Confinamiento

Desde aquella platica con Erick Gallahand el chico de cabello negró consiguió algunos libros y no dejó su habitación para nada. A veces algunos alumnos enviados por los profesores iban y lo checaban, a veces, cuando apestaba lo suficiente veia un jabon caerle del techo seguido de un "Uhuhuhu" que se desvanecia de repente.

No había nada en el mundo que lo separara de esos libros, ni siquiera los videojuegos que acababan de salir le interesaban tanto como esos pequeños libros. Si alguien le hubiera dicho que existian muy probablemente le hubieran falicitado aquel mes en Furukawa.

Poco a poco.. comenzaba a entenderlo.. poco a poco..

Desde lo que paso en Little Monsters había estado algo molesto con Socrates y había cortado prácticamente toda comunicación con él y... considerando que estuve aislado, hacia mucho que no tenia noticias del semi-demonio, cuando empecé a acudir otra vez a clases, me preocupé, parecía que yo no era el único que se aisló, la buena noticia es que lentamente el coraje se me había ido bajando y con Aris molestándome todo el tiempo, decidí que seria un buen momento para buscar al primo y calmar los impulsos del mas pequeño.

Esa tarde, tras haber terminado mis clases, decidí llevar a mi hermanito con el primo y de paso, pedirle una disculpa, estaba seguro que nadie entendería mi postura o el porque me había enojado con él, pero dentro de mi cabeza, tenia sentido...no mucho, pero lo tenia...

-Esta bien... ya estamos aquí...- Le dije a mi hermanito frente a la puerta del dormitorio de Socrates y con la otra empecé a tocar.

Lo cierto era, que todo el enojo ya se me había pasado, ahora lo único que me interesaba era recuperar una amistad, no destruir otra...

Aris sin mucho que decir solo frunció el ceño y le dió una patada en la espinilla a Noah. Se lo merecía por haberse enojado sin razón aparente y luego aparecer de la nada. La verdad es que estaba preocupado por el primo y no había tenido el valor de ir a buscarlo solo. Noah habia estado ligeramente aprehensivo con él y casi casi lloraba cada que iba al baño. Sin decirle nada solo tomó con su manita la de su hermano y tocó la puerta con la otra.
- Primooooooo!! Primoooo!! Abreee ya vinimos!! - dice el niño feliz ondeando su colita.

Escuché tocar pero estaba sorprendido de aquel descubrimiento... tardé un poco para darme cuenta que alguien tocaba la puerta. Era Aris pero eso no importaba, necesitaba compartir lo que acababa de hacer.

Abrí la puerta y me topé cara a cara con Noah Fenian y su hermano. Los observé con lagrimas en los ojos y unas bolsas moradas bajo mis parpados.
- Puedo verlo!!! - grité emocionado jalandolo de la mano y metiendolo - Puedo verlo!!

¿Y ahora que le pasaba al enano? -Hey, ya bajale!- Le dije a Aris jalandole un poquito el cabello, tenia varios días comportándose raro y haciéndome travesuras y ahora hasta me había pateado!. Luego vi la puerta abrirse, no era precisamente la reacción que esperaba por parte de Socrates pero de alguna manera me contagiaba la alegría, le sonreí y aunque no sabia de que hablaba, me daba gusto, fuera lo que fuera...

-¿A mi!? Espera... ¿ver qué? ¿A quien?- Pregunté todavía confundido y dejé que me llevara al interior de la habitación, estaba un poco confundido y mas por el estado en que estaba su habitación, tantos libros, tanto desorden, eso no sonaba como el histérico semi-demonio que conocía.

-¿Qué estuviste haciendo?-

Aris no entendía mucho de lo que decía Socrates, pero logró entrar antes de que cierre la puerta.

El primo parecía loquito a comparacion de siempre. Sus ojos se veian cansados y su cuarto estaba sucio. Le sorprendió lo palido que se veia, hasta más delgado.
- Hola primooo - dice sonriendo y abrazandolo - De que estas hablando? o.o que ves??

Estaba extasiado.

Sonrei al verlo muy emocionado y le señalé.
- Puedo verlo! Mira! - dice señalando la pared- Ahi y ahí tambien! Puedo verlo!!

La verdad es que estaba siendo muy estúpido al explicar, pero al ver las caras ingenuas en mi intenté agregar algunas palabras a mi vocabulario.
- El Mana! Puedo verlo! Ahi esta! Son como chispitas de colores! VerdaD? ... o tengo una baja de azucar y me estoy muriendo?

Ya no sabía que pensar.. pero podía ver chispitas!

-Si! Si! Son chispitas de colores!- Le dije a Socrates sonriendole. -Lo hiciste!- Le respondí al semi-demonio y luego rápidamente hice un hechizo básico para ver que tanto había avanzado, hablé bajito para que no me escuchara.

-Mana Naranja: Sah Haal- Dije al momento en que “algo” acarició la cabeza del semi-demonio. Y luego solamente le dije.
-¿Qué tal?, ¿Lo viste?- Ya hasta se me había olvidado que venia a disculparme.

Debo admitir que ver la mano y sentirlo acariciar mi cabeza fue una experiencia nueva. Aun batallaba un poco para visualizarlo, pero ya lo tenía. Era una sensación como una bicicleta que al aprender en ese momento no puedes olvidarlo.

Por un momento, observé a Noah muy alegre y poco a poco me di cuenta que todo lo había hecho por él, por el Instituto, por encontrar mi lugar en este nuevo mundo. Poco a poco mis ojos se llenaron de lagrimas y bajé la mirada.
- Lo hice por ti... - dije con la voz quebrada - Para no volver a ser una molestia... ni causarte problemas...

Las lagrimas eran tan grandes que caian como gototas y corrian por mis mejillas. Apreté los ojos mientras sentia mi cuerpo debilitarse.
- Perdoname... por causarte todo eso... de seguro me odias...

Sin darme cuenta, mis lagrimas caian en el niño... me hacía sentirme peor...

No supe que hacer, bueno en realidad si pero me daba un poco de pena que Socrates se hubiese puesto así enfrente de Aris, le hice una seña a este ultimo para que se fuera o algo y nos dejara solos y en ese momento abracé al semi-demonio con fuerza, si fuese un nahual y tuviese orejas, las habría bajado, pues en ese momento me di cuenta que todo esto lo había hecho por mi.

-Lo siento...- Respondí a Socrates. -Claro que no te odio tonto... perdón por haberme enojado contigo...- Dicho esto, acaricié su cabello mientras lo seguía apretujando, era el mismo Socrates tal y como lo pensaba, frágil y llorón, definitivamente no había tomado una mejor decisión, él no soportaría una carga tan grande...

-A veces reacciono así pero fue solo porque estaba preocupado, tenia miedo de que te pasara algo y se que ahorita no puedes defenderte...yo quiero protegerte, no ponerte en peligro - Le dije bajando cada vez mas el tono de mi voz, yo también sentía ganas de llorar, pero seria fuerte por todos.

-Pero ahora que sabes mana, ya podré llevarte conmigo- Esperen, claro que no! -Bueno, no exactamente pero algo así y por cierto, Felicidades! Gracias por todo, por ayudame al salvar al tonto de Aris que se pone mete en problemas siempre y por esforzarte tanto...-

Vi al niño pequeño huir mientras que Noah me abrazaba. Sentia que me quebraba por dentro al pensar que mi esfuerzo había sido en vano. Lo apreté con fuerza sobre mi cuerpo y me escondi lo mas que pude en su pequeño abrazo.

Me sentía pequeño, me sentia inutil, pero no queria serlo. Lo unico que me importaba era poder dejar de serlo, aprender a como cuidar de los que quiero y aprender en ese misterioso mundo magico.
- Destrui la moto del Profesor Kodran.. - dije aun llorando - Me va a matar, verdad? ;_;

-¿Qué!? ¿Cómo!?- Le interrogué mas que sorprendido, preocupado. No solo lo mataría, lo haría pedazos, luego se lo daría de comer a las aves y luego mataría a todas esas aves que se lo comieron. Definitivamente me preocupé y hasta me di un manotazo en la frente mientras tenia al semi-demonio sobre mis brazos.

-Si quieres puedo decirle que yo lo hice... de todas formas ya me tiene castigado.- Comenté mientras le acariciaba la cabeza para intentar calmarlo, sabia que luego me arrepentiría...

- Es ~sob~ real? - dije calmandome un poco y tallandome los ojos - No quiero que te castiguen mas... no me interesa que me castigue Kodran. Lo malo será que soy un preso.. no creo que sea muy amigable eso de robar...

- Crees que se enoje? - pregunté inocentemente pensando que tal vez Noah exageraba un poco - Es que no habia manera de llegar rapido.. as´que le pedí a la moto que me llevara y nos atraparon unos zombies y...

-Y!?- Digo, todavía no entendía como de llegar con la moto sano y salvo, todo había terminado en tragedia.

-Mira, no se que tanto quería Kodran esa moto pero... creo que mucho...- Le dije a Socrates jalandome el cuello de la camisa para un lado, de solo pensar en todas las posibles torturas que se le ocurrirían al vampiro me daban escalofríos, de hecho casi podía ver aquella figura negrecida postrándose sobre nosotros y riéndose maleficamente, NO! no podía dejar que Socrates se sometiera a algo como eso...creo.

-A mi me castigo solo porque según él, “intenté sobornarlo”...- Comenté haciendo una pausa prolongada para que razonara lo que estaba intentando decirle, luego pasé saliva y dejé escapar un suspiro.

-Mejor dejamelo a mi... de todas formas, a mi no me puede matar.-

Mientras Noah parecia estar viendo el teatro dentro de su cabeza, comencé a calmarme y pensar un poco que podría hacer. De todas formas el castigo vendría y no había necesidad de preocuparse. De cierto modo el drama de Noah me habia tranquilizado.
- Mejor.. hablemos de otra cosa... ehm.. como has estado? - pregunté pokeandole la cara mientras me alejaba de él. Me sentia algo agitado estar tan cerca.

Parecía que Socrates no había entendido la gravedad de la situación, pero bueno, después de enarcarle una ceja, solamente largué un suspiro.
-Bueno, pero primero dejame preguntarle a Hazel, él lo conoce bien...quiero asegurarme de que no intentara matarte o algo por el estilo- Murmuré para luego tomarlo de la mano y jalarlo para caminar hacia donde debería estar Aris. Lo solté casi tan pronto como llegamos ahí y le sonreí al mas pequeño como indicándole que todo había salido bien.

-Bien... bueno, mas o menos... pero... yo tampoco quiero hablar de eso...- Le susurré, algo bajo para que el otro no escuchara.

-Juguemos algo! Hace mucho que no venia a jugar contigo!-

Aris había encontrado una banquita muy amigable en los pasillos de la fraternidad de Creag. Le había conmovido mucho las lagrimas de Socrates y eso le daba mas ganas de que Noah pagara con travesuras. Pero pensó que era mejor abandonar el tema. Cuando ambos comenzaron a acercarse se sintió feliz de que hubieran vuelto. Habia estado comiendo unas ranas que habia "encontrado por ah" y sus mejillas estaban llenas de chocolate.
- Hola!! Ya acabaron de llorar? :3 - pregunta el niño acercandose a ellos - A que podemos jugar? O: vamos a tocar la puerta de los demas!!!!

Al sentir la mano de NOah senti bien, como que aquella angustiante semana no habia existido. Lo gracioso fué salir con mis "ojos nuevos"... podía ver muchas cosas, entre ellas algunas fluctuaciones de mana de algunos cuartos. Probablemente se trataba de las ingeniedades de los miembros de Creag. Sonreí al darme cuenta que al fin había despertado.. ahora tenía que ver que podía hacer con él.
- Creo que hacer eso es mala idea, Aris - dije al niño antes de que algun Creag pierda la compostura y torture al niño - Mejor por que no pasamos a mi cuarto y ... vemos una pelicula?

-Aris...- Comenté en un tono ya conocido por el menor, no me gustaba que fuera tan grosero y eso lo sabia bien, por ahora lo dejaría pasar. Luego escuché la propuesta de Socrates y me acerqué a este ultimo dándole la mano. -¿Quieres ver la película enano?- Le cuestioné entonces y hasta le di la oportunidad de elegir una.

-¿Cual quieres ver? El primo es bueno robándose cosas...- Dije a manera de broma y luego lo miré de reojo y le sonreí. -Puedes escoger la que tu quieras y de seguro la va encontrar- Luego di un paso al frente y mire hacia todo el cuarto.

-Oye, no deberíamos arreglar primero tu habitación?-

- Mi habi... - dije recordando que todo era un mugrero, sentí como mis mejillas comenzaron a ponerse calientes. Si de por si el comentario de Noah me habia abochornado mucho...

- Es real que vieron mi cuarto marrano? ... Que diablos .. me estoy volviendo Noah.. - dije sobandome el pelo, la verdad es que no me habia bañado tampoco - Pues.. si quieren esperarme aqui..

- Quiero ver la de MI PEQUEÑO PONY!!! *w* si si si si?! - grita el niño dando saltitos aventandose sobre su hermano y llenandole de babitas el pelo - O la de Ben 10!!!

Aris sentia que las cosas iban a mejorar de ahora en adelante, aunque no entendia mucho de lo que pasaba. Voló un poco y se posó sobre los hombros de Socrates.
- Ayudemos al primo a limpiar :3~ yo los miro y ustedes limpian XD si si si?

En realidad si era un marrano y me gustaría decírselo solo para molestarlo pero no era buen momento para eso. Avancé hasta Aris y luego lo tomé de la cintura para bajarlo como si fuera un peluche. Le hice “pat pat” en la cabeza para luego darle un empujonsito a Socrates. -Si quieres, ve a bañarte...- Dije al primo y luego caminé con el niño hacia la cama.

-Apestas- Agregué malicioso y luego continué. -Yo y Aris limpiaremos mientras tu te bañas...- Propuse y luego le sonreí a mi hermanito.

-Me ayudas a limpiar?-

- N-No huelo tan mal! - dije intentando olerme a mi mismo pero fallé. Me retiré un poco y decidí tomarle la palabra.

Pokee un poco a Aris sonriendole, la verdad no me interesaba mucho ver caricaturas de ponies pero me gustaba la idea de convivir con ellos.
- Pues esta bien.. solo tengan cuidado con los libros.. y las figuritas de mi armario.. mejor.. no toquen el armario.. y.. la ropa sucia va en el cesto verde, no en el blanco, en el blanco va las camisas y... ahm...

- Ajajaja iuuu wakala wakala - dice Aris dando saltitos mientras lo ponian en el piso - Yo ayudare a Noah -w- - dijo pensando que en realidad vería la manera de no hacer mucho.

Camino hasta donde Noah y le tomó la mano para luego sonreirle, su humor estaba mejorando y habia decidido perdonarlo. Era una persona que odiaba esa clase de conflictos, asi que era mejor darles por su lado.
- Pero quiero pasteeel X3

-¿Y que más?- Pregunté un poco confundido enarcando la ceja. Luego volví la mirada a Aris y le dediqué una sonrisa aprobatoria, a mi tampoco me llamaba la atención ver una película de ponies pero seria lo que él quisiera esta noche, quería que fuera feliz y complacerlo.

-Pero ya esta cerrada la cafetería...- Le al niño y me puse a su altura para verlo fijamente. -Pero mañana prometo que te compraré uno.- Dicho esto, empecé a caminar y poco a poco fui levatando la ropa sucia, creo que ese seria el primer paso, había camisas, calcetines hasta ropa interior por ahí tirada pero la verdad es que eso tampoco me incomodaba, trabajaba con naturalidad. Meti las cosas en el cesto, separandolo como me había dicho.

-Aris, recogé los libros y ponlos sobre la cama para acomodarlos pero lavate las manos, no los vayas a manchar...-