Reunión e interrogantes

Clementine por fin lo había dejado irse. A Noah y a Sócrates los retuvo un poco más de tiempo, puesto lo que que ellos sufrieron fueron heridas de verdad, a diferencia suya, que sólo sufrió de un consumo excesivo de energía. Bueno, aparte de eso, los niños no estaban tan acostumbrados a los golpes como él...

Dado que la doctora sólo lo dejó irse a una hora que quedaba incómodamente a la mitad de una clase, el chico pensó que podría darse ese tiempo ausente para ir a la oficina de Kodran como le había indicado. No quería demorarse mucho, pero también había caído como guante en mano la petición que le hizo el profesor, puesto que tenía cosas qué preguntarle... le había dicho a Sebastyan que intentaría llegar al fondo de esto, y Kodran era un buen primer paso para esa "investigación".

Hazel llega caminando a la enorme puerta de la oficina principal de la casa Srad. El olor a tabaco y cigarrillos que caracterizaba tanto al profesor podía sentirse desde el piso anterior a este, era un olor que, aunque al principio le había desagradado un poco, había llegado a encariñarse con él, y ahora le traía buenos recuerdos de las primeras veces que entrenó con el que pasó a volverse su mentor. Hazel saca de su bolsillo derecho la daga que había dejado Kodran para él en la enfermería y la inserta en la ranura en el centro de la puerta, inmediatamente iluminándose de color rojo y de la misma forma iluminando una pared de runas luminosas del mismo color por toda la puerta. La oficina no tenía un orificio para llaves, sólo podía abrirse con ese tipo de magia. El vampiro le había enseñado a materializar las mismas dagas hacía un tiempo, pero siempre se le olvidaba qué era lo que tenían que decir las runas. El latín simplemente no era lo suyo. Después de que desaparecieron las runas, el sonido del cerrojo abriéndose se dejó oir.
El chico pelirrojo suspira inflando los cachetes, estaba algo nervioso. No tenía idea de cómo le preguntaría al profesor sobre lo acontecido, sabía que si decía una palabra en falso, probablemente no le soltara ningún tipo de información. Intentaría colgarse del hecho que Sebastyan, Naami, Noah y Gustav, y él incluído, ya se habían visto involucrados. Sobre todo Naami....
El capitán aprieta su puño con fuerza decididamente, con un gesto cargado de una furia que intentaba reprimir dejándose ver en su rostro.
"No hay tiempo para nervios... tenemos que llegar al fondo de esto..." piensa para sí. Sí... quien quiera que haya sido el que le hizo eso a su compañera tenía que pagar. Y caro.
El chico empuja el lado derecho de la puerta de forma lenta pero firme, asomando sólo la cabeza.

-Aquí estoy, Kodran... estás dentro?- dice buscando al vampiro con la mirada en la enorme oficina bañada por los rayos anaranjados del sol, que ya estaba listo para ponerse en el horizonte.

Cuando el muchacho asoma la cabeza suena la voz de Kodran desde el fondo de la pieza

- No, soy un producto de tu imaginación en estos momentos me encuentro en un pub de Londinium bebiendo cerveza y escuchando un buen blues. -se notaba un poco de sarcasmo en la frase pero al terminarla volvió a su voz habitual - Pasa Hazel, ponte cómodo y dime que no te has escapado de alguna clase para venir, recuerda que vas atrasado y no quiero que el carrier del equipo quede fuera por tener bajas varias materias.

Cuando Hazel se acerca al escritorio comienza a escuchar una canción que el vampiro estaba escuchando en un volumen relativamente normal (un poco por encima del máximo permitido por el reglamento de los dormitorios) y lo encuentra viendo a través del vitral que había. Antes que el muchacho llegara a siquiera tener al alcance de su brazo la silla y sin voltear a mirarle es atacado con una pregunta.

- ¿Con que artefacto o catalizador lograste elevar tu Glas Ghaibleann a ese nivel?


Rime of the Ancient Mariner

La expresión del capitán se tornó por una poco divertida al escuchar el sarcasmo de Kodran. "Har har...¬¬" pensó, imitando la expresión de sus pensamientos con su rostro. Empezó a caminar por la enorme oficina teñida por el color de la luz traspasando el vitral.

- No te preocupes, no voy a--

El capitán fue interrumpido por la pregunta del profesor, quien, como siempre lo hacía, había escupido esas palabras de la forma más brusca posible. Hazel simplemente se detuvo en seco ante sus palabras, quedando con un brazo puesto sobre el respaldo de la silla acojinada con terciopelo escarlata. Iba a jalarla para tomar asiento, pero eso simplemente lo hizo quedarse algo petrificado.
La mirada del chico se clavó en el piso, enmarcada con un gesto de desconcierto. Pasaron unos cuantos segundos de silencio antes de que pudiera darle una respuesta a Kodran.
Quería decirle algo como "Por qué estás tan seguro que usé un artefacto?". Quería cuestionar la "fe" que tenía su viejo mentor en su poder, sin embargo, sabía que no serviría de nada engañarse... por sí solo jamás hubiera sido lo suficientemente fuerte para derrotar a ese monstruo, por más que eso hiciera que su orgullo doliera un poco.

- Clementine me dio prestado un rosario...- dijo con un tono algo serio y apagado -Cuando desperté, Sebastyan me dijo que era una reliquia que pertenecía a un cazador rumano llamado Adam Popescu. Hace que el valor de los cazadores aumenté... y que nuestros hechizos sean mucho más fuertes, pero consuman más energía...

El alumno dejó escapar un suspiro. No le gustaba dar esa explicación. Mucho menos a Kodran. -Es por eso que quedé inconsciente tanto tiempo. No pensé que usar mi mejor hechizo fuera a tener ese efecto...

Quiso decir tantas cosas más... "No me arrojé a los lobos a que me comieran como dijiste, he aprendido, soy fuerte, puedo ser de utilidad, PUEDO PELEAR". Pero ninguna de ellas salió de su boca. De cierta forma, el contarle esa corta historia a su mentor era algo humillante. Aunque hubiera destruído al monstruo de un solo golpe, era como si no lo hubiera hecho él...

- Así que usaste el rosario de Popescu sin mayor daño que la perdida de energía, he sabido de cazadores que pierden el brazo cuando creen que pueden blandir el rosario del "raticida". Es mejor no depender de juguetes como ese, aún que esta vez la ocasión lo ameritaba. Bien hecho Hazel, ahora dime: ¿Cuales fueron tus fallas así como las de Silvari y las de Hemsworth?, se que era un elemental, pero podemos sacar provecho del evento, habla cazador, habla.

Mientras le decía aquellas palabras se acercó a su escritorio para acomodarse en su silla y encender un cigarrillo, bajó un poco el volumen del aparato y esperó la respuesta del discípulo.

- Eh....- Hazel dudó por un instante al escuchar lo que el profesor tenía que decir sobre el rosario. "De verdad esa cosa puede ser tan auto-destructiva?" pensó. Sin embargo, definitivamente las palabras de su maestro lo hicieron sentir mucho mejor. Escuchar un "Bien hecho" que fuera sincero de Kodran no era algo que pasara todos los días, y el hecho de que, si lo que dijo era cierto, hubiera podido resistir tal poder por sí solo lo hizo dar un suspiro de alivio, seguido de una sonrisa que se formó en un costado de su cara.

Con el cuerpo más tranquilo, prosiguió a jalar la silla de los invitados, tomando asiento cómodamente con los brazos detrás de su nuca. Empezó a empujarse un poco hacia atrás, balanceando su silla sólo sobre el par de patas traseras de esta.
Esas interrogantes de Kodran eran muy comunes, así que no reparó mucho en la palabra "fallas". Estaba bastante acostumbrado.

-Hmm... debo confesar que me confié un poco... al principio estaba algo confundido porque era el mismo día de la novatada, y vamos, con el historial que se carga el Sensei...- una ceja se arqueó en el rostro del capitán - Pero una vez que vi al monstruo en acción me di cuenta que no tenía nada que ver con eso...

El chico soltó un suspiro. -Pero sí, de hecho, sí estaba algo confiado, pero es que, estoy seguro que entiendes. Cuando tienes a tus compañeros de años cerca de ti y sabes que son un buen equipo sientes que puedes vencer todo lo que se te ponga en frente!- habló con una sonrisa boba en el rostro -Al principio simplemente me arrojé hacia esa cosa para distraerlo y que Gustav pudiera llevarse a los demás alumnos lejos, y funcionó!... Pero...- hizo una pausa, llevándose una mano al mentón -...creo que debimos analizar mejor el origen del elemental... cometí el error más básico que puede cometer un capitán :C... de seguro Sebastyan lo sabía y no lo dejé hablar. De ahora en adelante siempre le preguntaré cosas sobre el enemigo antes de siquiera intentar un ataque. De haber sabido que esa cosa podía poseer personas con el simple contacto, hubiera hecho una formación espalda con espalda en triángulo para cuidar todos los ángulos de cada uno de nosotros. Tendríamos que haber peleado a la defensiva, lo cual no es mucho de mi agrado, pero teniendo un arquero del calibre de Sebastyan hubiera sido más sencillo... además que pudimos haber abusado de las ondas de choque que puede provocar Gustav, y si se acercaba, pues, para eso estoy yo, cierto?

Al terminar su larga explicación, el chico se queda mirando al rostro de su mentor buscando su aprobación. Ese tipo de "ejercicios" no sólo lo ayudaban como entrenamiento para su vida futura, sino que también lo ayudaban mucho para sus encuentros en el Mugby. De cierta forma, Kodran era su segundo "coach".

- Siempre te lo he dicho, escucha a tu equipo, aun el más inexperto puede tener la respuesta a una situación de peligro... me parece sensata la formación de triangulo. Estas en lo cierto respecto al uso de la capacidad de rango de Silvari, sin embargo, estabas en un área con edificios que podían tener personas inocentes, las ondas de choque de Hemsworth podrías dañar las construcciones porque a pesar de ser alumnos de quinto no les era posible saber las condiciones internas de las estructuras.

El profesor hablaba mirando directamente a los ojos de Hazel, había adoptado esa costumbre para dar a entender que aquellas palabras no debían ser olvidadas. Cuando terminó se reclinó en su silla y tras exhalar una bocada de humo hacia el techo se relajo un poco y continuó con una pregunta que al cambiar el tema daba por sentado que el motivo de su llamado había terminado.

- Supe que la casa de Sal está buscando carrier, tu que eres toda un autoridad en materia de sociales y ya que a los guardianes de casa no se nos permite meternos en esos asuntos ¿Podrías decirme si hay candidatos?

Una vez que la mirada de su mentor se desvió al techo para echar el humo de su cigarrillo, Hazel bajó la suya, llevando una mano a su nuca para rascarla pensativo. "Pero creo que Gustav puede controlar el área en el que el suelo vibra en realidad, no es una onda expansiva normal..." pensó. Sin embargo, no estaba seguro, así que no tenía caso sacarlo a la discusión con su maestro. Él tenía razón, no podía arriesgar vidas inocentes sólo por no estar 100% seguro de las habilidades de su compañero... tenía que agudizar su preparación, sobre todo por la situación en la que se encontraban ahora...

La voz de Kodran lo sacó de sus pensamientos. Sonrió de lado ante el título de "autoridad en materia de sociales", le parecía gracioso que Kodran lo llamara de esa manera. Al menos en algo el chico era más fuerte que él, en caerle bien a la gente. Sin embargo, su sonrisa se esfumó en un gesto cansado y preocupado al escuchar el resto de la pregunta.

-Sí, de hecho, ya escogieron al carrier nuevo... es nada más y nada menos que Noah Fenian... el chico de primero que viste en la enfermería? -el capitán hizo una pausa para liberar un suspiro -Es una locura!! Cómo es que pueden aceptar niños de primer año como carriers!? Qué no aprendieron nada de lo que me pasó a mí?! >_> Y lo peor de todo es que el mocoso está en el equipo némesis de nuestra casa, así que voy a tener que pegarle el doble de duro...

Hazel se lleva una mano a la frente en señal de frustración. Ya había olvidado ese asunto de que Noah era el nuevo carrier de Sal, y el solo hecho de recordarlo hizo que empezara a sentirse preocupado por el niño de nuevo. -Tienes idea de lo que será cortarle la cabeza a un niño que vi crecer y ayudé a criar?!- luego el pelirrojo se quedó en silencio un segundo, viendo la cara de Kodran -De hecho, olvídalo, a ti probablemente te parecería maravilloso tener la oportunidad de entrenarlo a tu estilo con el sistema de cuerpos falsos de Mugby, verdad?- dijo arqueando una ceja y entrecerrando los ojos sin apartar la vista de los del profesor.

Esta vez fue Hazel quien soltó una carcajada al escuchar el primer comentario de Kodran. Cuando calmó su risa, se dejó ir en el respaldo de la silla aterciopelada y dejó colgar su brazo izquierdo sobre el brazo de la misma lánguidamente.

- Vamos, uno pensaría que me conoces mejor. Sí, estoy preocupado, creo que es muy joven aún y ya sabes que me gusta sobreproteger a los demás. Pero ya hablé con él. Me sigue pareciendo una locura que ÉL vaya a ser el carrier, pero fue su decisión, así que la respetaré de la forma que tú me enseñaste.- hizo una pausa, aseverando un poco su expresión. - No lo voy a tratar como un oponente más. Lo voy a tratar como el oponente más peligroso de todos. Créeme, no necesitará entrenar contigo para volverse un asesino en el Mugby. Conmigo va a bastar.- dijo sonriendole confianzudamente a su maestro. -Aparte de todo, hasta ahora conozco todos los hechizos que puede hacer, pero ese niño puede manipular el mana azul, y eso podría ser muy peligroso en el campo. Claro, no está permitido teletransportarse y esas cosas, pero de todas formas. Hasta ahora tiene la desventaja de que la mayoría de sus hechizos sólo funcionan al contacto físico, así que mientras pueda mantenerlo a raya será totalmente inutil, al menos las primeras veces. Pero insisto, no te preocupes, lo haré sufrir. Tengo fe en que lo soportará... veamos si es tan testarudo como dicen que soy yo, hahahahaha.

- No esperaba menos de ti. Ahora muchacho, si no tienes algo más que decir a tu favor o en tu contra, puedes retirarte mis asuntos contigo han terminado, supongo que necesitas algo de tiempo extra para recuperarte en tus materias y reunirte con tus compañeros de equipo, si lo deseas puede retirarte...

El vampiro no intentaba correr a Hazel, sabía muy bien que tras estar en inconsciente por varios días tendría algunos pendientes a resolver y al menos con él ya había terminado el primero...

-En realidad...- el chico habló algo inseguro, lo cual no era algo usual, y el vampiro lo sabía, a pesar de que él mismo había provocado muchos de los episodios de inseguridad en la vida del chico -Sí, sí hay algo más de lo que quiero hablar...

El pelirrojo se incorporó un poco para reflejar la severidad de la situación que quería discutir con Kodran.
- Tengo que preguntarte algo, Kodran, y te lo preguntaré no como tu alumno, ni como tu discípulo... quiero que seas sincero conmigo, por este par de años que llevamos de ser amigos... -hizo una pausa algo larga para tomar un poco de aire, dejando ir un suspiro, como preparándose para un momento de peligro y tensión. - ¿Qué demonios está pasando en el Instituto? Puede que no sea la persona más inteligente del mundo, pero sé que algo anda mal. Esos monstruos y el tipo que vieron con Naami de cuarto año no eran una simple ilusión, todos lo saben. Además de eso....realmente esperas que me crea que el coach Joe se tomará este año de vacaciones? Lo vimos un día antes de empezar el curso, Kodran. Mira... - dice bajando la mirada al piso, intentando acomodar sus ideas -Sé que de seguro no puedes decirme todo, pero necesito saber qué está pasando para poder hacer algo al respecto, sabes que no soy de los que puede quedarse de brazos cruzados esperando a que los maestros resuelvan las cosas por mí. Estoy seguro que puedo ser de ayuda en algo...

Los ojos del que frente a Kodran no era más que un niño estaban clavados directamente en los del oscuro. Y en su expresión estaba marcada esa mirada, esa mirada que le dio a Hazel su reputación de testarudo y temerario, y que el profesor conocía muy, muy bien.

El vampiro apagó su cigarro y avanzó rodeando el escritorio para quedar frente a Hazel, su mirada era severa y fria, como la recordaba el estudiante aquella tarde en tercero, no había ni un solo destello de amistad o de su profesor, tenía frente a él a un Drakul de alto rango y sabía de lo que era capaz (o al menos tenía una idea clara de ello). El lugar se llenó de un aura oscura e intimidante incluso la luz parecía ceder un poco ante aquella explosión súbita de mana. Los ojos antes grises se tornaron negros y una voz llena del poder y la altanería que solo aquellos que eran de cuna noble y oscura sabían hacer

- Humano -comenzó Kodran (cuando el se refiere a la raza de su interlocutor no es de manera racista, sino una forma de advertir que pueden pasar cosas malas) -, El profesor Joe tomó unas vacaciones. Tu deber es para con tus compañeros de Instituto, nada más, entrometerte en los asuntos de tu director no está permitido y no te dejará bien librado... te prohibo estar husmeando o deberás sufrir las consecuencias. Lo ocurrido fue un evento desafortunado, lo mejor que pueden hacer tu y tus amigos es continuar con su formación y sus hábitos. Si les requerimos serán llamados, en caso contrario DEBEN mantenerse a raya o estropearán los progresos... Hazel Korhonen ¿He sido claro?

en el momento en que hacía la pregunta puso su mano en el hombro del muchacho quien la sintió mucho más pesada de lo habitual y le provocaba una sensación que le decía que estaba en peligro pero a la vez que si se movia no sería agradable el resultado.

Al empezar a obscurecerse el cuarto, Hazel sintió que su estómago se hacía un nudo. La última vez que había sentido esa presencia había sido entonces, cuando Kodran se encargó de marcarlo de por vida por castigo a su altanería. Los ojos del pelirrojo se empezaron a abrir, reflejando un poco del miedo que le infundía su maestro, más por los recuerdos de esa horrible ocasión que otra cosa. Un dolor punzante se hizo presente en su hombro, y el chico no pudo evitar llevar su mano izquierda a la cicatriz.

Pero no, no lo lograría, no esta vez... no así.

Mientras el profesor hablaba, el ceño de Hazel empezaba a fruncirse, y empezaba a apretar los dientes, hasta que no quedó en su rostro más que una expresión llena de ira incontrolable. El gigantesco peso de la mano de Kodran sobre su hombro era tan... intimidante, pero no le importó. No podía quedarse así, no dejaría que hicieran eso.

El capitán juntó todas sus fuerzas y su valor y de un violento manotazo apartó la mano de Kodran de su hombro, impulsado por la ira.

- CÓMO PUEDES DECIR ESO?!?!- pregunta gritando con rabia -Qué quieren que esperemos ahora?! Esas cosas... Si ustedes se hubieran encargado no habría pasado lo que pasó!!! Y Naami y Gustav estarían bien!! QUIERES QUE IGNORE ESO?! LA HAS VISTO, KODRAN!??!
Eso fue suficiente para hacer que el chico cayera en la desesperación. Después de lo que había pasado con sus amigos más cercanos... todos ellos habían resultado lastimados, heridos... y al final, simplemente intentarían hacerlo a un lado. No podía quedarse así.

Hazel ya no estaba pensando...

Tras el manotazo de Haziel, Kodran terminó su tranformación y esta vez una niebla negra brotó debajo del vampiro y de esta comienzaron a salir sonidos extraños... como de animales agresivos.

Apenas el muchacho termino su ultima pregunta ya tenía la mano del oscuro en su cuello ejerciendo más presión de la habitual para ese agarre que era común en él, además estaba a varios centímetros del suelo y aquella niebla se le acercaba con la intensión de tocarlo y tenía la sensación que "algo" estaba intentado más que alimentarse de su mana, trataba de "morder" su alma. La mano libre estaba fuertemente cerrada y estaba rodeada de una aura tan negra que parecia engullir la luz a su alrededor.

- Humano, si hubieramos estado ahi ahora estarían muertos... MUERTOS. No me digas lo que tengo que hacer mocoso, ni tampoco creas que el daño que han sufrido MIS protegidos quedará impune, tal vez no fui claro hace un momento: Tu y tu equipo permanecerá traquilo y no andarán con estupideces, esta es la úlitma advertencia con palabras... lo preguntaré de nuevo: Hazel Korhonen ¿He sido claro?

Las palabras del vampiro delataban un poco de ira y un poco de un deseo de destrucción que anciaba salir y aniquilar todo a su paso, su mirada en esta ocasión era completamente desconocida para Hazel y hasta cierto punto le recordó la del elemental oscuro que había enfrentado hacia algunos dias.

El dolor en su hombro se empezó a hacer insportable. Era como si sus huesos estuvieran en llamas, justo en el centro de su médula. Al verse envuelto en la obscuridad, un miedo que jamás había sentido empezó a apoderarse de él. Sus ojos empezaron a abrirse más y más...apretó los dientes fuertemente, intentando no dejar salir ese miedo que empezó a invadir su corazón, pero el agarre en su cuello estaba empezando a cortar su respiración. De hecho, no podía sentir el aire entrando a sus pulmones.

Abrió su boca lo más que pudo para intentar respirar, pero no lo logró. Desesperado llevó las manos al brazo de Kodran para intentar quitarlo de su cuello, pero de alguna forma se estaba quedando más débil... no era sólo por la falta de oxígeno, algo estaba drenándolo de toda su energía. Sentía poco a poco su espíritu irse... y estaba olvidando... cosas...

Intentó patalear, forcejear, ALGO. Pero no logró nada. Lla ira lo consumía, no podía salir de ahí sin conseguir nada, no de esa forma. Al ver los ojos negros y abismales del que ya no era su mentor, una llama de furia se apoderó de él y lo vio directamente a los ojos, expulsando todo el odio que había guardado en su interior desde niño, ese odio que marcó toda su vida y que lo definía en el mundo de los magos.

- Suél....ta...me....- dijo con la voz cortada por la falta de aire. Quería gritar, quería maldecir su nombre, quería mandarlo directo al infierno, pero no podía. Ninguna palabra pudo salir de su boca. El cazador estaba derrotado. Lentamente ambos brazos del chico cayeron lánguidamente a sus costados, y sus piernas dejaron de moverse. Sus ojos seguían abiertos, y sus dientes aún estaban apretados con fuerza, pero en su rostro ya no se veía energía alguna.

De pronto... como si hubiera despertado de un mal sueño o mejor dicho de un hechizo de ilusión Hazel se agitó y reaccionó encontrandose "desparramado" en la silla del profesor. Uno de los estandartes ardía en una llama color azul y al centro había un gran golpe en el recio muro de roca, frente a él estaba Kodran ya en su forma habitual, tenía la mirada seria y ambas manos apoyadas en el escritorio, en la izquierda eran claramente visibles algunos pequeños restos del impacto. Cuando el muchacho volvió en si, una vez más, sin esperar alguna reacción más de su discipulo el vampiro habló

- No tientes poderes que no conoces y nunca olvides que los de mi raza somos agentes de destrucción, son pocos los que no tienden a eso y yo no estoy en la lista, bueno, al menos entro y salgo en momentos. Espero haber sido claro... de todos modos lo diré una vez más y con temor a sonar como un padre regañón, por última vez, deja que nos encarguemos de esto, nadie toca a mis protegidos sin recibir castigo pero necesito que no esten cavando demasiado o se toparan con cosas que aún no estan a su alcance y puede que no haya nadie cerca o una vez más dividan el Instituto para debilitarlo... Aquel que toco a la srita Khöler y los hirió tendrá que verselas conmigo y como pudiste darte cuenta, no es algo muy grato... Te debo una, esta vez me excedí, solo hazme caso mocoso testaduro y termina el sexto curso antes de querer enfrentar a un Drakul consumado.

El vampiro le tendió la mano al cazador que parecía seguir aturdido pero Kodran sabía que era capaz de escuchar y entender todo lo que había dicho.

Al tenderle la mano, Kodran puede ver como el gesto de Hazel pasa de ser uno aturdido, sorprendido incluso, a descomponerse por una fuerte mezcla de enojo y tristeza. El joven capitán no pudo evitar que toda la frustración que sentía en ese momento se volviera evidente en su rostro, y a pesar de que Kodran había sido la única persona que había logrado romper la confianza y seguridad del muchacho en toda su vida, el gesto que cubría su cara esta vez era diferente. En ese entonces estaba lleno de miedo. Esta vez sólo podía verse un amargo y triste resentimiento.
Apretando fuertemente los ojos y los dientes, el chico baja la cabeza por un instante, y luego se para impulsivamente sin tomar la mano de Kodran.
Aún con la mirada clavada en el piso, se da la media vuelta y empieza a caminar tempestuosamente hacia la puerta, abriéndola de un fuerte jalón.

Antes de salir, voltea sólo a medias, sin mirar al profesor.

-Sí...está claro.- dice con la voz tensa y luego procede a salir de la oficina. Tanta era su rabia que ni siquiera se inmutó de cerrar la puerta.

Lo último que puede escuchar el vampiro son los retumbantes pasos de las botas de Hazel chocar contra el suelo de mármol del pasillo, al principio con un paso rápido, pero normal, pero pronto se vuelve el sonido de un par de piernas corriendo lo más rápido que podían.

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Hazel sólo corrió, no sabía a donde, dejó que sus piernas dictaran el camino. Aún tenía los ojos cerrados y los dientes apretados. Eventualmente llegó a las escaleras que llevaban a la azotea de la casa Srad. Sin pensarlo dos veces el chico subió, saltando dos escalones en cada paso, y salió al techo. No estaba permitido, pero no le importaba.
Una vez fuera, se arquea hacia atrás con fuerza, dejando escapar un fuerte grito lleno de ira mientras una enorme llama sale de su boca.
Rápidamente se da una vuelta y golpea la pared del pequeño cuarto que servía para alojar las escaleras, una, y otra, y otra, y otra vez. Llamaradas salían de sus puños con cada golpe, dejando pequeños cráteres negros hundidos en el concreto. Después de dar un último golpe, el chico deja escapar otro grito acompañado de una flama azul, pero esta vez hacia el piso, con la cabeza hundida entre los hombros, y apoyándose violentamente en la pared con un puño.

Ese fue el punto culminante. Ahí fue cuando se sintió totalmente derrotado, inutil, patético. No se dio cuenta cuando un par de lágrimas se escaparon de sus ojos por el coraje que sentía. Aún seguía gritando, pero la frustración había transformado sus gritos en débiles sollozos. Se dejó caer de rodillas, como si le rogara a la pared por algo de consuelo.

Pero no, no lo habría, una pared no le daría consuelo, nadie más que él mismo lo haría. Después de derramar un par más de lágrimas, el capitán logró calmarse. Respiraba pesadamente, pero ya había pasado lo peor.

Torpemente el chico avanzó hacia la pared para recargar su espalda en ella, y dirigió su rostro al cielo. Por fin abrió los ojos.
Una parte de él quería odiar a su mentor, odiarlo hasta el fin del mundo. Pero no, no podía, no debía. El odio no debía apoderarse de su espíritu. No de nuevo. Nunca. Más.
Sabía que lo hacía para intentar protegerlo (muy a su manera), pero no había peor cosa que le pudieran decir a Hazel Korhonen que "no te metas" cuando se trataba de algo con tanto peso para él. Lo había orillado a ese sentimiento insoportable de impotencia que había sentido hacía 2 años, pero esta vez ya había crecido, ya era más fuerte. Esta vez era mejor que eso.

Cerró los ojos una vez más, dejando ir un último respiro agitado. Fue largo. Finalmente recobró su ritmo normal, y después de unos minutos, se volvió a poner de pie, una expresión rota pero determinada asomándose en su rostro.

Ahora sabía que estaban solos...

Kodran solo bajó la mano y dio media vuelta siguiendo con la mirada al muchacho y sintiendo la "pestilencia" de rabia que deja a su paso, al quedar la puerta abierta escucha el andar del alumno mientras se convierte en una carrera. Cuando el sonido de las botas se pierde por completo el vampiro enciende un cigarrillo y mientras lo hace, recuerda la expresión del pequeño Hazel cuando le destrozó el orgullo y dejó una cicatriz que no sanará en tanto viva y la compara con el rostro que había visto hacia unos instantes, con un ademán de su mano cierra la puerta y comienza a decir en voz alta.

- Parece que la intimidación no funcionó tan bien como esperaba me dejé llevar un poco por mi ansia de sangre y puede que esta ocasión el mocoso mal interprete la intensión - tras decir eso suelta una carcajada y continua-, Drakul idiota, casi lo matas y te preocupa el mensaje... debo admitir que se ha hecho más fuerte, no se orinó encima y además me enfrentó. Espero que con eso su grupo se mantenga alejado de los problemas... vana esperanza Kodran, ese cabeza hueca no tardará mucho en comenzar a planear algo. Hablando de grupos, es hora que visite a Naami y después a Gustav... mocoso estúpido, antes de hablar con alguien debo "matar" esta ansia o alguien más saldrá lastimado...

Cuando dijo eso tomó una daga y se cortó en un brazo puso su otra mano sobre la sangre que manaba por la herida y tras recita un hechizo un murcielago hecho de sangre se materializo listo para volar "dile a Keitaro que necesito ir a cazar y esta ocasión me temo que los animalitos del bosque no serán suficientes". La criatura no hizo nada pero en cuanto Kodran abrió la puerta para salir, el alado comenzó su veloz carrera para encontrar al director en tanto el invocador salia de la casa de Srad con un visible mal humor (por lo que nadie interrupió su andar).

Nada había salido como había pensado, la intimidación lejos de serle util casi hace que hiera más de la cuenta a uno de los pocos alumnos que el creía que no le veia con miedo u odio, y se había convertido en casi un buen amigo para conversar. Aquello no le gustaba, aún menos que su ansia de sangre hubiera despertado de esa manera, sin embargo, el sabía perfectamente que era la espada de Keitaro y como tal en ocasiones (casi inexisitentes pero casi), debía hacer cosas que no le agradaban mucho.

Dos horas después de que Furukawa recibiera el murciélago carmesí, Kodran volvió al Instituto con un aspecto y humor renovados. Por la noche reportarían una misteriosa muerte de un hombre que estaba huyendo de la policia por tener cargos de homicido, le encontraron desangrado en una habitación de motel con simbolos pintados en las paredes... "Un acto atroz de alguna secta extraña cobró la vida de un hombre que era buscado por la policia por delitos graves, ¿Coincidencia o Karma?"...