-Privado- Secretos

Tan pronto terminó la ultima clase de este día, me dirigí a la oficina del director, pasé a comprar un par de golosinas mientras el resto de los estudiantes se dispersaban hacia sus respectivas fraternidades, estaba algo nervioso y empezaba a caer la noche, no era que me asustara hacerle una visita a Furukawa, de hecho, generalmente era yo quien voluntariamente iba a platicar con él, pero esta vez, misteriosamente él me había citado, suponía que era para darme su famoso castigo, después de todo, ya habían pasado 5 días y no creía que fuera a perdonármelo a pesar de lo amable que pudiese parecer...

Cuando llegué a su oficina, abrí la puerta con algo de temor como era mi costumbre pero sin tocar, después de todo, me estaba esperando aunque solamente me quedé parado en la entrada, mirándolo mientras degustaba un té o un café quien sabe.

Si algo había aprendido con tantas visitas era que no necesitaba si quiera decir una sola palabra, con solo verme a los ojos, el director sabia que era lo que me pasaba y precisamente en este momento, mi mirada se veía llena de dudas, sabia que muchas de ellas no podían ser contestadas pero otras muchas, eran las típicas respuestas filosóficas que me harían pensar y meditar un rato...

-Buenas noches Director Furukawa, puedo pasar?-

- Bienvenido, Noah... ¿Como estas?

El director estaba ahi, sentado en su hermosa oficina con su altero de libreros y escritorio grande. Miraba a lo lejos una enorme pintura de una mujer de cabello durazno parada sobre un montón de esqueletos.
- "La Valse du Seigneur de la Mort" se llama - dice apuntando con su té hacia la pared donde se encontraba la pintura - Es la última pintura de Marcus Cooper DiBlaccio... un miembro del Instituto, Generación 1995...

-Hola Director Furukawa...- Contesté inmediatamente y luego le hice una pequeña reverencia, al verlo que estaba solo, supuse que me invitaba a pasar y me adentré en la habitación cerrando la puerta tras de mi, una vez ahí, me acerqué al escritorio tomando asiento frente al profesor y solamente le sonreí a manera de “bienvenida”, me dediqué a mirar la obra que me había señalado.

-Estoy bien, solo un poco cansado, las clases son mas pesadas de lo que pensé- Expliqué al director, ya que no había sentido un peligro de muerte al entrar, ni tampoco un aura obscura y diabólica, me sentí mas tranquilo, tal vez habían sido solo paranoias mías.

-Cómo esta usted? Se encuentra bien?- Interrogué yo esta vez, tal vez la pregunta estaba sobrando, después de todo, estábamos hablando de director pero aun así traté de enfatizar para que entendiera a lo que me refería. Lo había visto ser atacado durante la novatada, él y Kyle e incluso la subdirectora y hasta la fecha, nadie del alumnado había recibido información alguna.

- Vamos pequeño, me ofendes - dice el director con una sonrisa tranquila - Yo tambien tuve infancia y tambien jugaba a las espaditas como esos chicos. No es algo que me fuera a matar ^^

Keitaro se pega en el hombro, para hacerle ver que en verdad no había herida. Sin embargo aun le dolian los golpes...
- Kyle ya se encuentra bien, ya esta trabajando de nuevo, estaba preocupado por la limpieza y restauración del Instituto. A veces me gustaría que me pasara un poco de su responsabilidad XD

La noche era pacifica y tambien era corta. Furukawa observa al niño un rato y ve que se encuentra bien, algo cansado, pero bien. El Instituto y su regimen era dificil, sobretodo para los jugadores de Mugby. Podía sentir algo de anomalias en sus canales de mana, pero era normal en los jugadores. Significaba que estaba creciendo.
- Noah, tu sabes que es lo mas importante para un Director de una Escuela?

-Dígale gracias de mi parte, estoy seguro que fue él quien llevo mis cosas a mi habitación mientras estuve en la enfermería-

Le sonreí al director, por un momento pensé en decirle que ya no estaba tan joven pero no, no le tenia tanta confianza o mejor dicho, no era la forma en que me comportaba delante de él, solía ser mucho mas respetuoso, así que solamente le negué con la cabeza en señal de que a veces se tomaba las cosas muy a la ligera, aunque claro, viniendo de mi...

-Para un director como usted o para otro tipo de directores?- Interrogué después aunque sabia que una pregunta como esa, no tenia respuesta.

-Para un director, lo mas importante deberían ser los alumnos, aunque a veces, haya situaciones que comprometan nuestras prioridades, por mas que nos cueste aceptarlo...- Contesté serio. Realmente después de haber tenido tantas platicas con Keitaro, había aprendido que lo mejor era dar respuestas bien construidas y que explicaran claramente tu manera de pensar.

Keitaro sonrie ante la respuesta de Noah. Desde siempre que el niño tomaba un tiempo para platicar con él le pareció interesante. Sus afinidades eran tan raras como su personalidad, a veces era muy niño pero cuando trabajaba su cerebro en verdad podía dar una respuesta bastante util.
- Me parece que tienes madera para ser un buen lider, Noah ^^ - responde el maestro - espero te vaya muy bien siendo Carrier.

El hombre camina y se pone a la altura de Noah, observandolo tranquilamente.
- Pequeño, necesito pedirte un favor... algo que no todo mundo puede lograr... aun no sé si es saludable que te pase esta responsabilidad, pero eres el unico al que le puedo confiar esto...

-Gracias director...- Respondí sonriendole ampliamente, como dije antes, seguía siendo un chico y cada que me hacían esa clase de cumplidos, me hacían sentir que estaba haciendo un buen trabajo, miré al director a los ojos, ligeramente extrañado por tan peculiar petición y puse un semblante serio.

-No se preocupe, sabe que haré mi mejor esfuerzo y, por otro lado, creo que le debo mucho como para negarme, me encantaría poder ayudarlo, después de todo, fue usted quien nos rescato a mi y a mi hermano Aris-

Furukawa no estaba seguro de que si lo que estaba haciendo estaba bien. Realmente, nunca estaba seguro de todo lo que hacia. Pero todos los espiritus que lo veian desde el cielo siempre le ayudaban a tomar una buena elección.
- Noah... necesito que sepas que hay veces que, como tu dijiste, hay prioridades... y tienes que darte cuenta que esto no es solo por el Instituto, sino para cuidar una vida... no, probablemente la vida de muchos de nosotros...

El hombre señala una vez mas la obra de arte.
- Me gustaría que antes de conversar... te tomaras el tiempo de apreciar esta obra de arte... un poco... es un cuadro muy importante para mi y tal vez, para todos los estudiantes...

De reojo, seguí mirando al director, sabia que cuando hablaba había muchas palabras e interpretaciones ocultas, así como muchos significados, evidentemente, en este momento no entendía nada, pero sabia que muy pronto, todo se esclarecería, por ahora guardé silencio y desvié la mirada hacia la pintura, la observé detenidamente, el solo mirarla hacia que se me pusiera la piel de gallina, sentí un escalofrío recorrerme el cuerpo, por alguna razón, despertaba en mi una sensación de tristeza, me transmitía una inmensa desesperación y sobre todo, era esa sensación de peligro...sabia que el cerebro del director funcionaba de maneras misteriosas, incomprensibles para mi, de hecho, prácticamente todos los profesores eran unas gigantescas incógnitas.

Por un momento, me perdí en la pintura, sentí como si mi cuerpo se moviese por si solo y la pintura fue acercándose mas y mas, acaso estaba tratando de decirme algo con eso?.

Y de pronto, todo se vio obscuro, desvié la mirada hacia el director pero era como si mi cuerpo hubiese dejado de reaccionar, tallé mis ojos para tratar de ver y cuando recuperé la visión, ya estaba en un mundo completamente nuevo.

A lo lejos pude ver una mujer de cabello naranja parada sobre una pila de cadáveres, sosteniendo una hoz, el piso estaba erosionado, de hecho, daba la impresión de que la tierra iba a partirse en cualquier momento, así que retrocedí y me tropecé con una grieta y caí de espaldas al piso.

Al ver el cielo, me di cuenta que había un agujero, una puerta en lo alto con manos asomándose, desesperadas, tratando de alcanzar...algo?

-Estoy dentro de la pintura?-

El delicado cuerpo de Noah cae en los brazos del Director, quien solo le sonrie empaticamente. Desviando la mirada hacia la ventana, puede ver una silueta sobre la fraternidad de Sal. La vista de la mente del Maestro Fado era amplia pero era mejor mantenerla lejos de sus planes, al menos por el momento.
- Esta bien, pequeño Noah, creo que es todo por hoy... mañana me dirás tu respuesta...