Reincorporándose a la vida...

Ya había pasado poco más de semana y media desde el juicio, y poco a poco el pelirrojo había intentado reencajar en la vida escolar. Era difícil, después de lo acontecido, sólo Naami estaba con él en las clases que tenía con la fraternidad. Afortunadamente, en las clases de su grado ahí estaba Nick, así que al menos esos dos lo habían hecho todo soportable para el ex-capitán.
Pero aún así, al recorrer los pasillos las miradas de injundia y miedo se dejaban ver en las caras de todos, y tras 5 años de que esas caras expresaran en su mayoría adoración de las chicas de grados más bajos y admiración de los chicos, el cambio tan súbito y lleno de amargos recuerdos hacía que Hazel pasara como sombra por los pasillos de la escuela.

Ahora llevaba casi siempre la gabardina del uniforme, de negro vestir, aunque con la bufanda roja dándole ese toque de su personalidad (que en realidad era lo obligatorio para el año).

Se adentró a la cafetería a la hora del almuerzo, con los audífonos en los oídos intentando pasar desapercibido entre todo el murmullo y los demás alumnos. De cierta forma, era irónicamente gracioso que pasara de ser la celebridad a ser el rezagado, pero como decía Nick... eso hacía brillar a las personas que realmente estuvieron con él todo el tiempo.
Tomó una charola y se formó en la fila del almuerzo. Al levantar la mirada vio que frente a él estaba Raynor, el chico nahual del mugby. Él y Lucas se habían mantenido neutrales hacia él, lo seguían saludando como si nada y demás, pero el pelirrojo no podía evitar sentir algo de pena con ellos después de prometerles entrenarlos y luego defraudarlos dejando el equipo colgado. En realidad no podía darles explicaciones porque no quería involucrar a los chicos en todos los embrollos en los que estaba metido, pero sentía que les debía algo... aunque no supiera cómo retribuírselos.

Con una media sonrisa algo retraída, el pelirrojo se quita los audífonos de los oídos y sólo levanta las cejas viendo al chico nahual, sin saber si lo estaba viendo o no. -'Ey, Raynor, cómo andas?- pregunta con un poco de timidez en su voz, más por mantener ese toque de "compañerismo" que los dos nahuales habían intentado llevar con él.

Era la hora del almuerzo y como siempre fui a la cafetería por algo de comer estaba en la fila de la cafetería tratando de decidir qué comer, tal vez como cordero o algún corte de carne, estaba bastante indeciso sobre qué comer cuando escuche la voz de Hazel.

-Que tal Hazel!!! yo bien y tu como estas??? le dije con una sonrisa, al verlo pude notar que no estaba en su estado de ánimo habitual, me acerque un poco a Hazel y le coloque una mano en el hombro y le pregunte – que te ocurre Hazel??? , le dije con algo de precaución pues me imaginaba lo que tenía y no quería incomodarlo aún más.

Podia sentir el clima cada vez mas fresco. Algunos miembros de la fraternidad de Srad comenzaban a usar la gabardina para demostrarlo. Era una epoca que a Bony le gustaba pero no cuando tenía que salir. El chico ya usaba su propia gabardina negra que hacía que su pelo y mejillas se vieran extremadamente blancas. Tal vez era por su falta de pelaje que en verdad sentía que era mejor volver a la forma de conejo y recibir la magia del peluche, pero probablemente alguien lo pisaría o peor, lo vieran como algún alimento. A veces le daba pena eso de ser un nahual conejo, pero no había de otra.

Suspiró mientras pensaba que en invierno los impactos dolian mas y tendría que conseguir algo de unguento del profesor Montau. Iba a ser el primer invierno en Furukawa y probablemente necesitaría mucho. Esperaba no enfermarse ya que los conejos normalmente SE MUEREN si pasa eso. Suspiró y caminó viendo sus zapatitos. Este año el color era naranja, en verdad le gustaba aunque hacia ver sus ojos algo extraños. En realidad comenzaba a extrañar el celeste de primero.

Sin darse cuenta, ya estaba frente al restaurant central del Instituto y decidió que tendría que darle una oportunidad. Normalmente el se preparaba un bento con cosas que le gustaban, pero esta vez no había tenido el tiempo suficiente. Otro calambre estomacal al recordar no dormir de más, todo tenia que estar en perfecto orden, hasta la hora...

Avanzó al restaurant y siguió pensando en sus tareas, dejando de ver su camino hasta toparse con alguien. Sintió ese duro trasero hacerlo rebotar un poco y caer de sentón.
- L-Lo siento mucho!! - dice el niño conejo, con sus orejas hacia abajo, asustado por haber lastimado a quien empujó con su torpe cuerpo - Espero no hab...er... -

Y ahi estaba, el carrier de los Leones de Srad, el hombre polemica del momento. Sus ojos rosas se abrieron grandes al ver que se trataba de Hazel Korhonen. Comenzaba a pensar que este año se encargaría de estar molestando superiores.
- S.. S!! Superior Korhonen! Lo lamento! No fué mi intención! - grita el niño levantandose, desviando la mirada y poniendose tan rojo como un tomate - Perdon...

El pelirrojo se quedó con una cara más que perpleja. Raynor siempre le había parecido un chico muy inocente, pero no se imaginaba que lo fuera taaanto. Después de un segundo de ver al chico con curiosidad, el pelirrojo sonríe soltando un ligero "chuckle" y le da unos golpecitos en el brazo del más bajito.
- Haha, nada, chico, sólo, ya sabes, no está cool que los soldados te tengan en la mira todo el tiempo.- responde ya con un tono de voz más alto y un poco más alegre. -Oye, y dónde está Lucas? Uds dos son como uña y mug--oop! Sin un café sin un te quiero?!- la pregunta del pelirrojo se ve interrumpida por el golpe en su trasero, lo cual lo hizo escupir esa frase warra sin pensar, para luego voltear detrás de él.

-Aaah... Bony! Estás bien?- dice tendiéndole la mano de metal al niño para ayudarlo a parar, pero luego reconsiderando y poniendo la otra. Sentía que si lo agarraba con la de metal le iba a romper un hueso o algo así. Para su decepción, el niño se paró por cuenta propia mientras cambiaba de manos. -No te preocupes, y... no tienes que decirme así xDu, dime Hazel, como los demás. Créeme que no tengo nada de superior desde hace tiempo, haha.- dice recargándose en la pared junto a la fila y sonriéndoles a ambos. Dejó salir un suspiro, mirando de reojo a los dos chicos de su fraternidad.

"Cuándo fue la última vez que tuviste una plática sincera con alguien que no fuera el equipo, Korhonen?" se pregunta de pronto en sus pensamientos, dándose cuenta que, en efecto, siempre que tenía pláticas así, simplemente apagaba su cabeza y se perdía en las nubes mientras los demás parloteaban. Tal vez ya era hora de dejar eso atrás y estar consciente de todos los demás... tal vez ya era hora de buscar amigos de verdad en vez de simples admiradores y compañeros sin rostro.

Con una media sonrisa en la cara, el pelirrojo levanta la cabeza una vez, cuestionando con ese gesto a ambos -Y cómo les ha ido en clases? Ya les enseñaron de los hechizos combinados o todavía no?

La cara de Hazel me sorprendió un poco y respuesta, le iba a contestar cuando pregunto por Lucas, Pues... me detuve al ver que había llegado otro compañero, al parecer ya conocía a Hazel que no era sorpresa ya que había sido el capitán del equipo de Srad, decidi presentarme en una oportunidad hola mi nombre es Raynor le dije al recién llegado.

Pues aun no, pero conozco un hechizo combinado jeje digo no es mucho pero mas o menos me doy una idea le respondí a Hazel , ammmm y que vas a comer ???jeje quieres que comamos juntos para continuar la charla ??? les dije al ver que la fila había avanzado hasta que era nuestro turno.

El pelirrojo le sonríe a Raynor. -Bueno, por algo se empieza. Ya verás, luego estarás tirando hechizos combinados como si tu vida dependiera de ello, sobre todo siendo nuker :'D.- dice riendo un poco para luego seguir avanzando detrás del chico nahual.

No pudo evitar sonreir cuando el chico le preguntó si quería comer con ellos. En realidad sí, sí quería... Raynor tenía un no-sé-qué bastante agradable, el chico parecía tan despreocupado y neutral hacia todo que casi era extraño que estuviera en Srad. Sin embargo, apreciaba mucho que le ofreciera una mano amiga y una sonrisa a pesar de todo lo que pasaba a su alrededor. -Claro, siempre me sentaba en esa mesa de allá.- dice señalando la mesa donde siempre se había sentado junto con su viejo equipo. -Es algo así como que la mesa oficial del equipo de Srad. Ya no estoy ahí, pero creo que uds deberían hacer costumbre de tomar ese lugar- dice sin borrar la sonrisa de su cara. En ese momento, Lucas apareció de la nada, poniendo su puño como saludo como siempre lo hacía. -Hey, Lucas.- dice mientras correspondía el saludo. -Bien, pensando qué comer... creo que...- el ex-carrier se asoma al plato del nahual león - Creo que comeré lo mismo...- dice babeando al ver las costillas. Después de pedir su comida (porción triple, ni más ni menos), el pelirrojo voltea para atrás para ver a Bony, que se había resagado, como siempre...

Hazel sonríe de lado, arqueando un poco una ceja. -Hey, Bony! Ven también, comamos juntos!- dice regresando un par de pasos para ponerle la mano en la espalda al chico más bajito. No se dio cuenta que lo hizo con la mano de metal, y probablemente al conejo le doliera un poco el contacto algo brusco que caracterizaba al australiano, pero lo estaba haciendo con la calidez de la que siempre se había jactado. -Qué vas a pedir?- le pregunta al chico conejo sonriendo.