CAPITULO 03: (Continuación Taylor, Naami y Aria) Liberation

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Es sólo un momento cuando la pequeña niña aparece junto a los dos estudiantes y la directora dentro del lobby de Little Monsters. La luz era debil, como si la iluminación del edificio fuera alterada por el mismo Desecrado y funcionaba solo tenuemente, alumbrando apenas. Todos los pasillos que se dirigian a las diferentes zonas del rancho estaban totalmente sumergidas en la obscuridad.

Al disiparse el mana indigo y la niña del cabello plateado que había terminado su función, la obscuridad parecía volverse aun mas densa, era como entrar en un rio de obscuridad donde no ni siquiera tu percepción podía saber lo que te deparaba adentro... No se escuchaba nada, solamente el ruido de afuera, de los gemidos de los zombies en algunas direcciones pero nada concreto. Solo la respiración de los tres miembros de Furukawa que buscaban como parar esto...

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- Naami tienes mejor visión pero aun asi, extrañamente es muy obscuro.
~ Taylor y Aria no pueden ver casi nada...
~ Turnos:
--- Aria
--- Naami
--- Taylor

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Cuando ella logró salvarse de la potente estocada de Dylan Turunen, vió como el Desecrado comenzaba a deteriorar todo, pero no recordaba que Little Monsters hubiera quedado en tal penumbra. Aria exhala profundamente y se cruza de brazos mientra analiza la situación.
- Obscuridad mágica.. - dice ella - Mana Verde.. pero algo más..

Podía sentir algunas cosas más, no solo el poder de Desecrado que perturbaba su propia aura, pero tambien otros tipos de mana que no podía definir.
- No se confien... esta obscuridad esta entorpeciendo nuestra percepción... debemos andar con cuidado. - responde la mujer intentando concentrarse - Será mejor que busquemos a Dylan.. si vamos hacia los niños muy probablemente los metamos en problemas... hay que detenerlo.. no sé que vaya a querer hacerle a Noah Fenian y al otro chico...

La mujer da algunos pasos lejos de aquella area y observa los tres caminos.
- Enfrente se encuentran los dormitorios no puedo percibir nada de ahi.. a la izquierda se puede sentir, debilmente, el aura de los niños y las voluntarias.. y a la derecha tampoco puedo percibir nada. Dylan Turunen debe de estar en alguna de estas dos...

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Lo primero que notó cuando sus pies se acomodaron dentro de aquel tenebroso lugar, fue lo dificultosa que se volvía su visión. Ella, que tenía la mejor visión inclusive entre muchos de sus familiares que pertenecían a tal especie, ahora se sentía de pronto desprotegida, por lo que apretó los puños y luego lentamente dirigió ambas manos a sus costados donde se encontraban las dagas acomodadas. Escuchó atentamente las palabras de Aria, buscando algo en los alrededores que les diese pista alguna sobre de qué debían cuidarse. Pero se mordió el labio inferior cuando escuchó sobre las habitaciones. Dio un paso hacia atrás enfocando en las puertas que ella indicaba y miró de reojo a Taylor. Tenía miedo, no iba a negarlo, eso no era como un juego de Mugby, eso era la vida real, magos reales e infinitamente poderosos.

-¿Tendremos que separarnos?- Preguntó esforzándose al máximo para que su voz no sonase comprometida por el miedo, pero fallando un poco. Podría ser una excelente nuker, pero era una chica de quince años se viese por donde se viese, y acababa de sufrir un trauma terrible por enfrentarse a algo así sola, no quería pasar por ello de nuevo. Aporetó los labios y bajó la mirada, respirando hondo antes de hacer muecas de asco por recibir el aroma a los zombies y otras cosas, pero pudo percibir, sin poner mucho esfuerzo, a lo lejos, el aroma peculiar de la hermanita de Taylor. Giró hacia él con los ojos verdes bien abiertos y separó los labios, sin decir nada. No sabía si él podía sentirlo, ella tenía el hechizo de Gustav, pero él no. Volvió la mirada al frente pasando saliva, sólo se había sentido emocionada y un poco tranquila. A lo que iban sería difícil, pero ella estaba bien, eso era seguro, al menos era un aliento e impulso a seguir.

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Taylor no veia ni una puta madre... comenzaba a frustrarse por sentir que estaba metido en un cuarto negro.
- Esto no esta bien.. - dijo al momento que intentó ver los ojos de la Nuker. Luego Aria comentó sobre la obscuridad mágica y recordó una de las clases de Sloan. La obscuridad mágica y sus hechizos (como Fosta) entorpecian no solo la vista, sino todos los sentidos debido a que el mana que se utilizaba alteraba nuestros receptores de mana...

Pero no solo eso, la profesora se habia dedicado tambien a prepararnos. Por un segundo Kluivert sintió que ir a las clases de la maestra tenia otros beneficios (aparte de largas estadías en el baño). Abrió un poco la palma y comenzó a concentrarse.

«Mana Rojo: Lumen»

Una pequeña esfera de luz comenzaba a brillar en la palma del chico, como un pequeño foco que alejaba las sombras como agua y aceite.
- Hum.. no soy muy bueno creando cosas.. - dice rascandose la nuca - Pero al menos no estaremos en esta obscuridad... ¿Algún plan? Usted es la jefa.. nosotros la cuidamos.. pero apurese!!

No queria ser grosero, no es como si le importara mucho realmente, pero Maggie estaba cerca... podía sentirla...
- Schwan.. quedate a mi lado.. tu eres mas hábil en la obscuridad.. - dice recordando algunas anecdotas de Mugby - si ves algo avisame... yo te protegeré.. a ti y a la dire...

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Al momento que Aria y los chicos son envueltos en la tenue luz de Taylor, esta se extingue más rápido que una vela en una ventizca. Había hecho un efecto de absorción tan veloz que apenas era perceptible.

El viento comenzaba a escucharse entre los pasillos. Poco a poco los tres comienzan a sentir como si algo se apróximara desde el pasillo derecho. La ansiedad comenzaba a invadirlos.. esa ansiedad que siente un ratón acechado por un enorme y gordo gato.
- ...objetivo localizado... - murmura una voz que corre por todo el lobby. Aquella presencia se hacía cada vez más grande y aterradora. Poco a poco esa sensación de miedo que iba mas alla de lo emocional hacia que sus cuerpos se sintieran amenazados.

- Morirán... aqui... ahora...

((La sensación que da esa canción es lo que se siente, jajajaja))

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Aria podia sentirlo. Todo se trataba de un plan del oponente para provocarlos con un hechizo de luz. Era la entrada para la cena...

Sin darle tiempo al tiempo, la invocadora toma la mano de Taylor y de Naami y los forza a correr hacia el pasillo adelante. Tenían que avanzar y alejarse de su oponente que llevaba la ventaja. Si se trataba de un mago de sombras estaban nadando en su elemento y no durarían mucho en ser aniquilidados. Un movimiento de su mano y morirían asfixiados o peor...
- Siganme, es por aqui - dice corriendo por los pasillos, soltandolos, probablemente era más facil que siendo empujados por una (autoproclamada) anciana.

Esa presencia seguía lentamente tras nosotros...

Al abrir la puerta no tardó mucho en cerrarla y reforzarla con algo de mana violeta. No estaba segura que era el cuarto indicado por la obscuridad tan perturbante sobr éllos. Simplemente tuvo fé en sus instintos de bruja y en que había vivido mucho como para morir en su propio terreno.

Caminó buscando un apagador por instinto que funcionó muy poco, solo unas breves chispas "iluminaban la larga habitación". Afortunadamente lo suficiente para ver que era el dormitorio más grande. Las camas estaban destruidas y arrumbadas en una esquina y las ventanas cubiertas de moho y suciedad. No se veia nada ni se escuchaba nada.. solo esa amenazante presencia sobre ellos.
- Necesito que se encarguen del enemigo en lo que preparo un hechizo, es la unica oportunidad que tenemos para salvarnos. Intenten identificar al oponente... supongo que Furukawa les ha enseñado bien - responde la mujer de cabello morado hincandose a la mitad del piso y comenzando a quitar una de las lozas con dificultad. Bajo ella parecía haber algunos objetos mágicos, pero la obscuridad no dejaba ver nada...comenzaba a enfadarla.
- Ese estúpido nigromante no podrá conmigo.. si un pacto mortal no me mató.. ahora menos...

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Giró el cuerpo al observar que Taylor creaba luz con mana, por lo que fijó la vista en su mano, antes de que la ventisca terminara con la poca iluminación. Se tensó de pies a cabeza y apretó los dientes antes de dar un paso hacia el gladiador, conteniendo el impulso de tomarle el brazo y apretarlo fuerte. Su respiración se volvió más fuerte y algo tosca por el silencio mientras intentaba no inmutarse, pero la oscuridad hasta a ella le lastimaba los ojos. Provocaba que los entrecerrase e inclusive se sentían irritados por el ambiente tan áspero que los rodeaba. Pero el aliento dejó su pecho cuando, al escuchar aquella voz, separó los labios.

Cuando escuchó la amenaza recordó aquel primer día de clases, el miedo la invadió de esa forma intensa otra vez, ese pánico se apoderó de su delgado y bajo cuerpo, pero entonces, antes de poder perderse en él, Aria lo golpeó con su simple voz, con el gesto de tomarle la mano y liberarla simbólicamente de la prisión tenebrosa donde se había apresado ella misma. Pero en el instante en que la mujer la soltó, Naami tomó rápidamente la mano de Taylor, siguiendo así a la otra por el camino que indicaba, mirando de reojo hacia atrás, sintiendo aun ese miedo de ser perseguidos, ese pánico ante la idea de que pudiesen tenderles una trampa. Ella era la directora de Little Monsters, pero ése lugar distaba mucho de ser el pequeño rancho-orfanato donde ella estuvo apenas días atrás.

Mientras la bruja reforzaba la puerta, una vez dentro de la habitación, la nahual apretó la mano de Taylor y, ya deteniéndose en el centro del lugar, lo miró a los ojos. Era difícil pues ahí el ambiente era tan escalofriante como antes y le dificultaba con mucho mirarle bien. -Tienes que salvarla. - Dijo firmemente, sin soltar el agarre a su mano, intentando infundirle el poco valor que le quedaba. -Tenemos que salvarla. - Repitió, ahora más segura, antes de tomarle la otra mano para llevársela al pecho y dejarle sentir el colgante con la piedra que él le había dado, pero antes de decir algo más giró el cuerpo para observar a la mujer.

Ella sabía mejor lo que hacía que ellos, unos mocosos de cuarto grado, pero tampoco serían inútiles. -Nos han enseñado bien.- Aseguró antes de dirigirse a la puerta y tratar de percibir algo que le indicara a qué se iban a enfrentar. Pero ninguno de los entrenamientos de Mugby la había preparado realmente para estar en una misión donde decenas de niños corrían peligro de muerte.

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El corazón del demonio latía con fuerza. Era la segunda vez que sentía su vida en peligro y le sorprendía que todo fuera tan rápido. La adrenalina comenzaba a hacer su labor y más cuando comienzan a correr. Esa sensación de muerte era aterradora, ni siquiera el partido de Mugby más dificil, el Nuker más habil podía emitir tal aura. ¿Era esto de lo que se trataba un combate de verdad? El simple hecho de pensarlo le erizaba sus erizados cabellos. Si no fuera por la calida mano de Naami entrelazada con la suya probablemente hubiera tirado la toalla.

Al llegar al cuarto y sentir a Schwanhild se dió cuenta de algo. Era la primera vez que estaba completamente seguro que la Nuker tenía miedo. Dichas ideas lo unico que provocaron en él fué una enorme revolución en su pecho que lo llenó de valor. Tal vez no viviría para otro día pero de algo estaba seguro. Lo que sea que fuera su oponente no tocaría a la directora y menos a Schwan, a su nuker, al amor de su vida.
- La salvaremos... y nunca dejaré que vuelvas a estar en peligro - dice el demonio liberando su mano y tomando sus mejillas para topar su frente con la de ella. No podía ver sus ojos, pero si ella podia ver el tenue brillo de los suyos, lo unico que queria era transmitirle ese valor. - Yo te protegeré... !

Dando unos pasos y soltando aquel rostro calido que le inhundaba el pecho de valor, volteó hacia la puerta y abrió las manos. Una luz opacada por la obscuridad absoluta comienza a emanar de sus palmas al momento que una especie de barrera comienza a formarse frente a ellos. Inmediatamente esta se torna transparente.

«Mana Gris: Armachd»

Mantuvo silencio con la posición de las manos, aquella barrera solo serviría si el mantenía concentración pero le daría el tiempo suficiente a Aria y Schwan de actuar..

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Hubo un silencio funebre después de la protección de Taylor. Los dos estudiantes pueden ver, entre la obscuridad, como otro delgado manto de obscuridad comienza a escaparse por las ranuras de la puerta.

El sonido estrepitoso de uñas rasgando la puerta golpea a los miembros de Furukawa mientras pequeños tarareos comienzan a escucharse. La voz era de una mujer, pero era tan inocente como el de una niña. El chirrido de la puerta comienza a escucharse hasta llegar a la pared y luego regresaba.

"Ya no hay escapatoria..." murmura entre risillas inocentes la voz de la niña, para luego de una pausa mandar la puerta a volar justo hacia el escudo. Taylor y Naami pierden visibilidad solo para ver una persona encima del escudo extendiendo unas garras con aura roja que impactan la protección de Taylor con fuerza. Dejando varias rapaduras rojas en la pared de mana. La fuerza de los impactos era mucha y la velocidad de esta era sorprendente.
- Ya no hay escapatoria... - dice la voz ya no tan inocente - Se van a morir aqui...

CAPITULO 03: (Continuación Taylor, Naami y Aria) Liberation Bossas10

Un ultimo impácto logra partir un poco la barrera como si fuera vidrio, cuarteando con tinte rojo la protección de Taylor. Inmediatamente la mujer se vuelve humo y desaparece con una risa macabra que golpea todas las paredes del lugar.
- SE VAN A MORIR! SE VAN A MORIR!!!

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Notas del GM
- Taylor tu escudo esta muy debil
- Aria va a preparar su hechizo, puede postear pero no es obligatorio. El hechizo estará listo en 3 turnos.

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Mientras Taylor realizaba el escudo la más bajita se llevó una mano a la frente, justo donde la ajena tuvo contacto contra su piel y bajó la mirada. Todo saldría bien, todo terminaría bien. Asintió para darse valor y se preguntó cómo les estaría yendo fuera de la cúpula. Miró hacia la puerta y quiso comunicarse con Ainé, Raynor y el jugador de Creag, pero lo mejor era mantenerse concentrada. Ahora no era la líder de aquellos, ellos serían guiados por Igor, ella tenía que hacer buen equipo con el gladiador y salir de esa pronto. Ir por Maggie pronto.

Se encontraba tan concentrada en percibir algo que la oscuridad que dominó de pronto por fuera la hizo estremecerse, aunque no tanto como el sonido de las uñas rasguñando la pared. Se le oprimió el pecho y giró rápido a mirar a Taylor, buscando en él el valor para seguir con eso. Era como una película darkha de terror, pero la diferencia es que acá había mana y mucho poder de por medio. Pero cogió sus dagas de costumbre y las apretó fuerte, si algo sucedería, ella al menos daría pelea. Comenzó a girarlas en los dedos como cuando jugaba Mugby, intentó volver todo ese miedo, todo ese terror, en la adrenalina que siempre la impulsaba a pelear con todo.

No estaba sola, no lo estaría más, así que se esforzaría por ellos. Miró a Aria antes de dar dos pasos atrás cuando aquella cosa comenzó a atacar el escudo. El corazón le latía tan rápido que lo sentía en la garganta, pero no daría de nuevo marcha atrás. No se rendiría. Pensó en Hazel y el equipo que resistía afuera, luego miró al gladiador y pensó en Maggie. Tenía que esforzarse por ellos. Un aura negra comenzó a rodear su cuerpo, una oscuridad que parecía resaltar aún en esas tinieblas. Dio dos pasos al frente y luego bajó la mirada al piso. -Aria tiene que terminar su hechizo, no puedes descuidar el escudo.- Dijo rápido, antes de morderse el labio inferior y respirar hondo. Eso no era un videojuego, no había un reset. -¡Mana Negra: Venomous Sha…!- Se detuvo en seco.

¿Qué demonios haces, Naami? Aquí sólo hay oscuridad. Miró a los lados y luego aferró las manos a las dagas. -¡Mana Negra: Shimmering Clones!- Con poco esfuerzo, gracias a las habilidades reforzadas de los trajes, la nahual pudo producir el mismo efecto de sus sombras, pero ésta vez con clones que si bien no eran venenosos al contacto, generaban un brillo potente del elemento luz. Éstos aparecieron fuera de la barrera y comenzaron a buscar a la mujer que les atacaba, con un poco de dificultad ya que era Naami quien les guiaba y poco podía ubicar con la oscuridad que reinaba. Si bien los clones eran muy luminosos tendrían que estar cerca de ella para poder iluminarla.

-Cuando yo te indique bajarás la barrera para que pueda atacarla directamente.- Dijo bajo, suficiente para que él escuchara antes de comenzar a caminar hacia el borde de ésta. Los clones comenzaron a moverse rápidamente para volverse también una distracción, jugando en las manos con las dagas de la castaña, quien, a pesar del miedo, intentaba mantenerse firme.

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Los impactos de la mujer toman por sorpresa a Taylor quien pierde un poco la concentración y casi hace que la barrera se destruya. El recordar que Schwan estaba tras de él y que si se rompía era el fin lo hizo tomar fuerzas. Impulsando un fuerte grito el demonio reforza la barrera haciendo desaparecer hasta el ultimo de los rasguños.
- NO PASARÁS!! - grita el portier abriendo las manos y haciendo la barrera visible. Era de un ligero color celeste y tenia forma de octagonos que cubrian todo el area.

Al desaparecer una vez más y ver los movimientos de la nuker entendió el plan. Los clones alumbraban un poco su alrededor al igual que la tenue luz de la barrera. Probablemente el plan de Schwan era esperar a que esta viniera por los clones, pero no sabíamos que clase de oponente era aun...

¿Como es que llegaron a todo esto?
Las cosas que suceden en este Instituto...

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Trigger: Al escuchar la señal de Naami seguirá la orden de bajar el escudo

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La risa diabolica de la mujer seguia rodeando el lugar. Un truco ruín para comenzar a causarles temor a sus oponentes. Aria había comenzado a recitar el hechizo arrodillada mientras que de sus manos comenzaba a caer algunas gotas de sangre. Proceso discretamente escondido entre las sombras de aquel lugar.

De repente, una de las sombras es golpeada con lo que parece una gran daga y choca contra el escudo haciendola desaparecer. Al mismo tiempo con la segunda del lado contrario y la ultima siendo atravezada hasta llegar a la pared de la protección. La mujer era muy blanca y de labios purpuras. En vez de ojos solo podian verse dos resplandores rojos escondidos en la obscuridad de su capucha.
- Cuantas veces tengo que matarte? - pregunta la mujer con una voz sigilosa y carraspienta mientras saca su enorme katar del pecho de la clon - SAL DE AHI COBARDE!!

La mujer suelta un poderoso golpe con su katar a la cupula defensiva de Taylor. Sus golpes eran más fuertes y la pared solo era golpeada por una onda roja con cada golpe.

~~~
Primer Turno~

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El grito y la seguridad de Taylor la contagiaron y la hicieron sentir más fuerte, por lo que con más seguridad se mantuvo observando la forma en que aquella criatura atacaba a sus clones. Éstos habían sido de por sí más débiles que las sombras al ser un hechizo improvisado que, como pudo ver no fue tan malo. Pasó saliva y cuando el ser aquel que estaba tan seguro de asesinarles pronto comenzó a estrellar su arma contra la barrera reforzada del gladiador supo que si no se movía rápido los dos terminarían heridos, o inclusive Aria. -¡Mana Negra: Shimmering Clones!- Repitió con más ferocidad si cabe, mientras sacaba los puños de acero de su traje para dejar caer las dagas y comenzar a realizar los movimientos de pelea que practicaba casi a diario en su habitación. Los cuatro clones comenzaron a atacar al mismo tiempo a la criatura aquella antes de que la castaña separara los brazos y moviese la cabeza hacia los lados para destensar el cuello.

-¡Gladiador!- Gritó al notar que los clones distraían a su enemigo, para entonces salir de la barrera. Dio un giro de forma que sus manos fueron su apoyo en el suelo. -¡Mana amarillo: Jumper!- Gritó al momento que sus palmas tocaban el piso para así impulsarse hacia arriba y en el aire dar una acrobacia que le permitiera caer luego con la intención de patear al enemigo -Mana Amarillo: Harden.- Soltó concentrando todo el mana amarillo en su pierna que ya tenía en el talón el potente hechizo que Hazel le hubo colocado antes.

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La adrenalina estaba a flor de piel cuando sintió los potentes cuchillazos del katar pero no cedió ni un segundo. Había prometido protegerlas y eso es lo que haría. Cada golpe sentía como necesitaba grandes porciones de mana para mantenerla tranquila. Los clones comenzaban a desaparecer pero no fué hasta que Schwan inició a distraerla que sintió que el momento estaba cerca.

Al escuchar la voz de la nuker cerró las manos y el escudo se abrió como una cupula de arriba para abajo como una burbuja y presenciar el ataque de Schwanhild. Lo unico que en verdad esperaba era que el ataque diera resultado. Observó de reojo a Aria y su corazón comenzó a palpitar con fuerza. Apretó los puños y al escuchar la patada conectar se lanzó por abajo para complementar aquel ataque.
- LARGO DE AQUI!! - grita el demonio al momento que su puño comienza a envolverse en energia parecida a su campo de fuerza. Formandose un enorme brazo parecido al de su gran hechizo Gladiador.

«Mana Negro: Megaton Punch»

Al impactar con el cuerpo de su enemigo. Toda la energia del puño se concentra en el impacto haciendo una onda de choque que hace crujir el piso y el techo.

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Los corazónes de Taylor y Naami eran uno solo. Ambos hechiceros unian todo su valor para contraatacar a un oponente de alto nivel que probablemente no podrían derrotar. Sin embargo gracias a los astutos movimientos de la Nuker, The Assasin no tuvo tiempo de poder desaparecer a todos los clones y sintió como su cuerpo comenzaba a retroceder al intentar bloquear los movimientos de cuatro sombras de luz.

Momento suficiente para que Naami pudiera salir de la barrera y utilizando la ayuda de su capitán mas el poder de su propio hechizo, conectar una potente patada que suelta gran chispa electrica que invade el cuerpo del oponente haciendolo estremeserse con fuerza. Justo a punto de salir volando de la fuerza del impacto, Taylor logra conectar un golpe certero con su tecnica de Megaton Punch afectando otra area del cuerpo. Sin embargo, un sonido comienza a incrementar dentro del cuerpo de la guerrera, parecido al sonido de algun aparato electrico que comenzara a agarrar corriente.

«Magical Burst: Megatonic Levin Combo!»

Una enorme explosión de luz crea una onda de choque que hace volar a The Assasin chocando con la pared que da hacia la puerta, desprendiendola y chocando con las paredes de otros cuartos. Su cuerpo rodeado de electricidad y afectada por el impacto cinetico de aquel ataque combinado. Habían logrado hacer una tecnica especial que solo se logra cuando la mente y el corazón de dos personas se une y lo entregan todo.

The Assasin termina su viaje hasta el otro extremo del rancho, dejando paredes cuarteadas y agujeradas en un camino que daba hasta el otro lado. Se levanta con bastante pesadez en su cuerpo, aun sintiendo como sus extremidades estan entumidas por la descarga electrica. Estaba furiosa, en el tiempo que llevaba como la ultima barrera de Dylan Turunen jamas había sido atrapada en un juego de niños. Humillada comienza a apretar sus puños hasta que la sangre comienza a fluir de ellos. Sus ojos rojos comenzaban a cambiar a un resplandor azul, las cosas se empezaban a tornar dificiles.

La obscuridad comienza a salir por los agujeros que The Assasin había dejado, dejando solo la primera obscuridad que no era tan pesada, esta comienza a reunirse en las manos del oponente moldeandose en forma de una larga espada. Su forma era casi irreconocible si no fuera por las runas rojas que comenzaban a formarse.

«Mana Amarillo: Tirfring»

La espada del mal Tirfring había salido y estaba lista para acabar con sus oponentes. The Assasin hace un fino movimiento con ella, como si quisiera cortar el aire, pero al momento de que la corriente pasa por donde Taylor este siente como su rostro recibe una potente cortada en diagonal...
- Ya no jugaré mas... los eliminaré rápidamente.. ni siquiera sabrán que les pasó.. - dice la mujer lanzandose en un impulso en dirección a los jovenes...

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Al momento que su talon golpeó a su enemigo, la nahual pudo sentir una enorme descarga de poder de su parte, atribuyendo aquello al hechizo que le había colocado el pelirrojo un rato antes, pero por un segundo las cosas se movieron en cámara lenta. El ataque del más alto y el suyo se habían coordinado con tal intensidad que casi podía jurar que cuando ella contuvo la respiración él hizo lo mismo. Con un movimiento rápido cayó al suelo agachándose de tal forma que sus dedos tocaron el suelo junto a los pies, pero rápidamente se puso de pie junto a Taylor para presenciar el efecto tan poderoso de un combo no previsto. Ella sabía que eso era posible, pero era demasiado difícil, practicarlo en el Instituto era tedioso, y ahí había sido algo no esperado.

Miró al portier con sorpresa para luego dirigir la vista de nuevo hacia aquella mujer que parecía más iracunda que nunca. -Si hicimos esto podemos hacer cualquier cosa…- Aseguró aferrándose a ese pensamiento mientras arrugaba la nariz y curvaba las cejas. Podían hacer cualquier cosa. Su respiración era más acelerada por la adrenalina del miedo y la sensación de poder. Algo que no había experimentado jamás a tal medida. Sin embargo antes de poder acercarse más a él o decir otra cosa, pudo sentir cómo la oscuridad disminuía su intensidad, sólo para que el temor creciera al escuchar el la mención de Tirfring. Nada bueno iba a salir de eso.

-Gladiador, ésa espada es…- Pero antes de poder recordar lo que habían estudiado en objetos mágicos sintió el viento que terminó por dejar un corte en el rostro del más alto. -¡Taylor!- Exclamó antes de sentir que la sangre le hervía de rabia. -El hechizo de Ainé sanará eso por ahora…- Hizo saber con voz más será antes de golpear los puños de acero entre ellos para dar un paso al frente y posteriormente mirar al otro una vez más para sonreírle suavemente, como diciendo sin palabras “podemos hacerlo” para luego voltear hacia su atacante e inclinando el rostro hacia la derecha le dedicó una sonrisa segura sin decir palabras, intentando no intimidarse por el brillo de sus ojos o el aura tan escalofriante que emanaba de su arma.

-¡Mana Negra: Shimmering Clones!- Repitió por tercera vez para crear otras cuatro copias. Sabía que era un hechizo que le absorbía mucho mana, pero se sentía suficientemente segura de poder continuar, por lo que al tener a sus iguales se transformó en mamba negra, siendo las copias exactamente iguales pudo camuflarse entre ellas y todas juntas avanzaron a una vertiginosa velocidad hacia las piernas de la mujer, intentando enredarse en ellas tres de las copias con el claro objetivo de morder e inyectar todo su mortal veneno, mientras la real y una copia más mutaban en una forma mitad humana mitad serpiente, con la parte inferior del cuerpo siendo larga y fuerte mientras que la superior poseía los rasgos de Naami como mujer, cubierta por una especie de top rojo, notoriamente gracias al traje especial del escuadrón. Su rostro y torso, aunque de un tono de piel verde oscuro, seguía poseyendo el aspecto de una jovencita, con los costados de la cara mostrando piel escamosa pero fina. Su cabello eran unas serpientes largas y muy delgadas que se mostraban furiosas, como ella misma.

Sin pensárselo dos veces el clon naga se lanzó contra la espada en un intento de tirarla con la fuerte cola de serpiente, mientras que Naami enredó la suya contra el torso de la mujer para lanzarse a su nuca con la intención de morderle el cuello y hombros, tanto ella como todas las serpientes que conformaban su cabello.

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Taylor retrocede un poco al sentir el dolor de su cara. Pero lo que no contaba es que por primera vez comenzaba a sentir los efectos de un demonio de guerra. La sangre que corria por su nariz y bajaba hasta sus labios olia mas que deliciosa. No era como si quisiera comerla, pero sentia que estaba en su ambiente. Todo el miedo que tenia se transformaba en fuerza que usaría para detener a su oponente.

Sus ojos comienzan a brillar con un fuerte celeste mientras que sus garras y puas comienzan a salir por todo su cuerpo. Un ligero gruñido hace que su aura se libere mostrando su forma demoniaca. Todo su cuerpo emanaba una especie de energia parecida a las barreras, formando copos de energia celeste que al caer se transformaban en pequeñas estacas de cristal.

El demonio pone sus manos apuntando al cielo y una gran cantidad de energia se comienza a concentrar en ellas. Estaba preocupado por Schwan, estaba preocupado por afectar a Aria pero ya no podía detenerse.

«Mana Negro: Kaleidoscope Cannon»

La energia en su cuerpo comienza a juntarse en la palma de sus garras y al bajarlo, lanza un potente rayo muy parecido al efecto visual de la luz reflejada en varios cristales.
- SCHWAN!! CUIDADO!!! - grita intentando no apuntar a su compañera, sería fatal...

"Esta tecnica era para tu carrier... pero parece que tendré que usarlo para salvar nuestros traseros.. jeje..." piensa el demonio esperando dar un ataque certero...

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Aun cuando la espada Tirfring había aumentado su fuerza y capacidad de daño, no fué suficiente para ser arremetida por las serpientes que, aun cuando no lograran envenenarla, lograron detener un poco su paso. El coletazo de Naami logra aturdirla un poco al momento que satisfacoriamente clava sus colmillos en su cuello. The Assasin se sorprende ante el potente dolor de la mordedura de la mamba naga.

El fuego dentro de su cuerpo comenzaba a carcomerla, sentía como el oxigeno se terminaba y sus ojos ardian. El veneno hacía efecto pero por alguna razon no era suficiente para matarla. Apreto los dientes y los puños al momento que recitaba algo en un lenguaje perdido..

«Mana Negro: Volta»

El cuerpo de la mujer suelta un impulso electrico que aturde a la Naga y la aleja, haciendola caer en los escombros que antes eran las camas de los niños inocentes. Sin embargo, lo que le deparaba a la asesina envenenada era una descarga de mana negro en forma de luz que comenzaba a carcomer su piel. Su sangre parecia vaporizarse y salir por sus poros, ojos y boca, mientras que su Tirfring comenzaba a arder más y más. La ira comenzaba a envolverla y es lo que logra hacerla dar un espadazo que corta el poder haciendolo desviarse al techo y al piso generando una explosión.

La Asesina seguía de pie... tomando la Tirfring con ambas manos y dejando ceder su sangre envenenada como tributo a su espada. Esta comienza a protuberar ojos y bocas que gritan furiosas. Estaba lista para soltar el ataque final que acabría con el demonio y probaablemente con la chica rezando...

... Chica rezando....?

Fue cuando vió a Aria, quien brillaba con un aura celestial al igual que el piso que comenzaba a expandirse en forma de un sello. Runas sagradas y antiguas que la Asesina reconocia.
- No! NO!!! NO PUEDES!! - grita el enemigo impulsando la espada y dejando salir una potente onda de choque roja y negra - MUERAN!!
- OH, ESPIRITUS SANADORES ESCUCHEN MI PLEGARIA! ILUMINEN NUESTRO CAMINO Y ELIMINEN A NUESTROS ENEMIGOS!!

«Mana Ritual: Sacred Fields of Olympus»

Toda la obscuridad comienza a disiparse de golpe. El simbolo del piso deja salir una potente luz sagrada que acaba con toda la mala vibra del cuarto. La onda de choque que había disparado The Assasin se disipa como polvo en el aire al igual que la espada, la mujer observa como esta y su cuerpo comienzan a desmoronarse. Esta ya no tenia un par de ojos azules sino unos hermosos ojos rojos con los cuales veia sorprendida a los estudiantes. El rostro sorprendido cambia a uno de tranquilidad y esta asiente, aceptando su derrota y desapareciendo en el aire.

Little Monsters comienza a llenarse poco a poco de luz, las camas y todas las instalaciones comienzan a recuperar su aspecto habitual, regenerandose y recuperando el tiempo que el Desecrado había robado. Los zombies comienzan a explotar uno tras otros mientras que la cupula se va reventando y dejando entrar los rayos del sol, aniquiliando a todos los oponentes en las afueras..

La pesadilla estaba por terminar... Aria se levanta y vuelve a caer de rodillas. Su poder mágico y sangre se han reducido mucho, pero aun así sonrie maliciosamente ante Taylor y Naami, quienes hicieron un esplendido trabajo.
- Vaya.. ese viejo tramposo si los ha enseñado bien.. - dice algo aturdida - Pero esto no se acaba... busquen rápido a Dylan Turunen... yo los alcanzaré dentro de poco!

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Una vez hubo inyectado todo el veneno posible escuchó la advertencia del gladiador, pero antes de poder alejarse por sí misma sintió la electricidad empujarla contra restos de muebles, aunque al estar aun en su forma de naga simplemente se levantó, aturdida, pero no herida. Sacudió la cabeza y las serpientes de su cabello sisearon molestas para colocarse en posición de enojo en tanto que ella se mantenía en guardia. Preparó su mente para lanzar un hechizo de barrera y proteger a Taylor, pero justo cuando iba a volver su cuerpo a la forma humana escuchó los rezos de Aria que hasta ese momento había estado concentrada en su ritual. Abrió sus verdes e intensos ojos muy grandes y luego de eso los fijó en el rostro de aquel ser vivo que poco a poco desaparecía de su vista en una especie de paz intensa.

Al momento que la luz comenzó a deshacerse de la oscuridad la naga se deslizó con una velocidad intensa hacia el más alto y justo cuando estuvo a centímetros de él su cuerpo volvió a ser el de una chica sólo para mirarlo con ojos llenos de entusiasmo. -¡Lo hicimos! ¡Lo hicimos, lo hicimos! - Gritó con alegría casi infantil, sin dejar de mirarlo. Pero era simplemente por la emoción de haber salido vivos de eso. Luego de unos instantes pudo volver a respirar normalmente y volvió a sujetarse el cabello que con todo lo anterior se había aflojado un poco. Escuchó la indicación de la mujer y asintió ante sus palabras, teniendo ya las mejillas teñidas de rosa intenso por todo lo acontecido.

-¿Dylan Turunen? ...Vamos, vamos, Taylor. - Indicó al otro para luego cubrir sus brazos con mana negro y levantar del suelo las dagas que hubo tirado antes, tenían que darse prisa si deseaban terminar con eso de una buena vez y salvar a Maggie. Por alguna razón ganar esa batalla la había llenado de confianza. Gracias a la luz podía ver mejor a los otros, y su piedra-colgante resaltaba por el color de su traje.

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Taylor escuchaba como si tuviera los oidos tapados, la mayoría de los sonidos eclesiasticos del poder de Aria lo perturbaban pero no parecía ser eso. Era la sangre que aun lo tenía loco...

Al ver que su oponente habia perdido intento relajarse. Poco a poco algunas puas fueron desapareciendo pero no todas. Su respiración aun estaba agitada y ahora entrecerraba un ojo. Aun cuando el efecto del Rhol Bak le hubiera detenido la hemorragia, aun sentia aquel impacto que le atravezaba la cara..

Fue entonces cuando escuchó la voz de Schwan y su corazón se detuvo por un momento. Ella ya había vuelto a ser normal, no podía siquiera pensar en que ella lo viera así. Por un momento recordó aquel momento cuando Maggie lo observaba muerta de miedo...

"Yo tambien... me voy a ver como tu..?" recuerda Taylor la voz de su inocente hermana, haciendolo tranquilizarse de inmediato. Cuando Aria les pide que sigan este aun voltea desconcertado a verla para luego recuperar aquel brillo en sus ojos. Asintiendo a la directora y volte a ver a su compañera.
- Vamos.. ese maldito tendrá mucho que explicar..!! - dice el demonio comenzando a correr en dirección a donde aun se siente mana corrupto. El lugar donde encontrarían a Dylan Turunen...

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Los estudiantes comenzaron a avanzar por los blancos y reconstruidos pasillos del lugar, buscando a todos. A lo lejos escucharon a los niños y por más que quisieron ir a ver, el sentido del deber les decía que tenían que correr a buscar a Dylan Turunen. Desecrado podía volver en cualquier momento o los zombies. Tenían que detener esto de una vez.

Fué entonces cuando llegaron al cuarto con la puerta aun demacrada. Parte del piso y del techo aun permanecia corrupto como el desecrado. Naami con una potente patada tumba la puerta solo para toparse con Dylan y dos capullos de telaraña colgando en el techo. Un circulo de runas rojas pintado en el piso y pulsando mana indigo con gran fuerza.
- Vaya vaya... al fin llegaron... ¿Que les parecieron mis juguetes? - dice el nigromante haciendo un movimiendo y atrapando a Naami y Taylor en una poderosa red de telaraña. Ambos chicos no podían moverse y sentian como les comenzaba a absorber el mana de su cuerpo. El traje aun cuando mantenia su fuerza no era suficiente para romperlo.- Ya ya, no opongan resistencia...

El nigromante camina hacia ellos y los observa con una sonrisa. El cuerpo del niño bastante demacrado por el exceso de mana que Turunen había utilizado comenzaba a cobrar el precio.
- Ustedes llegaron JUSTO A TIEMPO para presenciar como yo, Dylan Turunen, uno de los miembros mas prestigiosos del Dogma Crucis, va a tomar el alma de uno de los "gorriones" para llevar a cabo la profesía de nuestro querido lider, Lumiere Brandorff...

Caminando de manera ritmica y avanzando hacia Noah, este observa al niño quien aun se mantiene despierto. Pasa su huesudo dedo por su rostro y le sonríe.
- Que se siente ser un próximo mártir, Noah Fenian? - dice poniendole el mango de la enorme daga que portaba en su mano como si fuera un microfono.
-Taylor!!! Naami!!! Cuidado!!!- Les grite a los dos pero ya era demasiado tarde.

En verdad, ¿Iba morir tan rápido? y pensar que la misión había comenzado apenas unas 2 semanas atrás, apreté los dientes mientras sentía el huesudo dedo deslizarse por mis mejillas y miré al par preocupado.

El corazón estaba a punto de reventar y salirse de mi pecho, lo único que podía pensar es que pronto iba morir y que todo habría sido en vano.
-No quiero morir...- Murmuré con un nudo en la garganta y con las lagrimas a punto de salir. -Dejalos ir...ese era el trato-
- Ese era el trato ANTES de que te engañara y ganara todo... no puedo creer que el chico pudo salir de la prisión de la Bruja de Hielo. ¡Kudos chico! En verdad eres duro de matar. ¿No te gustaría pertenecer a mi armada de inmortales?

Sabía muy bien que aun faltaba por lo menos una hora para que el sello funcionara. Pero si alguien más llegaba tal vez perdería esta oportunidad de oro.
- Te mataré y esta daga tomará tu alma que es lo unico que necesitamos - responde el nigromante de cabello rubio - Luego el sello se abrirá dejando caer unas cuantas almas que se posesionarán de los niños que tengo encerrados.. para comenzar una gran fiesta de caos en Furukawa en regalo de mi querido amo Lumiere Brandorff... ¡Así que será mejor que no hagamos esperar las festividades niño!

Aun cuando Naami y Taylor intentaran decir algo, el Nigromante hacía caso omiso de los dos. Ellos servirían junto con el niño inconsciente como cuerpos para aquellas almas que atacarían Furukawa. Su plan era perfecto y sin fallos. En pocos segundos estaría disfrutando de un puesto como Lider Superior. Cosa que sus compañeros jamas han podido.
- Tu, Noah Fenian, Gorrión.. eres el pase directo a una vida llena de lujos y sueños cumplidos... ¿Tienes algo que decir antes de transformarte en una pequeña alma?

Las palabras de Turunen taladraron en mis oídos, me había engañado y ahora lo único que podía hacer era ver con impotencia a mis amigos.
-No quiero morir...- Volví a murmurar solo que esta vez, era demasiado para mi y las lagrimas empezaron a resbalar por mis mejillas, estaba aterrado y ya no había nada que pudiera hacer, empecé a forcejear y usar toda la fuerza que me quedaba para intentar liberarme.

Alguna vez escuché que las personas mostraban su verdadera cara cuando estaban a punto de morir, no era más que un cobarde al final.
-Dejanos ir...- Le rogué al necromancer para finalmente ceder por el cansancio, el único consuelo que me quedaba es que aun cuando muriese, ellos habían perdido...

Justo cuando el enemigo levanta la daga para dar un potente navajazo que acabara con la vida de Noah Fenian, este puede ver tras de él algo peculiar. Sus ojos no pueden entender y comienza a abrirlos grande. Poco a poco el niño comienza a murmurar unas palabras y deja caer la cabeza, como si todo se hubiera rendido. Dylan, sorprendido de aquel desplante piensa que probablemente el niño no pudo más y rindió su mente al desmayo. Por lo que detuvo su corte y observó a Taylor y Naami con una sonrisa picara.
- Creo que se desmayo.. jijiji ~ ♥ - dice en un susurro hacia sus oponentes para luego bajar un poco el cuerpo y observarlo.

Al acercarse al rostro del niño, observa que los ojos de este estan abiertos y un aura dorada los rodea. La boca de Noah estaba pronunciando algunas palabras que Dylan identifica. Eran la "Lengua Perdida del Mana" una serie de lenguajes y codigos que utilizaban los magos antiguos... ¿Pero como?
- No.. no puede ser.... - dice retrocediendo algunos pasos - NO NO NO!! NO SE TE OCURRA!!

Dylan, lleno de pánico levanta una vez la daga y esta brilla con un mana perverso. Dejandola caer con fuerza justo en la cabeza del niño. Cual es so sorpresa al ver que la daga se dobla por completo a pocos milimetros de Noah, al momento que su cuerpo comienza a rodearse de un aura dorada. Poco a poco la tela de araña cede y se desbarata haciendo que el niño se mantenga flotando. Sus ojos estaban completamente abiertos, color oro mientras que su voz se escuchaba como si otras tres voces hablaran al unísono.
- Alma Corrupta, abandona ese cuerpo ahora... - dice la voz potente de Noah que hace temblar a Dylan.
- No!! NO!! ESTABA TAN CERCA!! NOOO MALDITA SEAAA!!
- Mar de Almas, Purificador de la Existencia....

«Mana Dorado: LIBERATION»

De pronto, aquel sello en el piso color rojo es alterado inmediatamente a un color azul, mientras que las runas giran y forman diferentes palabras. Todo sucede tan rápido que nadie tiene tiempo de comprenderlo. El techo de Little Monsters se revienta y una potente luz comienza a descender sobre el Nigromante quien suelta un poderoso grito de dolor. Todo cerca de el es arrojado al igual que los zombies que aun se mantenían de pie. El poder es tanto y tan cegador que Taylor y Naami son empujados hacia una de las paredes donde el demonio logra poner una barrera para defenderse. Ambos son aturdidos por el extremo de luz que cae del cielo, haciendo que todo se vuelva una mancha blanca frente a ellos.

A los pocos segundos, el mana divino deja de descender dejando en el piso a Noah Fenian quien observa en sus pies al cuerpo de Elijah, recipiente de aquel nigromante que ya no existia más, por lo menos dentro del cuerpo de aquel niño.

Noah voltea aun con aquellos frios ojos dorados a ver a Taylor y Naami, para luego desvanecerse en el piso.

Little Monsters estaba a salvo... la amenaza de Dylan Turunen había terminado... Aquel rancho que traia felicidad y paz, un hogar a los niños sin padres se había transformado en uno delos campos de batalla entre Keitaro Furukawa y el Dogma Crucis... el misterio de aquel hechizo y de por que sucedian estos incidentes comenzaba a tomar forma. ¿Que es lo que se proponen? ¿Que esta pensnado el Director? estas y otras preguntas circundaban en la cabeza de los alumnos y algunos profesores...

El Instituto comenzaba a caer...

- FIN DEL CAPITULO 03-

» CAPITULO 03: El Orfanato Gélido (Continuación para Escuadrón de Reconocimiento)
» Naami Khöler
» Un dia en la cafeteria.. (privado Naami)
» El punto de la precisión (Privado - Naami)
» Would it matter at all? ~ Taylor