No está de más aprender algo nuevo

Desde dentro de la oficina, se escuchan los pasos de alguien que va corriendo frenéticamente. Mucho. Después se escucha un potente golpe junto a la puerta. Después, silencio. Unos segundos después, se abre la puerta de la oficina de Fado y se ve la puerta de Kalle sonriendo buscando con la mirada hasta encontrar a Fado.

-HIHIHIHIHI!!!- Kalle se ríe, se sale y cierra la puerta.

Kalle es muy extraño, es como una especie de nerd pero con la energía de un rocker old school, solo que él es una versión popper. Cree que la mejor música del mundo ha sido el pop se dio en los 80's y 90's y lo demás ha sido una completa basura. Lo bueno es que al menos el pop tiene una vibra más relajada, pero es igualmente de apasionado que un rocker, pero de la manera negativa. Su padre es un mago gris con rojo, mientras que su madre es una poderosa hechicera gris con negro; ambos pegaron el grito en el cielo cuando Kalle comenzó a expresar mana blanco. "Un soporte, una vil asistencia", decía ellos. Kalle creció con una visión externa bastante negativa de los magos blancos, pero él comenzó, gracias a que eventualmente expresó mana gris, que podría llegar a ser tan importante que con un solo hechicero negro de su lado, podría derrotar a un ejército completo. Por eso, él cree que el mago blanco es el principal en la batalla, que el hechicero de ataque es solo un peón orquestado por la habilidad e inteligencia del curandero. Tenía el potencial, y lo sabía, pero no pensó que lo usaría jamás... hasta que sin querer, empieza a enterarse un poco de lo que ha pasado en la escuela y reflexiona acerca de sus posibilidades. Si un soulbound de quinto murió siendo tan poderoso, él que era un niño humano con cuatro hechizos, ¿qué chances tenía?

La puerta se vuelve a abrir la puerta.

-HOLA, LÄRARE FADOOOO~~~ OWO- dice entonado el chiquillo, mientras corazones de mana salen de él. No estaba enamorado de Fado, cabe aclarar, solo lo quería mucho, quizás no como un padre ni un abuelo, tampoco como un hermano... tal vez, como una mascota, sí. Ese hombrecillo le causaba una sensación de ternura que dominaba sobre cualquier traza de respeto que pudiera sentir, aparte del que sentía por sus papás, ABBA, Madonna y Michael Jackson.

Kalle camina hacia donde está el escritorio de Fado y sonríe.

-¿Estás bien ocupadooo?- pregunta con su cetro mágico.

El profesor había percibido la mota color rosada acercándose desde hacía varios minutos. Era un niño muy peculiar, sí, aunque tal vez no tanto como Juanito el d'jarda con doble personalidad que le gustaban las cosas brillantes y siempre estaba aventándose a los hechizos negros de elemento de luz. Tal vez no tan peculiar como él, pero al parecer sí compartían esa misma densidad y carencia de percepción que era tan necesaria en un miembro de Sal. De hecho, esos niños eran los más difíciles, puesto que su trabajo, al fin y al cabo, era producir magos que hicieran orgullosos a sus padres. Y los magos blancos generalmente se dedicaban a la medicina, así que tenía que hacer que fuera más perspicaz.

Lo primero que puede notar Kalle (creo) es que su cetro mágico no funciona en la oficina y no aumenta el volumen de su voz como normalmente lo hace. El profesor da vuelta a su alto asiento para fijar su cubierta "mirada" en el niño. - Todos estamos ocupados, jovencito. Pero en la fraternidad de Sal siempre tenemos tiempo para ayudar a los demás, no es así? Fufufu~- responde el profesor. Luego se dio cuenta que eran las 2 de la tarde y tenía una junta con el Director a esa hora para discutir ciertos cambios en sus horarios de clase para empezar los cursos de Magia Mental. "Oh, qué predicamento..." piensa el profesor sin cambiar su expresión. Bueno, no sería la primera vez que estuviera en 3 reuniones a la vez, así que...

-Pero, un segundo, qué le parece, joven Lundqvist, si cambiamos de aire para que sea más ameno todo, eh?- dice sonriente, y al tronar los dedos los dos aparecen en el invernadero de la escuela, el profesor sentado con una pierna apoyada sobre la rodilla de la otra y flotando en el aire, como si estuviera sentado cómodamente mientras fuma un poco de su pipa.

-Y bien? Dígame qué es lo que lo acongoja, pequeño jovencito~-

Kalle al darse cuenta que estaban en el invernadero, aplaude y ríe frenéticamente. Le encantaba cuando Fado hacía eso. Sentía como cosquillitas en el estómago, pero en vez de mariposas, tenía ciempiés (o al menos eso decía él).

Una vez más tranquilo, Kalle se explica.

-Ummm... bueno... yo... no sé ni cómo empezar. Me la he pasado super en clases y todo, aprendo muchas cosas y busco alternativas para mi evolución mágica. Tengo unas ténicas buenísimas pero solo son como tres, y una de mana negro pero es malísima, solo me ayuda a aturdir un poco a cualquier atacante que se me acerque y me da tiempo de huir. Entonces... a mí no me gusta atacar, pero de ser necesario lo haría. Quería saber si me podrías enseñar algo. Me daría mucho miedo que apareciera otro señor malvado y que nos ataque. Si el muchacho de quinto que dicen que era muy fuerte se murió, yo no quiero saber que me van a hacer a mí :C Entonces... quería saber si me puedes enseñar a hacer algo directamente sobre el enemigo. Un debuff, congelarlos, teleportarlos al Amazonas en un nido de anaconda, no sé. Algo que pueda aprender y sentirme orgulloso de mis habilidades. Algo que pueda servir para mis peones mientras estemos peleando, pero algo que también me pueda servir a mí si es que estoy solo, ¿me entiendes?

El niño abre los ojos como dibujo de anime y con una mirada que buscaba compasión, mira al profesor y pestañea inocentemente. Kalle tiene una afinidad por el hielo y tiene ese mana que no puede controlar, quizás el aprender a canalizarlo de alguna manera podría resultar en algo demasiado favorable.

-Dime que me ayudarás, yo sé que eres el indicado ♥

El profesor dejó ir un suspiro mental ante la petición del niño. Sí, sí, todo iba muy bien hasta que el niño hizo ese comentario de los peones. Ese tipo de mentalidad era un error fatal para un curandero, sobre todo un adepto de la magia gris, tenía que encontrar la forma de hacer que esas ideas se fueran de la cabeza del niño. Siempre había sentido una gran cantidad de mana (en bruto) dentro del cuerpo del pequeñín, por lo que sería una verdadera lástima que se viera desperdiciado de una forma tan... villanezca.

- Claro que te ayudaré, jovencito, pero no de la forma que tienes en mente, fufufu~- dice el profesor después de exhalar un poco de humo de su pipa. -Mi querido jovencito Lundqvist, desafortunadamente, es cierto que nos encontramos en una situación en la que un conflicto dentro de las instalaciones es una posibilidad, sin embargo, los alumnos que se han involucrado en ellos son chicos hasta cierto punto experimentados, y que han ido a combate bajo su propia voluntad. Si se diera el caso de que los villanos que quieren hacernos daño llegaran a las instalaciones de nuestro Instituto, ten por seguro que los demás maestros y yo nos encargaremos de protegerte a ti y a tus compañeros. Así que por ese lado no dejes que tu corazón se acongoje, fufufu~-

Lentamente, el sprite empieza a descender hasta quedar más o menos al nivel de Kalle, aún en su posición sentada, y al quedar bajo, se inclina un poco hacia adelante, sonriendo como siempre -Sin embargo... hay algo que tengo que hacer antes de que puedas aprender a controlar hechizos para lastimar a otros, y eso es, saber el valor que tiene la magia que ya sabes para con tus compañeros, y el que tienen ellos para contigo.- después de decir esto, el sprite se reincorpora y vuelve a dar una bocanada de su pipa. -Dime, pequeño Lundqvist, si llegaras a estar en un combate, que sería lo más importante?-

-Hihihi, ¡mi labor más importante es proteger a mis aliados! ¡Protegerlos de daños físicos, riesgos vitales y factores externos que los pongan en peligro! O al menos algo así es lo que me han enseñado...

Kalle se rasca la cabeza.

-No digo que me enseñes una técnica de ataque, al menos no creo necesitarlas, me gustaría algo de defensa, o al menos para escapar. Creo que soy muy joven para un Teleport, pero algo como un Mute o Invisibility estaría bien aunque... *suspiro* tal vez tampoco esté a nivel de aprender algo así todavía. No soy como los demás niños que ya tienen algo de experiencia, como Noah, que estuvo en Little Monsters. Yo era un niño normal que en casa practicaba con sus papás, pero la verdad no soy nada extraordinario.-

Los corazones emanados por su cuerpo comenzaban a partirse en dos. Cuando trataba de buscar en su cabeza alguna posibilidad de aprender alguna técnica fácil de aprender, buena y fácil de manejar, solo podía pensar en que solo tenía dos de las tres características.

-Lärare Fado, yo sé que ustedes nos van a cuidar, pero no quiero morir tan joven, tengo miedo. Yo quiero llegar a tener 120 y morir como mis genes lo mandan.