Hide and Seek

Se me cayó la cara cuando escuché la respuesta del Profesor Soderkvist, eso si que había sido una mala jugada pero no había marcha atrás, de cierta forma, había tenido esa posibilidad en mente y hubiese preferido no se volviera realidad, al menos ya no estaba asustado, estaba molesto...

“Y usted por qué va castigarme? Va a reportarme con medio Instituto, no es como si necesitara otro...” Por supuesto eso no lo dije pero con la mirada que le había echado era mas que suficiente.

-No era un soborno... solo era una propuesta...- Hablé entredientes pero lo suficientemente alto como para que me escuchara, me di la media vuelta y seguí caminando, no lo hacia de muy buena gana pero se me habían agotado todos los recursos...

NO ERA UN SOBORNO!!! NO LE ESTABA OFRECIENDO NADA!!!

Pero bueno, ahora me quedaba claro, no sobornar a otros profesores, ni siquiera algo que se le parezca y menos a los que estaban amargados, Kodran no tenia que ser tan estricto pero por mi bien, guardé silencio.

“Y que le hacia pensar que yo no creía lo mismo? Yo también era fuerte...”

Kodran no dijo palabra más, parecía que el pequeño debía decir siempre la ultima palabra y como deseaba terminar con esto de una vez lo hizo caminar delante de el mientras fumaba y cuando llegaron a la entrada de la fraternidad de Sal apagó el cigarro sin terminar y dio un paso adentro. Iba a avanzar con toda la tranquilidad del mundo cuando se detuvo de golpe "No es mi casa y no es hora para estar deambulando por los pasillos" se dijo para si. Luego extendió la palma de su mano para que un murciélago apareciera sobre esta pero en ese momento lo desvaneció.

- No creo que sea prudente enviar una criatura de este tipo a esa hora y menos a una señorita... permíteme un momento Duende Fenian.

Le dijo al niño mientras le ponía la mano libre sobre la cabeza y comenzaba a meditar en algo que visiblemente se le dificultaba un poco. Luego de un instante tronó los dedos y extendió la palma de su mano y del suelo apareció un orbe color verde oscuro no más grande que un balón de Basketball. "Pide a Rhiannon Sutherland que venga aqui " aquella aparición solo "reboto" una vez en el aire, dio media vuelta y se fue avanzando en un zig zag que nos bien no era lento, tampoco iba tan rápido como para sorprender a alguien que estuviera despierto

Al ver que mi destino había sido sellado, solamente largué un suspiro, era cuestión de tiempo para que Rhia llegara y probablemente estallara en odio, en verdad quise haberle dicho a Kodran “Haga lo que quiera” pero dentro de todo lo malo y dentro de toda la molestia que me causara su actitud, me había salvado y estaba en su derecho de castigarme, así que poco a poco me fui calmando y pensé en que tal vez debía ser un poco mas agradecido, ademas, yo mismo me lo había buscado y sabia que esto pasaría tarde o temprano, solo que no esperaba que pasara TAN TEMPRANO.

“Tranquilizate Noah, no olvides por qué haces esto...”

Sentí la mano en la cabeza y entrecerré los ojos exagerando un gesto de molestia. -Oiga...- Dije alzando levemente el tono de mi voz, luego desvié la mirada y exhalé. -Gracias por rescatarme Profesor Soderkvist...- Mis palabras eran sinceras aun cuando mi actitud pareciera decir lo contrario, hasta mi tono de voz había cambiado en ese momento, no sabia si el profesor lo había hecho por compromiso o si realmente no era tan mala persona como parecía pero de todas formas, lo había hecho...

“Pero eso no quita que este de mal humor...”

Cuando llegó Rhia, solamente apreté los ojos y me encogí de hombros -~Aaaargh!~- Ni siquiera quería verla, traté de no encontrar su mirada y solamente deje la vista clavada en el piso. -Hola Rhi...- Le dije a manera de saludo, todavía sin levantar la vista.
-Prometes no enojarte?-

- Antes que cualquier otra cosa, se que su horario es muy ajustado y le ofrezco una disculpa por importunarla en este horario - hace una breve reverencia y continua -, pero me encontré al duende Fenian merodeando en el bosque y estuvo a punto de ser el juguete, o la cena de un dragón. No creo que tuviera permiso alguno para dejar siquiera el dormitorio y ya pertenece a esta casa es mejor que reciba el castigo de sus superiores, aunque debo decirle que el pequeño tendrá que visitarme el sábado debido a que intentó sobornarme. No se moleste en informarle al profesor Fado, yo se lo haré saber.

El vampiro le dio un leve empujón a Noah para que caminara hasta un costado de Rhia, cuando lo hizo dijo en voz alta

- Hay personas que se preocupan por ti y te esperan en Little Monsters, recuerda eso antes de jugar al valiente... creeme hacerlo no deja nada bueno.

Kodran sabia donde golpear, sus ultimas palabras me dejaron pensativo y desconcertado, sabia que las cosas no habían sido tal como él las había dicho pero de cierta forma tenia razón, no me había puesto a pensar que seria de Aris si algo malo me pasara, creo que hasta la fecha, prefería no pensar en ello, tenia miedo de hacerlo y como en este momento, cada que lo hacia se me formaba un nudo en la garganta así que no le contesté, estando de espaldas al profesor solamente bajé la cabeza y asentí, no quedaba mas que afrontar las consecuencias, lo que no me había parecido es que Rhia me hubiese prácticamente vendido al profesor Soderkvist, un sábado era razonable, pero todo el mes!? eso ya era exagerado, sin embargo, estando en la posición en la que me encontraba, si osaba siquiera contradecirla me iría directo al infierno, así que solamente largué un suspiro y dejé que me abrazara, luego hablaría con ella, cuando no estuviera a punto de reventar por ejemplo...

-Estoy bien...- Le susurré a la peliplata en un tono bajito como no queriendo que Kodran me escuchara. -No me pasó nada...- Agregué en un esfuerzo por calmarla y la tomé del bicep, no la abracé puesto que a pesar de todo, me sentía un tanto culpable, eso era precisamente lo que había estado tratando de evitar, maldito, maldito, maldito que le costaba haberme castigado él sin tener que llegar a todo esto...

Pero ciertamente no mentía, no tenia ninguna herida severa, solamente un par de raspones en las manos, otros mas en las rodillas pero estos últimos quedaban ocultos bajo el uniforme que por cierto había quedado hecho un asco, estaba todo empolvado y lleno de hojas.

- Le tomaré la palabra, señorita Sutherland y también estoy de acuerdo con usted, ahora es momento de dormir y si necesita algún permiso no dude en pedírmelo. Ahora los dejo porque supongo que tienen algunos asuntos que atender antes de dormir... Descansen.

El vampiro dio media vuelta, encendió un cigarro y con un ademán se despidió perdiendose en la oscuridad de la noche. Luego de aquel incidente no le quedaron más ánimos de vagar por el instituto... "si encuentro a otro alumno fuera sería terrorífico para él... espero toparme a uno camino a mi habitación" bromeo para si en voz alta mientras caminaba tranquilamente hacia el edificio Srad.

Eso significaba que realmente estaba en problemas, Rhia era muy buena manteniendo su semblante serio pero siendo ella tan cariñosa era precisamente eso lo que la hacia tan temible cuando llegábamos a esos extremos, como dije, pocas veces la había visto así, cuando quitó el brazo con esa brusquedad, tragué saliva y súbitamente deje de hablar dejando mi oración incompleta, en ese momento levanté la mirada hasta su rostro con cierto nerviosismo pero la hechicera ya estaba dándome la espalda y cuando me llamó, simplemente caminé y la seguí, solo que esta vez no tomé asiento, me quedé parado al lado de la silla que daba justamente frente a ella y desde ahí la miré, paseaba los ojos de un lugar a otro, especialmente hacia las esferas.

Rhia no tardó mucho en lanzar su primer “ataque” y tras recibirlo, agaché mas la mirada y la cabeza, no era bonito escuchar un “pensé que podía confiar en ti” y menos viniendo de alguien a quien consideras casi como una madre, no sé cómo, pero contuve el llanto.
-Perdón...- Fue lo único que le contesté en un tono muy serio, no entendía que era lo que estaba pasando, por qué de repente su color de cabello había cambiado y que significaba eso, así que esperé que fuera ella misma quien me lo dijera sin tener que preguntar, probablemente no era el momento para hacerlo...

-Rhi...a- En verdad no quería hablar de esto pero parecía ser inevitable, no sabia que decirle, eso y que había cosas que tampoco podía contestarle, cuando me extendió la esfera me acerqué un poco mas para alcanzarla y la vi a los ojos, estaba confundido, ahora tendría que mentirle y eso no me gustaba...

-No pensé que seria para tanto, me pareció divertido ir al bosque en la noche,pensé que seria como en las historias... nunca me imaginé que seria tan peligroso...solo quería explorar, estas en tu derecho...- Le dije, incitándola a que continuara pero que lo hiciera, como coordinadora, no como madre, ni como amiga, de esa forma...no aguantaría...

-También eres mi superior...-

De cierta forma me tranquilizo que no hubiese sido tan dura conmigo, pude respirar hondo cuando el primer par de palabras salieron de su boca y también en mis adentros esbocé una tranquila sonrisa, no estaba contento por tener que mentirle, no me hacia feliz hacerla sufrir pero en ningún momento deje de verla, mi mirada había pasado de ser una llena de miedo a una cálida y tierna.

Si, había muchos peligros allá fuera, tenia razón y había muchos aquí dentro de la misma escuela acechándonos...

“Si te dijera que me estoy poniendo en peligro a propósito... qué pensarías de mi? Me perdonarías?...”

Ojala hubiese habido una forma mas sencilla de hacer las cosas, necesitaba hablar pronto con el director Furukawa, no me estaba rindiendo, solamente necesitaba alguien con quien hablar, alguien a quien pudiera contarle mis secretos...

-Te quiero mucho Rhi...- Le contesté mirándola a los ojos, la mirada que le dedicaba ahora súbitamente había cambiado, era firme y decidida, no correspondía al momento que estábamos pasando pero continué. -No lo olvides nunca, por favor...- Le susurré, sabia que no tenia mucho que ver en nuestra platica pero dentro de mi cabeza todo eso tenia sentido y siempre y cuando ella recordara esas palabras, todo estaría bien.

“Pase lo que pase, no lo olvides”

Largué un suspiro mientras mis heridas eran sanadas y por fin, durante la noche volví a sonreír.
-Trataré de portarme mejor, lo prometo...- Le dije a la peliplata inconscientemente desvié la mirada. Me preguntaba si después de ver lo travieso que era me seguiría soportando y queriendo igual, esperaba que un día no se diera cuenta de repente y se aburriera de mi...

-No es como si me gustara... pero le dije a Socrates que le mostraría la ciudad y aposté con Row, así que tengo que hacerlo por ellos...- Suspiré otra vez -Castigame! pero no seas tan dura!- Le dije, esto ultimo en una especie de suplica, ya había tenido suficiente con eso de los castigos por hoy.

-Y ya no te enojes conmigo...das miedo cuando estas molesta...- Baje la mirada pero rápido volví a levantarla. -Me das un abrazo?-

La abracé muy fuerte con una imborrable sonrisa y recargué la cabeza sobre el cuerpo de la rubia, en sus brazos me sentía muy tranquilo y tampoco quería separarme, iba sonar un poco cursi pero cuando estaba así con ella era como si el tiempo se detuviera de repente, era diferente a la sensación que tenia cuando abrazaba a Hazel, en los brazos de ella sentía que descansaba, me sentía seguro, era mi lugar feliz...

Tras haber pasado un buen rato me separé y levanté la mirada, ahora que el peligro y la tensión del momento habían pasado, podía prestar mas atención a los detalles. -De acuerdo...- Le respondí y me le quedé viendo fijamente, me parecía un poco raro que no hubiese hecho mención acerca del color de su cabello y sus ojos, había imaginado que tendría que ver con las mentiras pero no, nada había sido dicho.

Creo que en algún momento ella mencionó tener el cabello rubio pero nunca le había prestado la suficiente atención a eso, me gustaba que tuviese el cabello plata, nos hacia mas parecidos pero tenia que admitirlo, en plata se veía bonita y se parecía a mi pero el rubio le quedaba mejor, aun así, era algo extraño que me hubiese dejado verlo en una situación como esta... -Hum...Por cierto, nunca me habías enseñado tu color de verdad pero creo que te ves mas bonita cuando eres rubia...no deberías teñírtelo...-

Había notado la ausencia de Rhia, se notaba que algo no andaba bien, sin embargo, no era precisamente bueno en eso de poner atención y aunque había pensado en preguntarle que le estaba ocurriendo, cuando mencionó aquello de teñirme el cabello, mi mente empezó a volar, no era que realmente me gustara todo eso pero de solo pensar en las posibilidades...

No podía esperar a ver la cara de Hazel cuando un día de estos llegara siendo pelirrojo! El beso me sacó de mis pensamientos y me hizo exclamar un “Uh?”

-Ah! Si!!! Enseñame!!!- Le respondí emocionado y tras esto le di un fuerte abrazo antes de devolverle el beso y separarme de ella finalmente.

-Si, ya me iré a dormir...- Agregué asintiéndole con la cabeza, luego baje la mirada y empecé a raspar el suelo con mi zapato, mis cejas se fruncieron un poco pero tras esto, hablé.
-Perdón por todo, que tengas una buena noche, te quiero mucho y te veré después de clases- Dicho esto, me di la media vuelta para empezar a caminar, me sentía mas tranquilo aunque solo un poco, en realidad seguía bastante preocupado y no podía dejar de pensar en cuantas veces mas me vería involucrado en situaciones como esta, inconscientemente, volví la mirada hacia Rhia con un marcado gesto de preocupación en el rostro pero cuando yo mismo me di cuenta, entré en razón y lo cambié por una sonrisa y me despedí diciéndole adiós con la mano y seguí caminando.

“Se ve mas bonita de rubia...”