Korven, el Narrador de la Tribu

Ser el jefe de una tribu no será cosa fácil, mucho consiste en transmitir el conocimiento milenario a través de la narración de historias y canciones. Korven estaba listo para contar la historia de un amigo, un héroe caído que ya había vencido a la muerte una vez, pero que ya no pudo vencerla dos veces. Korven se quita su ropa deportiva para terminar en una especie de licra de danza o teatro. Desde que dejó el mugby y se dedicó a la danza, había perdido fuerza, pero había ganado rapidez y elasticidad, cualidades que son más importantes en un reno. No había nadie, solo eran él, las luces tenues de la sala de ensayos. Había un equipo de sonido, y con mana violeta decide encenderlo.


Una combinación de mana rojo, violeta e índigo inundan la habitación. Comenzaba a nevar. Korven comienza a bailar, pero era una danza tribal, mística, como una especie de ballet primitivo y agresivo. Korven canta al unísono que la voz en la grabación.

Figurillas de hielo comenzaban a aparecer. Árbolillos de hielo, casitas de hielo... el viento y la nieve dentro de la sala de ensayos formaban una interesante narrativa. Contaban la historia de una pantera en los bosques. Se podía ver al animalillo crecer desde un cachorro y sufrir un cambio. Ahora era una pantera más gruesa, hasta metálica. Era torpe y lenta. Después apareció la figura de un reno sin astas, que corría alrededor de ella. Ambas figurillas jugaban entre sí, corriendo una detrás de la otra. Al reno le crece cornamenta y la pantera parecía tener un cierto respeto hacia ella, pero el reno quería seguir jugando como antes.

Una esfera de energía comienza a crecer de manera amenazante y la pantera ataca a la esfera, estallando junto con ella como dos pompas de jabón. El reno se queda triste, solito, y decide recorrer un camino a paso lento. Korven para de pronto, y detrás de él, aparece una figura de energía de tamaño real de Gustav, Korven voltea a verlo.

-Realmente no tenías que hacerlo... ¿cuándo íbamos a hablar al respecto? Ahora me quedo con mil "y si hubieras" adentro de mí.- Korven intenta tocarlo pero se deshace como humo.

El nahual comienza a contener su furia, de repente la sala pasa de tener una niebla leve a empezar a escarcharse y llenarse de hielo.

-¡No puedo con ello! ¡No puedo culparlo! ¡No importa qué haga, esa escena, esa ausencia, me perseguiran el resto de mi vida!- dice Korven llevándose las manos a la cara, no porque llorara, sino porque estaba destilando su mana negro de una manera muy amenazante. No quería atacar a nadie, ni siquiera a Hazel, pero sus emociones se salían de control, hasta que para todo. Para el mana, para la nieve y el hielo, para la música. Las luces se apagan pero Korven llega a su estado mágico energético, brillando su cabello y sus ojos de color cián brillante.

Varios estruendosos aplausos se escucharon en la entrada del salón. Una figura absorbida entre la sombra generada por la luz de la puerta que lentamente se cerraba. El Director había entrado con tranquilidad, evitando no detener tal majestuoso evento que el estudiante provocaba. Tantas emociones reprimidas que comenzaban a salir en forma de copos de nieve.
- Hermoso - dice el profesor caminando lentamente hacia el escenario - Parece ser que las clases de danza han sido todo un exito... me alegra ver tanto talento en desarrollo en mis alumnos.

Caminó cerca de donde estaba el nahual. Podía sentir todo el mana negro irradiando de él, su cabeza llena de tormentas y su corazón repleto de dudas.
- ¿Puedo ayudarle en algo, joven Paalsson? - preguntó mientras se quitaba sus lentes y los limpiaba con una ligera tela que luego desvaneció - Lo he notado algo cabisbajo y alterado. Es sobre la perdida de nuestro hermano Hemsworth?

El brillo de su cabello y ojos cian iluminaba el rostro del director. Ese hombre amable que parecía ser inmutable, probablemente llevaba en sí mismo una carga pesada por el mismo evento, sin mencionar que un hechicero de su altura seguramente ha vivido muchas otras cosas más a lo largo de su existencia. Los ojos de Korven se llenaron de lágrimas pero el chico decide no llorar en frente del director, a pesar de que dio en el clavo y le lastimaba mucho hablar de Gustav, pero sabía que, a cambio de Nick, que lo analizaba de una manera clínica, Furukawa podía ofrecerle un consejo más cálido al respecto.

-Su ausencia me pesa mucho, director Keitaro... No quiero hacer alusiones de ningún tipo, pero al parecer, soy al que le pesa más esto... Recuerdo la escena y me atormenta mucho... La verdad no sé qué hacer, inclusive, he llegado a la conclusión de que debo dejar el Instituto, pero por otro lado, amo este lugar... es donde pued ser un chico normal, sin responsabilidades mas que mis propios estudios, que los hago con todo el gusto del mundo, como si tratara de un hobbie. Y luego pienso en Hazel, uno de mis mejores amigos... ¿pero cómo no pudo pensar en nosotros, sus amigos? Tengo el corazón roto, por mil y un maneras.

Korven solo tiembla un poco, no del frío, sino del coraje tal vez. Necesitaba apoyo y no sabía qué hacer. Inclina la cabeza hacia el frente y la recarga en el hombro del director.

-Todos vamos a estar bien, ¿verdad?

Tenía la necesidad de escucharlo, aunque sabía que no era cierto.

- Por que no podriamos estar bien? Estaremos mejor que eso! - dice Furukawa observando al chico. A decir verdad, estaba sorprendido de la actitud de los estudiantes de la fraternidad de Srad. Cada uno expresando su dolor y pensando que estan solos en el mundo. ¿En que momento el trabajo de él y los maestros se había vuelto tan poco profesional? Que ninguno de ellos sintió la necesidad de apoyo de sus superiores. Todos pensaron en abandonar la escuela y dejar de pensar en que todo esto solo les traeria problemas. Suspiró un poco mientras pensaba que la fraternidad de fuego deberia ser un poco menos visceral y un poco mas fuerte de mente.

"Y esos son los que se preparan para ser guerreros... me pregunto como estarán las demás fraternidades..." pensó mientras caminaba y jalaba una silla con mana para sentarse.
- En mi humilde opinion, joven Paalsson - agrega de manera amistosa - creo que debería usted de pensar mas allá de su propio entorno. Creo que esta siendo ilogicamente duro con el joven Korhonen, digo, si usted es o "era" su mejor amigo, estoy seguro que lo ultimo que puede pensar es que hizo un acto egoista... al igual pensar que solo a usted le esta afectando. ¿Ha discutido todo esto con sus amigos? ¿Con maestros? Probablemente si nos da la oportunidad de hacerle ver que el mundo no se acabó con el reciente fallecimiento del joven Hemsworth, no tendría esa necesidad de sentirse rechazado por la escuela que lo ha cuidado desde hace ya seis años....

Era dificil abordar a un joven que era inestable emocionalmente y que aun siendo uno de los miembros mas destacados en cuanto a calificaciones, casi a la par con Rhiannon Sutherland, la mejor calificada de esta generación, le sorprendia lo debiles que se estaban formando los alumnos de sexto grado... al menos en el aspecto moral y emocional.
- ¿Estuvo poniendo atencion en la asamblea? Estamos elaborando un plan para que aquellos que no se sientan necesariamente satisfechos por lo sucedido y quieren tomar un año sabatico pueden hacerlo sin ninguna consecuencia. Así que si realmente lo que usted desea es no terminar su ultimo grado de estudios, pues adelante... estaremos muy felices de volver a recibirlo el próximo año. Lo unico que si lo pido es que piense en las consecuencias. Segun tengo entendido usted será lider de toda una tribu volviendo a su tierra... y los lideres necesitan más cabeza que cuernos... en su estado actual yo le pronostico muchos problemas y mucho dolor... ya que siento yo, le faltan cualidades para ser un verdadero lider...

Furukawa se queda viendo al joven, le era doloroso ver a uno de sus alumnos mas antiguos de esa generacion, no poder soportar esto. El necesitaba verlo fuerte, responsable como lo había sido siempre. Ni siquiera era por él o la institución, lo hacía por su propio bien.
- Corazones como el tuyo son los que terminan marchitandose y volviendose negros... Tengo mejores expectativas de usted, joven Paalsson...

Korven se aleja para escuchar las palabras de su mentor y conforme va escuchando, empieza a regresar a su estado normal.

Las palabras de Keitaro Furukawa eran como un balde de agua caliente después de haber estado caminando por la tundra: quema más de lo parece. Bajo la forma tan visceral en la que se estaba desarrollando Korven, lo normal sería que tomara a mal las palabras del director, pero lo respetaba tanto que escuchaba una tras otra y la procesaba de la misma manera en la que el director se lo intentaba decir.

Sabía que no podía ser líder aún, pero si regresaba, tendría que seguir preparándose no tanto mágicamente como en el instituto sino de una manera moral, hasta que el líder actual muriera o decidiese retirarse.

A pesar de que no era el líder, en el equipo de Mugby se me respetaba como si lo fuera... No tengo que involucrarme tanto y al final tengo a chicos de grados inferiores preguntándome por ayuda con sus deberes o que los ayude a entrenar... tengo el potencial, pero no lo sé explitar...- piensa el joven nahual.

-Entiendo tus palabras, director Keitaro. Los samis no somos un pueblo rencoroso, aunque sí orgulloso, y parece que me comporto de la manera opuesta. Creo que como el Mayor de Srad, debería preocuparme más por cómo ayudar a mis compañeros, preguntarles si están bien, y si no, cómo puedo ayudarles. Creo que un buen líder a este nivel, haría eso como lo mínimo...- Korven suspira y se toma un respiro- Para ser sincero, la muerte de Gustav fue tan repentina que me sacó de quicio... extraño mucho a mi amigo y me duele mucho porque hay muchas cosas que me hubiera gustado decirle y hacer con él... y es como algo que me quema por dentro... eventualmente sé que se me pasará, que aprenderé a vivir con ello, pero nunca lo olvidaré.

Korven va hacia donde estaba el reproductor y empieza a darle un vistazo a sus discos hasta que se detiene.

-Es que no sé cómo ganarme a la gente. Todos me ven como el feliz Mayor Korven, alguien en quién confiar porque seguramente te ayudará, pero estos chicos e inclusive los maestros no saben que yo también tengo muchísimos miedos y que cometo muchísimos errores que si son hechos por mí, son completamente reprobables, pero si los hiciera alguien más, no habría problema. Por eso busco la perfección, director Keitaro...

Keitaro sonrie ante las palabras del chico. Le recordó de cierta manera a ese joven, Donovan Popescu, cuando él pensaba que el mundo giraba a su alrededor. Recordó lo duro que fue para él aceptar que no es así y que ahora era uno de los miembros más reconocidos en el circulo de caza vampiros de Rumania.
- Ese es el problema, estas pensando mucho en lo que los demás piensan de ti, que te olvidas de tus propios conflictos - responde el director levantando un dedo - No te preocupes tanto por lo que eres para los demas, ni tampoco si debes o no ver por ellos. A final de cuentas nadie te esta obligando a que lo hagas. Siempre habrá jovenes que vean en los mayores algo de sabiduría, pero no es necesario que seas perfecto para ellos. Furukawa no es tu tribu, a final de cuentas, es un lugar donde tu vienes a desarrollarte. No a cargar con responsabilidades mas alla de la que te imparten tus maestros.

- Dejale ese cargo a tus superiores, que probablemente no han sido lo suficientemente "capaces" de llenar ese lugar, al parecer.. - dice Furukawa un poco dolido por sentir eso - y tu dedicate a resolver los nudos de tu propio corazón. Es cierto que fuiste un miembro valioso para el equipo de Mugby, pero tu deber ahora es alcanzar tus propios retos, te darás cuenta que en verdad nadie espera de ti, nada inalcanzable y que solo es una manera de transmigrar tus miedos a algo imposible, para fingir que no existen....

Furukawa se levanta de la silla y camina hacia Korven. Poniendole ambas manos en los hombros y viendolo directamente al rostro.
- Tu vales más de lo que crees y espero pronto te des cuenta que no es necesario buscar la aprobación de los demas, ya que cada quien vive su propia batalla diaria como sabe y puede. Yo tengo fé en ti y en que tomarás la mejor decisión, aun cuando no existan decisiones incorrectas. Te recomiendo que veas a tus compañeros como semejantes, no como tu reino, ya que aprendiendo la humildad de la verdadera amistad (y no con titulos que te quieran diferir de los demás) podrás aprender las verdaderas y justas bases de ser un buen lider...

Korven se queda boquiabierto con las palabras de Furukawa. No esperaba que la gente lo viera así, normalmente, él no se ve como el jefe de la tribu, sino como un habitante más que tiene la futura misión de representarlos ante el mundo. Quizás aún estaba muy alterado por lo de Gustav que realmente no reaccionó como debía hacerlo, pues él se ve como una buena persona y no como un futuro "diplomático" mandón, pero quizás, como el profesor decía, era demasiado susceptible a las palabras de los demás.

-Entiendo lo que me quieres decir, director Keitaro. Nunca me he considerado como superior a los demás, y de ser así, sería un gran honor y una gran responsabilidad, no algo de lo que andaría presumiendo como si fuese un premio. Trataré de ser un poco más compasivo y humilde, nunca me he considerado soberbio, y quizás eso sea lo peor del asunto, que lo soy y no me he percatado de ello. No te puedo prometer que mañana ya estaré sonriendo como si nada hubiera pasado, ni que volveré a hablar con Hazel como buenos amigos, pero creo que necesito un poco de tiempo para entrar a la fase de aceptación.

Korven escoge un album y lo pone en el reproductor.

-Quizás te gustaría quedarte a ver otra pieza.- dice sonriendo.