(BLANCO) Secret!

Por fin había llegado la noche blanca, un evento importante para la mayoría de los seres mágicos y que solo se suscitaba 1 vez por año, para mí no era muy diferente a la navidad del mundo darkha pero la intención y las memorias que había ido creando durante mi estancia en Little Monsters, seguían latentes y habían sido muy importantes.

Pero bueno, regresando al mundo real, si bien es cierto que era una de las mejores épocas, no todo era tan maravilloso como sonaba o no durante este año, la guerra de globos del primer día no había sido tan buena idea después de todo, creo que Aria aún seguía molesta conmigo debido a que muchos de los niños a pesar de los cuidados de los voluntarios y todo, terminaron enfermándose, el virus se esparció especialmente a través de las razas más delicadas, humanos, elfos, etc; yo fui el primero en enfermar y a pesar de que ya habían pasado dos semanas, seguía igual de jodido que el primer día, más alegre, eso sí...pero todo el cuerpo me dolía.

La mañana del 24 había sido un poco complicada, normalmente los niños más grandes y los voluntarios ayudaban en las labores para la cena de la noche blanca y en mi caso, había múltiples razones para que me tuvieran ahí, es más, hasta era de sorprenderse que no me hubiesen puesto un policía en la puerta de la cocina pero esa solo era una parte de mis obligaciones, todavía tenía que entregar los regalos, atender la cena con Hazel y Rhia y una cosa más, también, hoy es cuando había decidido confesarle mis sentimientos a Socrates...y eso era lo que me tenía particularmente nervioso, había estado muy distraído todo el día, incluso Aris me lo había reclamado más de un par de veces, obviamente fingí demencia.

Terminé mis labores y fue hora de poner el plan en marcha, había pensado decírselo antes de la cena, así… si algo salía mal, yo podía salir corriendo e ignorarlo un rato en lo que se calmaban las cosas, aunque tenía confianza de que eso no fuera a pasar.

Salí en busca del niño de pelo negro y al encontrarlo me recargué en la pared con las manos en la nuca. No podía evitarlo, estaba comportándome de manera extraña pero era difícil no hacerlo cuando no podías sacarte de la cabeza lo que le ibas a decir y cuando se lo ibas a decir…

-Ahm…Hola…Socrates…- Le dije con las mejillas ligeramente coloreadas y la voz mucho más grave de lo habitual, tenía también la nariz enrojecida y los ojillos llorosos por la gripe. Además de eso, andaba todo mocoso...–Ya estás listo para la cena?- pregunté, tosiendo yo aún no estaba listo, aun no había tomado un baño y tampoco estaba vestido con ropa adecuada para la ocasión, luego que lo pensé de esa forma, hubiese sido mejor si primero me hubiera arreglado pero ya no había marcha atrás…

-Oye! Ahm…V-ven!-

Estaba aprendiendo con lentitud esto de los dias festivos. El 24 segun lo que lei se trataba de purificacion, reforzamiento y amistad por lo que tenia que encargarme de mis regalos.

Me pasé toda la mañana encerrado en los salones de cocina gracias a la ayuda de Mae Damme haciendo unos pequeños pasteles. Habia utilizado el tamaño de una caja de Mc Donalds. Habia elegido sabores segun a la persona que le habia enviado y habia utilizado la ayuda de los fantasmitas para entregarlos. El costo habia sido poco, por lo que tenia aun ventana para los demas regalos.

Mi regalo principal era darle su vieja consola arreglada a Aris para que tuviera como jugar videojuegos. Obviamente estaba hackeada y retacada de juegos de antaño que nos gustaba jugar a Noah y a mi. Estoy seguro que el, maggie y los niños lo disfrutarán. Lo unico que me quedaba era el regalo de Noah que me habia tardado un poco en hacer. Debia entegarselo como prueba de que le agradecia mucho todo el apoyo que me habia dado. Ahora ellos eran mi familia y tenia que demostrarselo.

Tambien habia hecho pastel especial a los maestros, haciendo el mas grande para el Profesor Kodran por su motocicleta. Mae Damme se encargo de ayudarme a hacer un pastel con un sabor que me dijo "seria mejor no probar"... solo espero que no sea sangre o algo horrendo.

Ahora me dirigia a Little Monsters a ver a Noah. Llevaba un caldo de pollo magico de Mae Damme y el regalo de los dos. El suyo estaba cubierto por una cajita celeste con gris.. solo esperaba que le gustara.

La Actitud de Noah estaba extraña, pero sobretodo lo que me preocupaba era que estaba afuera con esa gripe.
- Es real que estas aqui afuera? Te vas a enfermas mas! - dije pokeandole el pecho - Que paso?? A donde vamos??

-T-te estaba esperando!- Dije estúpidamente y luego miré hacia otro lado para no estornudarle la cara y se me aflojó el moquito pero de inmediato saque un papel del bolsillo y me limpié la nariz. Empezaba a creer que este no era el mejor momento para confesarle lo que sentía, no solo estaba nervioso que por cierto, las rodillas se me estaban doblando solas, sino que además me preocupaba mucho lo que pudiera pensar, tal vez se sentiría incomodo, tal vez le daría asco… tal vez no debería darle ese ‘regalo’ aun…

Lo tomé de la mano para jalarlo hasta otro lugar un poco más alejado pero a diferencia de otras veces, lo solté apresuradamente, estaba consciente de que estar en la intemperie empeoraban mis síntomas pero tenía que buscar un lugar que estuviera lo suficientemente alejado como para que ningún niño nos viera.

-E-espera es que…ahm…solo ven!- Le dije todavía con la cara enrojecida pero se disfrazaba muy bien con mi enfermedad. Al poco rato, llegamos hasta un lugar con muchos árboles dentro de los límites del ranchito, no se veía nadie además de nosotros con tanto frio, muchos de los pequeños preferían quedarse dentro del edificio.
Era ahora o nunca…

-No te vas a enojar conmigo, verdad?-

- Enojarme? Como por que? - le dije extrañado, no tenia idea de porque estaba tomando esa actitud ni mucho menos que traia en mente. Lo sentia nervioso y lo primero que se me vino a la mente fue pensar que habia hecho otra travesura.

- Es real que hiciste otra travesura?? Que no se te hizo suficiente el darle esa "bienvenida" a la directora Aria?? - dije acercandome - Oh es otra cosa...?

Tal vez estaba sacando conjeturas muy rapido, pero Noah Fenian no decia esas cosas solo porque si. Comencé a ponerme nervioso yo tambien.

-No, no!- Le respondí de inmediato pensando en que por estar hablando de más, casi me descubre. –Olvida eso…- Agregué poco después y solo me quedé en silencio, un poco incómodo puesto que no sabía por dónde empezar, a veces lo miraba a los ojos pero luego volvía a bajar la vista y me quedaba serio.

-Solo quería darte un regalo, ehm… tú sabes, la gente normal celebra navidad y los regalos se entregan el 24 y se abren el 25 pero necesito darte tu regalo antes por eso, tiene que ser ahora- Expliqué, para ese punto ya no había marcha atrás, recargué la espalda en un árbol y pase saliva.

Toda esta situación era muy complicada y lamentablemente, no siempre era tan valiente como yo creía.

-Cómo estás?- pregunté de pronto queriendo cambiar el tema de conversación y una vez más tosiendo al final de la frase, lo que hacía más evidente que estaba muy muy nervioso.

Para mi la tos de Noah solo era indicio de que comenzaba a sentirse peor, tal vez por eso actuaba tan raro. No esperaba que Noah me diera un regalo y me emocionaba un poco el saberlo. No esperaba que fuera nada grande, adecir verdad, no creia que asi lo fuera.

- Eh.. bien.. oye tu estas bien? Te noto raro.. sera mejor que ya nos vayamos para adentro - dije alo preoupado tomandole la manita - Esta empezando a hacer frio..

Hice una pausa y luego me sonroje un poco. Era gracioso que el tambien huierapreparao para la ocasion.
- Yo tambien te tengo algo.. pero hasta la noche te digo - le dice co una sonrisa - por cierto te traje caldito.. para que te sientas mejor....

-No, no! Estoy bien!- Le dije algo alarmado y volviendo a quitar la mano en cuanto sentí el contacto, no es que quisiera hacerlo sentir mal pero ahorita estaba muy alterado, especialmente cuando hablábamos de contacto físico con Socrates.

Tenía que ser ahora o nunca…tenía la cara completamente roja, las rodillas ya me estaban bailando de un lado a otro y sentía que en cualquier momento me iba caer, le puse las manitas en los hombros y lo guié/empujé hacia donde estaba el árbol para que no escapara, no quería que parecer sospechoso pero algo me decía que mis intenciones cada vez se volvían más obvias.
“Dijiste que no te enojarías…”

-Ahm… necesito…que… cierres los ojos…- Le dije fingiendo que iba sacar algo de mi bolsillo. –Estoy bien, no-no te preocupes, solo quiero darte algo…-

Me senti arrinconado y la preocupacion se volvieron nervios. Me encogí de hombros cuando senti tanta manipulacion aunque el haber quitado la mano me habia "dolido" un poco. Lo observe extrañado y le sonrei fingidamente.
- Q-Que pasa Noah me estas asustando... - dije viendolo incomodo - Esto es parte del regalo.. porque o me esta gustando...

Cuando me pidio que cerrara los ojos no me sentia tan comodo, no me gustaba esta clase de atencion e intente empujarlo un poco.
- Que vas a hacer? ... si es un regalo damelo y ya... - dije algo sonrojado - Estas actuando todo menso...

Eso no había salido como lo esperaba, cuando dije cierra los ojos, esperaba que los cerrara pero en su lugar se había quedado viéndome de frente y eso había sido como si te clavaran una daga, sentí una punzada en el pecho y por un momento me quedé paralizado, solo viéndolo y con el corazón latiéndome fuerte, muy fuerte…

Al principio creí que sería más fácil, que las cosas iban a salir tal y como las había planeado pero la realidad es que no, tenía mucho miedo de que me dijera que no, que me soltara un puñetazo o que en el peor de los casos dejara de ser mi amigo y mientras lo veía no dejaba de pensar en ello, retrocedí al menos dos pasos mientras me siguió mirando, pensé en correr y fingir que era a causa de la enfermedad, la lengua se me trabo.

-Ah…ah…nada…- Le dije bajando otra vez la cabeza y no sé como pero volví a tomar un poco de valor, recordé lo que me dijo Hazel, lo que me dijo Taylor y hasta la plática que había tenido con mi hermanito y decidí que tenía que hacerlo.

-Me gustas…- Fue lo único que dije pero no le permití reaccionar, le puse las manos en los hombros y entonces me acerqué a él abruptamente y lo besé. Era la primera vez que besaba a alguien así que realmente no tenía idea de que era lo que estaba haciendo, solo me quedé ahí con los labios pegados sobre los suyos, prácticamente sin poder moverme, estaba muy fuera de mi como para intentar algo mas pero a pesar del poco contacto, podía sentir su piel, su calor y hasta su…sabor, no estaba pensando pero mi lengua estaba pensando por mí, tímidamente se fue acercando más y más hasta rozar con su boca.

.................. que?













Todo estaba pasando mas rapido que una locomotora a toda velocidad. Mi corazón latia horriblemente y mi cabeza solo conjugaba las ultimas dos palabras de Noah. "Me gustas" fue lo que dijo.. verdad??

Tal vez habia escuchado mal pero los labios del peliplata ahora estaban sobre los mios. Estaba paralizado, era como lo habia soñado miles de veces y tambien como miles de pesadillas. Noah Fenian sentia algo por mi, algo ...como mas que amigos...

Comencé a intentar corresponder el beso de manera torpe. Mis manos temblaban y fue cuando senti ese golpe en el pecho. Mis ojos comenzaron a entrecerrarse y lagrimas comenzaron a brotar. Poco a poco estas caian por mis mejillas y dejaban un rastro frio hasta caer en mis puños. Era esto una broma?? Una broma del destino??

Si esto era un sueño no queria que llegara la mañana...

Creo que nunca antes me había sentido tan feliz, tal vez Socrates no lo había dicho con palabras pero el hecho de que estuviera correspondiéndome el beso, decía mucho, me emocionaba pensar que era correspondido.

Poco a poco seguí aventurándome, mis manos empezaron a moverse solas, se resbalaron por sus hombros y se aferraron a su espalda, estaba temblando, no solo mis rodillas, era como si de pronto hubiese perdido el control de mi cuerpo... Lo abracé muy fuerte y seguí besándolo, mi lengua se aventuró un poco más y sentí la humedad de nuestras bocas, permanecí así… por un rato, habían sido solo segundos pero sentí que había sido eterno, había estado esperando por ese momento durante mucho tiempo y hasta había soñado con él, las rodillas me seguían temblando pero poco a poco me fui separando. No lo miré al rostro, no me atrevía, deje las manillas colgando a un costado y baje la mirada

Me limpié la boca con la manga de la camisa y trate de comprender que era lo que había pasado. El corazón no se detenía, seguía latiendo rápido, mis mejillas seguían completamente rojas y mi mente se había quedado en blanco…

-…-

Cuando el beso acabo solté un pequeño gemidito, como perro, el olor penetrante de la carita de Noah se alejaba de mi y mis lagrimas no paraban de brotar. Se quedó ahi en silencio por un instante que parecieron decadas. Mi corazón estaba al máximo y algo dentro de mi comenzó a hervir con fuerza.

Apreté las manos que aun sujetaban la pequeña bolsa, dejandola caer y tomando de inmediato la cara de Noah Fenian. Solté un sonoro bufido y lo vi con bastante determinación, probablemente como jamas me haya visto. Cuando al fin encontré su mirada solo me avalancé para besarlo nuevamente.

Lo besé con la profundidad que podia, con la pasión que todos estos meses habia crecido en mi interior pensando que esto jamas pasaría. Tome su cintura y lo jalé a mi mientras seguia jugando con sus pequeños labios. Eran tan divertidos porque eran como dos gomitas que disfrutaba a veces dar un pequeño mordisqueo. Mi cola ahora nos envolvia, como si no quisiera dejarlo ir...

Era mio.. era mio y de nadie mas...

No sabía que pensar, mi mente estaba completamente en blanco, Socrates siempre había sido muy tímido, tal vez demasiado como para esperar que el en algún momento confesara si en verdad sentía algo por mí, pero esta vez se sentía diferente, este Socrates se sentía diferente, lo miré un poco nervioso y cuando me tomó de la cara no pude hacer otra cosa más que mirarlo a los ojos, nuestras miradas se encontraron y una vez más se juntaron nuestras bocas, sentía las mordiditas y solo me dejaba llevar, a veces intentaba hacer lo mismo, otras jugaba un poco con su lengua…sentía su cuerpo y su calor y como toda mi cintura estaba sobre el cuerpo del mayor, sentí un cosquilleo que viajó por todo mi cuerpo y dejé escapar uno que otro gemidito mientras trataba de separarme y a la vez, intentaba no dejarlo ir, mi cuerpo se estremecía…

Nunca pensé que algo así iba pasar pero lo importante era que lo estaba disfrutando, no paso mucho tiempo antes de que empezara a tener efectos “secundarios”, me dio pena, me dio pena porque estaba seguro que podía sentirlo pero a Socrates parecía no importarle, no me dejaba ir, empecé a sentir que me faltaba el aire y empecé a jadear mientras seguía luchando por separarme un poco…

Despues de un momento pude sentirlo, estaba reaccionando a mi y eso me hizo muy feliz. Queria hacer mas cosas, esas que hacen los adultos.. queria que Noah fuera mio para siempre. El miedo de saber que estaba excediendome hizo que me detuviera lentamente, separando una vez mas mi boca de la suya y viendolo con una sonrisa, aunado de lagrimas en mis ojos.

- Hola.. jeje.. - le dije pegandole la frente a la suya -... Es real que este es mi regalo de Noche Blanca?

No pude detenerme, no podia detenerme ya. Nada me iba a separar de él, no iba a perder la unica oportunidad que tenia. Mi mente me decia que le temiera a los desfallos, que esa sensacion de que desapareceria seguiria molestandome. Pero ese beso realmente lo valia, sentia que lo que me estaba pasando no era suficiente para tumbarme.

Noah Fenian me acababa de salvar de mi propio miedo...

Sentía como si acabara de hacer una travesura, era como si Socrates se hubiese vuelto mi cómplice en algo indebido, sonreí cuando rompimos el beso aunque me sentía algo avergonzado, seguía jadeando y con el aire frio empecé a toser…

-No parece que te haya disgustado…- Le dije, estallando de la vergüenza y lo empujé un poquito para separar mi cadera de su cuerpo. –Ya pues, vamos adentro…- Le dije sin saber muy bien que hacer pero tampoco quería dar un espectáculo y que llegara alguien y nos viera, me sentía muy feliz… tenía mucho miedo de que me golpeara, se riera o me odiara para siempre… pero me había correspondido y aunque en algún momento lo considere, desde que tome la decisión de decírselo era lo último que había pasado por mi cabeza.

Lo tome de la mano, ya más seguro de mí mismo y camine con el de regreso al edificio de Little Monsters.
-Te voy a pegar la gripe.- Murmuré divertido.

Mientras avanzaba me senti un poquito molesto... ¿Es real que solo un beso? Apreté la mano del niño y me detuve en seco, viendolo diferente, aquel dia habia crecido un poco por alguna razon. Tal vez era porque esto ya no podia dar marcha atras.
- Es real que solo el beso? - le dije seriamente - Es todo lo que me vas a decir?

Sinceramente no queria que fuera eso, asi como no queria que fuera el ultimo que le dijera. ASi como tambien se sentia en su derecho de no divulgarle sus sentimientos por completo si el no hablaba. Era una situacion que tal vez no habia planeado asi..

"Pero el empezó"... como diria él.
- Noah.. hay algo que me quieras decir?

Para mi había sido un tema cerrado, lo había besado y no me había golpeado… pero el hecho de que evidentemente Socrates no pensara así lo volvía un poco complicado, sentí que el corazón se me detuvo de repente y lo miré de arriba abajo hasta que me detuve en sus ojos.

-Eh…no…- Dije un poco dubitativo y con las mejillas completamente rojas, pasee saliva, creía saber a lo que se refería pero tenía miedo de hablar. Una vez más lo volví a besar, decían que besar servía para callar a la gente, era hora de ponerlo a prueba pero este último beso fue corto…

-Pues…pues… ya está ¿no?- Agregue pero ver el ceño fruncido del semi-demonio me dijo que no lo estaba.

-Pues me gustas… y…y quiero que seas mí no-novio…-

Mi rostro seguia atacante, era divertido verlo tan rojo y recibir besos como si eso fuera a cambiar mi parecer. Cuando lo dijo cerré mis ojos y me crucé de brazos.
- No te escucho.. - le dije molestandolo, haciendome del "rogar", definitivamente estaba disfrutando el momento mientras torturaba al niño. De todas formas sabia que era un sí...

- Repitelo porque no te escuche.. - le agregué.

Sufre Noah Fenian!! Sufre!!

¿Qué diablos le pasaba ahora? Si era una broma, juro que iba a terminar golpeándolo yo a él, en lugar de repetirlo, solamente solté un gruñido por la incomodidad del momento que pronto había pasado de ser uno lindo y tierno a uno…raro… empecé a sacudirlo después de tomarlo por los hombros.

-Ya te dije!- Le grité y seguí resoplando.-¡Me gustas!- Le repetí una última vez y luego volví a jalarlo para regresar a Little Monsters, no quería pasarme la vida entera bajo ese árbol solo besándolo…bueno, quizá sí, pero no cuando había una horda de niños jugando en los alrededores, entre ellos mi hermano. –Nos van a ver! Ya vamos!- Y esa había sido una orden.

Cuando lo vi tan estresado dejé el rostro molesto y le sonrei. La verdad es que era muy gracioso verlo tan acongojado. Lo jale y lo abracé con fuerza para que no tuviera miedo de que "los vieran" y apreté con todas mis fuerzas.
- Si, si quiero ser tu novio... lo he querido desde hace mucho - le dije en su oido - Y quiero que seas mio para siempre...

Ya no habia marcha atras. Lo escondi en mi gabardina y le robe un beso por ultima vez antes de dejarlo ir.
- Quieres ser mi novio.. Noah Fenian??

Tal vez uno mas no tenía nada de malo, esta vez no quise romper el beso, me había dado una urgencia por quedarme ahí con él, era como si de pronto sintiera que sería el último, claro, no el ultimo como para siempre pero si el ultimo que sellaría este momento. Me abalance otra vez sobre él y de pronto me dieron muchas ganas de llorar, sentías las mejillas todas rojas y lo abrace muy fuerte, creo que ni siquiera entendía la magnitud de lo que decía Socrates pero de algo estaba seguro, el me gustaba, me había enamorado de él y lo único que había querido desde hace un mes era estar con él, había querido que llegara este momento…

Sentí como me libero pero yo en cambio no lo solté, volví a pegarme a él y lo bese una vez más y esta vez explore un poco más, era como si quisiera memorizar todo sobre él, su sabor, su aroma… todo.
Al romper el beso, tosí un poco y solté un par de lágrimas, creo que eso era lo que llamaban lágrimas de felicidad, nunca me había sentido tan feliz y aunque seguía avergonzado por TODO en general, sentía que tenía que contestarle.
-S-si quiero ser tu novio…- Le respondí escondiéndome otra vez en sus brazos y empezando a jadear.

- Hey.. es real que pareces niña? - le dije agarrandole la mejilla - Te quiero mucho... Noah Fenian... nunca me dejes..

Al decirle eso lo abrazé nuevamente con fuerza, queria quedarme asi para siempre pero la tos del niño comenzaba a angustiarme. Lo tome de la mano, esta vez, se sintio diferente, como si mi mano y la suya ahora fueran la una para la otra. Le sonrei mientras senti mis mejillas sonrojarme y comencé a moverlo hacia dentro.
- Ven, pequeño, te vas a enfermar - le dije con un tono de superioridad, probablemente no me dure mucho, pero por ese momento me sentia el hombre mas fuerte y el mejor del mundo.

-Hey!- Dije alzando la voz para llamar su atención. No era una niña y tampoco quería que me tratara como una, le di un manazo cuando me tocó la cara, no es que no me gustara que lo hiciera pero con lo que decía me hacía sentir incómodo.

-Ya estoy enfermo…- Corregí aunque aún así deje mi mano sobre la suya y me deje guiar, antes… me había sentido incomodo tomándolo de la mano, pensando que podría incomodarlo con tanto contacto… ahora… sentía que estaba en mi derecho de tocarlo…

-Solo soy un año menor que tu (y algunos meses), no soy tan pequeño…- O al menos mientras no consideráramos la estatura. Mientras caminábamos le recargue la cabeza en el hombro. Estaba muy feliz…
-¿Qué quieres hacer para la noche blanca?-

- Pasarla contigo - dije casi automaticamente - Lo demas da igual.. Bueno Aris tambien, aunque seria mas facil si supiera que ahora tienes novio.

Me puse a pensar lo mucho que le daria risa a Aris, algo me decia que el niño sabia mas que nosotros, como que siempre estaba dos pasos adelante. Tendría que ver con el hecho de ser demonnio? Sea cual sea el caso no me molestaría que supiera, lo cual me llevaba a hacer una pregunta obligatoria.
- Tienes algun problema con que la gente sepa? - pregunte friamente, poco a poco me parecia mas a Noah Fenian, supongo que era por el "valor" que me daban sus besos - La verdad a mi no me preocupa.. las burlas no llegan a mis oidos, digo, soy el "demonio que no sabe hacer hechizos", pero pues no se tu... tienes mucha gente como Hazel o Rhia o Aris.. no me molestaria si nadie sabe, tampoco....

Inspeccionaba su rostro para ver sus reacciones, queria saber que era lo que sentia, ahora era lo mas importante para mi...

Lo escuché atentamente, la verdad es que no estaba del todo seguro si quería que Aris se enterara, digo, en algún momento tendría que hacerlo pero todavía era muy pequeño y no sabía que iba pensar cuando le dijera que su hermano y ejemplo a seguir ahora estaba… pues…“comprometido” con su “primo”, sería una decepción muy grande o tal vez solo estaba siendo demasiado paranoico y el niño se atacaría de risa como usualmente lo hacía pero si eso pasaba, creo que no dejaría de molestar a Socrates con ello.

Como sea, algo que resaltaba de mí, es que normalmente era muy expresivo, hacia muchos gestos que se podían leer como un libro, ni siquiera hacia un esfuerzo por ocultarlo.

-Hazel ya sabe…- Dije en voz baja. –Bueno, no sabe que ya…ya pero aha…- Agregué sonriéndole de manera nerviosa.
Pasé saliva –Tu le dices a mi hermano y yo le digo a Rhia.- Comenté que más bien era algo así como una orden, inmediatamente tomé su mano, la estreché y empecé a agitarla.

-Hecho!- Dije mientras seguíamos caminando. –No me molesta que la gente se enteré.-