Haciendo Guardia │ Privado [Durante el Capítulo 3]

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-¡Anda mujer!- Exclamó la ahora rubia correteando de espaldas hacia el bosque, deteniéndose de golpe para girar haciendo ondear su falda y mirar los árboles. -Hey...la barrera está baja, pueden haber entrado estudiantes. Iré a hechar un vistazo~- Comentó adentrándose en el enorme lugar, apoyándose con la palma de la mano en los diferentes árboles para buscar indicios de que alguien hubiese entrado. Pero todo parecía en orden. Había diez minutos habían sido llamadas para vigilar el lugar al haber salido Montau. Eso era muy raro, pero ninguna cuestionó y ahí estaban. Deshizo el hechizo de localización y salió tan rápido como entró. Sonrió ampliamente al ver a su mejor amiga ahí parada afuera. Había despertado esa mañana con el humor de los Dioses. -¡Lelis, Lelis, Lelis~!- Canturreó antes de abalanzarse contra ella para abrazarla muy fuerte y luego dar unos paso hacia atrás.

Llevaba el cabello suelto y con un broche de mariposa multicolor en el lado derecho. Se lo acomodó un poco y luego planchó con las manos su falda, tres centímetros más corta ahora, a juego con su blusa de talla, por ende, más ajustada que la normal. -Ya quiero verlo, para...- Pero al escuchar un ruido a lo lejos recordó su misión y giró el rostro rápido. -¡Ups! La barrera.- Pegó un salto y se aomodó rápido con vista al bosque pra extender los brazos, lanzándole una mirada a Adele para que juntas volviesen a fortalecer la barrera.

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TODAVIA EL MUNDO LE DABA VUELTAS

Sinceramente, Adele comenzaba a sospechar que esas cervezas cero alcohol y mucho azucar estaban adulteradas. Sentía que le iba a nacer un hijo de la cabeza y no entendía tampoco la energia que hoy irradiaba de la chica.

Pero estaba feliz, ya que hace tanto que no veia ese color, ni tampoco esas vibras que iban de acuerdo con el color del bosque. Al fin ella parecía estar recuperando ese camino que ni ella misma podía conocer y ojalá tuviera la confianza de contarle a ella, su amiguis la lelis.
- Creo que escuché por acá - dijo la chica dejando salir un par de pequeñas alas que la hicieron levitar con gracia, sinceramente tenia miedo de volar alto y terminar de cabeza - Los árboles dicen que alguien intenta adentrarse al centro...

Adele hacía lo posible por distraer a su hermana de aquel lugar donde estaba alguien que ella conocía y maquilaba algo. No podía involucrarla y que resultara lastimada, pero era algo que ella tenía que hacer para el bien de todos, hasta de ella misma.

"Yo tambien estoy feliz, amiga, porque estoy ayudando al amor de mi vida! ~ ♥ "

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¿Que alguien intentaba adentrarse al centro? Se sentía algo mareada, pero posiblemente eran todos los sentimientos que se acumulaban como pequeñas e inquietas revolotenado ahí en su estómago. -¡Yo voy!- Soltó presurosamente para comenzar a entrar en el bosque, buscando con un pequeño hechizo que le permitía rastrar criaturas ajenas al bosque, pero sin encontrar nada. Se quedó dentro un par de minutos, intentando concentrarse, pero suponiendo que tal vez los árboles se referían a alguna criatura que había llegado al bosque sin pertenecer a él, quizá un animalillo de las afueras. Por tanto regresó hacia donde se encontraba su amiga y le sonrió cómplice, algo bobamente.

Sí, era consciente de que no era buena idea andar tan ida durante una misión asignada por el profesor de herbología, sin embargo no podía estar más feliz en ese instante, no al menos tras la deducción tan (según ella) acertada que habían sacado las dos de todo lo sucedido la noche del sábado. -¡Lelis, todavía no lo puedo creer!- Aseguró soltando luego un largo y enamorado suspiro. -Tú debes entenderme mejor que nadie. ¡Lo he querido desde que éramos niños!- Gritó por lo bajo, mirando a los lados para asegurarse que no hubiese nadie lo suficientemente cerca para escuchar sus chocoaventuras amorosas. Pero es que si por ella fuera lo gritaría a los cuatro vientos.

-Ésta vez no me daré por vencida, sé que él siente lo mismo.- Golpeó con el puño derecho la palma izquierda llena de convicción. Desde esa noche, tras pensarlo mucho, tras hablarlo con su mejor amiga, estaba segura de que había malinterpretado la situación y que eventualmente todo iría a su favor. Pero esa mañana no había podido encontrarlo aún, y, aunque tenía muchas ganas de ir a buscarlo o enviarle un colibrí o algo, debía cuidar su mana o Clementine la reprendería más fuerte. Sabía que sólo debía usar su magia para momentos escenciales, al menos esas indicaciones le habían dado, aunque seguía diciéndose a sí misma que un colibrí hecho con mana no era prácticamente nada. Pero de cualquier forma, había acordado con Adele no decir nada hasta que se viesen frente a frente. Entonces se soltarían todo lo que durante años ambos habían reprimido. La sola idea ruborizaba a la rubia y llenaba su rostro de ternura adolescente. -Estoy enamorada.- Soltó finalmente, mirando hacia el cielo, suspirando más fuerte. -¡Lo estamos, boba, tú y yo, de Light y de Hazel...- Sonrió de lado a su mejor amiga, sin poder creerse aun que el destino de pronto se volviese a su favor de una forma tan maravillosa.

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- YA ME VI - dice el angel moviendo sus pequeñas alitas y llegar con su amiga. Tomandola de las manos y viendola con mucha emoción. - ¿Te imaginas una cita doble? No te preocupes COMO SIEMPRE, yo me encargaría de que las dos nos vieramos HERMOSAS! Y .. y.. ambos galanes esperandonos en la puerta para llevarnos a volar por el espacio. AYYY SII YA ME VI! ~ ♥

"Lelis", como se autoproclamaba, estaba en un mar de felicidad al sentir que las cosas al fin iban saliendo bien para las dos. Si a alguien siempre intentaba cuidar era a Rhia desde que estaban mas pequeñas. Habían compartido aventuras juntas y se contaban todo.

Bueno, casi todo...

De todas formas, la chica angel esperaba que todo estuviera saliendo bien, no entendía muy bien las intenciones de su futuro novio pero sabía que era para un bien mundial, tal vez más que eso.
- ¡Tienes que seguir buscandolo! Que no quede todo en una sola noche! - le dice agarrandole la cara - Tienes que mantener su corazón cálido! Yo estoy segura que serán muy felices, así como yo con mi querido Light... ~ ♥

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Al sentir la cálida caricia de las manos de su mejor amiga las apretó suavemente, transmitiéndole su propia felicidad. Llevaba en los labios una boba sonrisa que pocas veces se miraba en ella. Estaba demasiado feliz para pensar en algo que no fuera su futuro junto a Hazel. Ahora podía pensar en él libremente, ya no había impedimentos. Tampoco era que se quisiera hacer muchas ilusiones, pero después de todo, sin importar lo sucedido luego, ¡él la había besado! Eso significaba mucho, ¡muchísimo!

Rió entusiasmada y se acercó más a ella para abrazarla cariñosamente. -Llenaré tanto de amor a Hazel Blake Korhonnen que no tendrá ojos para nadie más en toda su vida.- Aseguró con una voz algo seria, pero más que nada decidida, observando un ajetreo a lo lejos, allá en el Instituto, pero supuso que por ser lunes los estudiantes andaban todos atontados con las actividades y se salían de control. -Así harás tú con Light.- Se mordió el labio inferior y se alejó un paso para buscar los ojos de su amiga y reír traviesamente. De pronto una idea viajó a su mente y no pudo guardarla en su pecho.

Soltó las manos de su mejor amiga de todo el mundo-universo(?) y cerró los ojos, extendiendo los brazos al cielo para dar una vuelta, haciendo ondear su falda escolar. -¿Te suena bien Korhonnen-Sutherland?- Rió parándose de pronto para llevarse las manos al rostro y cubrir su boca y nariz, destapándose luego para poner ambas manos sobre las mejillas. -¡¿Te imaginas, Lelis?! ¡Una niña pelirroja y un niño rubio! Ambos tendrían los ojos de él...- Mordió su labio inferior nuevamente y negó con la cabeza repetidas veces, haciendo que sus rubios y cortos cabellos se menearan un poco. -¡Ya estoy hablando tonterías! Pero es que...ahhh...- Llevó dos dedos a sus labios. -Fue tan...-

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- Se llama BLAKE?! - dijo interrumpiendo a Rhia - ¿En seeerio? Ahora entiendo porque en sus exámenes pone "Hazel B."!! No me había pasado ni por AQUI

La chica camina y levanta una mano para hacer que una de las ramas de un árbol se levantara como una silla. Agradeció aquel gesto de su amigo verde y se sentó.
- No puedo creer que lo hicieras, eh? - sonrió ella observando a su mejor amiga de todo el universo (?) mientras pensaba en como serian sus hijos si los tuviera con Light. De solo pensarlo sentía como se le hacian las alas negras y se reia.

- Debes aprovechar estos momentos para darle con fuerza Rhia! No puedes dejar que se te vaya la oportunidad de al fin cumplir tu sueño.. Tengo desde quien sabe cuando escuchandote hablar de él, creo que ya es suficiente... Aunque ahora que lo dices espero que la niña tenga tus ojos... a final de cuentas tienes unos ojos hermosos!

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-¿Te gustan mis ojos?- Preguntó apenada, bajando la mirada hacia el suelo. Después de todo Adele tenía al menos cuatro años sin ver sus ojos color miel, siempre eran violetas, siempre en Furukawa habían sido así, desde aquel momento. Soltó un largo suspiro, habían pasado tantas cosas ahí. -Recuerdo que...- Comenzó, provocando que una de las rocas grandes enterradas sobre la tierra se volviese una rústica silla para acomodarse frente al hermoso ángel. -Cuando entramos a primero, tú me parecías tan bonita que sentía envidia.- Rió al recordarlo. Después de todo una niña de cabello blanco con piel blanquísima y ojos rojos no era algo que pasara desapercibido. -En ése entonces ya me gustaba él, y tuve miedo de que alguien tan simple como yo le pasara por alto tras ver a alguien como tú.- Rió por eso, qué pensamientos de niña.

Volvió a ver su mejor amiga. -Pero parece que está llegando el momento...de ser felices.- Sonrió tímidamente extendiendo sus manos para buscar las de la otra. Finalmente podrían serlo. El día de su cumpleaños buscaría a Hazel para preguntarle qué sentía exactamente por ella, pero mientras tanto se dedicaría a verse hermosa para él. A atraerlo con su aspecto y tratar de conquistar lo que faltase por ser conquistado. Esperaba que no fuese mucho.

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