Noche Gamer!!! (Sin juegos) - Privado

Para cuando la última campanada del día sonó yo ya estaba corriendo hacia la Fraternidad de Creag para toparme con mi amigo, desde hacia varios días había estado planeando mi venganza, bueno, no era precisamente una venganza pero como yo ya me había quedado en su dormitorio, ahora estaba con la idea de que él lo pasara en el mío.

Pasé un ratito ahí hasta que vi al hechicero caminar todavía con el uniforme y antes de que pudiera reaccionar lo jalé del brazo y empecé a correr con él pero por más que el demonio luchara, no estaba dispuesto a soltarlo.

-Ven!!! Ven!!!- Le dije a Raven esbozándole una amplia sonrisa todo parecía indicar que era una emergencia pero seguí y seguí y seguí hasta que llegamos a la Fraternidad de Sal, ahí me detuve tratando de evitar entrar haciendo un escándalo y aprovechando la tranquilidad del momento, lo mire todavía con un gesto travieso. -Ahora te toca pasar la noche a ti en mi dormitorio…- Le dije o bueno, busquen un intermedio entre ordenar y proponer y eso era.

Luego, me coloqué detrás de él poniéndole las manos sobre los hombros para guiarlo y cuando llegamos al cuarto marcado con el numero 1402, toqué la puerta de la habitación para anunciar mi llegada, antes de todo debía darle unas instrucciones…

-Yo tengo un compañero de cuarto, se llama Taylor pero no le hagas mucho caso…- Le comenté y dicho esto, abrí la puerta de la habitación y lo invité a pasar. A diferencia de su pieza, esta estaba bastante desordenada, había ropa en el piso y algunos platos sin lavar sobre la mesa y una de las camas estaba sin arreglar y con un osito de peluche en el centro de ella.

Lo único que se veía moderadamente ordenado, era lo que aparentemente era una colección de carritos que estaba acomodada en un buró.

Todo fué tan rapido que no dije nada hasta que no llegamos a su cuarto. El olor de toda la mugrosidad me había sacado de mi trance y me hizo darme cuenta que Noah me había secuestrado.
- Ok pero.. que? - dije volteando a ver a Noah - Pero pero.. Noah... me da pena que este tu compañero... mejor nos quedamos en mi casa...

No estaba muy seguro, de todas formas, tenia una rara costumbre de no gustarme quedar en lugares que no son mios. Además no llevaba nada y no parecía tener juegos.
- Ademas veo que no tienes consolas... que vamos a jugar? ._.

Comencé a sentir una especie de incomodidad, sin contar que me volvia loco tantos olores.. tanta ropa.. tanta suciedad...

Creía saber que era lo que tanto me divertía de Socrates, siempre tenía una queja para todo pero en vez de molestarme me daba risa que fuese un niño tan remilgoso, le agarré la cabeza y empecé a despeinarlo amistosamente mientras le seguía sonriendo.

-No te preocupes- Interrumpí al semidemonio alzando ligeramente la voz. La verdad es que en eso tenía razón, estaríamos mejor en su dormitorio pero ese no era el punto, lo que yo quería es que también visitara el mío y que en algún momento, supiera que si lo necesitaba, podía quedarse cuando quisiera.

-Tenemos una computadora y más tarde, cuando llegue Taylor puedo pedirle su DS, también tengo juegos de mesa o podemos jugar con los carritos…-

"Es real que quiere jugar a los carritos? Que edad tiene? 5" pensé al escuchar la propuesta del niño. Por un momento me puse a pensar lo que era no tener nada y la mucha ventaja que tenia socrates de, pues, tener dinero al menos. Pensó que sin sus consolas probablemente ya hubiera muerto de aburrimiento.
- No te gustaría... ehm... que limpiaramos poquito? - dije incomodamente. En verdad si quería dormir ahí necesitaba arreglar un poco - Anda, << no te hará mal.

No veía la necesidad de limpiar pero parecía que no me iba dejar en paz si no lo hacíamos, y yo que pensé que ya había pasado esa etapa en Little Monsters, siempre nos obligaban a limpiar pero ahora que era todo un adulto o bueno, casi… eso había pasado a ser enteramente mi responsabilidad y parecía que Socrates no iba respetar eso, fruncí el ceño y finalmente le contesté no estando del todo convencido.

-Bueno pues…pero, ¿Qué quieres jugar?- Dicho esto, empecé a recoger la ropa sucia del piso y a meterla toda en el cesto que estaba en el baño.

-¿Ya viste los carritos?-

No era muy fan de los carritos, pero al ver la coleccion me quede sorprendido. Tenia una cantidad bastante grande de ellos y no entendia entonces como es que eran huerfanos.
- Pasabas dias sin comer por comprarte estos carritos? - pregunte sin pensar. Al darme cuenta de mi atrevimiento solo dije - Perdon... no quise ser grosero...

Intente cambiar un poco la platica, aunque sentia que ya era demasiado tarde.
- Que tal juegos de mesa? - pregunte inmediatamente - Aunque de seguro te ganare igual que en el Smash... jeje..

-Claro que no!!!- Le contesté en un tono de voz alarmado y hasta me sonroje un poco, bueno, me había pasado una o dos veces cuando era un cochesito que realmente me gustaba pero solo esas, aun así, en cuanto escuché lo siguiente me callé y dejé la mirada fija en el demonio. –No eres grosero, tonto…- Agregué, no tenía intenciones de ofenderlo pero en verdad creía que no había motivos para disculparse y había escupido lo primero que salió de mi cabeza.

Me acerqué al estante/buró donde estaban todos los carritos y tomé uno de ellos, era un Mustang modelo SVT Cobra y se lo extendí.
-Este me lo regalo Rhia hace tiempo, fue el primero que me regalo poco después de que se enteró que los coleccionaba- Luego tomé otro, un Audi TT –Este me lo dio Hazel- Y finalmente me giré para ver otra vez al semidemonio.

-Muchos me los regalaron, la mayoría de ellos de hecho.- Le expliqué y luego volví a acomodarlos y seguí recogiendo.-JA! JA! JA! Aquí si podemos apostar si quieres!- De todas formas ya había hecho con Rowan.

Observe al ninio hablar con tanta pasion sobre sus carritos que solte una ligera sonrisa y lo despeine inconscientemente.
- Se ve que te gustan los carros! - respondi con una amplia sonrisa mientras checaba los que me pasaba - Y se ve que tienes muchos amigos en el Instituto... a mi solo me hablan para pedirme la tarea <<.

Al seguir la platica escuche la palabra APUESTA. Hay pocas palabras que activan mi gen de demonio y una de ellas era APOSTAR. Mis orejas respingaron un poco y lo vi con seriedad.
- Que apuestas?? - pregunte con determinacion. No me iba a ganar!

-Eso es porque eres el más ñoño del salón…- Respondí con brutal honestidad y me encogí de hombros mientras me despeinaba. –Si tienes amigos y si dejaras de ser tan remilgoso y tan ermitaño tendrías más.- Agregué tras recordar el incidente con Kalle aunque tenía que admitir que poco a poco había ido mejorando, al menos para este punto, yo ya podía considerarme un amigo para él y había estado haciendo su esfuerzo.

-Por cierto, ¿me pasas la tarea de matemáticas?- Pregunté tratando de hacer un gesto serio pero luego deje escapar una sonrisa y le di un codazo amistoso. –Es broma…- Contesté después, la habitación ya se veía moderadamente bien, solamente faltaba la cama.

La ropa había sido levantada del piso y la mayoría de los platos y vasos ya estaban en la tarja. Cuando escuché la positiva acerca de la apuesta me le planté enfrente y me emocioné mucho.

-Si yo gano, tu tendrás que recoger mi cuarto durante toda la semana!-

<<
Observe bastante feo a Noah cuando hizo su broma y le pokee la lonjita por haberla hecho. Luego cuando dijo su parte de la apuesta movi una vez mas las orejas y acepte.
- Va, pero si pierdes deberas tener tu dormitorio limpio toda la semana...y probablemente tambien peinarte...

Tal vez no era mucho de amigos, pero no era por ermitanio, era mas bien, que la gente no parecia verle un buen rostro nunca. Suspiro al pensar que problablemente la dolorosa verdad de Noah fuera verdad; era un nionio y ermitanio y que por eso nunca tendria amigos.

Aun asi, volteo a ver a su companiero y sonrio.
- Si no fueras tan bruto para decir las cosas probablemente te diria que tienes razon. No importa, no necesito amigos mientras tu lo seas...

Al decir esto se sonrojo un poco y desvio la mirada. Para luego pegarle despacito en el hombro a Noah.
- ... vamos a arreglar la cama... quiero pulverizarte en ese juego de mesa.

¿Qué clase de beneficio era ese? No entendía por qué Socrates me estaba pidiendo una cosa así, después de todo, no había ningún beneficio para él directamente pero si eso era lo que él quería, estaba bien…supongo.

-Acepto!- Le dije todavía dubitativo aunque igualmente animado y entre risas por los constantes pokeos proseguí. Cuando la plática siguió, volví la mirada a Socrates y por un momento me quedé helado, pensaba que ahora le debía una disculpa pero antes de poder responderle escuche eso ultimo y sentí como toda mi cara enrojeció de repente, mucha gente me había hecho cumplidos antes, especialmente Rhia y Hazel pero no entendía como o por qué cuando Raven lo decía se sentía diferente hasta me ponía un poco nervioso…

No supe que contestar y probablemente si lo hubiese hecho, se me hubiese trabado la lengua y hasta me hubiese puesto a tartamudear.
-S-si…- Le respondí pasando saliva pesadamente y jalé su camisa para detenerlo antes de que siguiera caminando, me sentía raro, estaba demasiado avergonzado como para abrazarlo… por alguna extraña razón, así que lo único que se me ocurrió fue recargarle la cabeza en el hombro apoyando el menton y ya una vez que me calmé volví a levantar la cabeza.

-Gracias…- Le dije al demonio. –N-no es lo que quise decir, me refería a que…deberías…hum…tratar de convivir más…- Agregué poco después y ahora sí, caminé hasta la cama, topándome con el osito de peluche, como si necesitara avergonzarme más...

En vez de ponerme nervioso tuve una sensacion de calidez al sentir al ninio recargarse en mi hombro y solte otra sonrisa. Cuando decidio avanzar, un osito salio de la nada y levante una ceja.
- Ah.. y este como se llama? - dije tomandolo - Es tuyo?

Por alguna razon un brillo rodeaba al ninio ahora, se sentia como si todo estuviera bien entre ellos.
- Es muy lindo, yo tenia uno parecido y se llamaba Mugre.

El sonrojo no desapareció pero me tranquilizó mucho que no hubiese escuchado ni una risa, ni siquiera una burla, lo miré de reojo como esperando algo más pero no, su rostro se veía serio, bueno mejor dicho normal y eso me dio la confianza para seguir hablando, al principio tartamudeé al comenzar a explicárselo pero cada vez me daba más confianza.

-Se llama Filósofo- Le contesté a Socrates y al ver que este seguía normal, sonreí y ahora si hablé completamente suelto, largué un suspiro con el que dejé escapar el estrés.

-No, me lo regaló… bueno, en realidad me lo prestó Taylor, es que… no podía dormir en las noches, pero solo los primeros días… extrañaba a mi hermanito…hum... ¿Qué pasó con tu osito?-

- Es real que cuando te da pena decir algo siempre haces preguntas? - dije con una sonrisa malvada abrazando a Filosofo. Tal vez su companiero no era tan malo como Noah decia. Volvi a ver al osito y luego voltee a ver al ninio con una sonrisa burlona y gesto mamon.
- Noah Fenian, duermes con ositos??? - y mantuve un silencio hasta que solte una risilla - es broma.... - para correr a abrazarlo con fuerza.

Me daba mucha ternura el ninio y sentia mucha mas confianza. Era como si al entrar a su cuarto me hubiera dado permiso de entrar a su corazon. Me pregunto si el sintio lo mismo al entrar el mio.

Aunque era un cuarto vacio y bien arreglado... tal vez, no habia encontrado nada...
- Mugre se quedo en casa donde vivia con mi padre. Probablemente lo confiscaron, ya no lo volvi a ver...

Otra vez no supe que contestar y además no quería contestarle, lo fulminé con la mirada e inmediatamente después mi cara se puso roja como un tomate pero dejé que abrazara al osito y solamente volteé hacia otro lado, apreté la sabana con fuerza y cuando escuché lo segundo estallé en “rabia”, en realidad si me había molestado un poquito que le hubiera contado algo tan personal y ahora se burlara.

-CÁLLATE!!!- Le grité al demonio tratando de empujarlo para que no me abrazara y hasta le di unas pataditas para alejarlo aunque igualmente terminó pegado a mí, dejé escapar un gruñido cuando supe que todo se trataba de una broma, el maldito me la había regresado, por un momento pensé en morderlo, tal vez en darle un zape, pero de cierta forma me lo tenía merecido, terminé solamente haciéndole un puchero hasta que el berrinche se me pasó y volví a la normalidad luego lo empujé para separarnos.

-No me hagas lo mismo!- Le reclamé y largué un profundo suspiro se notaba que aun quería hacerle algo para vengarme pero no podía, mis manitas y mis dedos se movian desesperadamente... –Luego te compraré otro…- Le dije también en un tono burlón en realidad no iba hacerlo o bueno, tal vez aunque solo si en verdad no podía dormir...

Comence a carcajearme cuando escuche al ninio grunir y lo aprete fuerte. Era como si hubiera encontrado un punto debil. Me di cuenta que era muy tierno cuando se enojaba y que no era muy bueno bromeando. Deberia de tener cuidado y no dejarlo perder tantas veces.
- Hey, vamos, era una broma, la misma que tu me hiciste. Ya estamos a mano, no?

Lo retire un poco y cuando vi que comenzo a trollear solo lo pokeee.
- De todas formas te gane bien duro.. jajajaja - rei mientras decia eso tirandome en su cama con el osito a lado. Me sentia bastante tranquilo en aquel momento pero un pensamiento comenzo a recorrer mi mente.
- Uh... Noah.. - dije pensando profundamente - No vamos a caber en tu cama...

-La mía no fue tan cruel…- Dije entre dientes tratando de excusarme por mis acciones, él se había reído de mí y yo no, o ¿sí?… pero bueno, cuando nos separamos fui y me senté en el borde de la cama, poco a poco me fui controlando hasta que mi berrinche desapareció y con ello el sonrojo y demás cosas.
-Sí, si… como sea- Le dije a Raven cruzándome de brazos, mientras dejáramos eso por la paz, estaba bien y luego suspiré en este momento no es como si tuviera muchas ganas de cederle mi cama pero la verdad es que no podía retractarme solo por lo que había pasado.

-Uhm…Esta bien, si quieres puedes dormir tú en la cama, eres el invitado-

- Es real eso? - dije algo molesto - No me gusta eso de que me cedas tu cama y ya. Por eso te dije que mejor en mi cuarto...

No iba a permitir que Noah durmiera en el piso. Me levante y lo observe con bastante seriedad.
- Pues vamos a tener que dormir en la misma cama... - murmure- al cabo tu eres... tu eres... un chaparro!

Al decirle asi, senti mi cara roja otra vez. En verdad me estaba volviendo loco ese ninio.
- Eres un chaparro! Chaparro ahora te voy a decir chaparro.. como vez??

Enarqué la ceja, no entendía que era lo que le pasaba a veces, al menos en mi cabeza no tenía nada de malo dormir en el piso... -¿Qué tiene?- Le pregunté a Socrates pero la sorpresa no acabó ahí, insisto…¿Qué le pasaba?, abrí los ojos como platos y sin querer terminé esbozándole una sonrisa por lo de chaparro, en realidad no me molestaba pero me parecía divertido que de pronto me hubiese puesto un sobrenombre.

-Pues, a ti es el que te molesta dormir con alguien más, por eso te cedí la cama- Le dije mirándolo y en ese momento notando el sonrojo que tenía en las mejillas pero decidí ignorarlo, Socrates era demasiado vergonzoso a veces y muchas de ellas, no entendía por qué. –Pero cuando yo te escoja un sobrenombre tampoco te quejes…- Y tras decir esto, me levanté y me metí debajo de la cama, solo se veían mis pies moviéndose de un lado a otro mientras me estiraba para alcanzar algo ahí dentro y después de hacer unos ruidos extraños y uno que otro “Hmph” salí con algo de polvo en el cabello y una larga caja de cartón.

“JENGA” Era lo que venía marcado ahí.

-Pero será mejor en el piso, necesitamos algo que este plano…-

Cuando menciono lo de la cama me di cuenta que habia sido por la vez anterior, cuando habia actuado extranio y distanciado de repente. Mis nervios habian provocado esa clase de reaccion en Noah y ahora me sentia algo mal.

Camine hasta donde el y lo jale del brazito para caerme a la cama con el y acostarlo en mi brazo. Recargandole el rostro en su cabello y soplando.
- Perdon... no queria que pensaras eso... es solo que... batallo mucho para estas cosas. Me va a poner triste si duermes en el piso, asi que por favor... duerme conmigo... si?

Observe el rostro del ninio. Estaba serio pero preocupado y luego le sonrei al ver que habia agarrado una buena actitud.

Cuando vi que se levanto para ir por la cajita sin tener su respuesta, senti algo de incertidumbre, probablemente habia pasado la raya y el ahora estaba molesto. HAbia traido el JENGA, un juego de fisica basica y posibilidades de ganar debido a mi alto conocimiento en esos temas. Sonrei al chico, con una sonrisa cansada y entre cerre los ojos.
- Te voy a ganar... - respondi ayudandole a abrir el juego. Lo ultimo que esperaba era haber incomodidado a Noah y arruinado su noche gamer.

Por suerte, alcancé a dejar la caja sobre el piso mientras me levantaba y me dejaba arrastrar por el demonio empezaba a sentirme raro cada vez que tenía tanta cercanía con Raven, pasé saliva con cierta pesadez y empecé a sentirme incomodo, aun así, traté de actuar con naturalidad. Levanté la mano y la puse sobre su pecho en un raro intento por abrazarlo y luego levanté la mirada para verlo a los ojos pero no pude sostener la vista, sentí como la cara se me enrojeció y rápidamente incliné otra vez la cabeza para romper la tensión.

¿Por qué me estaban pasando estas cosas? Me quedé ahí un momento sin poder darle una respuesta, fue hasta que mi mente volvió a estar en blanco que pude cavilar algunas ideas y eso sucedió hasta que nos separamos, volví a ser yo mismo lentamente y juro que lo escuchaba hablar pero mi mente no procesaba nada de lo que me estaba diciendo, estaba confundido, abrí la caja, todavía sin haber dicho una sola palabra, acomodé la torre del Jenga y finalmente lo volví a ver.

-No me pidas perdón por eso…- Le dije en un tono muy bajito y luego de haber dicho aquello, me acomodé a su lado antes de comenzar con el juego, inconscientemente tomé su mano y la puse alrededor de mi cuello y yo hice lo mismo con la mía, eso era el abrazo más masculino que se me había ocurrido.

Volteé la cabeza hacia otro lado, no sabía por dónde empezar. –Uhm… Somos amigos, no…no es nada- No supe que decir, allá iba mi segundo intento.
-Ósea, quiero decir, por mi está bien, yo solo no quería que te incomodaras, a mi no me molesta estar contigo ni nada de eso, eres mi mejor amigo fahgahshfhg… bueno, solo no te disculpes no fue nada, con que me hayas dicho que no era eso lo que querías decir, es suficiente, si no te molesta puedo quedarme a dormir contigo…jeje…- Contesté con una risilla nerviosa casi al final que esperaba no se malinterpretara.

-Y ya te dije que extrañaba a mi hermanito, estaré mejor si duermo con alguien...-

Mejor amigo? Tal vez se equivoco y por eso penso en cambiar la platica de golpe... muy probablemente asi haya sido.

Sonrei de todas maneras, podia entender la posicion del ninio y no me molestaba. Le hice pat pat en la cabeza y le dije "Chaparro" para acomodarme bien y darle un abrazo como se debe. Cubriendolo con los dos brazos y envolviendolo en ellos. Probablemente no volveria a darle un abrazo asi para no incomodarlo, pero queria tener ese olor cerca de mi un ratito mas.

Me quede asi un momento, esperando sentir alguna fuerza de oposicion del ninio para soltarlo rapidamente. Podia sentir mi corazon latir con fuerza, al mismo tiempo que sentia el corazoncito de Noah latir como un pajarito. Aprete un poco sin lastimarlo para ver si se calmaba.

La puerta se escucho de repente, haciendo que soltara a Noah como si fueramos dos polos opuestos.
- Ehh.. creo que.. ehm.. ya llego tu roomie... - dije algo nervioso, intentando hacerme bolita en el lugar mas escondido del cuarto y desaparecer para siempre....

"Por eso yo decia que mi cuarto..."

Al principio me había quedado petrificado por el abrazo pero creo que en ese momento también entendí que no había nada de qué preocuparse, como había dicho, era mi mejor amigo y yo siempre estaba abrazando y jugando con todo mundo, ¿Por qué a él no podía tratarlo igual? No entendía que era lo que estaba viendo diferente en él, mi corazón siguió latiendo con fuerza y no supe cuando mis brazos también se elevaron para envolverlo con ellos.
Le esbocé una sonrisa hasta que el sonido de la puerta me hizo reaccionar y también salté hacia atrás tirando la torre accidentalmente con una de mis manos. Me pusé completamente rojo, temeroso de que el portier nos hubiese visto, no estábamos haciendo nada malo, pero conociéndolo, podría malinterpretarlo y burlarse de nosotros, así que rápidamente empecé a recoger las fichas, tratando de disimular.

-Ho-hola Taylor!- Dije nervioso pero todavía sin voltear a verlo. –E-estábamos jugando Jenga, ¿Gustas?- Expliqué después, tratando de justificar mis acciones lo más pronto posible.

Habia sido una tarde complicada para el portier. Los sabados tenia que partir su tiempo entre ayudar en las situaciones de la fraternidad y tambien ayudar a Fado por uno de sus estupidos castigos. Tenia toda la intencion de comer algo picante, probablemente ver un poco de porno y dormir.

Por desgracia, al abrir la puerta lo unico que pudo escuchar fueron ruidos de voces de niños y el caer de algo al piso. Suspiro un poco pensando que nadie tenia la culpa de su mal humor y pensó que estaba volviendose viejo.
- Soy yo - dice el portier entrando y viendo a Noah con otro niño de primero... ¿Socrates se llamaba? - Ah, visitas...

Escuchó las palabras del niño y negó con la cabeza, deteniendose en la cocina para tomar algo de comer. Abrio el refrigerador y dijo "Hamburguesa doble con picante" y una mano fantasmagorica salio para darsela. - Gracias... No enano, estoy bien cansado, me ire a tomar un baño si no les molesta... ¿Se va a quedar?

Me quedó paralizado y en silencio mientras veo al tipo llegar. Su ropa morada me decia que era de cuarto y un escalofrio recorrió mi espalda cuando vi su tamaño. ¿Era un gigante?

Observe como sacaba una hamburguesa del tamaño de mi cabeza y pensé que si se daba cuenta de lo que pensaba, podria comerme en defensa de Noah o algo asi. La paranoia me jugaba feo.
- Bu-Buenas noches! - dije un poco torpe para luego quedarme callado, asentí cuando pregunto lo de quedarme - Espero no ser mucha molestia SEÑOR...