(S02E01) (EXTRA) La Dama de Rojo (Hazel Only)

Una dama de ropajes rojos toma la mano de Hazel y lo jala a un callejón. Es tan rápida aquella situación que el pelirrojo no tiene tiempo de evitarlo hasta llegar a una pequeña plazuela con una pequeña fuente adornada con dos niños haciendo pipi. Es entonces cuando el australiano tiene oportunidad para zafarse y voltear a ver a su agresor.

Una hermosa mujer de cabello rubio, bastante chino y piel blanca. Sus ojos eran rojos y parecia ser una hermosa demonio puesto que una pequeña cola brotaba de sus ropajes escarlatas. No parecia tener mas de unos quince años.
- Es un gusto verte... - le dice la chica con un tono de voz ligeramente agudo, pero un toque de rudeza sutil. - Hazel Korhonnen... lamento que tengamos poco tiempo para conversar..

El chico se queda pasmado y sorprendido ante el repentino secuestro, quedandose en posición de pelea marcial después de ser soltado por su captora. Al verla, parpadea confundido un par de veces y luego relaja un poco su cuerpo. No se veía... tan inofensiva? Pero quién rayos era y por qué conocía su nombre? Aunque bueno, seres mágicos, juicio por asesinato, tal vez esa no era la pregunta indicada...

- Ehh... también es un gusto. Creo? Ser secuestrado en medio de la noche por alguien que no conozco en medio del desierto mexicano es un poco raro.- Dice sonriendo mientras se rasca la nuca.

- Quién eres? Te conozco de algún lado?

- Vaya, que pronto se olvida de uno.. Mon Captaine..~

La mujer saca de su bolsillo unos lentes y una sonrisa se dibuja en su rostro. El caminar, todos los movimientos detallaban bien su personalidad. Era aquella persona que habia decidido tomar su camino, su manera de actuar y ahora parecia haber entrado al bando enemigo. Sus ojos denotaban aquel brillo determinado que lo caracterizaba.
- No tengo mucho tiempo - dice acercandose a él - Solo vengo a darte una pista sobre tu misión...

La mujer da algunos pasos y se acerca hasta el hombre para tomarlo del rostro y entregandole un calido beso...

Mon Capitaine.

Hazel se paraliza por completo al escuchar ese apodo. Sus rodillas se aflojan y siente como su corazón empieza a latir fuerte de pronto. Todo fue coronado por el beso, que, si bien no eran los labios que recordaba, podía sentir de alguna forma la escencia detrás de él.

Ese beso duró un tiempo, simplemente lo dejó pasar. Después de unos segundos se separan, pero el australiano se queda mirando a los ojos de esa chica, para luego abrazar el frágil cuerpo con fuerza.

- Te he extrañado tanto...

Era tan raro, pero podía sentirlo, podía sentir esa familiaridad. Quería olvidarse de todo lo demás, quería aprovechar esa oportunidad...

-Sabes? Al demonio el tiempo.- dice jalando de nuevo al personaje y besándolo (la?) como si no hubiera mañana.



Debieron haber perdido así unos buenos 5 minutos. Pero, al final, sabía que tenía razón, por la técnica que probablemente estaba utilizando, no tenía mucho tiempo. Después de un rato, Hazel lleva a "la chica" a sentarse a la fuente que había cerca.

Dando un suspiro, pone su mano sobre la de él, viendo al piso. Tenían que hacer esto rápido o el riesgo que el elfo estaba tomando para llegar hasta ahí habría sido en vano.

- Qué encontraste?

Al sentarse a su lado, la dama comienza a toser y en su mano puede notarse un poco de sangre y un ligero temblor.
- Lo siento... - dice con una sonrisa delicada - no duraré mucho tiempo...

Sebastyan observa a Hazel una vez mas y le toma la mejilla. Una fragil sonrisa se dibuja en su rostro y tambien mucha paz, como si hubiera necesitado verlo a los ojos tan solo un instante, aunque fuera con aquellos ojos que no eran suyos.
- Ten cuidado con la Catrina - murmura la dama poseida - Un simple movimiento de su mano y puede tomar la vida de cualquiera. Por desgracia, las personas que se "lleva" no mueren, dicen los rumores que se los lleva y se vuelven sus esclavos toda la eternidad...

La dama de rojo comienza a marearse pero se sujeta de la mano de Korhonnen para poder mantenerse en posesión. El cuerpo de la demonio comenzaba a romperse.
- Hazel... la Catrina no esta en este mundo, pero este lugar es la puerta hacia.. agh...

Sin dar aviso alguno, la mujer se desvanece cayendo sobre el pecho del australiano....

-Hey, hey!! Espera!! Seb... La puerta hacia dónde?! Argh!!- el pelirrojo ruje en frustración, sosteniendo a la chica de rojo. Aprieta los dientes fuerte, intentando calmarse para poner juntas las piezas que el elfo había conseguido para él.

"Si se lleva a alguien, se volverá su esclavo para toda la eternidad..." piensa, "...eso quiere decir que sí estamos en peligro."

El problema ahora mismo no era ese, el problema de verdad era la otra parte de la información, si la Catrina no estaba en este mundo, probablemente estuviera en el lugar cuya puerta conectaba con Asturia de las Parcas.

Tal vez estuviera haciendo presunciones aceleradas, pero... estaba seguro que debía ser la puerta hacia la Brecha, todo tenía sentido... si la Catrina era una deidad de la muerte, probablemente en este momento ella estuviera ahí.

Delicadamente, el pelirrojo carga a la chica y la lleva a una banca en el vestíbulo de un hotel, dejándola acostada con gentileza. La mira, serio, y deja ir un suspiro.

-Gracias... perdona que tuvieramos que usarte de esta forma...-

Habiendo dicho esto, el chico empieza a acelerar el paso hacia el hotel... tenía que advertirles a los demás...

Una sensación de urgencia empieza a apoderarse de él, y empieza a correr para reunirse con sus compañeros.