El regreso de Korven

Había sido un viaje largo. El avión de Estocolmo a Londrés había tenido una avería y se retrasó el vuelo, pero por fin, Korven estaba de vuelta a Furukawa, esta vez en sexto año.

Ya tiene como tres años en los que sus cuernos comienzan a desarrollarse. En Furukawa y en su tribu todos saben que sus cuernos son reales, en el mundo "normal" la gente cree que solo es un chico excéntrico con cuernos de reno, y gracias a unas cartas con influencia poderosa de los altos mandos de la Asociación de Grupos Sami, Korven puede subir a los aviones sin que las aerolíneas hagan preguntas con respecto a sus cuernos "ni lo obliguen a quitárselos".

Ahora que es joven, los cuernos se le caen en primavera, así que actualmente sus cuernos son de un tamaño discreto, unos 5-7 centímetros de alto. No le causan problema, en realidad es un orgullo dentro de los sami y no le importaba que "los demás" no lo entendieran.

Korven estaba en el jardín trasero del Instituto. Se había enterado que sus compañeros se habían enfrentado a un minotauro. Todo era tan triste y aburrido ahora.

-Awwwnnn... bueno, al menos el uniforme es diferente...- dice mientras observa los colores blanco y negro de su nuevo uniforme. Sabía que ahora estaba en la escala más alta de estatus dentro de los estudiantes. Se consideraba demasiado bueno, casi como para decir que era el mejor de la clase, aunque gente como Rhiannon empezaba a sobresalir más de lo esperado. No lo consideraba problema a final de cuentas, él solo tenía que entrenar para ser fuerte, hábil, educado en las artes y las ciencias, pues su título de futuro líder así lo exigía.

Hazel iba caminando por el jardín trasero, iba rumbo a los salones de clases después de recoger sus libros para hacer su tarea de Historia. Traía aún en sus manos el libro del Arte de la guerra que le dio Kodran, e iba con paso alegre y apurado. Definitivamente terminaba su semana de buen humor...

Para su sorpresa, al ir caminando por el césped se encuentra con un rostro familiar (y viejo!), el cual le hace sonreir y detenerse para cerciorarse de que era realmente él. De hecho, no tuvo que pasar mucho tiempo, al ver los cuernos lo confirmó.

- Oyeee!! Venao'!! : D- grita el pelirrojo saludando enérgicamente con un brazo en dirección a Korven y caminando rápidamente hacia él. Al llegar el pelirrojo le pone una mano en el hombro dándole dos palmadas fuertes pero amistosas y le extiende la otra mano para saludarlo. -Hacía mucho que no te veía!! Cómo te fue en Suecia? : D

-Hahaha! Hola, Hazel!

Korven tocaba sus cuernos, sabía que no era un venado, pero igual, ya se había cansado de hacerle saber a la gente entre un venado, un reno y un alce... y muy de vez en cuando, con alumnos de África, con antílopes...

-Todo estuvo bien en mi viaje, muy interesante, hubo una conferencia de tribus samis y se me ha presentado como un erudito, puesto que este año y el anterior hubo varias reuniones de orgullo de la identidad sami. La verdad es que me gusta mucho ser sami, pero estas ondas son como muy segregativas. Se habla mal del sami que se integra a las sociedades de los países que conforman Laponia... ya sabes... Como sea... también aproveché para ir de paseo a Stockholm y a la playa a Göteborg. Quise ir a Helsinki, pero no tuve tiempo. Esta vez sentí que las vacaciones se me fueron como agua. Está bien, igual ya me urgía regresar a la escuela; no me molesta, pero la verdad es que ser un nahual místico te puede llevar a ser un tanto reservado entre la sociedad común, y aquí me siento mejor.

Korven le da una palmada a Hazel en la espalda.

-A ti cómo te fue en tus vacaciones? Regresaste a Australia o fuiste a otro lado?

"Todo estuvo bien en mi viaje, muy interesante, hubo una conferencia de tribus samis y se me ha presentado como un eru..."

La sonrisa de Hazel no se borro de su rostro, y su mirada no se desvio de los ojos de Korven, pero para la mitad del primer enunciado, su cerebro ya no formaba parte de la conversacion. El pelirrojo solo se quedo asintiendo mientras sonreia amistosamente, demostrando un gran nivel de atencion de su parte, una tecnica que habia perfeccionado con los años despues de tener que entablar conversaciones casuales con media escuela sobre lo genial que era el Mugby y esas cosas. Habia sido su mecanismo de defensa para no perder la cordura. Al fin y al cabo, siempre que se encontraba con alguien y se detenia a platicar, tenia que enfrentar el mal humor de Sebastyan inmediatamente despues, asi que tenia que ahorrar energias que consumiria inevitablemente si ponia atencion a cada una de las palabras que salia de la boca de los demas.

La palmada en la espalda logro que Hazel regresara a la tierra, lo cual ni siquiera fue notorio. El chico solo penso "Ah ok, ya acabo de hablar.", e inmediatamente una risa casual de conversacion amistosa salio de su boca y se llevo ambas manos detras de su nuca sonriendole al Venao'.

-Suena bien! Yo, pues... no he vuelto a Australia en como 10 años, porque... tu sabes... ya no tengo familia ahi, hehehe...- dice intentando no incomodar mucho la platica. Todos sabian que era huerfano (y realmente, no era una rara ocurrencia en el Instituto), pero no le gustaba mucho hablar del tema. -Pero me la pase bien! Me quede aqui con Sebastyan y Gustav, yendo a Little Monsters casi todos los dias. Deberias ir tu tambien! A los niños les encantaria tenerte ahi, siempre eres bien amable con todo mundo. Aparte de seguro algunos querrian subirse encima de ti cuando te transformas, hahahaha~

-Seguro que querrán subirse encima de mí, pero, ¿si tu fueras canguro dejarías que se metieran a tu bolsa? Aunque ahora que lo pienso... eso es solo con las canguras... es igual... no creo que me encante la idea de dejar que niños calificados como "Monstruitos" me monten

Korven se queda pensando.

-Ahora que lo pienso... no he visto ni a Sebastian ni a Gustav. Traje unas cosas de Laponia para Sebas, con eso de que le gusta tener cosas de tierras lejanas, me imagino que para pociones o algo así. Al Gustav lo quiero ver nada más porque sí, para molestarlo. Ese tipo es tan duro por fuera, pero en realidad es un pan. Todo lo contrario a ti, wallabi horrendo- dice mientras empuja a Hazel con su cornamenta.

1, 2-- 3, 4!- Gustav corria atravez de la pista de entrenamientos usual, levantando de vez en cuando la tierra alrededor de la pista, para no perturbar la misma, pegando un izquierdazo rapido y un derechazo potente. asi paso como 15 minutos. El joven no llebaba todo su cuerpo en falsum, sus brazos metalicos se llenaron de polvillo al empezar a golpear el piso para levantar pilares, como parte de su rutina extra, se habia hecho de una rutina un poco mas intensa en el manejo de su magia deformadora. Pero no se excedia en sus ejercicios. Despues de eso, y ocn tiempo de sobra, regreso a la fraternidad para tomar una ducha... mas bien para pulirse un poco y no ir lleno de tierra.

De lejos pudo ver al Capitan, sosteniendo un monton de libros, y junto a el estaba el mayor Korven, ya con su nuevo uniforme. Un escalofrio tremendo recorio su espalda, le tenia una admiracion notoria, mas que nada, por que poca gente se atrevia a molestarlo por su "amenasante aspecto". Gustav se escondio en su forma falsa, como si estuviera vestido en el traje deportivo de la escuela.

-Hola Capt, que tal mayor Korven. Com le ha ido, no lo habia visto D:!

-Aaanda, Gustav! Ya te he dicho miles de veces que no me tengas tanto respeto!- dice el nahual mientras le da unas palmadas.- Precisamente hablaba de ti, que no te había visto. Hace apenas unas horas que llegué a Inglaterra. Cuando hice escala en Estocolmo, el avión se averió y se atrasó mi vuelo... pero bueno, ¡tú siempre entrenando! Eso es bueno, serás alguien grande si te quieres dedicar al mugby. Yo tuve que renunciar al mugby cuando descubrí que era místico... me empezaron a crecer cuernos y todo valió para siempre. Igual intento estar en forma pfff... pero a veces es pesado con tantas clases, y me imagino que sexto estará peor.

Korven suspira un poco, de verdad que cree que está condenado a un año difícil, a pesar de ser un alumno de excelencia académica, motivado por su rivalidad con Rhia y su deseo de ser el mejor de la generación... algo que puede ser difícil de conseguir.

-Y bueno... qué hicieron este verano? Le decía al wallabi que yo estuve de ñoño en conferencias, tanto como espectador como ponente, fue algo divertido a veces. También me puse a entrenar un poco con mana índigo. Luego les enseñaré lo que he aprendido, es muy emocionante ♫

Las palabras que oía de Korven animaron al cansado Gustav. -No es para tanto, entreno lo normal, no es así cap’t?- Le da un leve codazo a su compañero, que parecía estar, como es usual, distraído en sus pensamientos.

Al oír la pregunta de Korven, el djinn se rasco el labio superior con su índice de un lado a otro -Pase casi todas las vacaciones aquí, solo tome un par de semanas para volver a Chechenya.- Gustav todavía tenía presente la reciente platica sobre su tierra natal. Lo cual era tanto bueno como malo en cierta manera, ya que sin controlarlo, dejo ver una sonrisa incomoda a su superior y Hazel. -Las cosas se ven bien allá. Ningún corazón roto esta ocasión.- Recordando ese comentario tan gracioso de ella, mientras daba una leve risa.

-Y pues lo de las conferencias se oye bastante interesante O: seguro que ah de traer un buen número de hechizos nuevos.- Gustav hasta parecía comportarse como un niño pequeño hablándole a un primo mayor que admira. -Sera divertido que nos acompañaras a una sesión de entrenamiento- Gustav hizo una pequeña pausa, para bostezar. -Aunque sea para que nos acompañes como observador en el entrenamiento de Mugby.-El joven no dejaba de ver a su superior con su nuevo uniforme negro y blanco. ya quería poder utilizarlo en su siguiente ciclo escolar.

Korven solo lanza una leve risa.

-Claro que me encantaría! Aún recuerdo que en mis primeros años en Furukawa estuve en mugby hasta que me empezaron a salir los cuernos, la verdad es que se empezó a tornar muy incómodo. Sería bueno al menos como para revivir buenos momentos... de hecho estoy tentado a hacer mi servicio social como asistente del entrenador... aunque aún no lo sé...

Korven comienza a tocarse las astas.

-Cada vez crecen más y más resistentes... no sé que tan ventajoso es eso, pero deberías ver la de problemas que me trae... sobre todo en los aviones. Me han tenido que inventar enfermedades o a veces se necesitan cartas del director o de los líderes samis hacia los directores de las aerolíneas. Siempre es bueno tener a alguien del mundo mágico metido en esas grandes empresas, capaces de comprender las necesidades de unos cuantos

Korven mira el reloj y se da cuenta que aún quedan algunos minutos.

-Y de qué me he perdido?