Noche Gamer!~Privado

Las clases habían concluido exitosamente sin ningún contratiempo, ni tampoco castigos adicionales, había pasado casi toda la tarde con Socrates, últimamente había estado platicando mucho con él, había encontrado en él un buen amigo y también un compañero de juegos, muchos podrían considerarlo aburrido y poco interesante, especialmente otros estudiantes de primero pero conforme iban pasando los días me había dado cuenta que no era tan malo ni tan enojon como le gustaba hacerse ver, en realidad era buena persona y era bastante divertido, al menos para mi, al final del día habíamos tenido que separarnos para tomar las clases nocturnas que en su mayoría eran mas dependientes de la fraternidad, a veces me hubiese gustado que Socrates se hubiera unido a Sal, así podría tenerlo mas cerca, en realidad, me gustaría que todo primero fuera de Sal, así podríamos estar todos juntos...

De cualquier manera, se me había ocurrido una idea interesante, serian 2 noches seguidas que no me quedaría en mi dormitorio, esperaba no meterme en problemas por eso, no es como si necesitara mas y también esperaba que Taylor no me extrañara mucho jajaja! Claro! De seguro el maldito haría fiesta sin mi, como sea decidí que hoy visitaría a Socrates pero primero necesitaba pasar a la cafetería, estaban por cerrar cuando llegué pero luego de un poco de trabajo de convencimiento la encargada accedió a venderme algunas golosinas y cosas para pasar la noche. Meti todo a mi mochila y empecé a caminar apresurado a los dormitorios de Creag.

A diferencia de otras fraternidades, Creag era bastante rara, la puerta para entrar a los dormitorios siempre estaba cerrada pero podías acceder si decías una contraseña. Luego había sido toda una osadía encontrar el dormitorio, era la primera vez que ponía un pie en este lugar pero tras confirmar el numero y corroborarlo mentalmente varias veces, me di cuenta que era el lugar indicado.

Toqué la puerta un par de veces con fuerza pero en lugar de esperar, me “escondí” pegándome a la pared adyacente y esperé a que el semi-demonio me abriera. No iba a asustarlo pero quería sorprenderlo, no le había avisado que me quedaría en su cuarto, así que esperaba que no me lo tomara a mal o me corriera en el peor de los casos...

Las clases eran extenuantes para mi frágil cuerpo. A veces tenia que salirme o detenerla porque era mucho para mi. Todos me veian raro puesto que soy un demonio y dicen que ellos son mas resistentes que un humano normal. ¡Bueno! No todos teniamos la suerte de conseguir todas esas maravillas.. ¿Verdad?

Pasé una hora tirado en mi cama intentando descansar. De lo pesado que se sentia mi cuerpo me era imposible dormir. Veia el techo tranquilamente mientras mi celular pitaba. Eran mensajes de amigos de otros lados que querían que me conectara al Final Fantasy para irnos de cacería. Sinceramente estaba molido.

Fue entonces cuando tocaron a la puerta... se me hizo extraño porque la gente de creag era bastante autosuficiente y no era del agrado de nadie ir a molestar a otros. Me levanté con dificultad y avance hasta la puerta sin contestar ya que como dije, no estaba acostumbrado a las visitas.
- Si? ... - pregunté al aire al ver que no había nadie en la puerta. Enarqué una ceja y saque la cabeza para ver si tal vez se habían equivocado. - Eh...¿Hola?

En cuanto vi la cabeza asomarse, salte de pronto para quedar frente al demonio, como dije antes, no era mi intención asustarlo pero conociéndolo no dudaba que eso pasara de todos modos. -Hola Socrates!!!- Le grité con una vocecilla lo suficientemente aguda como para reventarle los tímpanos y luego le agarré la cabeza para revolverle el pelo y aunque luché contra mis propios impulsos no me pude resistir y me le eché encima para darle un abrazo, había sido uno muy corto pues justo después me separé y le seguí sonriendo.

-Como te fue en las clases!? Vine a visitarte! Y decidí que pasaré la noche contigo, traje muchos dulces para pasar la noche jugando y todo eso!- Le expliqué pero ni siquiera le di tiempo de contestar, a base de empujones lo empecé a meter de regreso a la habitación y entré después de él cerrando la puerta tras de mi.

Casi pierdo la vida en ese grito. Sentí como mi corazón latía a mil por hora por el chirrido que había soltado Noah. Tardé un poco en reaccionar que era él y cuando sentí que me metía al cuarto solo dije - QUE?! - para seguir siendo llevado por el niño.

Noah se había vuelto más que un amigo, era un complemento diario que le ayudaba a no tirar la toalla. Gracias a él había podido soportar las clase de combate de Kodran, entender lenguas con Caroline. Gracias a él había podido entender las runas y ahora decifraba solo algunas de las actividades. Tal vez no era Noah en si, sino esa calidez que le irradiaba lo que en verdad no me dejaba rendirme.
- Pero pero... - titubee, el chico ya había tomado la decisión por lo que a mi solo me quedaba aguantarme - Pues bueno...

Mis pies me dolían pero al menos ya no tendríamos que hacer nada raro, al menos que Noah no haya hecho su tarea. Temí pregntar por lo que mejor fingí demencia.
- Que quieres jugar...? Ya cenaste?

Yo seguía con la misma sonrisa boba del principio pero en cuanto entramos a la habitación lo solté y me eché encima de una de las camas, yo también estaba algo cansado, las practicas de Mugby drenaban casi toda mi energía, levanté la cabeza para mirar a Socrates y luego tras darme cuenta que había una cama completamente desocupada, una idea me vino a la mente, me levanté para quedarme sentado en el borde.

-Oye, por qué no juntamos las dos camas?- Le propuse, me parecía una buena idea, después de todo ya había iniciado el curso, era improbable que alguien llegara. -Tendríamos mas espacio y podrías aprovechar que tienes un cuarto para ti solo, dormirías mejor...- Dicho esto, volví a levantarme y me acerqué a las consolas.

-Hum... no se...- Escupí de pronto y pensé un momento, desde anoche estaba clavado con los juegos de pelea pero no quería otro duelo de Street Fighter, me preguntaba que tan bueno seria el demonio con ese juego, prácticamente me vencía en todos y poco faltaba para que lo hiciera con una mano.

-Juguemos Smash- Contesté finalmente pero luego agregué -en equipos...- Estaba cansado de perder siempre.

-Y no, no he cenado... tu? Tengo unos dulces que compré en la mochila por si quieres-

- Es real que compraste dulces y no cena? - dije en un tono sorprendido y a la vez retador - Eres el peor administrador del universo!

Si algo me impresionaba era el gasto increible en dulces que hacía su amigo, pues, casi todos los dias. Él con el dinero que le daban por semana en el Instituto había podido comprar una despensa decente para no tener que bajar a la cafetería a comer, una sabana y una funda hipoalergenica y dos refrescos... para toda la semana.
- Deberias ponerle un poquito de importancia a eso <_< un dia no vas a tener para comer y andarás todo quejumbroso...

Por alguna razon, ya la confianza con el chico era tal que podia regañarlo. Sentía que había encontrado unamigo y eso le agradaba. Conecte el Wii la televsión que papá me "compró" junto con las tres consolas que había pedido. Cada una alterada hermosamente sin dañar el sistema. No tendría que comprar ningun juego nunca más. Puso el Smash Brothers y le pasé el control al niño con una sonrisa maliciosa.
- Si si, en equipo para no trapear con tu cara..

Fruncí el ceño cuando escuché el regaño, había mucha gente que solía retarme por lo que hacia pero todavía no me acostumbraba a que Socrates también se uniera a esa lista.

Deje escapar un “Hmph” mientras le hacia un puchero y caminaba hacia la cama dándole la espalda.
-No te vuelvo a traer dulces...- Dije entredientes y en un tono muy bajito, estaba algo emberrinchado, a qué clase de bicho raro no le emocionaba que trajeran golosinas para pasar la noche? Mientras Socrates seguía hablando seguía hundiéndome cada vez más y más en mis hombros hasta que deliberadamente lo interrumpí con el rechinido que provocó el hecho de empujar la cama, estaba un tanto pesada, al menos para mi pero aun así pude hacerlo sin ayuda, largué un suspiro por el esfuerzo y me sequé el sudor imaginario que según yo había en mi frente.

-Si tengo despensa...- Le dije en mi defensa con un tono más agresivo. -Taylor se encarga de comprarla, es mi compañero de cuarto.- Tal vez no debería decirle que perdí la mayoría de mi dinero apostando con Rowan, de hecho, seria mejor que los disfrutara porque serian los últimos en al menos un mes.

Luego le gruñí por el comentario y acepté el control aprovechando la cercanía para darle un poke en la panza al moreno. -No vale!! Tú lo tienes aquí y puedes jugar todos los días...- Era un grosero, yo apenas estaba aprendiendo.

-Pero bueno, qué tal te va con las clases de mana?-

- Mal, es como si jamas en la vida hubiera hecho un hechizo... ahora resulta... - dije entre dientes ya que todos parecían hacerlo tan facil y para mi se me complicaba tanto. Los maestros no me daban una razón valida, solo me dijeron que no dejara de intentarlo. - Por lo menos pude hacer flotar la pluma... jejeje...

Ese había sido un chiste malo el cual me hizo voltear a ver a Noah emberrinchado.
- Es real que ahora me haces berrinche por el regaño? - dije levantando una ceja - No te enojes, pero alguien debe de cuidarte.. es por tu bien, pero si quieres ya no te digo nada...

No era como si me gustara incomodarlo, pero me preocupaba que no tuviera que comer. Al final siempre estaría mi despensa...
- Un dia aprenderás.... y perderás con honor, jajajaja - dije con una sonrisa malvada. Estaba muy orgulloso de mis habilidades de Smash.. probablemente era en lo unico que era bueno.

-No es un berrinche!- Le grité sonrojado hundiendo la cabeza entre mis hombros, era la segunda vez que me lo hacia, inconscientemente desvié la mirada y solo atiné a decir -No estoy enojado pero pensé que te iba gustar que trajera dulces para comer...- En verdad no lo estaba pero como dije, solo me estaba acostumbrando a tener a Socrates en esa lista aparte, era un poco raro que él también me regañara, ni siquiera era mi superior...

Tras decir esto, tomé asiento y solamente hice un puchero que rápidamente fue desvaneciéndose, a mi también me preocupaba que le fuera mal en las clases nocturnas, después de todo, ahí no podía ayudarle ya que pertenecíamos a distintas fraternidades y nuestras clases estaban separadas, ni siquiera era el mismo enfoque.

-Si quieres podemos practicar un rato y podría venir a ayudarte algunas veces durante la noche...- Le ofrecí, en realidad no es como si tuviera mucho que hacer, o bueno, en realidad si pero aun así, no quería que se desanimara por las clases, le sonreí tratando de contagiarle algo de confianza y que al mismo tiempo no lo viera como algo tan importante, no queria abrumarlo con mis constantes ofrecimientos de ayuda, luego me levanté y le puse una mano alrededor del cuello y lo jalé amistosamente para que se sentara conmigo.

-Cuando aprenda, voy a venir a patearte el trasero todos los días y me reiré de ti...- Dije respecto a lo del Smash.

Sonreí ante la preocupación de mi compañero y le puse una mano en el hombro.
- Te agradezco, Noah - respondí sinceramente - Pero no quiero que te preocupes... yo tambien quiero poner de mi parte, por ti y por mi papá... además quiero saber porque para mi es tan dificil.. es un reto personal.

En verdad era extraño. Tal vez no recordaba haber tenido la necesidad de otro hechizo. Su padre y él nunca necesitaron mas que su mana amarillo para alterar maquinas, pero tampoco era como si no lo pudiera hacer manualmente. Observó sus manos y suspiró.
- Vas a ver que pronto aprenderé... quien sabe.. tal vez me meta al Mugby el próximo año si lo logro xD

Bueno, si él decía que lo iba hacer solo, ni hablar, le sonreí y le asentí con la cabeza indicándole que estaba de acuerdo. Me daba gusto que no se rindiera tan fácilmente y también que poco a poco se fuera acostumbrando a los abrazos y todas esas cosas, cada vez me reclamaba menos y por consiguiente me hacia sentir que nos estábamos llevando mejor.

Bajé el brazo y sujeté el control mientras regresaba la mirada al televisor. -Deberías, es mas divertido de lo que parece aunque duele bastante cuando te golpean...- Le respondí obviamente sin querer asustarlo, solo le sacaba platica. -De hecho, me gustaría que jugaras, tal vez nos toque jugar en contra y ahí si te pateare el trasero por todas las que me debes...- Y dicho esto, empecé a pulsar los botones hasta la pantalla de selección de personajes.

Por ahora, empecé con Pikachu, no era mi personaje principal pero me gustaba Pokemon y también me gustaba la forma en que peleaba, probablemente de ahí había sacado la idea cuando hice mi primer hechizo.

-A quien usaras tú?-

"Snake!" grita la pantalla al elegir mi mono y voltearlo a ver con una sonrisa.
- Yo creo que si lo logro, tambien tendría que patearte en el Mugby, amigo - respondi empezando la batalla. La compañia de Noah había hecho que desapareciera mi cansancio. A veces soltaba uno o dos bostezos pero las batallas estaban muy intensas. Un momento agradable con mi amigo, tal vez el mejor de ellos.
- Ojalá pudiera aprender hechizos negros - dije de repente durante la pelea - Asi si vuelve a aparecer un monstruo... podría defenderte...

Claro que no iba patearme el trasero en el Mugby, Socrates era un inútil para todo lo que tenia que ver con actividad física pero por supuesto que no se lo diría, a diferencia suya, yo no era un grosero. Empezaron las peleas y estuvimos un buen rato jugando, nunca había sido un fanático de los videojuegos pero me divertía jugar en compañía de mis amigos, reí y hasta grité un par de veces hasta que la repentina interrupción de Socrates me obligó a voltear a verlo y detenerme pausando el juego.

-Uhm...- Exclamé algo pensativo, la verdad es que no me gustaría que el demonio siguiera involucrándose en combates, tenia que protegerlo pero no podía decírselo, me quedé pensativo por un largo rato mientras resolvía mi dilema, tampoco podía dejar que se sintiera menos después de todo, él había visto como hice equipo con Mila durante el ataque del primer día...

“Diablos”

-Seria genial!- Le dije con una fingida alegría. -Así podríamos luchar juntos si algo mas nos ataca, seriamos como Sebastyan y Hazel y si de verdad quieres jugar Mugby, vas a tener que aprender hechizos negros...de que posición te gustaría jugar?-

- De portier o defender! - dije con alegría, la verdad, es que tambien me gustaba Carrier pero por alguna razon pensaba que estaríamos juntos en un equipo eventualmente. - Como Josefat Toledo, el defender de España - agrega sonriendo al imaginar al jugador de Mugby.

Pokeo a Noah y lo miro con malicia.
- Vamos a seguir en pausa o tienes miedo de perder? - pregunté esperando su respuesta. Comenzaba a hacerse gracioso ver su carita de berrinche. -

Y eso era precisamente lo que había hecho tras escuchar aquella ultima pregunta, empezaba a creer que lo hacia a propósito para hacerme emberrinchar pero esta vez hice un esfuerzo por contenerme y solamente levanté la trompa, dejé el control sobre la cama antes de quitar el pause y luego torcí la boca tratando de poner un gesto serio nuevamente.

-Si te unes al Mugby seremos rivales pero tienes que prometerme que vas a ser uno de los mejores jugadores del Instituto y así un día seremos compañeros cuando entremos al equipo estrella de la escuela...- Al decir esto, le extendí la mano y lo miré sonriente y decidido, yo también haría mi esfuerzo, después de todo, le había prometido a mi hermanito que ganaría la copa para él.

Después de eso, volví a tomar el control y amenacé con quitarle el pause. -Listo?-

- Listo amigo! - dije sonriendo. Por alguna razón mi pecho se llenaba de mucha emoción ymi corazón latía con fuerza. Por alguna razon senti una necesidad de darle un abrazo al niño pero se transformó en un pokeo. Para mi fue mas o menos como darle un abrazo...

Siguió la pelea mientras me ponía a pensar como me vería en un juego de Mugby...

"Que se sentirá correr sin ahogarme... ojalá con magia aprenda a remediar eso..."

Le devolví la sonrisa y me reí por el insistente pokeo de mi amigo soltando una risilla mientras le empujaba las manos para que dejara de hacerlo, no de manera agresiva, simplemente para que continuáramos con el juego. Finalmente quité el pause, jugamos durante un buen rato, las peleas seguían igual de intensas y emocionantes, yo no era muy bueno en los juegos, no era un gamer nato contrario a Socrates quien era el que generalmente terminaba resolviendo la pelea pero eso no quitaba que me divirtiera, ya cuando se me pasó esa etapa competitiva, hasta le hice uno que otro cumplido, cosas como... “Wow” o “Eres muy bueno”, sin que no diéramos cuenta ya habían pasado varias horas y empezaba a cansarme, se notaba porque bostezaba cada vez mas, había tenido una tarde complicada con los entrenamientos de Mugby, así que aprovechando un entretiempo, saqué las golosinas que había traído de mi mochila, le entregué un refresco de lata, había olvidado que traía bebidas así que estaban un poco calientes, también le di un chocolate en barra e hice espacio entre nosotros para acomodar una bolsa grande de papas, ademas, vacié una montaña de dulces en otra parte de la cama y lo miré invitándolo a disfrutar del festín.

-Necesito azúcar, ya me esta dando sueño...- Le dije a Raven y tras abrir la otra lata, regresé la mirada a él me levanté y empecé a caminar a la cocina para traer unos vasos. -Uhm... tienes hielo?-

- Si, si tengo - dije observando al niño alejarse. No entendía como podía consumir tanto azucar. Tomé una papa y tambien un poco de chocolate, la verdad no era muy fan de la chatarra, su estomago no era tan fuerte aun para su edad.

- Tal vez deberíamos dormir pronto... mañana hay clases <<... - dije un poco incomodo por la hora. Aun cuando todavía faltaba mucho le daban ganas de bañarse. - Tambien me esta dando algo de sueño...

Por el momento, ignoré los comentarios de Socrates y me perdí en la cocina, me parecía un poco raro que él fuera tan ordenado, era tan diferente de mi y Taylor que me causaba gracia, agarré dos vasos y les puse hielo hasta la mitad, llené el mio con el refresco y de paso traje una botella de salsa picante, no era Taylor pero también a mi me gustaba, cuando regresé, le entregué el otro vaso al demonio.

Luego di un sorbo al refresco y le extendí la botella.-Uhm... ti también te gusta el picante?- Pregunté antes de ponerle y tomé una papa también, estaba muriéndome de hambre.

-No es tan tarde, apenas son las 11 pero esta bien, supongo...- En eso tenia razón, sin contar que yo para mañana tendría que enfrentar el castigo de Kodran y pues tampoco quería que Socrates estuviera tan desvelado al siguiente día. -Solo terminemos de comer, cenar o lo que sea. Oh!~ Por cierto, puedo usar tu baño? Es que, quiero tomar una ducha...-

Un leve sonrojo abordó mis mejillas al escuchar eso. No era muy habil con la idea de ver a Noah desnudo.
- Eh.. si.. si quieres.. - dije tartamudeando - Pero.. trajiste ropa?

Por un momento mi inquietud se hizo tan grande que desbordó de mi boca.
- Porque si no , yo te puedo prestar! - dije sin pensar - Tu bañate, tal vez me bañe después de ti.

Sentía mi corazón palpitar con fuerza y mi respiración se cortó un poco... ¿Que me estaba pasando?

-Bueno...voy primero, pero no te acabes todo...- Le dije con un genuino gesto de preocupación, no habíamos terminado de comer todavía pero tenia razón, podría hacerse tarde. Pero bueno, ya había dicho que iba prestarme ropa, así que no tenia de que preocuparme.

Vi el sonrojo en las mejillas de Socrates y solamente sonreí, no entendía por qué de repente sentía que se había puesto nervioso pero era gracioso. Me di la media vuelta para encaminarme a la regadera y desde ahí le contesté.

-Si quieres podemos bañarnos juntos, a mi no me molesta...- Le dije, para mi era la cosa mas normal del mundo, digo, casi siempre lo hacia con mi hermanito.

No se que clase de expresión hice después de escuchar esas palabras. Pero un nudo en la garganta hizo que comenzara a toser mientras cerraba un poco las piernas. Intenté formar palabra pero lo unico que logré fue escupir monosilabos estúpidos que no llegaban a nada.

Negué con la cabeza como ultimo recurso y seguí tosiendo. Le hice un ademán de que se metiera a bañar mientras comenzaba a buscar mi inhalador. La tos normalmente se transformaba en ataques de asma por lo que mejor era soltarme un pericazo. No entendía bien pero no era la primera vez que eso me pasaba. Ya había sucedido con pocos amigos que llegaron a visitarme y se acercaban asi.

Volví a pensar en compartir la misma sala de baño con el niño y un hilillo de sangre escurrió por mi nariz.

No dije nada más, al ver la negativa del otro niño, entré al baño y cerré la puerta tras de mi. Empecé a desvestirme y recogí la ropa para doblarla y dejarla en una repisa vaciá que encontré por ahí con excepción de la ropa interior y las calcetas, el uniforme tendría que usarlo al día siguiente.

Volví a abrir la puerta pero esta vez solo asomé la cabeza. -Uhm... Donde puedo dejar mi ropa sucia?- Pregunté al demonio y tras escuchar su respuesta, entré de nuevo en el cuarto de baño y metí los calzoncillos y los calcetines en un cesto que estaba ahí.

Finalmente me metí a la ducha, ajusté la temperatura y me aseguré de hacerlo rápido para que Socrates también tuviera tiempo de bañarse. Cuando terminé salí con una toalla amarrada a la cintura y todo mojado, no era muy bueno secándome, de hecho siempre lo olvidaba.

-Ya terminé- Dije cayendo en la obviedad y caminé hasta él, nunca a nadie le había pedido que me prestara ropa interior, me parecía algo vergonzoso pero era eso o pasarme la noche desnudo, me ruboricé de solo pensarlo y desvié la mirada mientras le confesaba mi problema, ya me había dicho que si pero pues aun así tenia que decírselo...

-Oye! Crees que puedas prestarme ropa interior? No se me había ocurrido que iba tomar un baño aquí...-

Cuando Noah se fué al baño al fin pude respirar. Cerré los ojos para luego ver entre mis piernas y asomarme un poquito para ver los daños. Es entonces cuando Noah decide preguntar lo de la ropa sucia sacandome tremendo susto.
- Eh.. ah.. en el cesto de adentro - dije dando un saltito para luego ver al niño. Sentía mi cara completamente roja - Tu no te preocupes...

Al volver mi sangre se había ido de lugares incomdodos. Me quedé viendo la puerta como si esperaba algo para luego dejarme caer en la cama. Mis pantalones estaban avisando algo que no debía y no sabía bien por que.

¿O si?

Cerré los ojos y comencé a relajarme mientras escuchaba el sonido del agua en el baño. No entendía como podía estar sintiendo esas cosas. Será una especie de trauma por no tener amigos y ahora estoy sintiendo de más por Noah? El solo pensarlo hacía que me punzara la cabeza y me palpitara el corazón un poco más fuerte de lo normal. Muy probablemente todo se iriá calmando en cuanto me acostumbrara a estas cosas, a sus preguntas super atrevidas como bañarnos juntos o pensar en su cuerpo desnudo.

Ahi iba mi pantalón otra vez...

Al escuchar el agua disiparse me levanté rápidamente y tomé ropa de mi gaveta para poderme acostar. Estaba a un paso de que no se diera cuenta de nada y todo seguiría normal. Esas cosas simplemente harían la amistad que apenas construimos algo incomoda y muy seguro para final de año me odie.. o se burle de mi...

... ¿Que esto pensando? Ni que fuera...

La voz de Noah interrumpió mi dialogo interno y me sonrojé al máximo. Desvié la mirada del cuerpo del niño y extendí mi mano para darle el boxer que había tomado para mi. Mi cuerpo era mas grueso y alto que el del niño, cosa rara ya que yo era bastante alfeñique para mi edad. Sin embargo Noah tenia un cuerpo muy pequeño y atletico muy peculiar. De seguro de grande tendrá facilidad en conseguir novia...
- A-Aqui esta... - dije entrecortadamente - Tomalo.. yo to-tomaré otro...

Mi sonrojo se desvaneció después de que me entregó el boxer, aun no entendía bien por qué estaba tan nervioso pero le dediqué una sonrisa y le agradecí por prestarme algo de ropa. -Gracias...- Le dije a Socrates y poco después caminé hacia un costado de la cama y me senté. Empezaba a preguntarme si estaba así por el hecho de estar desnudo frente a él pero no estaba seguro en si debía preguntárselo o no...

-E-estas bien? Te pasa algo?- Pregunté al demonio un tanto preocupado y mientras hablaba me abrí la toalla para ponerme los calzoncillos, tenia esa mala costumbre, la verdad es que a mi no me daba pena menos entre hombres, tanto Rhia como Hazel e incluso Taylor podían jactarse de ello, así que cuando finalmente me hube “vestido”, me levanté, la ropa interior me quedaba algo floja, el resorte no me apretaba lo suficiente aunque tampoco era como si me cayeran de estar caminando, tal vez con un tirón o si me ponía a saltar, cosa que no haría.

Me acerqué al demonio un poco confundido y le poke la mejilla. -Seguro?- Insistí.