama para levantarme, dejando mis piernas colgando en el borde, no se necesitaba ser un genio para darse cuenta que el dolor me estaba matando, menos enfrente de Taylor quien sabia el origen de ese dolor y bueno, primero me había sentido afortunado, iba estar en el mismo dormitorio que mi capitán pero luego, después de escuchar su amenaza de muerte, supuse que no seria tan bueno y divertido como imaginaba, fruncí otra vez el ceño y lo miré molesto, tal y como lo había hecho durante la practica.

-Este es mi dormitorio!- Le contesté en su mismo tono de voz y me crucé de brazos mientras me levantaba, de hecho, no debí haberme acostado, había tenido clase de combate durante la ultima hora de clases, mi cabello todavía estaba mojado de sudor pero en serio, estaba muy cansado...

-Deberías estar feliz! Así sera mas fácil que me avises de las practicas y todo eso! Hazel y Sebastyan también comparten dormitorios y son del mismo equipo!-

- Feliz? - pregunta el portier bastante molesto - NO ME INTERESA VIVIR CON UN MOCOSO!!!

Estaba molesto, de todas las cosas que le habian pasado esta era la peor. Ahora tenia que ver al niño hasta en el cereal! Sin mas que decir se da la media vuelta y se encierra en el baño. Al menos podria terminar su baño.
- Pff... pinche año horrendo.. - bufa Kluivert antes de hundirse en el baño que se habia preparado.

Luego de un rato sale con una toalla en el cuello, bastante sacado de la pena y se recuesta.
- Noah me dijiste que te llamabas verdad? Bueno, tenemos que hablar de algunas reglas. La primera es que mis cosas no se tocan... <_<

-SOLO COMPARTIREMOS UNA HABITACION!!!- Le grité también, no me gustaba que me hablaran así, en especial cuando no había motivos para hacerlo.

Por que todo le tenia que parecer mal a ese tipo? Cuando lo vi entrar en el baño, me hundí otra vez en la cama y me quedé recostado un buen rato, estaba muy cansado creo que hasta los ojos se me estaban cerrando por si solos pero lo mas triste era que no podía conciliar el sueño. Primero, porque el dolor me estaba matando y segundo, porque no estaba acostumbrado a dormir solo...

-No pienso tocar tus cosas...- Le contesté sin voltear a verlo, pero advertí una cosa -pero tu tampoco tienes que tocar las mías, al menos no sin mi permiso...en especial los cochecitos.-

- Si, estoy esperando a que te duermas para usar tu Rolls Royce Aero edicion limitada.. - dice Taylor sin darse cuenta que probablemente había divulgado uno de sus pasatiempos de niños y que aun mantenia - Como sea... las otras reglas... aun no las hago, porque nadie se ha quedado mas de un dia, asi que es mejor que ni me preocupe...

En realidad sentia como si estuvieran invadiendo su cuarto. Toma un boxer de una gaveta bajo su cama y se los pone. La tv se prende al presionar el control y eran caricaturas. El Cartoon Network nunca fallaba y agradecia los beneficios de vivir en el dormitorio de furukawa.
- Pero bueno... si te quieres bañar solo pon mis cosas a un lado... y hay comida en el refri.. y cerveza.. esa no la agarres << pero puedes tomar coca si quieres...

Había sido una broma o lo decía en serio? En cuanto escuché acerca del Rolls Royce, volví la mirada hacia mi colección de cochesitos y me puse serio, no era normal que alguien reconociera ese tipo de autos a menos que fuera otro coleccionista, así que regresé la mirada hacia el capitán y lo vi extrañado pero no me atreví a decir nada, las preguntas, las dejaría para después...

-Si me gustaría...pero estoy muy cansado...- Contesté refiriéndome a la ducha pero deseaba continuar con la conversación, así que traté de poner un poco de mi parte, digo, no es como si batallara mucho para hacer ese tipo de cosas. -Y todavía me duele mucho el cuerpo, tuve practica de combate después del Mugby, terminé peor de lo que ya estaba. Y tú? Qué tal estuvo tu día?- Si, ya sabia que a veces hablaba mucho pero era normal en mi, no podía evitarlo, me gustaba hacer amistad con todo mundo y como dije antes, si íbamos estar en el mismo equipo, teníamos que considerar seriamente eso de ser amigos, usé mis dos manos como almohada y me dediqué a ver la televisión mientras seguía hablando.

-Oh!~ Por cierto, cómo funciona eso de la comida? Nos dan una despensa o nosotros tenemos que comprarla...o cómo?-

Taylor no supo que contestar a esa pregunta. Realmente, fuera de la amable de Rhia, del jodoso profesor Fado y de algunos pocos chicos, no había mucha gente que en verdad le hablara a Taylor. Se había hecho una fama desagradable desde primero al ser fácil de enfadar y lo mucho que se metia en problemas, poco a poco la gente dejó de buscarle platica. Había pasado ya tanto tiempo desde la ultima vezque le preguntaron que como estuvo su dia. Solo Maggie hacia eso y no siempre, ya que no siempre podia ir a verla...
- Eh.. bien supongo... ¿Te sigue doliendo? - dijo intentando evadir la platica cotidiana, como un gato siscado - A ver...

El portier se levanta y camina hasta el niño subiendose a su cama y levandandole los piesitos.
- Fue este, no? - dice moviendoselo - De seguro todavia te duele el putazo que le diste al balon... babas...

Ya eran muchos años jugando Mugby, realmente no tenia una pasión mas grande que esa. Pero tambien había aprendido muchas cosas, como que los dolores sobrepasan el cuerpo falso y llegan hasta el ultimo pelo de tu cuerpo. Sin responderle mas y como si supiera cual era el pie, comenzó a quitarle los zapatitos y el calcetin, importando poco si le dolia con cada movimiento.
- Hmm.. siento una alteración en tus canales de mana... ¡Estuvo bien duro el golpe! .. ¡DEJA DE MOVERTE CARAJO, TE VAS A LASTIMAR! AGUANTA COMO LOS HOMBRES ¬¬ gees...

El Portier cierra su mano y un aura celeste comienza a rodear su palma, soltando una agradable y calida sensación.
- Mana Blanco: Lidocayne~ I

Poco a poco el pie comienza a sentirse calientito, mientras los musculos comenzaban a relajarse y el dolor desaparecia..
- Te apestan los pies... te vas a bañar y cuando lo hagas, usa la bolsita de piedritas rojas que esta en la gaveta de la regadera.. son sales curativas, te harán bien... - dice como si fuera todo un doctor.

-Ou~Ouch!!! Duele!!!- Le dije al portier elevando el tono de mi voz y pataleando en un acto reflejo solo para sufrir después por mis propios actos, cuando me sostuvo el pie, traté de erguirme pero no pude, el dolor no me dejo ni tampoco los constantes jalones de Taylor, así que volví a recostarme en la cama con las manos tapándome el rostro y dejé que el mayor me revisara o lo que sea que estuviese haciendo.

-E-espera!!! Ten mas cuidado!!!- Agregué todavía quejándome y por un momento, estuve a punto de empujarlo con el otro pie pero me contuve y me quedé quieto, solamente le fruncí el ceño, gesto que se veía incluso a través de mi pobre intento por cubrirme, me quedé callado cuando escuché el regaño, tenia que ser valiente en eso tenia razón...
-Ahh~Au!!! Ouch!!!- Continué pero tan pronto terminó, me quité las manos del rostro y me quedé serio por algunos segundos, era una sensación agradable, a pesar de ser de Sal, después de ver sus partidos y la manera en que se comportaba, siempre creí que era uno de esos gigantes a los que les gusta golpear todo lo que tienen frente a ellos, pero me equivocaba, este tipo era todo un verdadero miembro de sal y sus habilidades para restaurar, eran muy buenas...

-Gracias capitán...- Le dije entonces poco antes de sonrojarme por el comentario acerca de mis pies, estaba exagerando!!
-No me apestan los pies! sudé mucho es diferente!!!- Contesté completamente rojo e inconscientemente empecé a respirar hondo esperando captar ese olor al que se refería el portier pero no lo logré, así que terminé asistiéndole con la cabeza y desvié la mirada.

-Se ve que aprendiste mucho en la Fraternidad sonaste como la doctora Clementine, osea, quiero decir que eres muy bueno curando...y perdona por quejarme tanto...- Dicho esto, lentamente empecé a levantarme de la cama, pisando ligeramente con el pie “lastimado” solo estaba probando, ahora se sentía mucho mejor, el dolor se había minimizado y podía caminar casi con libertad.

-Wow...- Murmure mientras avanzaba hacia la regadera y una vez ahí, volví a sonreírle. -Gracias...- Le volví a repetir y levanté un pulgar en señal de que había hecho un buen trabajo.

-Crees que mañana me siga doliendo?-

Cuando Taylor se dió cuenta ya habia violado completamente el espacio del niño. Cuando este se para se da cuenta que lo había tratado como mocosito de Little Monster....

La fraternidad lo estaba transformando en un MONSTRUO AMISTOSO

- Tsk- chitó el portier desviando la mirada - No es nada, solo puedo relajar los canales de mana y cosillas así. No me comparo con la pelos blancos o la doc... pero pues me he tenido que curar solo algunas veces. Es la experiencia, supongo.

Al ver que el mocosito podía caminar se sintió bien, de hecho, sintió que habia hecho algo util. Sonrió un poco sin que lo viera el chico.
- Si cenas bien y duermes tus 8 horas te sentirás mejor en la mañana. Será muy leve el dolor. Ustedes los humanos tienen esa ventaja... - respondio tirandose en su cama, tomando el Rolls Royse que le habia hecho ojos. - Usa las sales que te dije, sentirás mejor...

No perdí mucho tiempo, tan pronto había entrado al cuarto de baño, cerré la puerta y empecé a sacarme la ropa. Tomé la ducha tal y como lo hacia normalmente o bueno casi, me había tomado mi tiempo, al principio para descubrir cual era la manija que dejaba correr el agua caliente y después, al dejar que la tina se llenara casi hasta el tope, el solo hecho de reposar en agua caliente hacia que todo mi cuerpo se relajara, por lo que no pude evitar quedarme recostado un rato simplemente descansando y dejando la cabeza recargada contra una pared, estuve ahí un buen rato, tal vez unos 15 o 20 minutos hasta que me levanté y dejé caer las sales, nunca había tomado un baño de esa naturaleza aunque por platicas, había escuchado de ellos, el agua se lleno de burbujas y dejé los pies metidos por otro largo rato, luego me senté y estuve masajeandolos otro tanto, al final, salí de la regadera y me seque bien para no dejar todo el piso cubierto de agua y salí del baño con una toalla amarrada a la cintura.

Ahora me sentía mucho mejor, mas relajado y el cuerpo en general ya no me dolía tanto, podía caminar con mayor libertad, no sabia que tenían esas sales pero magia no era y de igual forma había funcionado.

Cuando salí, vi a Taylor acostado viendo una revista de dudosa procedencia y solamente me pase de largo tratando de no prestarle mucha atención, no era que me incomodaran ese tipo de cosas, bueno, no mucho pero de igual forma, prefería no formar parte de ello.

-Funcionaron las sales, donde las conseguiste?- Le dije con una sonrisa en el rostro y me senté en la cama contigua, luego me recosté un poquito y empecé a respirar hondo.
-Por cierto, yo todavía no he cenado, quieres comer algo?- Era lo menos que podía hacer, después de lo que había hecho, no era muy buen cocinero, ni nada por el estilo pero al menos, un sandwich si podía prepararle...

- Yo las hice - dijo Taylor viendo "Magas Cachondas edición de Agosto" - No es dificil luego de algunas clases con Montau y otras con Erick, son buenos en sus materias, malos maestros.. muy malos

En verdad no eran malos maestros, pero uno de ellos dejaba cicatrices feas que hasta Clementine batalló para quitar y el otro simplemente estaba muy ocupado con sus plantas como para darle importancia.
- Yo tengo hambre, hay una pequeña cocina entrando.. a ver si hay algo hecho.. me da weba cocinar - responde el hombre dandose cuenta que ya estaba acostumbrandose al niño - Por cierto, yo puedo comer picante.. tu sabes, demonio, bla bla bla... ASi que probablemente te topes un poquito de comida picante ahi adentro.

En sí, Taylor siempre pensó que comer picante no era muy cool como otros demonios que comian emociones o piedras o metal. Pero sabía que algun dia le serviría y salvaría a la damisela en peligro... probablemente en un concurso de chili o algo así...
- Sirvete lo que quieras.. o si sabes cocinar adelante... yo no soy muy bueno...

-En realidad yo tampoco...- Le contesté rascándome la cabeza mientras dejaba escapar un “jeje” -Pensaba comer un sandwich- Comenté después y lentamente me fui reincorporando, inconscientemente mi mirada se volvió a clavar en el mismo punto donde inicio, es decir, la revista que Taylor traía entre manos, no es como si realmente gustara ver ese tipo de cosas, lo había hecho probablemente una vez en mi (corta) vida pero era curioso respecto a esos temas.

-Oh~ puedo traerte algo y una botella de picante si quieres...- Le ofrecí para que no se molestase y tras levantarme, eche otra miradilla a la revista, tratando de ser un poco mas discreto esta vez...

-a los demonios les gustan las magas humanas?- Pregunté para tratar de hacer algo de “platica de hombres” mientras sacaba un par de calzoncillos de mi maleta.
-Bueno, es que a mi no me gustan las Djinn por ejemplo...- Comenté tratando de parecer seguro de lo que decía, en realidad, nunca había tenido novia y probablemente era mas que obvio por mi edad o bueno, quien sabe, con eso de que había cada loco en esta escuela...

- Las nahualas tambien estan bien buenas - dice sin darle mucha importancia al niño - No depende de la raza, sexo, nada realmente, mientras te prenda... y un demonio siempre esta listo para la acción, si sabes a lo que me refiero, jajajaja

Comenzaba a sentirse mas tranquilo, el niño habia sido muy propio hasta el momento aun con berrinches y todo, pero ahora sentia que podía hablar mas tranquilo.
- O que? Nunca has pensado en tirarte un hada? Imaginatelo!! - dice quitando la mirada, para ver al niño en boxers. Lo mira de arriba a abajo y sonrie - Bueno, creo que un hada pediria un hombre de verdad, no un mocosillo, jajajajaja

No podía asegurar que entendía al 100% a lo que se refería, pero al menos tenia una idea bastante acertada. Tras tomar el calzoncillo regresé hasta la cama para quedarme sentado frente al demonio y solamente enarqué la ceja.
-Cómo que un hombre de verdad?- Le dije frunciendo el ceño pero sospechando ya a que era lo que se refería.

Por un momento, titubé en si debía o no cambiarme frente a él pero honestamente, nunca me había preocupado estar desnudo, al menos frente a otros hombres, frente a las mujeres, era otra cosa y creo que había quedado claro con el acontecimiento en la enfermería.

-Las hadas son bonitas, la mayoría al menos, porque las nahualas, no sé... Naami, la jugadora de Srad, ella es muy bonita por ejemplo, pero hay otras que están...bleh...- Comenté dejando mi frase inconclusa, pero había sido bastante claro o al menos eso creía yo.

Dicho esto, finalmente me despojé de la toalla y me puse los boxers, no importándome que el demonio volteara y me viese, digo, a él tampoco parecía haberle importado mucho cuando estuvo en mi situación.

Taylor sonrie, no es como si el niño tuviera mucho que esconder...

Una sonrisa se dibujó en su rostor. Por un lado, le daba algo de ternura la inocencia del pequeño al llamarlas "bonitas" y no "buenas" y no mencionar ni senos, ni traseros, ni nada sexual. Se daba cuenta que el niño aun no cruzaba el rio de la pubertad.
- Te gustan mas grandes eh? Picarón? - dijo el portier en señal de broma - La verdad es que Naami si... si esta bonita...

Desde aquel incidente en el Instituto con el Minotauro se había dado cuenta que Naami era, pues, una buena persona.. y que la verdad, cuando no se veia aterradoramente agresiva hasta parecía mujer..
- Pero para buenas... la profesora Marxvelt - dice con una sonrisa malvada - UUUF que cosotas se carga esa vieja!!!

Y ahora estaba entre la espada y la pared, no podía negar nada acerca de Naami o yo mismo estaría contradiciendome -N-no es eso lo que quise decir!!!- Contesté sonrojandome y haciéndole unos ademanes con las manitas en señal de que se equivocaba y hasta negando con la cabeza.

-Ahorita no me gusta nadie!- Espera, eso tampoco había sonado convincente, me estaba orillando y sin querer estaba haciendo que escupiera toda la verdad, pero parecía que entre mas hablaba para tratar de defenderme, mas me hundía, no había encontrado todavía un comentario atinado y con este, ahora iba creer que había estado mintiendo.

-B-bueno, apenas entré a la escuela... no he conocido mucha gente de mi salón pero hay una hada y esta bonita...- Dije finalmente y poco a poco fui recuperando mi color, tardé un rato en poder retomar la palabra, de hecho, por algunos segundos estuve solamente con la cabeza baja y sin decir nada...

-La profesora Maxvelt? Pero ella no es un poco vieja?-

- Vieja? Pfft... para ti ha de ser una momia! - dice Taylor riendose - Pero en tres o cuatro años verás que no es tan malo las mujeres de su edad. ¡Que me peguen pero no me dejen! - dice el portier tirandose de nuevo en su cama.

Se sentia mejor, el dolor de su estomago habia bajado mucho y la verdad no le estaba cayendo tan mal el niño, sin embargo, seria como los ositos de peluche; tendria que ignorarlo fuera del salon o todo mundo se reiria de que tiene un amiguito de primero.

El estomago de Taylor ruge con fuerza, seguido de un eructo pesado. Era mas que obvio que comenzaba a tener hambre.
- No ibas a ir por comida? Anda anda!!

De hecho, aun me quedaba otra duda, pero parecía ya no ser el momento de sacarla a flote. Sonreí, divertido por los comentarios y me puse de pie, no necesitaba que me lo dijera dos veces, ademas, yo también tenia hambre.

Fui hasta la cocina y rápidamente abrí el refrigerador, había muchos contenedores, la mayoría de ellos, llenos de cosas raras, tomé uno que a mi parecer fuera apetecible y luego tomé dos juegos de cubiertos,no tenia muchas ganas de prepararme una cena así que para agilizar un poco las cosas, tomé un plato con cereal y lo llené de leche, luego tomé la botella de picante que le había prometido al portier y regresé a la habitación.

-Ten- Dije entregándole lo que le había traído y luego, me senté en la cama, apoyando el plato en un espacio que quedaba en mi buro y empecé a comer algo apresurado.

-Oye y podemos tener mascotas en nuestras habitaciones?-

- Pues la mia acaba de llegar y tiene carritos - dice con una sonrisa malvada mientras le daba un trago a la botella como si fuera refresco - Aaahh... tabasco, mi favorito!

El cansancio realmente comenzaba a tumbarlo. Por mas demonio que fuera, el uso de mana en las canchas de Mugby era extenuante aun en la cuspide de la juventud. Le dió algunos otros tragos que le hacian quemar la garganta pero por alguna razon disfrutaba, mientras observaba al niño a veces y luego a la tele.
- Dime, tienes familia, mocoso? - pregunta de golpe, intentando sacar algo de platica.

Qué me estaba tratando de decir? bueno, algo bueno habría de sacar y había aprendido en este corto tiempo que a veces era mejor ignorar ciertos comentarios para no causar conflictos, de cualquier manera, no se iba ir intacto y por lo menos lo fulminé con la mirada, ademas, ni siquiera había respondido a mi pregunta!

-Pensé que lo sabias... - Contesté mirándolo fijamente, de cierta manera, estaba asombrado. -Nunca me viste en Little Monsters? Yo te vi muchas veces ahí visitando a una niña, qué es de ti?...- Comenté dando las ultimas cucharadas a mi cereal, literalmente lo había engullido y tras haber terminado, levante el plato y lo fui a dejar a una mesa ubicada entre las “recamaras” y la cocina.

-Ahí vive mi hermanito Aris, él es mi única familia...- De hecho, ahora mismo estaba algo preocupado, sabia que allá no iba correr ningún peligro pero aun así, me preguntaba si Aris podría dormir ahora que estaba solo, siempre habíamos sido muy unidos, especialmente desde que nos dejaron nuestros padres y yo había tenido que hacerme cargo de él, honestamente, no quería estar aquí sin él pero tenia que ser fuerte eso o en unos días terminaría rogándole al Director Furukawa que me dejara vivir en Little Monsters...

Por un momento, me quedé como suspendido en el tiempo, era evidente que estaba pensando mucho en algo, que algo me atormentaba, cuando me di cuenta, levanté la cabeza y le sonreí a Taylor.

-Quieres saber algo gracioso? Le prometí a él que este año iba unirme al equipo de Mugby, tengo muchas ganas de verlo para contarle que oficialmente ya soy un miembro del equipo...-

El portier intenta hacer memoria pero realmente no le interesaba mucho la gente a su alrededor mientras no fuera mujer, su hermana o mujer...
- Ni idea.. - murmura Taylor rascandose la nuca.

Al escuchar a Noah, una sonrisa se escapa de los labios de Taylor.
- Vaya, con que entrar al Mugby ¿Eh? - voltea a verlo - pues tienes mucho que hacer, no solo entrar y ya. La niña que siempre has visto se llama Maggie y es mi hermanita, es lo unico que me queda de familia. Entramos a Little Monsters cuando ella tenia algunos meses de nacida. Es una niña preciosa y es mi tesoro mas grande...

No estaba muy comodo contandolo, pero no le daba pena. Maggie era lo unico que valia la pena de él.
- Yo tambien le prometí eso a Maggie, pero no la he llevado a ver un torneo hasta que no cumpla los 10 años, antes probablemente no soporte ver tanta violencia. Aun así le juré que un dia comeria cereal en la copa del campeón escolar... por eso es muy importante que entrenemos muy duro... tenemos que ganar...

Escuchar eso no era muy alentador, yo pensaba traer a mi hermano a mi primer juego pero ahora que Taylor lo mencionaba, tenia razón... no creo que Aris se sienta muy cómodo viéndome gritar y retorcerme de dolor...

-Oh~- Exclamé solamente, finalmente parecíamos tener otra cosa en común y eso era algo bueno.

-Si, ya se...- Le contesté esbozandole otra sonrisa y me recosté en la cama acomodándome para dormir. -Vamos a tener que practicar mucho...-

Taylor se le queda viendo al muchacho un poco.. le recordaba un poco a él los primeros años, cuando tuvo que dejar a su hermana para ingresar al Instituto. Suspiró un poco y se dió la vuelta.

Comenzó a urgar en las gavetas bajo su cama y de muy en el fondo sacó a "Filosofo", un osito color crema un poco viejo y se lo lanzó.
- Ten... te ayudará a dormir... Filosofo es bueno para cuando extrañas dormir con alguien... esta algo oloroso por mis babas pero es bueno... - dice el portier un poco incomodo - eh.. digo.. por si te sientes incomodo o extrañas a tu hermano... sé lo que es eso.

No sabía que tan lejos estaba iendo, pero tal vez a él le hubiera gustado tener un taylor que le hubiera prestado un oso para esas noches...