Hazel Korhonen Estudiante
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| Tema: Un muffin, leche, y "Goodbye, Dear Wife" Mar Jul 03, 2012 12:51 am | |
| Con las botas en la mano y caminando sigilosamente para no hacer ruido por los pasillos de la fraternidad, el joven capitán regresaba a su dormitorio después de su cita con Rhia en el arroyo del bosque. Tocando sólo con las puntas de sus calcetines el piso alfombrado, sus pasos cortos lo llevaron después de un rato a la puerta de su habitación.
El chico cierra un ojo mordiéndose un labio mientras con SUMO cuidado gira la perilla dorada. Intentaba no hacer naaada de ruido para no despertar a Sebastyan. Probablemente al día siguiente estaría lo suficientemente enojado con él por no llegar del todo, así que no quería incrementar eso despertándolo. Después de girar la perilla, empuja lentamente la puerta, la cual soltó un leve rechinido, muy al pesar del pelirrojo, quien se detiene inmediatamente apretando los ojos como si un horrible demonio fuera a destrozarlo si su amigo lo escuchaba.
Finalmente, y después de como 30 segundos, logró abrir y cerrar la puerta, y una vez dentro del cuarto, avanzó leeeenta y sigilosamente de forma caricaturezca hasta llegar a las camas. Llegando a la cama de Sebastyan, el capitán se asoma con una expresión casi asustada para ver si su amigo estaba dormido o no. El francés tenía los ojos cerrados y la cabeza cubierta por su gracioso y gigantezco gorro para dormir. Respiraba lento y tranquilo, acostado de lado y tapado finamente por las cobijas a pesar del ligero calor del verano. El pelirrojo dejó ir un suspiro de alivio al ver a su amigo dormido, y con cuidado siguió caminando hacia su propia cama. En el camino, nota que en su cómoda había un pequeño plato con un muffin y un vaso de leche al lado, como si estuvieran esperando su regreso. Al verlos se dibuja una sonrisa en su rostro. De seguro al día siguiente Sebastyan le diría estúpido por dejar que el panecillo se enfriara. No pudo evitar soltar una pequeña risa, para luego taparse la boca con una mano volteando a ver si no había despertado al rubio. Pasó un tiempo en esa posición, y luego, al no ver reacción, se relajó. Tal vez no despertaría tan fácil después de todo.
Lentamente empezó a quitarse los calcetines, la bufanda del uniforme (la cual arrojó descuidadamente a una silla) y luego la camisa, para quedar en camiseta blanca sin mangas. Mientras se desvestía para meterse a la cama, no pudo evitar que sus pensamientos siguieran perdidos en lo que le había dicho Rhia. Seguía dándole vueltas al asunto entero, repasando por su cabeza una y otra vez la lista interminable de chicas que se le habían acercado y que podían caer en la descripción de posible novia que no fuera cercana a Rhia. Por un lado, no ser "cercana" era un término muy ambiguo, por otro, sabía que su amiga era muy cuidadosa al escoger las palabras, así que probablemente había intentado hacerlo sonar suavizado para no decir "la odio". Había llegado a esa conclusión después de casi una hora de cavilarlo. Al final, se dejó caer de sentón en la cama y sus pantalones salieron volando. Se acostó por un instante con los brazos detrás de la cabeza, pero después de varios minutos de seguir pensando en el trivial asunto, se dio cuenta que no podría dormir pronto. El chico tomó su laptop de su buró y conectó sus audífonos. Tal vez ver otro capítulo de "Goodbye, Dear Wife" lo ayudaría a distraerse un poco. En el último capítulo, la pobre Kang Sun Ah, actual enamorada de Cha Seung Hyuk, se había dado cuenta por fin que el muchacho tenía fuertes sentimientos por su ex-esposa Oh Hyang Gi, con quien él se había reencontrado recientemente y junto con quien vivía puesto que la mujer se había quedado sin trabajo. Esa mujer era un rival para ella, y la chica estaba determinada a hacerlo reconocer esos sentimientos. Hazel mueve la cabeza de lado a lado alegremente ante la feliz canción de inicio del programa, mientras le da una grande mordida al muffin y un trago a la leche del mismo tamaño, tapándose hasta la cabeza con la cobija para que la luz de la pantalla no fuera a despertar a Sebastyan. El programa abre dramáticamente con un zoom a los ojos de la mujer, que estaba hablando con Cha Seung Hyuk. - Cha Seung Hyuk...- dice con un tono triste y meláncolico tomando las manos del coreano -Sólo quiero que sepas... que puedes contar conmigo para lo que sea. Y si te enamoras de alguien, o estás en una relación con una persona, puedes decírmelo, aunque esa persona y yo no seamos... cercanas.
Una ceja se arqueó en la cara del australiano, mientras masticaba un poco más lentamente su bocado. La escena prosiguió sin mucha emoción, fue una bonita escena entre viejos amigos, llena del subtexto romántico que había hecho que se enamorara del prog... emm... cof, había sido una aburrida escena disque romántica totalmente aniñada. En la siguiente escena, el ex-luchador coreano llega a su casa, y al entrar a la sala, donde dormía su ex-esposa, se da cuenta que en una mesita lo esperaba un plato con un panquecillo y un vaso de leche, con un mensaje que decía "Benvenido a casa <3". Él sonríe, le da una mordida, y luego voltea a ver a la mujer con dulzura, y en ese momento, mil cosas empiezan a pasar por su mente a base de flashbacks en tono sepia de los personajes hablando directamente a la cámara con malas actuaciones, y es entonces cuando él se da cuenta que...!
El australiano estaba picado con el programa, de hecho, estaba tan metido en la escena que no se dio cuenta cuando le dio una mordida más al muffin, pero al llevarse el vaso de leche a la boca, el hecho de que el filo del cristal cubriera los subtítulos de su vista cortó su concentración por un segundo. Primero frunce el ceño infantilmente, casi haciéndole un berrinche al vaso por no dejarlo ver, pero luego empieza a ver el artilugio de vidrio en su mano, luego mira el muffin, luego el vaso... luego a la pantalla...
La expresión del capitán empieza a cambiar leeentamente, sus ojos empezando a abrirse hasta quedar enormemente abiertos. Con un torpe y lento movimiento de su mano se quita la cobija de la cabeza, y después de echarle una mirada al vaso de leche y al muffin una vez más, sus mirada temblorosamente empieza a girar hacia la otra cama en el cuarto, con una sonrisa nerviosa empezando a formarse en su boca. Finalmente sus ojos se clavan en la figura de Sebastyan. Sólo podía ver su gorro, con un poco de sus mechones de pelo asomándose entre las costuras, y su espalda cubierta por las cobijas.
En un rápido y brusco movimiento, Hazel vuelve la mirada hacia el frente, aún con sus ojos abiertos de par en par. Estaba totalmente tieso. Su cabeza ya no le estaba prestando atención al programa, que seguía corriendo sin interrupción. Con mucho esfuerzo, el muchacho logra pasar el pedazo de muffin bañado en leche que aún tenía en la boca con un sonoro "gulp". Luego, sin siquiera cerrar ninguno de los programas, cierra la pantalla de su laptop y se quita los audífonos de la cabeza, dejando los aparatos en el buró junto a su cama. Pausadamente deja ir su espalda y su cabeza sobre su almohada, y despacio toma la punta de la cobija y se tapa hasta el cuello, quedando boca arriba sin cambiar su expresión del todo.
".........................................................................................No... puede ser... o sí?" fueron las únicas palabras que se lograron formar en su cabeza. Con una lenta media vuelta, su cabeza volvió a mirar a su derecha, hacia la cama del rubio, y al ver que en su sueño uno de sus hombros se movió, el pelirrojo regresó la mirada al techo, como si estuviera asustado.
Eventualmente, los pájaros empezaron a cantar, pronto el Sol saldría para empezar el último día de la semana. Los ojos de Hazel no lograron cerrarse en toda la noche. | |
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