Hide and Seek

Por fin empezaba a acostumbrarme a mi nuevo ritmo de vida, por un momento pensé que no sobreviviría a la primer semana de clases pero conforme fue pasando el tiempo, mi cuerpo y mi mente se fueron acoplando, los profesores no eran tan malos como en su momento pensé y a pesar de que todos estábamos en un aparente grave peligro, todo había transcurrido de la manera mas normal imaginable, creo que me había relajado tanto que hasta lo había olvidado y por consiguiente había bajado la guardia. También había conseguido superar las noches, gracias al osito que me dio Taylor, ahora podía dormir tranquilo sin tener que olvidarme de mi hermanito.

Hoy había decidido que seria mi primer día de exploración, ya me sentía mejor y me sentía con energías para hacerlo, claro que para eso primero tenia que esperar a que mi compañero de cuarto y el resto de la fraternidad cayeran en sueño profundo. Traté de que todo pareciera normal, llegué de las clases, me metí a la regadera, me preparé para dormir mientras veía al capitán.

Había tomado la costumbre de preguntarle como estaba (al menos) al final del día y de ser posible, hacer una platica pequeña aunque muchas de esas veces no estuviera en la mejor disposición, esta noche no seria la excepción.

-Como te fue?- Pregunté entonces, me encontraba recostado sobre mi cama usando mis manos como almohada mientras alternaba mi atención entre él y el televisor, mi plan era perfecto o bueno, no tanto, la verdad es que estaba un poco asustado, a pesar de mis esfuerzos por actuar con naturalidad, mi respiración estaba ligeramente agitada, cosa bastante “peligrosa”, sabia que algunos demonios y nahuales tenían habilidades especiales para detectar ese tipo de emociones pero era algo que no podía controlar, si preguntaba, le diría que el agua estaba caliente y que no podía respirar muy bien ahí dentro...

-Pensé que no iba sobrevivir a la primera semana...-

- Todos pensamos eso la primer semana - dice Taylor - pero no seas llorón, ya de aqui en adelante todo se irá mas fácil.

Taylor tambien estaba cansado, había sido una semana pesada y la verdad es que las platicas de Noah comenzaban a servirle de terapia. No le hablaba mucho durante las clases y mucho menos durante las practicas de Mugby pero en las noches siempre respondia la pregunta del niño que no podía faltar.

Aun cuando era poco perceptivo, el chico veia agitado al niño, se le hizo muy extraño ya que normalmente se ve diferente aun cuando esta cansado. No dudó ni un momento en preguntar.
- Te sientes bien? ... te ves raro...

Taylor no era tan bueno en magia blanca como Rhia, pero si algo había aprendido en Sal es a leer un poquito el estado animico/corporal de la gente. Podía ver ansiedad en sus ojos y una respiración muy agitada.

Fruncí el ceño, no era un llorón pero no iba ponerme a discutir eso con Taylor, había aprendido que hay cosas (especialmente cuando las dice un superior) que no se discuten y si lo haces, nunca llegas a nada.

JA! Esperaba esa pregunta y como dije tenia el plan perfec... -Ah... no te...Ehm...- De repente me quedé trabado, algo dentro de mi cabeza había hecho click y había recordado la promesa que le había hecho al capitán de no mentirle, DIABLOS!!! DIABLOS!!! Pensé en ese momento y me quedé unos 5, 6, 10, 20 segundos o mas solo con la boca abierta, viéndolo sin poder darle una respuesta concreta...

Pero mi cerebro seguía trabajando y luego de repasar mentalmente varias veces la pregunta, por fin se me ocurrió algo. -Ahm... pues...Si!! Si, estoy bien...- Fue lo único que le contesté, claro! Noah!!! no tienes que mentirle, solo no le des información que no te esta pidiendo, solo te preguntó si estabas bien, no hay por qué explicarle nada pero te estas comportando como todo un genio, le estas demostrando que estas nervioso por “nada”.

-Ah! Te iba preguntar algo!- Le dije tratando de cambiar “sutilmente” el tema -Por qué te uniste a Sal?-

Taylor se le quedó viendo al niño por un momento. Le recordaba un poco a su hermana y a él mismo a cierta edad.

Que malo era para mentir.

No dijo nada hasta que escuchó la pregunta. Tardó un momento en responder y cerrando los ojos en señal de molestia respondió.
- En parte porque en Srad esta gente muy babosa - dice recargandose en su almohada y soltando un pequeño bufido - Y en Sal habia viejas bien buenas... luego me di cuenta que son bien amargadas y moscamuertas pero ya era demasiado tarde.

Aun cuando era cierto, que su primer motor fué eso. Taylor en verdad aprendió a estimar el trabajo de Sal y las funciones de un soporte. Se dió cuenta que no había nada mejor en el ataque que una buena defensa y de ahi construyó poco a poco su ideologia de "Consigue poder para proteger a quienes amas", la filosofía de la magia gris en particular.
- ¿Y tu?

Me relajé, parecía que mis intentos por evadir el tema habían dado sus frutos y me alegré de que Taylor no siguiera preguntando.

Parecía ser que yo era el único que se había unido con esas ideas ñoñas en la cabeza, lo cual era bastante raro, por comentarios de otros estudiantes, siempre me había dado la impresión de que la mayoría de los que estaban en Sal eran así, incluso Rhia que ahora era la Jefa de Casa no había empezado precisamente con el pie derecho y eso que ella era una de esas mujeres que dan la impresión de ser 1.- Una blanca paloma y 2.- UNA COMPLETA ÑOÑA, de hecho, me recordaba mucho a Hermione de Harry Potter.

-Te cae mal Hazel, verdad?- Cuestioné sentándome en el borde de la cama, cuando llegaba a temas que me parecían interesantes, me gustaba ver a mi interlocutor a la cara, excepto cuando eran temas que me incomodaban...

-Pues, una vez un mago me dijo que la verdadera fuerza nace cuando luchas por proteger aquello que amas, cuando era más chico, tuve que cuidar de mi hermanito luego de que nuestros padres nos abandonaron, su vida tuvo que depender de mi, pero gracias a eso, cuando fui un poco más consciente, me di cuenta que no hay nada que me llene más que proteger a mis seres queridos...

Creo que no hay sentimiento más reconfortante que devolverle la paz a alguien... especialmente alguien a quien aprecias y estimas, me gusta combatir, de hecho, estuve pensando en unirme a Srad por ello pero nah, Sal va mas conmigo, no siempre es necesario luchar, a veces puedes evitar peleas con palabras, no siempre es necesario lastimar... prefiero llegar a esas instancias cuando no haya otra forma de resolver las cosas...- A veces sonaba como todo un adulto, no lo aparentaba pero en ciertas cosas, era más maduro de lo que muchos creían, solo esperaba que no se riera de mi porque de pronto había sonado como un tipo de 70, sin ofender al director...

Taylor abre un ojo al escuchar a su compañero de cuarto. En verdad que tenia sentimientos profundos, pero lo que más le sorprendia era que le hubiera divulgado cosas tan personales así de rápido. Era como una "inmadurez madura" la del chico. Soltó una sonrisa y siguió escuchando tranquilamente.
- Eres bien jotillo.. - le dice Taylor sonriendo, en realidad no pensaba eso de él, pero le gustaba molestar - Cuando crezcas tendremos una cita.

Le gustaba tenerlo de compañero de cuarto, pero eso no podía borrar de su cabeza que tenia que dar lo mejor de él como carrier. Estaba ansioso por comenzar las practicas... estaba ansioso por comenzar a ganar partidos.

Afilé la mirada cuando escuché eso de “jotillo” no era que me molestara realmente, después de todo sabia que era una broma y le seguía el juego, pero con lo siguiente no pude evitar avergonzarme tuve que voltear la mirada y mi gesto fue cambiando a uno confuso, sabia que no había una respuesta apropiada o bueno, tal vez, pero no sabia si lo decía en broma o podía seguirle el juego o qué​?

En la Taylor-visión, estaba seguro que las mujeres eran solo traseros parlantes pero... también le gustaban los hombres? Volví la mirada hacia el demonio y no pude evitar escupir la pregunta.

-También te gustan los hombres?- Se notaba que no era bueno captando las bromas y que al menos en ese momento, estaba completamente confundido...

- Te lo dejo de tarea - respondió Taylor con una sonrisa enseñando sus afilados colmillos de demonio. El hombre se estira de manera bastante atractiva y se da la vuelta. Ya era hora de dormir y no había mejor cierre que ese.

El niño le había pegado en el corazón con las palabras de porque entró a Sal. Se sentía muy identificado y probablemente lo trataría con respeto, al menos, el respeto que Taylor le daba a la gente que trataba con respeto (si es que eso tiene sentido).

Lentamente fué cayendo en el sueño, mientras una imagen del niño respirando abruptamente lo dejaba inquieto.
- A la otra no seré tan suave y no fingire que cambiaste el tema - dice Taylor sin voltear a verlo. Se le hacía necesario ese gramo de terror dentro del niño, así aprendería a no romper su promesa tan facil...

"Sea lo que sea, piensa bien las cosas, mocoso..."

-Oye!!!- Le grité dejando escapar un gruñido, no quería irme a dormir con esa duda, digo, tampoco era como si me estuviese carcomiendo por dentro pero era uno de esos chismes que me gustaría saber. -No! Cual tarea!-

Tristemente, Taylor ya no se encontraba en este mundo y cuando empecé a escuchar su respiración volverse mas profunda me deje caer de espaldas sobre la cama. Lo cierto era que no era de mi agrado tener que mentir o esconderle cosas a la gente pero esta vez tenia que hacerlo, largué un suspiro, tenia que mejorar mis habilidades para mentir, eso o como todos los super héroes en turno conseguirme una identidad secreta, al menos ahora que iba tener una doble vida nocturna...

Me quedé un buen rato ahí fantaseando acerca de como seria mi traje y hasta mi sobrenombre, cuales colores usaría, todo! Solo estaba ahí con la mirada perdida en el techo de la habitación hasta que decidí que era el momento de partir, me volví a sentar en el borde de la cama y miré a Taylor o bueno, el bulto que se suponía era él.

-Hay cosas que no te puedo contar...pero prometí no mentirte y estoy haciendo mi esfuerzo...- Murmuré en un tono muy bajo y lentamente me fui levantando de la cama, asegurándome de no hacer ruido. Empecé a vestirme, me dejé el uniforme pues seguramente esta noche no llegaría a dormir, ademas, con ronquidos como esos, no es como si fuera a extrañar la cama, las primeras noches no había podido dormir y estas ultimas, ya con un poco mas de confianza había tenido que levantarme para moverlo y que dejara de roncar, de solo recordar volví a largar otro suspiro y miré una ultima vez a Taylor, era una buena persona y estaba feliz por tenerlo como mi compañero de cuarto, le sonreí una ultima vez y finalmente dejé la habitación.

Salí de la fraternidad haciendo el menor ruido posible, no quería despertar a nadie, no quería que nadie me descubriera, iba con pasos lentos y muy cortos tan así que tardé varios minutos en atravesar todo el edificio y al final, terminé en el techo de la fraternidad mirando a lo lejos el extenso bosque que yacía alrededor del Instituto. Recargué mi pierna en uno de los bordes en forma de escalón mientras apoyaba mi codo sobre mi rodilla y mi mano descansaba en mi barbilla, la noche era estupenda, había luna llena para agregar un poco mas de misterio al asunto ahora si estaba muy nervioso, tal vez estaba siendo paranoico, tal vez solo estaba imaginando cosas o tal vez era solamente la emoción por explorar un nuevo lugar pero lo cierto era que mi corazón estaba latiendo con mucha fuerza, tenia esa sensación de peligro y miedo pero al mal paso había que darle prisa así que de un salto me lancé hacia el bosque dejando una estela de luz dorada tras de mi que rápidamente fue desvaneciéndose tan pronto llegué cancelé el hechizo y caí al suelo estrepitosamente...

-Vaya...no se ve tan peligroso como dicen...- Comenté para mi mismo y empecé a caminar entre los arboles y arbustos, lo único malo era que se escuchaban muchísimos ruidos y eso alimentaban mi paranoia, ahora si no podía evitar mirar hacia todos lados cada que escuchaba algo en un tono ligeramente mas elevado pero rápidamente regresaba la mirada al frente y seguía caminando, saqué una linterna para poder observar mejor, eso y la luz de la luna hacían un poco menos tétrica mi estadía, si iba exponer mi vida viniendo a un lugar como este, tenia que sacar algo de provecho, así que no perdí mucho tiempo y empecé a buscar plantas, hongos, cualquier cosa que me pudiera servir para la clase de pociones, así que bajo ese patrón caminé cerca de una hora, sin encontrar nada...

Los sonidos comenzaban a hacerse violentos en algunas zonas, pero para sorpresa de Fenian no podia ver nada. La incertidumbre del misterioso lugar que jamas habia pisado pie comenzaba a dar de si. Poco a poco se fue adentrando más y mas hasta que de repente la luz de la lampara de Noah comenzaba a tiltear.

Poco a poco se fue consumiendo hasta extinguirse...

Ahora estaba solo, en la obscuridad de la noche.. en un bosque donde se rumoreaba todo podia comerte.

Un rugido llamó su atención a varios metros de distancia, seguido de un largo flamazo...

Qué le estaba pasando a esta lampara? Me había asegurado de cargar las baterías la noche anterior, no era posible que se hubiese quedado sin energía, en un mundo mágico como este, siempre estaba latente la posibilidad de que fuera un hechizo pero eso implicaría que alguien me habría estado siguiendo, eso o que las cosas que vivían ahí, conocían magia (?), “apagué” la lampara y la guardé otra vez en mi bolsillo...

Conforme los sonidos se fueron volviendo mas violentos, empecé a caminar con mucha mayor cautela eso hasta que escuché el rugido y rápidamente me puse en guardia, creo que eso de venir al bosque no era una buena idea, era mas probable que algo me comiera vivo antes de haber un hecho un descubrimiento importante.

El flamazo me hizo tirarme al piso y agazaparme entre los matorrales mientras abría los ojos como platos, me quedé ahí respirando profundamente en la obscuridad y asustado pero trataba de no moverme, ni hacer mucho ruido y esperé...

La luna, el fuego y otros factores circunstanciales se unieron para mostrarle al niño una enorme e imponente forma acostada en el piso. Se trataba de un dragon de verdad, que estaba acostado comdamente en unos matorrales.

Las escamas eran negras, por las sombras, pero cambiaban con la luz de la luna de manera cromatica a un hermoso verde, mientras que sus enormes garras y algunos detalles opacos parecían hechos de fuerte marfil. Sus ojos dorados se abrian a veces con el movimiento de sus alas, unos enormes ojos color ambar. El fuego brotaba de las fosas en su nariz y a veces de la boca, parecía que estaba muy inquieto.

Estaba atento, ya que su nariz había captado un olor a ser vivo... algo lo suficientemente descuidado como para acercarse al rango de un dragon.

~ Grrrr....~

Desde cuando había un dragón en el bosque?, ahora entendía el porque decían que no se acercaran los novatos pero esto era un poco exagerado, tal vez era uno joven, al menos por su tamaño pero aun así, sabia que no era rival para uno de ellos y era mejor ni siquiera intentarlo, era curioso y me gustaba también probar día con día mis habilidad pero definitivamente NO ERA ESTUPIDO.

En cuanto lo vi, me quedé helado, ya de por si era difícil mantenerme en pie a obscuras en un bosque, caminar “sigilosamente” era casi imposible, por mas que lo intentara no podía evitar pisar alguna hojarasca o alguna rama ya seca lo que inmediatamente provocaba que cerrara los ojos y empezara a rezar mentalmente al santo mas cercano pidiéndole que por favor la lagartija super desarrollada no me hubiese escuchado...

-Mana Violeta: Beso de Houdini- Murmuré y después de hacer un rápido ademan, a lo lejos pero muy cerca del dragón, algunos arbustos empezaron a moverse y de ellos salio una hermosa paloma blanca hecha de mana que brillaba en color plata bajo la luz de la luna, el delicado animal hizo un “cluck” y rápidamente empezó a volar lejos de el, esperaba que se lo llevara lejos, de preferencia, MUY LEJOS.

La paloma comenzó a volar hermosamente, cuando un rápido movimiento de la cola del dragon la hace mil pedazos. Las plumas y algunos brillitos es el unico residuo de la paloma magica que tuvo una corta vida. El destello de esta hace levantar al dragon que ahora estaba incomodo. Podía seguir olfateando poco a poco al ser vivo que estaba cerca.

Abrio sus alas mostrando lo majestuoso e imponente que era. Aproximadamente unos cuatro metros de largo y sabe cuantos de ancho. Las alas eran dobles y parecian estar unidas unas a las otras por membranas y ornamentas. Un dragon bastante temible.

Siguiendo el rastro del olor, comienza a caminar lentamente hacia donde provenia aquello... probablemente la cena estaba detras de esos arbustos. Preparado para que en cualquier movimiento atacara con la velocidad de un enorme y veloz reptil.

Comenzaba a acercarse... lentamente...

Definitivamente eso no había salido como esperaba, vi la escena serio y con un gesto inexpresivo, ser comida de dragón no era la forma en que me hubiese gustado terminar mi corta vida, pasé saliva con cierta dificultad y cuando lo vi acercarse empecé a moverme un poco mas rápido, ahora solo me quedaba una opción, HUIR.

Al diablo la discreción, me puse de pie y empecé a correr hacia el lado opuesto de donde venia aquella largatija, titubé un poco en si debía atacarlo o no, pero aun estaba la esperanza de que esa cosa no fuera tan agresiva como parecía y si lo atacaba, seria como firmar una sentencia de muerte...

-Mana Azul: Arat Diet- Murmuré e inmediatamente mi velocidad empezó a incrementarse, empecé a volar y luego a flotar avanzando lo mas rápido que mi hechizo me permitía, de repente volvía la mirada y veía al animal de reojo, no era mas rápido que yo... o si?.

-Mana Negro: Sen...-

El Dragon se da cuenta que hay un ente usando mana y se detiene. Puede observar a un ninio con un olor delicioso a comida alejandose a gran velocidad.

Despues de la pausa, el Dragon suelta un rugido y sus alas comienzan a abrirse, sus rodillas se flexionan y se lanza tan rapido como una bala de canion, levantando polvo y escombros asi como algunos arboles.

La velocidad era, por mucho, increiblemente superior a la del ninio y en cuanto pudo acercarse llego hasta el dandole un manotazo y tirandolo al piso, para caer justo sobre el y observarlo con furia.

El Dragon suelta un rugido y comienza a olfatear a Noah...

Una daga vuela en bosque dejando una estela de lo que parecía una enredadera venenosa, pasa por entre predador y presa y luego hace varios giros atrapando el hocico de la criatura y alejándola del niño con un leve tirón, el hechizo era debil por lo que el dragón lo rompio sin problemas pero más que un ataque parecía una advertencia, entonces la bestia alada husmeo un poco en el aire y se detuvo, unos instantes después se escuchó una voz clara y fria de entre la negrura de la noche.

- Normalmente dejaría que te comieras un brazo o una pierna para que valiera la pena el esfuerzo, pero en esta ocasión no podré hacerlo Spaky, así que se buen chico y dejame llevarme a este duende de aqui...

Kodran se acercó al grupo, ya iba transformado sin liberar todo su poder, pero con la visible disposición de hacerlo, a pesar de que conocía a la criatura mística, ninguna precaución es exagerada cuando tratas con un dragón. Se acercó donde estaba Noah y sin dejar de ver a "Sparky" le dijo al niño

- Si sales vivo de esta, tendrás serios problemas mocoso...

-Maldita seas!!!- Pensé luego de rebotar en el piso a causa del golpe que me había dado, estaba todo aturdido y adolorido, había dejado escapar un quejido de dolor pero reaccioné e intenté levantarme arrastrándome entre los matorrales, desafortunadamente para mi, ese dragón estaba decidido a convertirme en su cena y con ello mis posibilidades de supervivencia seguían reduciéndose a pasos agigantados, hasta mi hechizo se había cancelado como consecuencia, estaba aterrado y cuando escuché el poderoso rugido del animal me sentí perdido, solo lo miré con los ojos bien abiertos y el cuerpo paralizado por el miedo pero la voz del profesor Soderkvist me hizo reaccionar, no era precisamente el tipo de salvador que hubiese querido pero en ese momento no podía ser muy exigente, lo miré cual héroe que aparecía en el ultimo momento durante el climax de una película y luego vi al dragón.

“Sparky!?”

Tan pronto lo alejo de mi, me levanté y corrí hacia donde se encontraba el vampiro, pero ni siquiera lo vi a los ojos, me sentía avergonzado y de cierta forma estaba consciente de la posición en la que me encontraba, meterse en un lugar supuestamente prohibido en altas horas de la madrugada, no estaba bien...

-Entiendo...- Le contesté serio y un poco agitado, inconscientemente, retrocedí un poco mas, parándome detrás de él y pasé saliva. Las preguntas y todo lo demás, lo dejaría para después...

Al retroceder un poco mas, Noah choca con una pared de hojas.. algo comodas y que olian bien.
- Vaya vaya, pero que tenemos aqui? ♥ - responde la pared quien se trataba del profesor Montau que veia con una sonrisa amable al niño - Noah Fenian de primer año, eh?

El profesor camina y el Dragon comienza a mover la cola estúpidamente como un perro. Este solo le acaricia la barbilla y el Dragon se tira al piso para que le sobe la panza.
- Ya ya, aqui estoy ~ ♥ perdon por no traerte tu cena! - responde el elemental sobando la enorme panza del dragon. Viendo a Kodran y asintiendole. - Un gusto verte Kodran.. ¿Como te trata la vida de maestro?

El ambiente incomodo comenzaba a relajarse, al igual que el viento que comenzaba a solapar los árboles. La noche cada vez era más profunda.
- Y bien.. que los trae al bosque? Alguna cita romantica tal vez? ♥ fu fu fu, se estan volviendo populares en esta epoca del año~

En el momento en que Kodran escucho aquella voz toda su tensión desapareció y volvió a su forma habitual mientras la escena del dragón provoco pequeña y sincera risa

- Solo con dos personas, tal vez tres he visto que este dragón se comporte así, me disculpo con ambos por separarlo de su "cena no oficial" de tal manera pero tu bien sabes que la sutileza no es uno de mis fuertes Montau, nunca lo ha sido. Pues me trata bien hasta que a algunos alumnos se les ocurre que son suficientemente fuertes como para retar las reglas del Instituto - hecha una ojeada un tanto divertido a Noah-, JAJAJAJA Tu sabes que la mayoría de mis "citas" en este bosque no tienen final feliz... y no salgo con hombres y menos con niños, simplemente venia a buscarte para pedirte un permiso de caza para la próxima semana y me tope con Sparky y su juguete, y sabes que al director no le gusta que dejemos que los alumnos sean devorados, así que aquí me tienes... Ahora si no te importa lo llevaré a su casa para que Lugos decida que hacer con él y si no estas ocupado y no tienes certeza en este momento puedo venir en otra ocasión por el permiso...

cuando terminó de hablar el vampiro puso la mano sobre la cabeza de Noah y le "ayudo" un poco a acompañarlo a hacer una breve reverencia al elemental luego esperó la respuesta de este

Eso estaba un poco mejor, parecía que mi suerte no era tan mala después de todo, aunque era una lastima que aun así seguía en problemas, por qué se me había ocurrido escapar el mismo día que el profesor Soderkvist andaba husmeando por ahí? Tenia que aprender a planificar mejor mis escapes.

-A mi tampoco me gustan los hombres...- Murmuré desviando la mirada al sentirme un poco excluido, trataba de no involucrarme mucho en la conversación pero tenia que defenderme.

“Y menos usted, usted me da miedo...”

Luego sentí el empujón. -Oiga!!!- Le dije haciendo un poco de fuerza pero obviamente había sido vencido por la fuerza del vampiro. Ya con la cabeza agachada, solamente afilé la mirada y dije -Gracias! Profesor Montau...- Todo esto entredientes.

Montau sonrie ante la platica de Kodran, era muy nostalgico verlo ahora de Profesor cuando en su momento fué uno de los alumnos más testarudo para las clases teoricas. ¡Quien lo viera dando Historia como un igual! Montau sonrió placidamente ante sus peticiones y asintió con tranquilidad.
- El bosque ha estado tranquilo, sería un placer cederte el acceso al bosque pero tengo la orden de mantener cierta area restringida - responde el profesor amablemente- sin embargo, creo que varios niños han estado algo inquietos. Me gustaría tener una charla con el profesor lo más pronto posible... Sparky es muy grande y no creo que tarden mucho en venir a verlo.

El elemental soltó un suspiro caminando hasta donde Noah y tomandole la mejilla checa sus ojos.
- Parece ser que estas bien, pequeño, pero te recomiendo que no salgas en la noche y menos al bosque... los aparatos electricos pierden su energia en este bosque debido a las raices de algunas plantas... sin contar la infinidad de animales magicos que migran dia con dia a este bosque por su rico contenido de mana... Espero verte en quinto o sexto pero hasta el momento, creo que solo podrás accesar a las areas seguras cerca del Instituto.

Sin decir más, el elemental observa al profesor una vez mas y le agradece que haya detenido a Sparky con un ademán, para luego comenzar a desvanecerse en un puñado de hojas.
- Gracias por su buen trabajo, Profesor Soderkvist~ ♥

Cuando el elemental se retiró Kodran puso su mano en el hombro de Noah y le dio un pequeño empujón para hacerlo avanzar delante de él

- Bien duende, creo que ahora si iremos a tu casa para averiguar que hace alguien de primero fuera de cama en la noche y metido en medio del bosque.

Avanzaron hasta llegar a las afueras del bosque estando ahí el vampiro le dijo de nuevo.

- Es momento que comiences a replantear tu coartada, y que pagues por las consecuencias de tus actos, vamos con la jefa de tu casa... es muy tarde para despertar al profesor Fado, mañana le haré el reporte.

En eso tenia razón, tenia que empezar a planear una buena coartada porque en definitiva no podía decirle los verdaderos motivos por los cuales había escapado, era una promesa y también un secreto, apreté los dientes y seguí caminando, de vez en cuando miraba a Kodran de reojo, quería ver si había algo en sus gestos que me dijera que había posibilidad de que fuese flexible, no importaba si me descubría en la mentira, podía resistir hasta una tortura si era necesario, aunque necesitaba prepararme psicologicamente para ello, podría ser hasta una prueba de lealtad, quien sabe pero en una posición como esta, solo había básicamente dos opciones, seguir valientemente el juego hasta ser castigado o tratar de evitar ese penoso destino que involucraba a Fado y Rhia y ser castigado de todas formas...

Me detuve cuando llegamos a las afueras del bosque fingiendo una exagerada pesadez en mis pasos en un acto meramente infantil, luego me di la media vuelta para quedar frente al vampiro, enarqué la ceja y separé mis labios pero ningún sonido fue despedido, me tenia muy nervioso y si no funcionaba, terminaría peor de lo que ya estaba, cerré mi puño.

-No me diga que usted nunca intentó escaparse para explorar el bosque cuando fue estudiante, Profesor Soderkvist...- Le dije mirándolo a los ojos.

Luego un escalofrío me hizo sacudir el cuerpo y pasé saliva antes de explicar lo siguiente. -Solo salí a explorar! No es para tanto...- Si lo que quería era intimidarme, lo estaba logrando pero ese no era el punto, mi miedo quedaba expuesto y de poder olerlo lo haría a kilómetros de distancia pero me armé de valor y continué. -Estoy dispuesto a pagar por mi travesura pero habría alguna forma de que podamos evitar todo eso? No quiero ganarme un reporte tan rápido, ni tampoco meter a Rhia...por...favor?-

“Sea cual sea la respuesta de Kodran... me arrepentiré, no es bueno venderle tu alma a cosas tan obscuras..."

El vampiro no se inmutó antes las palabras del pequeño y cuando terminó esbozo una siniestra sonrisa y sin cambiar su tono de voz habló

- Como si salir de tus habitaciones por la noche y encaminarte a lo profundo del bosque que se supone prohibido para casi todo el alumnado no fuera suficiente también estas tratando de sobornar a un guardián de una casa, creo que tus problemas se han triplicado Noah Fenian, en mi particular caso odio que intenten sobornarme y ahora deberás hacer un hueco en tu nueva y apretada agenda de castigos para mi, pero no te preocupes, tu vida no peligrará pero te hará quedar en claro que nunca debes siquiera pensar en sobornarme - Kodran hizo un ademán con su mano para que el pequeño diera media vuelta y luego continuó -, supongo que ahora tendremos que despertar a la Srita. Sutherland a pesar de su ajetreada jornada... Y para tu información, duende, a tu edad yo podía andar en ese bosque porque creía tener el poder suficiente y mi capacidad de regeneración es muy superior a la tuya... cierto y no había dragones de ese tamaño. Ahora camina y te recomiendo mantener la boca cerrada, ya estas con el barro hasta el cuello, no te hundas más.

Comenzó a caminar para que el pequeño le siguiera, esperando que se mantuviera en silencio...por su propio bien.