◕ ƛ ◕ What was... that ❁ PRIVADO

El conejo con traje de mayordomo y la gatita con traje de maid nos servía el té a Naami, mi hermano y a mí. Estabamos comiendo ricas galletitas de fresa con chispitas de chocolate, mis favoritas, cuando de pronto un grito a lo lejos nos puso alerta a los cinco. ¿Qué habían gritado? -Papá...- Comenté antes de que ellos me miraran. Naami se puso de pie y la gatita le dio sus dagas, mi hermano se paró también y me sonrió para decirme con ese gesto que todo iría bien, creándose un escudo con mana para comenzar a caminar hacia donde habíamos escuchado el grito. Pero antes de que pudiese decir algo más alguien me jaló del brazo y caí en un profundo agujero negro que había aparecido de la nada en el piso del jardin.

-¡Waaaa!- Me desperté dando un brinco y me llevé la mano al pecho, acomodándome sentada para quitarme el fleco del rostro y poder buscar a quien me había jalado. Sin embargo me encontraba en la habitación para dormir, con todos mis compañeros aun durmiendo en sus respectivas camas. Miré a mi ladito en la cama y noté que Sergeii estaba como caído, en mi brazo. ¿Había sido eso? -¿Sergeii?- Le llamé antes de atraparlo por los costados con mis dos manitos, mirándolo a los ojos con curiosidad, soltando un bostezo infantil. -¿Tú me has llamado?- Pregunté tras bostezar, parpadeando curiosa y preguntándome por qué mis sueños comenzaron a ser tan extraños. Eso de las dagas y escudos no era normal.(?)

Abrí los ojos bien grandes cuando escuché el grito de Sergeii, pues se me hacía muy raro que estuviese tan asustado. Me confundía un poquito lo que decía. -¿Soñaste feo?- Pregunté mientras mis cejas se curvaban hacia abajo por la sorpresa, yo siempre le contaba mis sueños, desde que él había empezado a hablar conmigo, sin embargo él me había contado que él no soñaba, o al menos eso creíamos los dos. Por eso me sorprendí muchísimo, pero entonces me mantuve calladita para que él hablara, como las maestras nos decían que estuviéramos. Parpadeé imaginándome lo que describía y me llevé las dos manos a la boca.

-Pesadilla...- Respondí entonces a su pregunta sin quitar las manos de mi boca hasta que él me pidió un abrazo. Sentí ganas de llorar y me puse a hacer un pucherito mientras estiraba mis manos para finalmente abrazarlo fuertotoote, como cuando yo tenía sueños feos. -¿Qué te perseguía, Sergeii?- Pregunté mientras hipeaba por el miedo de que algo realmente le fuera a pasar. Me dio miedo pensar que mi sueño y el de él fuesen parecidos...Yo usualmente no tenía sueños feos, y eran siempre de cosas insignificantes. Pero ahora... -No dejaré que te hagan daño, Sergeii, lo prometo.-

Estaba muy confundida por lo que me decía. ¿De qué podía tener pesadillas Sergeii? Él era un osito, aunque fuera mágico y pudiese hablar, lo peor que podía haberle pasado era que un niño que lo tuviese antes fuera malo con él o...o que lo hubiera tenido antes uno de esos magos malos, como los que nos habían intentado hacer daño. Dirigí mi mirada hacia el osito y lo apreté más fuerte, antes de que él continuase hablando. Parecía estar recordando partes de su pesadilla. Me estremecí, pero aun estaba confundida.

-¿Los osos de felpa tienen papás? ¿Tu papá era un oso con ojos amarillos?- Pregunté intentando imaginarme su pesadilla, y entonces recordé mi sueño. Papá...Miré a los niños acostados en sus camas alrededor de la mía y me fui acostando de ladito, sin soltar al oso y acomodándome bien ahí. -No entiendo...-