Citatorio - Privado

Era hora de pagar por los platos rotos y el profesor se aseguraría de que ninguno de sus protegidos se pasara por alto su autoridad, especialmente aquel muchacho, Socrates. Esa mañana hizo circular una carta en donde se le citaba en su oficina tras terminar sus labores matutinas.

“Socrates Raven, preséntese en mi oficina”

Era lo único que se leía en su contenido y por la forma en que estaba escrito, era obvio que no se trataba de una petición, si no, una orden.

Cuando la hora indicada llegó el hombre ya estaba ahí esperándolo, había dejado la puerta abierta deliberadamente para que el chico ni siquiera se molestara en tocar. Mientras esperaba, Gallahand sacó algunos documentos de su cajón y empezó a revisarlos mientras telepaticamente conversaba con algunos profesores, había todavía muchas preguntas en el aire y muchas dudas acerca del proceder de los guardianes y de la Institución.

Aunque no lo pareciera o demostrara muy poco de lo que pasaba por su cabeza, había estado muy estresado durante aquellos últimos días posteriores al funeral y de un momento a otro se escuchó el fuerte rechinido de la silla pues esta ultima había sido empujada violentamente contra la pared que estaba de espaldas al profesor.

Erick se levantó y sacó la caja de cigarrillos que permanecía escondida en su bolsillo, la abrió solo para darse cuenta que definitivamente había estado fumando mas de lo habitual y tras darle la ultima despedida, lo llevó a su boca y usando ese mismo encendedor quemó los documentos sobre el escritorio.

No le tenia miedo a enfrentarme al Profesor Erick...

Era mas una sensación de decepción porque aquel intento de rescate no había traido nada, absolutamente NADA bueno a nadie.

No solo no recuerdo que sucedió después de accidentalmente entrar a la cupula. Sino que ahora Noah no me habla y parece ser que solo compliqué las cosas. Sin contar que ese exceso de cansancio que no me ha dejado siquiera intentar ir a clases me tiene cada vez peor.

Caminé hasta la oficina de Gallahand sujetandome de la pared, sentía que las piernas se me doblaban del cansancio y me faltaba un poco el aire.
- Profesor... - dije asomando la cabeza por la puerta solo para ver humo sobre la mesa - Uh.. puedo pasar?

Gallahand hace un ademan para que el chiquillo pase y con ese mismo movimiento una de las sillas frente al escritorio se mueve invitándolo a sentarse. -Cierra la puerta- Comenta el mayor y después camina hacia la mesa y tras colocar las manos encima del escritorio el fuego de las cartas se extingue dejando solamente sus cenizas. Erick estaba un molesto, se le notaba, no le gustaba que sus alumnos se escaparan, generalmente era muy liberal pero las cosas cambiaban cuando se trataba de alumnos de primero y muy especialmente en el caso particular de Socrates.

-Sabes por qué estas aquí o ¿no? Me ahorrarías mucha palabrería...- Agregó el hombre, su voz y su gesto denotaban seriedad y a pesar de ser un porte bastante común en él, esta vez era un poco diferente, era mas lúgubre.

Dicho esto, el hechicero tomó asiento y tomó una gran bocanada de humo para luego dejarla escapar por su nariz aunque hizo lo posible por evitar que este alcanzara al semi-demonio.
-¿Qué demonios estabas pensado cuando decidiste ir a ese lugar?-

Cuando entré senti algo pesado el ambiente. Hice todo como me ordenó el maestro y cerré la puerta para luego tomar el asiento que me ofrecia.

Me quedé callado al escucharlo, solo asentí cuando menciono lo de que si ya sabía que hacía ahi y luego guarde silencio cuando preguntó lo siguiente. Comenzaba a sentirme algo mareado y de seguro no me veia nada bien. Suspiré un poco y baje la mirada, no tenía realmente nada que decir, no era como si pudiera afrontarlo con algo que hice por mi propia voluntad.
- Quería ayudar a Aris Fenian... y a los niños de Little Monsters... señor...

Por un instante, sentí que iba a decir Papá...

Erick solamente se llevó una mano a la frente y lanzó la colilla del cigarro por la ventana. Era exactamente lo que se imaginaba pero no pensaba que fuera tan estúpido. Tal vez esto iba ser demasiado duro para el niño pero no podía evitarlo, prácticamente había puesto en riesgo toda su reputación, entre otras cosas...

-¿Y que pensabas hacer allá? No puedes combatir, no haz podido ni dominar los hechizos mas básicos. Un alumno experimentado falleció en el campo de batalla, ¿No te pasó por la cabeza que seria peligroso?, pudiste haber muerto, la escuela esta de cabeza precisamente por eso, fuiste ahí y lo único que hiciste fue darles más problemas. Que no se olvide que ahorita para el Instituto eres un criminal, no me obligues a quitarte los pocos privilegios que decidimos darte...- Escupió Erick de pronto para luego largar un suspiro y levantarse de su asiento, caminó hasta la ventana y se quedo ahi, mirando hacia el exterior mientras continuaba.

-Lo pasaré por alto esta vez, pero te advierto que una más e iré personalmente a encerrarte en tu habitación cada que termines tus clases...- Tras finalizar, el hombre se acercó al muchaho y le puso una mano sobre el hombro y con voz firme dijo.

-¿Entendido?-

- Si... - respondí inmediatamente pero no pude terminar la oración. Comencé a sentirme hipocrita al decir eso. Sentía que si seguia asi realmente le estaba faltando el respeto a la escuela y a mi lider de fraternidad. Aprete los puños al sentir su hombro, aun cuando tuviera razón me dolía saber que los maestros en verdad se dan cuenta de lo inutil que era...

- No.. señor... - dije titubeando - Disculpeme.. pero si no puedo hacer magia.. y un ser querido esta en peligro.. aunque sea con mis manos lo ayudaré... no sé si eso vaya en contra de la filosofia de Creag o del mismo Furukawa...

Mi determinacion era fuerte, sentí como algo dentro de mi me hacía voltear y enfrentar al maestro a los ojos.
- No pienso quedarme sin hacer nada para ayudar a un amigo...

Erick elogiaba la tenacidad del muchacho pero pensar de esa manera, solo podría llevarlo a su muerte o algo peor. -No, no va contra las reglas pero lo que tu deberías entender es que de esa forma no lo estas ayudando, al contrario, le estas dando más problemas de los que ya tiene, no escuchaste lo que te dije, ¿COMO pensabas ayudar exactamente? estas consciente de que Fenian y Kluivert se entregaron por ti, porque cuando pensaban escapar, se dieron cuenta que Turunen te había tomado como rehén, afortunadamente todo acabo bien...- Contestó Gallahand alejándose otra vez del chico para sentarse en el escritorio y verlo a los ojos.

-Piénsalo tu mismo, tu intención era buena pero tu lugar no esta en el campo de batalla, habrías soportado saber que Fenian o Kluivert se sacrificaron por ti, que gracias a que estuviste ahí en el momento equivocado les arrebataste la única posibilidad que tuvieron de salvarse...- Al decir esto, Erick levantó la mirada hacia el techo de la fraternidad y se quedo así, por un momento, dejando que el silencio hiciera lo suyo.

-Hay personas que están hechas para luchar, su lugar es en el campo de batalla, no pretendas hacer el trabajo que no te corresponde, para ir y golpear cosas están los descerebrados de Srad por ejemplo, gente como nosotros nos corresponde otro espacio, Creag es el cerebro de esta Institución, nuestro lugar es aquí y eso no significa que no seamos útiles pero nuestro trabajo es pensar, hacer planes, crear, construir... no luchar...poder hacerlo, solo es un plus pero si de verdad quieres ayudarlo, necesitas pensar bien las cosas, Raven, no eres estúpido, no actúes como uno...-

Esta vez Gallahand ya no se escuchaba tan enojado, lo que decía tenia mucha razón. Tal vez no hubiera podido hacer nada pero por otro lado pensaba que tal vez creag no era lo mio. Por más que estudiaba, por mas que intentara no lograba entender la mágia.

Apreté los puños en frustracion y por un momento deseaba pedirle ayuda, saber por que diablos era el unico que podia verla, escucharla mas no usarla. ¿Cual era la gracia de ser un mago que no sabe hacer magia?
- Ojalá pudiera hacer magia... - murmuré, si lo pensaba detalladamente, los maestros probablemente sabrían que hacer y Erick era muy inteligente - No es que no me sepa los hechizos básicos, simplemente no se como se debe sentir usar mana. Utilizar mis poderes de tecnópata no se siente tan complicado.. pero no se porque no puedo hacer nada más aparte eso...

Queria que Erick le diera la solución. No le importaba que aun así no pudiera ayudar en combate, pero minimo usar la magia para otros usos como le han enseñado.
- Tengo un mes estudiando y no he podido hacer un solo hechizo diferente... ¿Que estoy haciendo mal?

Erick no quitó la vista de encima del niño en un buen rato, siempre supo que algo andaba mal con él y no tenia nada que ver con su capacidad o incapacidad para la magia, era incomodo que le recordara tanto a cierta persona. El mayor regresó a su asiento tras el escritorio y se llevó ambas manos a la nuca para recargarse, luego subió los pies al escritorio y sin voltear a verlo respondió.

-Puedes hacer magia, si no, no estarías aquí...- Murmuró Gallahand.

-No hay un sentimiento en especifico, si haz leído los libros que te exigieron, sabrás que la magia se manifiesta en colores según las intenciones del mago, cada mago experimenta una sensación diferente pero la mayoría concuerda en que dichas manifestaciones, están muy ligadas a las emociones, aun cuando resulte absurdo para mi como científico, no puedo desechar tales afirmaciones pues hasta ahora, el como nace o surge la magia es algo inexplicable...

En pocas palabras, tienes que descubrirlo por ti mismo, solo sigue practicando y eventualmente lo lograras.

Raven tu has vivido en un ambiente un poco aislado, la primera etapa siempre es muy complicada, hay magos que tardan años en crear su primer hechizo, luego se vuelve mucho mas fácil, lo que quiero decirte es que no deberías compararte con otros estudiantes, algunos nacen con talento, otros tienen la bendición de la dedicación. Tu querido Director por ejemplo, es uno de los magos mas poderosos e influyentes del mundo mágico y quien diría que todo empezó por un accidente, en aquel entonces Keitaro solo era un muchacho torpe con mucha curiosidad, no siempre fue tan hábil como ahora pero su dedicación y entre otras cosas lo llevaron hasta donde esta...

No te adelantes, uno nunca sabe lo que el futuro le tiene guardado, marca tu rumbo y síguelo...- Al decir esto, Gallahand vuelve a bajar los pies de los escritorio y se levanta luego de haber concluido su monologo.

-Si no tienes nada mas que decir, fuera de aqui... tengo otros asuntos que atender-

Todo lo que dijo Gallahand me golpeó en la cara y no pude mas que asentir y sonreir. A final de cuentas para mi ese hombre daba una sensacion familiar, como la de mi padre.
- Entiendo.. gracias Profesor! - dije al levantarme e intentar correr, solo para tropezarme y casi caerme - Entiendo!! Ya! Estoy bien! Cuidese!

Por alguna razon estaba mas decidido que nunca. Si mi lugar era en la mente entonces tendría que aprovechar mis propios recursos. Si Noah iba a estar en peligro yo lo ayudaría a como fuera lugar.
- Es hora de ir a la biblioteca! - dije con muchos animos, pensando que seria buena idea pasar por algo de comer antes...