Tema: El llamado del Cu cú Sáb Jul 14, 2012 3:19 am
El profesor se encontraba sentado en una esfera hecha de mana bastante grande que al parecer estaba hecha de agua. Sus aposentos en la casa de Sal eran todos parecidos a un claro en medio de un hermoso bosque, cuyos árboles, empotrados en las paredes, tenían frutos que parecían cristales de color dorado que emiten una hermosa luz natural cálida y calmante. El lugar cuenta con un pequeño lago de agua cristalina que cubre casi todo el centro del cuarto, sin embargo, es agua sobre la cual se puede pisar y caminar. Lo había modelado en base a su antigua villa en Bymarka, y, a diferencia de la mayoría de las cosas que el profesor mostraba a los demás, gran parte de las cosas en ese cuarto no eran ilusorias.
Se había mantenido esperando a dos alumnos que había llamado a su oficina al mismo tiempo, aunque no los llamó juntos. Se encargó de enviar una alarma cu cú a perseguir a Rhiannon Sutherland por la fraternidad. Eran justo las 4:58 cuando envió al ave de juguete a buscar a la alumna modelo de su fraternidad, justo para que la encontrara en el momento exacto en que sonara la campana. La chica había sido invocada a la oficina del profesor de música tantas veces que no tenía que incluir ningún mensaje en su mágico artefacto, ella sabía exactamente lo que significaba: preséntate aquí inmediatamente.
Por otra parte, el profesor sólo aprieta una milésima de Joule más sus ojos cerrados y sonríe buscando a Noah Fenian por entre los pasillos. Al encontrar la presencia del niño, Fado sólo deja ir un gracioso "BOO!" directo en la mente del niño. -Joven Fenian, es imperativo que se presente en mi oficina inmediatamente. No me haga esperar, por favor, fufufufu~- dice telepáticamente en la cabeza del peliplata.
Sabía que los dos jovencitos no se tardarían más de cinco minutos... su forma tan inusual de tratar a sus alumnos había hecho que todos le tuvieran cierto temor a sus llamados.
Noah Fenian Estudiante
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Tema: Re: El llamado del Cu cú Sáb Jul 14, 2012 4:26 am
Perfecto, era hora del descanso y tan pronto había terminado la clase había salido apresurado caminando al lado de Socrates, estábamos platicando acerca de tonterías y de como nos disponíamos a ir a la cafetería antes de empezar las clases nocturnas, eso de no haber sido porque una horrible y espantosa voz había interrumpido mis pensamientos, di un salto como gato y se me erizaron los cabellos y por poco y dejaba escapar un grito digamos “poco masculino”, de inmediato sentí que la cabeza me hervía.
-MALDITO VIEJO!!! SIEMPRE HACE ESO!!!- Le grité a mi amigo con un sonrojo y cruzándome de brazos aunque rápidamente bajé la voz y cubrí mi boca.
Luego del mensaje, solamente exhalé todo el aire y le di una palmadita en el hombro al miembro de Creag. -Te veo mas tarde...- Mi cara lo decía todo, empecé a caminar y mientras lo hacia solamente dije ya estando a lo lejos -Fado...-
Estaba seguro que esto no dejaría nada bueno, menos cuando tenia un castigo pendiente. Sin más, decidí ir directo a la fraternidad y no tardé mucho en llegar, avancé directamente hasta los aposentos del profesor Fado, todavía tenia un marcado gesto de molestia pero al llegar solamente incliné un poco la cabeza y traté de FINGIR que nada había pasado.
-Hola, Profesor Fado...-
Rhiannon A. Sutherland Monitor Escolar
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Tema: Re: El llamado del Cu cú Dom Jul 15, 2012 12:24 am
La jovencita peliplata se encontraba cargando tres libros bajo un brazo, una carpeta bajo el otro, la mochila en la espalda, releyendo un horario que se encontraba en forma de holograma de mana rente a sus ojos y comiendo con poco cuidado una manzana en forma de desayuno. Sí, desayuno. Había salido diez minutos antes y caminaba ya hacia la fraternidad para poder coordinar la tutoría que daría en una hora, justo cuando la alarma de un reloj cucú sonó justo al lado de su cabeza. Con un “Waaa” largo y agudo soltó todo lo que yacía en sus manos, borrando inclusive el holograma.
-¡No!- Gritó antes de hacer malabares y atrapar todo en una esfera de mana, causando la sorpresa de los otros chicos que iban pasando cerca suyo. Cerró los ojos y soltó un bufido. -Ya voy, profesor Fado.- Murmuró negando con la cabeza, aunque realmente necesitaba hablar con él de cualquier forma. Colocó la esfera en el suelo y rápidamente sacó la caja de su mochila para hacer que creciera e introducir ahí todas sus pertenencias, ya luego terminaría de desayunar.
Se colocó la mochila y dio unos golpecitos en sus talones para recitar un hechizo de velocidad que le permitió apresurar su andar hasta su oficina en la Fraternidad. Al girar en el pasillo correspondiente alcanzó a mirar la figura de Noah entrando y sonrió de lado para golpear las puntas de sus zapatos contra el suelo para deshacer el hechizo y acercarse a la puerta. -¡Profesor Fado!- Exclamó a espaldas del más pequeño con mucha alegría, intentando asustar a este mismo y luego sonriendo al docente. -Buenas tardes.- Sonrió finalmente para seguirle el paso a su pequeño compañero de fraternidad.
Última edición por Rhiannon A. Sutherland el Lun Jul 16, 2012 4:36 am, editado 1 vez
Fado Profesor
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Tema: Re: El llamado del Cu cú Dom Jul 15, 2012 3:30 pm
Al escuchar el enojado y desesperado grito de Noah que afrentaba contra su integridad personal, el profesor solo solto una fuerte y sonora carcajada solo para si. Le encantaba cuando los alumnos de primero eran tan energicos y temperamentales. Era tan facil divertirse a sus expensas.
Sintio la presencia de ambos en sus trayectos desde lejos. Una pequeña risilla escapo de su boca al percibir la de Rhiannon subitamente meter cuarta velocidad y acelerar su paso hasta llegar a la puerta. - Buenas tardes, mis pequeños. Pasen, pasen. Estan en su casa. Y de forma muy literal, fufufu.- dice mientras del pequeño lago en el centro de la habitacion empiezan a salir un grupo de raices de arbol que se tuercen y empiezan a entrelazarse, formando un par de asientos listos para los alumnos. -Mi querida niña, te he dicho muchas veces que no es sano llevar esas rutinas...- dice el profesor levantando el dedo indice paternalmente. Casi al instante, una mesa empezo a formarse entre las dos sillitas, tambien con ayuda de raices que se elevaban desde el fondo del agua. Del techo empezaron a desenrollarse unas vainas lentamente, que dejaron caer en la mesita varios duraznos enormes de un color rosado muy vivo. -Hinca el diente a tu placer, mi niña. Los ordene especificamente para ti.- una calida sonrisa se dibujo en la cara del profesor, a diferencia de la sonrisa burlona que tenia siempre impresa en el rostro. Habia visto a Rhiannon crecer desde pequeña, la habia visto enamorarse, doler, reir, y desarrollarse como una de las mejores alumnas que habia tenido a su cuidado durante toda su etapa de docencia en el Instituto, que, si bien no era tan larga como la de los demas maestros, lo habia hecho ver ir, venir y crecer a cientos de pequeños magos. Y aun asi, la pequeña Sutherland era una de las mas sobresalientes que habia tenido el gusto de conocer. -Usted tambien puede comerlos, jovencito.- le dice a Noah, mutando en un instante el tipo de sonrisa que adornaba su rostro a la de siempre. -Deberia alimentarse mejor, estando tan escualido no lograra ser un carrier resistente en el equipo, y espero que este año si me traigan la copa a mi oficina! Hace falta un poco de decoracion dorada, fufufufufu~. Acto seguido, la esfera de agua en la que se encontraba sentado el profesor empieza a descender lentamente, avanzando un poco hacia adelante para acercarse a sus alumnos.
-Bueno, estoy seguro que ambos ya saben por que los cite a mi oficina, asi que me ahorrare la explicacion para evitarnos retrasos en sus itinierarios. Por lo mismo, pasare directamente a mi parte favorita... el interrogatorio! Fufufufu~. Jovencito, que tienes que decir a tu favor?- dice el profesor tornando su cara en direccion a Noah, sin mover un milimetro el ancho de su sonrisa o de sus cejas.
Noah Fenian Estudiante
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Tema: Re: El llamado del Cu cú Lun Jul 16, 2012 9:32 pm
Me estremecí cuando escuché el grito a mis espaldas y luego de girar el cuerpo, reconocí la figura femenina que se estaba acercando, al principio hice un puchero por el susto que me había sacado pero conforme se fue adentrando le esbocé una sonrisa.
“0 y van 2..." Pensé en ese momento. -Hola Rhia...-
Definitivamente, ni aunque Fado fuese el único profesor de este Instituto seria mi maestro favorito, no importaba lo “buena” persona que pareciera en el exterior, en realidad era horrible y malvado, siempre les estaba haciendo bromas a los estudiantes y molestándolos pero con algo de practica había empezado a acostumbrarme y a ignorar la mayoría de sus comentarios.
Tomé uno de los enormes duraznos que nos había ofrecido y empecé a comerlo mientras escuchaba toda la letanía del sprite, el sabor era delicioso era tan rico como lo imaginaba, cuando escuché su ultima pregunta, retiré un poquito la fruta de mi boca y enarqué las cejas.
-No es suficiente ya con el reporte y el castigo de Kodran?- Respondí casi entredientes y desviando ligeramente la mirada, no quería sonar grosero pero si lo que pedía era honestidad, eso era justamente lo que estaba pensando.
Rhiannon A. Sutherland Monitor Escolar
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Tema: Re: El llamado del Cu cú Mar Jul 17, 2012 4:14 am
Una risa contenta escapó de la hechicera al escuchar el comentario de bienvenida, y le dio un golpecito en la espalda a su pequeño amigo en forma de saludo, antes de acercarse a los asientos que de pronto habían aparecido ahí para ellos. Amaba ese lugar, siempre era impresionante. Sin duda alguna Fado era una de las razones por las que Rhia armaba de pronto un mundo con mana y amor frente a la impresión de muchos. Escuchó el regaño del docente y suspiró asintiendo con la cabeza. No era nuevo que él le dijese aquello, pero era algo simplemente inevitable, en especial porque le gustaba anticipar todo lo posible para no llevarse sorpresas de último momento. Inclusive todos los eventos que Furukawa organizaba para los niños de Little Monsters a ella le gustaba irlos adminsitrando en los detalles que le correspondían desde inicios del año.
-Lo sé, profesor. Lo sé.- Se encogió de hombros al sentirse avergonzada, antes de mirar la magia hacer lo suyo y sonreír ampliamente por tal despliegue de, a sus ojos, belleza. Si no fuese porque tenía mil cosas qué hacer, se pasaría una vida entera en ese lugar conversando con el profesor. -Gracias. Se ven deliciosos.- Aseguró con honestidad antes de elevar su mano derecha creando un pequeño cuchillo con mana para cortar un trozo de durazno que luego se llevó a la boca para masticarlo con ganas. No podía negar que esos lujos no se los daba todos los días, y saborearlo era como tocar un trozo de nube.
Observó a Noah comer y su semblante se ensombreció un momento cuando hubo escuchado sobre el Mugby. En ese momento no quería saber nada del deporte y menos relacionarlo con el peliplata más pequeño. Tras eso y terminar la rebanada de durazno volvió a aplicar el cuchillo para tomar otro trozo. Lo llevó a sus labios pero lo dejó ahí ante las palabras del menor. -Noah.- Regañó inconscientemente antes de mirar al profesor Fado negando con la cabeza, con una expresión de desgane. No le gustaba que el menor hiciera parecer todo eso una exgaeración, pero por lo mismo no iba a interferir en el castigo que le aplicasen. Sin duda alguna Fado tenía muchos motivos para hacerlo.
Fado Profesor
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Tema: Re: El llamado del Cu cú Jue Jul 19, 2012 1:35 am
-No, no lo es. Fufufufu~- responde alegremente el profesor. -Pero no se deje llevar por la situación, mi querido joven Fenian. A pesar de que mi querida niña aquí presente tiene una paciencia que pertenece a los cielos, le aseguro que no se acerca ni a los talones de la mía, y desafortunadamente para usted, tenemos formas en extremo diferentes de tratar los problemas...
Un aura naranja empieza a rodear a Fado, haciendo que el aire dentro de la habitación empezara a volverse un poco pesado. Sin embargo, la sonrisa del profesor no desapareció; en realidad, ni siquiera se movió. En unos instantes Noah empieza a sentir un extraño mareo. Después de un segundo, empezó a invadirlo una sensación MUY extraña... como si detrás de su cabeza, alguien estuviera observándolo, pero incluso al voltear, el niño puede darse cuenta de que no había nadie más ahí.
El profesor mira sonriente a ambos alumnos, y luego prosigue. -Muy bien, dado que Rhiannon es tu tutora y... guardiana- dice haciendo énfasis en esa palabra, como si estuviera insinuando algo que sólo la peliplata conocía -me tomé la libertad de llamarla aquí para que estuviera al tanto de la situación. Joven Fenian, a partir de hoy estaré vigilándolo personalmente en todo momento. No pasará un segundo de su vida sin que yo esté presente de alguna forma, puesto que ahora su espíritu y el mío están conectados. De esta forma, mi querida niña no tendrá que lidiar con tanta responsabilidad adicional a la que ya lleva simplemente por su desempeño académico. Sin embargo, quiero dejar algo claro...- dice girando su rostro hacia Rhia -Espero no tener que involucrarme demasiado con el joven Fenian.- Luego regresa su mirada al niño. -Ha quedado claro?
Después, sólo en su cabeza, el niño puede escuchar la voz del profesor. -Estoy seguro que también estás consciente de tu actual situación, así que espero comprendas el por qué de mis tan drásticas acciones, jovencito, fufufufu~
Noah Fenian Estudiante
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Tema: Re: El llamado del Cu cú Jue Jul 19, 2012 2:17 am
Perfecto, ahora tendría una cámara de vigilancia puesta sobre mi las 24 horas del día, en qué momento el enano ese dormía y DONDE QUEDABA MI DERECHO A LA PRIVACIDAD Y ESAS COSAS. Por el momento solamente largué un suspiro al escuchar la resolución del caso y tras sentir el mareo y lo demás, vi a Fado con los ojillos entrecerrados en un claro gesto de inconformidad. Alguien en algún momento iba pedirme permiso para castearme un hechizo encima?.
-Esta claro...pero no me parece justo...- Le respondí seriamente al profesor, no es como si tuviera muchas opciones de todos modos y no me importaba si Rhia estaba ahí presente, tenia que decirlo, no podía comprometerme de esa forma. Me esparcí en la silla recargando la cabeza en el respaldo mientras miraba el techo de la fraternidad y cruzaba los brazos.
-No me parece justo que ahora tenga que estar dentro de mi cabeza a todas horas y que tenga que enterarse de todo lo que estoy hablando con mis compañeros, una cosa es que me vigile por haberme escapado, pero no considero justo que se entere de todo lo que hago y pienso, creí que hasta los magos naranjas tenían un código ético y parte de este es no espiar la cabeza de los demás...Además, cuando me levantara el castigo? O qué? Estaré castigado todo el ciclo escolar?- Le sentencié en un tono ligeramente mas agresivo, estaba un poco molesto, es decir, entendía el castigo y eso pero no se...
“Lo entiendo y no me molesta que este tras de mi pero no lo quiero dentro de mi cabeza...”
Rhiannon A. Sutherland Monitor Escolar
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Tema: Re: El llamado del Cu cú Dom Jul 22, 2012 9:14 pm
La peliplata tenía tanta hambre, que llevando apenas la mitad del enorme fruto ya se sentía llena. Comió un trocito de la última rebanada cortada antes de escuchar la palabra guardiana, que la hizo detener su masticar por unos segundos. Miró de reojo a Noah, sin mover el cuerpo, sólo para luego bajar la mirada por otro instante corto. Algo en eso era un poco desagradable, había en esa palabra algo que la lastimaba. Pero sus pensamientos se desaparecieron cuando el pequeño hombre comenzó a indicar en qué consistiría su represalia. Se mordió el labio inferior para no soltar una risita. Ese tipo de vigilancia era de lo más incómodo y desagradable, muchos se lo habían dicho antes.
Pasó saliva y dejó el último trocito de la fruta sobre la mesa para colocar ambas manos sobre sus rodillas, mirando a Noah. Entendía lo que aquello significaba, por lo que simplemente asintió con seriedad. Tampoco estaba feliz de haberse visto tan irresponsable en cuanto al incidente del dragón, pero poco podía hacer en aquel momento. -Noah...- Tuvo que decir de nuevo, esta vez en voz más baja al escuchar los reclamos del más pequeño. Lo miró confundida, en el tiempo que tenía de conocerlo jamás había actuado de esa manera. Entendía que salir del rancho para comenzar una vida de estudiante activa en un instituto era un cambio muy radical, pero tampoco se había esperado que su actitud se transformara de ese modo.
-El profesor Fado coloca castigos a la medida, Noah. Así que si ha decidido eso para ti es porque de ese tamaño es la irresponsabilidad que cometiste.- Aseguró mirandolo severamente. Realmente ella nunca había apoyado del todo los castigos del profesor, porque muchas veces tenían un toque personal suyo que dejaba un sabor de boca desagradable, pero tampoco los veía como exagerados o injustos, a diferencia de los del profesor Kodran. -Pero también me gustaría saber cuánto tiempo.- Confesó mirando al profesor de reojo. Sintió un suave e incómodo mareo, pero pudo discimularlo al llevarse rápidamente el trozo de durazno que había quedado. No era la primera vez, comenzaba a preocuparse, aunque lo atribuía a su mala alimentación.
-En realidad también pensaba colocarle un pequeño rastreador.- Giró el rostro unos centímetros para observar fijamente al menor. -Pero parece que no será necesario.- Volvio su violácea mirada hacia el mayor. -¿Hay algo más que debamos saber, profesor Fado?- Preguntó de pronto, curiosa de si necesitaban recibir alguna otra indicación. Sabía que había sido descuido suyo lo acontecido con Noah, pero ella no era la única alumna de sexto que había aceptado el compromiso de ser su guardiana, así que de castigarla por aquello, tendría que hacerlo con todos sus compañeros de curso.
Fado Profesor
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Tema: Re: El llamado del Cu cú Dom Jul 22, 2012 11:53 pm
-Fuuuufufufufufufu~- rió el profesor ante las interminables quejas del niño. Cuando los alumnos de su tipo y calaña tomaban esa actitud de rebeldía fútil e innecesaria y empezaban a expresarla de forma tan vocal era como música orquestal para sus oídos. El profesor río divertido una vez que hubo terminado de hablar el pequeño y luego respondió sin borrar la sonrisa de su rostro.
-En realidad cree que me parecería mínimamente interesante enterarme de absolutamente todo lo que transcurre en su vida diaria, joven Fenian?- escupe el profesor con brutal honestidad -Soy un líder de casa en una escuela mágica donde alumnos gorgones corren el riesgo de petrificar a otros estudiantes cada segundo del día y en la que, como estoy seguro que no tengo que advertirles, se avecina una posible situación embarazosa para todos nosotros. Le aseguro que los asuntos que habla con sus compañeros son nimiedades infinitamente minúsculas comparados con los temas y gestiones con los que tengo que lidiar como parte de mi trabajo. Aparte de todo, no me han contratado en esta respetable institución para ser un simple niñero de pequeños testarudos como usted, fufufu~, aunque, de la misma forma, a veces situaciones como esta estén a punto de orillarme a serlo. Le aseguro que sus vivencias no me conciernen, y no irrumpiré en su privacidad.
Uno de los duraznos flota lentamente directo a las manos del niño mientras el profesor hablaba. - El hechizo que acabo de instalar en su espíritu es uno que sirve sólo para alertarme si se encuentra lejos del área que considero prudente dentro del Instituto, y que me avisará si alguna vez se encuentra en peligro. Así que a los dos les aseguro que no tienen de qué preocuparse. Pero no me dé razones para llegar más lejos, jovencito, o en verdad conocerá por qué los alumnos de esta fraternidad han aprendido a respetarme a mí y a mis habilidades.-
Por último, el profesor levita sin cambiar su posición y su pierna cruzada sobre la otra para sentarse detrás de su escritorio, y una vez ahí, saca con telekinesis un papel de uno de los cajones, el cual estaba firmado de un lado por Kodran Söderkvist, del otro por Lugos Fado, y al fondo a cada lado, dos espacios en blanco que leían: Noah Fenian, y el otro Rhiannon Aileen Sutherland. - El castigo estará activo hasta que yo lo considere prudente, así que les pido que no le presten mucha atención al asunto, fufufu~- mientras el profesor decía esto, el papel y una pluma flotan lentamente hacia los alumnos. - Ahora, podremos dar esta junta por terminada en cuanto me ayuden para terminar la papelería- Ya saben cómo se pone la subdirectora Granth con estas cosas, fufufu~
Noah Fenian Estudiante
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Tema: Re: El llamado del Cu cú Mar Jul 24, 2012 12:18 am
“¿Un rastreador?” Pensé un poco alarmado luego de escuchar a Rhia, parecía que no tendría libertad en un buen rato pero tampoco estaba tan mal, aprovecharía para hacer las cosas que tenía que hacer mientras me levantaban el castigo, aun así, no estaba del todo conforme con sus absurdas (a mi parecer) muestras de autoridad, Hazel en eso tenía razón, creo que empezaría a odiarlo a él y sus clases, nunca me había caído bien, ni su manera de dar clases y la forma en que ridiculizaba a los alumnos era algo que no toleraba y pensar que todavía tenía pendiente el castigo del vampiro. “Al menos en algo está de acuerdo conmigo…” Pensé tras escuchar lo último que había dicho la peliplata y seguí de brazos cruzados durante casi toda la plática, solamente alternando la mirada de vez en vez cuando cada uno de los interlocutores hacia alguna intervención, aunque tuve que descruzarlos cuando el durazno flotante llegó a mis manos, lo tomé pero esta vez no lo comí para hacerle ver mi postura infantil y rebelde, solamente lo deje ahí, descansando en mis piernas mientras seguía viendo al Sprite.
-Está bien. Entendido.- Le contesté al maestro Fado, en realidad lo había hecho casi en automático, lo único que quería con eso, es que supiera que había escuchado su letanía acerca de cómo tenia cosas importantes y era un hombre super ocupado, bla bla bla…
Pero más le valía estar diciendo la verdad, pues según él era un hechizo más o menos parecido al que había usado con mi hermanito, pero si no, me quejaría hasta con la subdirectora de ser necesario, aun cuando fuese yo quien terminara peor parado. Cuando me extendió la pluma, fui el primero en levantarse, la tomé junto con el papel y dejé el durazno sobre la silla de raíces.
-¿Algo más?- Pregunté en una actitud demandante, quería irme de ahí lo más pronto posible, usé la misma silla de apoyo para firmar sobre la línea que indicaba mi nombre y después de haberlo hecho, entregué el conjunto a la coordinadora.
“Para que el profesor Fado siga con su ocupada vida…”
Rhiannon A. Sutherland Monitor Escolar
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Tema: Re: El llamado del Cu cú Miér Ago 08, 2012 5:11 am
Los niños son niños, pensó la joven, sin embargo la actitud que estaba mostrando Noah no la había dejado ver en sus años como interno en el rancho. Era un niño y hacía berrinches, pero no a tal grado. ¿De tal manera le había afectado comenzar con el Instituto? Ella había creído que al entrar y hacer nuevos amigos se volvería aun más sociable y enérgico, pero aparentemente las cosas se estaban yendo por el lado equivocado. Pensó que debería hablar aquello con Hazel, después de todo a pesar de que ella intentara guiarlo un poco, Noah era un niño, no una niña, y habría cosas que no podría hablar con ella.
-Entiendo.- Comentó al finalizar la plática del mayor. En efecto así eran las cosas, sería cuando él creyera prudente quitar el castigo, aunque de algún modo eso la dejaba tranquila. Sonrió de lado al ver la pluma y el papel acercándoseles, pero dejó que el menor lo cogiese primero, mirando sus piernas y soltando un leve suspiro. Iba a ser un año difícil, comenzaba a creerlo con seguridad. -Si no hay nada más, me gustaría escoltar a Noah hacia su dormitorio.- Solto la mayor de los peliplatas para coger la pluma y dejar su firma sobre aquel documento. Realmente necesitaba decirle algo, aunque tenía miedo de estarse metiendo demasiado en la vida de él.
Después de todo ella no era nada suyo, sólo era una estudiante más. Los responsables eran los profesores, así que cualquier lección de moral que intentara darle bien podría ser rechazada por él. O al menos eso creía en ese momento. -Muchas gracias por los duraznos, profesor Fado. Me ha caído de maravilla.- Hizo saber llevándose una mano al estómago. Sabía que debía comer más pero como coordinadora de Sal, había tenido días demasiado ajetreados con todo el incidente del ingreso.