Visita a la habitación 410

El vampiro caminaba lentamente por los pasillos de su fraternidad, el lugar estaba algo lúgubre, incluso el edificio mismo parecía guardar luto por el guerrero caído, el eco de las botas era más sonoro que de costumbre, no había ningún alumno que hiciera el suficiente ruido como para que saliera de la habitación ( o por lo menos, aquellos que estaban capacitados hacían un hechizo para mantener el sonido dentro ).

El andar de Kodran lo llevo hasta la habitación 410, ya frente a ella el hedor del maná y del ejercicio que despedía la puerta era fácil de identificar para el profesor, sin embargo, puso su mano en la perilla y mientras destrababa el pestillo, las barreras iban cediendo una a una para luego abrir la puerta lentamente y encontrar aquel lugar irreconocible


El oscuro se había recargado en el umbral de la puerta, hizo un ademán con una mano y una barrera se formó, luego de eso esperó la respuesta de su pupilo pacientemente mientras continuaba una minuciosa inspección del lugar, incluyendo aquella barra que atravesaba la pieza de un extremo al otro.

Hazel se encontraba recargado en el marco de la ventana, abierta, y con un cigarrillo encendido entre los dedos de su mano derecha. El sonido de la puerta abriéndose hizo que instintivamente bajara un brazo para que quedara fuera de la habitación (la cual se había encargado de desordenar un poco más para aparentar).

Sabía que Kodran lo buscaría eventualmente. De hecho, se había tardado... pero ahora que estaba ahí, sabía qué "asuntos" querría tratar, así que tenía que estar alerta...
El chico mira a su profesor un segundo con una expresión perdida y distante, para luego bajar la mirada a la alfombra con un suspiro.

-Hola, Kodran...- dice con un tono de voz quedo regresando la mirada al cielo nocturno en la ventana -Vienes por lo de las acciones legales?- agrega después de dejar ir un suspiro.

Las palabras de Kodran no sonaban como en la ocasión anterior, esta vez eran menos agresivas. Intentaba hacer ver a Hazel que el vampiro no era el enemigo, a pesar que en ocasiones parecía serlo.

El chico voltea a ver a Kodran de reojo, algo corroído por la culpa. Después de todo, siempre era transparente cuando algo lo tomaba por sorpresa, era algo que tendría que aprender a ocultar.

Sonrió de lado y se llevó el cigarrillo a la boca una vez más, aspirando y luego sacándolo. -No saldré del Instituto... no te preocupes viejo. dijo con honestidad para luego soplar el humo. Sabía que pronto iba a tener que enfrentar cargos, aunque no sabía que ya había un hombre de la OMST husmeando por el Instituto. El chico hizo una mueca al pensar en ese asunto. Si ese hombre lo había estado siguiendo en secreto podría haber metido en problemas a Isaac y Noah... - Cómo es que ese tipo no ha venido por mí aún'? Qué es lo que planea?- dijo mirando a la cara al profesor.

El vampiro miró a Hazel y una sonrisa de dibujó en su rostro.


Kodran se acercó a la cama y tomó un cigarrillo de la caja para encenderlo, recogió una lata de atún para usarla de cenicero y se puso en el umbral de nuevo para esperar la reacción de su protegido al informarle que el oscuro se había enterado de sus escapadas "secretas"

El pelirrojo se quedó mirando serio a Kodran, y luego hace una mueca torciendo la boca. Sabía que el vampiro iba a sospechar de él, aunque debía admitir que no pensaba que lo hubiera estado siguiendo desde el primer día que decidió salir del cuarto.

-No me estás siguiendo cuando voy al baño también, verdad?- responde con sarcástica ironía. Aspira un poco de su cigarrillo, y luego de dejar salir el humo con un suspiro continúa. -Lo tendré en mente... aunque no estoy metiendo a nadie en cosas raras... no esta vez...- dice mirando a Kodran a los ojos. Era bien evidente el cambio en la mirada del chico. La que alguna vez fue una mirada alegre y despreocupada se había convertido en un mar de frialdad y distancia.

Después de un segundo de silencio para terminarse el cigarrillo y arrojarlo por la ventana, el pelirrojo continúa. -Dejaré el Mugby...- agrega mientras camina a la cama y toma otro cigarro, encendiéndolo con su aliento -No quiero tener nada que ver con él... no este año. Te lo digo para que busques un reemplazo...-

-Lo siento...

El vampiro escuchó el comentario acerca del mugby y no tuvo reacción alguna "cometario erroneo" pensó mientras dejaba salir una bocadana de humo, luego de un silencio dijo con palabras un tanto frias


Kodran esperaba con aquellas palabras tratar de devolver un poco de su "antiguo yo" a Hazel, y alejarlo de su busqueda del Dogma Crucis, al menos por ahora.

El pelirrojo giró los ojos hacia arriba con enojo, dándole una fueeerte bocanada a su cigarro, para luego lanzar su mirada a un lado mientras el vampiro seguía hablando. Sí, sabía que alguien eventualmente usaría eso en su contra, sólo era cuestión de tiempo. Y que fuera Kodran tampoco le sorprendía tanto.

-Ya lo hizo. Ya me dijo que no fuera un niño llorón y me levantara. Crees que estaríamos teniendo esta conversación de no ser por él?- dice con molestia en su voz, sin hacer un esfuerzo por explicar la visión extraña que había tenido. -Ya sé que Gustav me agarraría a golpes mil y un veces por no ir por esa copa, pero también sé que entendería por qué lo estoy haciendo. Entendería que antes de ir por la tercera copa tengo que poner mi vida en orden, enfrentar un juicio, y enfrentar que el idiota del que me enamoré se largó por las puertas de esa escuela el día del funeral también. Ah, y no sólo eso, también me enteré que es un elfo, pero tú ya lo sabías como quiera, no es cierto? Ah, sí, por cierto, Sebastyan fue la razón por la que me cambié a clases de cocina. Pero supongo que no importa mucho ahora. Te parece todo eso suficiente?- dice elevando un poco el volumen de su voz con cada palabra y acercándose a Kodran.

Era evidente su molestia, y ese vampiro era el único que lo podía hacer enojar de esa manera, aunque siempre todo terminaba mal para él cuando se dejaba perder el juicio y la razón por sus provocaciones. -Puedes decirme que soy un debilucho si quieres, que soy un mocoso que no puede levantarse, pero tengo que hacer las cosas de esta forma, y por más que me duela dejar la pasión más grande de mi vida, tengo que hacerlo. Esta vez es algo que tengo que hacer, no es sólo un capricho de niño chiquito. Así que no vengas a decirme qué es lo que hubiera hecho mi defender y mejor amigo y que no, viejo...- finaliza dándose cuenta que ya estaba bastante cerca de Kodran, viéndolo a los ojos con esa furia reprimida que siempre terminaba saliendo cuando el vampiro quería decirle algo.

Aquellos ojos más negros que una noche sin luna y estrellas seguían clavados en Hazel y parecían estar a punto de estallar en algo que el muchacho no podía entender.

Y una vez más, las dos fuerzas más testarudas de todo el Instituto se enfrentaban cara a cara en una confrontación que parecía surgir cada que ambos decidían ponerse serios.

El pelirrojo aprieta los dientes con fuerza al mismo tiempo que sus ojos verdes empezaban a iluminarse con una ténue luz anaranjada. Mientras el vampiro hablaba, el chico fruncía más y más el ceño. Sí, sólo ese hombre podía hacer que la ira que tanto se esforzaba en reprimir saliera de esa manera.

- Ni siquiera tienes una idea de lo que estoy haciendo, vampiro!!- responde el adolescente con un grito fúrico. - Qué es lo que quieres que haga? Que me quede tirado toda la maldita vida en mi habitación pensando en cómo hacer feliz a Gustav para redimirme?! Ya SÉ que no puedo hacer las cosas solo, maldita sea, arrastré a las personas en las que más confiaba conmigo y ahora míralos!! Sebastyan bien podría estar muerto en este momento y estoy viendo a Naami marchitarse frente a mí porque maté a nuestro mejor amigo! Qué crees que estoy haciendo? Formando un equipo de alumnos para proteger la escuela como hace tres semanas? Crees que no aprendí mi maldita lección?!- el chico seguía sin quitar la mirada de los ojos negros de Kodran, esos ojos que cada que veía hacían que hirviera su sangre. Empezó a sentir un enorme calor en su pecho, sabía qué era lo que venía, por lo que rápidamente se dio la media vuelta y se apoyó en la ventana, intentando contener el aliento para no soltar una llamarada por la boca. Tenía que controlarse, no podía perder el control en esos momentos. Tenía que mantenerse frío... frío...

Respirando pesadamente, el pelirrojo puede sentir como ese ardor en su pecho empieza a disminuir, por fin dejándolo hablar. - Ni siquiera sabes en lo que estoy pensando...- dice aún con rabia en la voz, pero sin subir el volumen esta vez. - Si lo que quisiera fuera lanzarme hacia el Dogma Crucis igual que mi novio idiota ya no estaría en este edificio, probablemente ya estaría muerto. Quieres saber lo que vi? Quieres saber qué es lo que estoy buscando? Estoy buscando cómo llegar a la Brecha entre la vida y la muerte porque el último de los gorriones me estaba llamando para que fuera su guardián mientras estaba agonizando, Kodran. Era eso lo que querías? Ahí lo tienes. Ahora, ya, dime que no puedo comprender nada y que no puedo llegar ahí porque no soy más que un mocoso inutil, o transfórmate y mátame o algo así, al fin y al cabo para ti todo se resuelve siempre matando a alguien...-

Probablemente había sido un error contarle (aunque sin lujo de detalle alguno) a su profesor su motivo final, pero su cabeza ya no estaba fría. En ese momento sólo quería prenderle fuego a algo con el aliento, y desafortunadamente era una opción que no tenía si no quería pasar su vida en la cárcel.

El vampiro se congelo por unos instantes al escuchar aquella frase "Estoy buscando cómo llegar a la Brecha entre la vida y la muerte", luego de unos instantes comienza a reír a carcajadas, se adentró en la habitación y sin importarle que fuera la cama de Sebastyan se sentó en ella para recuperar un poco el aliento


Aquel comentario que a pesar de la furia con la que lo había dicho y las risas que le provocaron a Kodran, lograron someter un poco su ira, ya con un poco más de calma miró al chico y espero su reacción al saber aquello acerca de la brecha.

Los ojos de Hazel se entrecierran al momento que el vampiro empieza a reir. Si había algo que odiaba era las risas en medio de una discusión. Esas risas. Más viniendo del asqueroso chupasangre que tenía en frente. Pero luego todo se puso borroso cuando decidió posar su humanidad encima de la cama. LA maldita cama.

Empezando a respirar pesadamente otra vez y escondiendo sus ojos entre su cabello al bajar un poco la mirada para intentar contener las llamas que intentaban estallar de su pecho en ese momento, el pelirrojo empieza a caminar lentamente hacia el vampiro.

- Estuve ahí. Me encontró primero y sé que lo hará otra vez...- dice con la voz ronca y ahogada en furia - Si tu única ayuda será venir a ser condescendiente ya puedes quitarte de esa maldita cama antes de que prenda todo el cuarto en llamas e irte.-

El pelirrojo finalmente alza un poco la mirada para clavar los ojos en el vampiro, ojos que brillaban potentemente con una luz que parecía brasas encendidas. En los años que llevaban de conocerse, era la primera vez que un berrinche (?) lograba hacerlo enojar tanto que llegara al punto de contener tanto su enojo que empezara escapara por su mirada. Sabía normalmente que enfrentarse a él no era buena idea, pero en ese momento no pensaba en nada más que en hacer explotar algo.-Ya te dije todo. No tienes nada más qué hacer aquí...-

"Vete al infierno. Muere. Desaparece y hazte cenizas... quémalo. Quémalo, destruyelo, quémalo todo."

La mente del pelirrojo repetía esas palabras una y otra vez sin cesar mientras el sonido de su propia sangre transitando su cuerpo empezaba a ensordecerlo, casi opacando las palabras del vampiro. Casi.
Podía sentir un enorme ardor en su cuello y su cabeza, y lentamente empezó a encorvarse un poco, batallando con su propio incendio interior. Conforme su respiración se fue haciendo más pesada, de su boca empezaba a exhalar algo de humo, y por entre sus cabellos se podía ver un fulgor rojizo y anaranjado brillar desde sus ojos.

-Déjame en paz...- resopla entre sus bufidos, hablándose a sí mismo más que al vampiro. No quería, no quería hacer eso, no quería quemar todo, no quería caer en eso otra vez. Por qué era tan insistente en enviarlo al abismo que tanto había batallado durante los años para enterrar? Por qué?
Se llevó la mano de metal a un costado de la cabeza, apretando con fuerza los dedos contra su cráneo, mientras la otra mano yacía semilevantada, con todos los dedos tensados lo más posible, casi como si estuviera batallando para no cerrar el puño completo. -VETE!!- grita furioso al aire, intentando alejar esa horrenda ira que sentía cómo empezaba a llenarlo, dándose una media vuelta y tambaleándose hacia la ventana para recargarse con fuerza en el marco y escupir una enorme llamarada de fuego que se tornó azul después de un segundo, acompañada de un grave y rasposo grito de ira. Resopló una vez más y otra flama salió, y de nuevo y de nuevo, hasta que fueron haciéndose más pequeñas y su respiración empezó a calmarse.

Estaba sudando frío, y sus manos temblaban fuertemente. Otra vez no había podido controlarlo, no había podido reprimir ese impulso que lo dejaba ciego...

Lentamente empezó a caer de rodillas, aun apoyando las manos sobre el marco de la ventana, mientras jadeaba agitado.

- Qué diablos quieres de mí...?- pregunta con una voz algo aguardentosa, la garganta raspando sus cuerdas vocales después de su ataque de furia. Estaba cansado... había estado dando pequeños pasos para intentar superar todo por su propia cuenta. Para seguir adelante y empezar a escalar la salida del agujero en el que se había metido. Aparte de todo lo que pasaba, una vez más, no había podido controlar totalmente ese instinto asesino que llevaba dentro... eso sólo había derrumbado los ánimos que había estado intentando reformar durante esas semanas. Tal vez no con mucho éxito, pero estaba esforzándose, de verdad...
Pero en ese momento, sólo quería que se abriera la tierra y un enorme agujero lo devorara y lo aplastara. Por un segundo sólo quiso que todo se acabara...
Dejando ir un ronco suspiro, Hazel levanta un poco la mirada, aunque sin ver a Kodran - Sabes bien de quién es la cama... y, según tú, sabes lo que es estar enamorado, no?... por qué es tan necesario restregarme las cosas? Te divierte verme así o qué diablos?- dice el pelirrojo viendo la pared, totalmente rendido y derrotado -Está bien, tú ganas, Kodran... lo sabes todo y yo no sé nada... sólo soy un mocoso inutil... ni siquiera puedo contenerme a mí mismo... ni siquiera eso...- agrega apretando los dientes y enterrando sus dedos de metal en el marco de la ventana con fuerza e impotencia.

El vampiro no había perdido de vista no un instante al muchacho mientras este se debatía con su "yo" interno, tenía listo un hechizo para detenerlo sin herirlo, uno de los pocos que tenía en su repertorio para fines como ese. Cuando el enfrentamiento terminó y el pelirrojo comenzó a hablarle, se puso de pie y se acercó un poco para luego poner una rodilla en el suelo y comenzó con las respuestas a las preguntas que le habían dirigido


La voz de Kodran, a pesar de sonar fría no tenía rastro alguno siquiera de molestia o hastío por estar haciendo aquello, el verdad quería ayudar al muchacho pero sus métodos tan poco ortodoxos en ocasiones lo llevaban a situaciones insospechadas cuando se trataba de tranquilizar a otra persona sin recurrir a las armas de tal manera que no siempre llegaban a buen término. Ahora estaba caminando hacia la salida de la habitación mientras lo hacía, con un ademán de su mano dejó el área de Sebastyan tal y como si nada de aquello hubiera pasado.