Entrega ~ Privado Kath

Esta era una de las pocas cosas desagradables de trabajar en un Instituto con niños tan pequeños, aun cuando no le gustara, a veces tendría que hacer de niñera y hoy parecía ser uno de esos días, era un secreto a voces que los profesores, cualquiera de ellos se enteraban de todo lo que pasaba en la escuela y no es que se la pasaran invadiendo la privacidad de los alumnos pero considerando que era un internado mágico y que había tantas cosas peligrosas, era una rutina y una practica común de la mayoría de los guardianes.

Ese día, había enviado una tarjeta mágica que se deslizó por debajo de la puerta de Kath donde la citaba a ir a su oficina, no le había sorprendido mucho que después de lo ocurrido la noche anterior, hubiese acudido como si nada a clases, después de todo, era una demonio pero no podía decir lo mismo de los otros dos, la diferencia es que aquellos muchachos, ya no eran parte de su responsabilidad.

“Kath, ve a mi oficina” Se leía en el documento y eso era todo, el mensaje había sido enviado por allá en eso de las 5 de la tarde cuando la mayoría de los alumnos tenían un descanso. Así que no debería haber ningún problema

Mientras esperaba, Gallahand permaneció sentado en el escritorio, mirando hacia la puerta y con el sobre azulado que días atrás le había entregado el Director Furukawa...

Kath se levanto dejando a Noah y Socrates desde temprano. Decidió que era lo mejor dejarlos dormir un poco mas, les dejo un poco de comida en el refrigerador esperaba que lo hubieran comido. Regresando a casa, como a eso de las 4 de la tarde.

Llegando a su hogar, la chica dejo su mochila en el sillón y acomodo lo poco que faltaba por acomodar. Casi acabando, la chica miro en el piso una carta que iba dirigida a ella. Al leerla, la chica tomo un minutito para analizar el gran problema en el que se había metido. Doblo de nuevo la carta y la metió en su maletín. Cerro la puerta y repitió la ultima canción que estaba escuchando.



Cuando la escucho miro de nuevo la carta. Un suspiro muy largo salio de ella, esperando que la severidad del castigo que le fuera a llegar de parte de Gallahand no fuera equiparable a la intensidad de la canción que escuchaba. Avanzo lentamente hasta la Oficina del profesor. En el climax de la canción, llego a la puerta y toco con algo de fuerza. -Con su permiso.- Entro a la oficina con la carta en la mano y poniendo en pausa la música.

Se puso a pensar, mientras caminaba hacia el profesor, que era en si la primera vez que hablaría con el directamente. Tal vez lo que había pasado la noche anterior, en verdad había sido algo muy malo.

El profesor tenia un rostro severo, miró a la chica y le ofreció un asiento metálico que se movió hasta ella invitándola a sentarse pero la solemnidad y su sepulcral silencio no tenían si quiera que ver con el castigo, tenían que ver con otro asunto en el cual esperaba no comenter ningún error.
Gallahand cruzó las piernas a la altura de sus talones y recargó las sentaderas en el escritorio mientras la veía.
-Tengo dos razones para llamarte el día de hoy a mi oficina.- Anunció el humano quien no le había dado tiempo para responder a la ingeniera, solamente, decidió proseguir.
-La primera de ellas es que como habrás de suponer, lo que hiciste no esta permitido dentro de la Institución. No puedo castigarte porque las leyes del mundo humano o del mundo darkha, no aplican para un demonio como tu pero te pido tengas consideración con tus compañeros, Noah es un humano y Socrates esta en una condición un poco especial, ninguno de ellos es apto para ingerir alcohol y no lo serán hasta dentro de un par de años.

No necesitas explicarme porque lo hiciste, aunque no lo creas, yo también fui un estudiante y también fui joven pero creo que estas consciente de que eso tampoco justifica tus acciones y por consiguiente ameritas una penalización. Debo recortar de cierta manera tus privilegios.

Te haré las cosas más fácil, por ahora, te prohíbo tener bebidas alcohólicas en tu dormitorio, estoy consciente de que necesitas vino para sobrevivir, por eso, desde hoy tendrás que llevar todas las botellas a la cafetería y cuando gustes o necesites, podrás pedir una copa, obviamente no tendrá ninguna clase de costo, yo me encargaré de informarle personalmente a la encargada.- Tras decir esto, el profesor se quedó en silencio y solamente levantó una ceja esperando las palabras de la desalmada, su voz no sonaba molesta, sonaba bastante neutra pues como había dicho, no tenia los argumentos para retarla, simplemente le pedía un poco de consideración y realmente esperaba que entendiera su postura al tener que restringirle ese tipo de cosas, estimaba a una alumna prodigio como ella.

La chica tomo el asiento que el profesor le había ofrecido, mantuvo una expresión también bastante solemne aunque un poco triste por estar ya ahí con el y no en las mejores circunstancias. Atenta escucho todo lo que el profesor le decía. Se le hacia curioso que no solo estuviera por lo sucedido el día de ayer. Pero se concentraría en eso una vez que el maestro expusiera su punto, sin decir nada, la chica acomodo sus anteojos y dejo su maletín colgado en la silla.

Kath, casi en "firmes", escuchaba lo que el profesor decía, y se le hizo bastante mas tranquilo y mucho menos severa la reprimenda que recibía de lo que ella esperaba. Mientras el maestro dictaminaba su sentencia, la chica asentía con la cabeza, bajando un poco la mirada, pero muy aliviada por ya no tener alcohol en su cuarto. Sabia que pronto, cuando el rumor de que hubo una "fiesta" en su cuarto se esparciera, ella y Maia iba a ser "muy sociables" entre los chicos mayores y eso seria... malo...

-Es lo justo, profesor. Ciertamente, yo misma, sentí que había "quebrado" la confianza que se me otorgo por tener este permiso de tener mis alimentos especiales en casa.- Si tenia que hacer eso el resto de sus días en el instituto, creyó que era lo mejor empezar desde esta edad. No eh podido conocer a muchos de los alumnos de nuestra casa, pero no me gustaría conocerlos utilizando como medio el alcohol.- La chica se llevo una mano a la mejilla, colocando su dedo indice sobre la nariz, a manera pensativa. -Y menos quisiera que por eso involucrar a mi compañera de cuarto que ah sido bastante amable. Le agradezco que sea tan considerado por mis faltas, Profesor Gallahand. Créame que no volverá a suceder un incidente como este en lo que resta de mi ciclo y vida escolar.- Su tono era bastante serio, y presentaba una sonrisa bastante confiada, sin llegar a parecer retadora para con el maestro. Se sentía feliz por manejar esto con la seriedad marcial que su padre le había inculcado.

Kath bajo un poco la ceja y la mano a su barbilla, recordando la primera frase que el profesor dijo. -Disculpe mi curiosidad señor, pero acaso hice alguna otra falta por la cual fui llamada?- Su voz continuo normal, pero tenia un tono un poco diferente, como de duda o incertidumbre, pues no sabia que había pasado ademas del incidente con Noah. -Es sobre mi platica sobre el mugby con Igor el día de Mañana?- Era lo único que se le ocurría que podía ser.

El profesor no dijo nada al respecto, estaba satisfecho con la respuesta de la ingeniera por lo que no había necesidad de prolongar esa conversación. Sin embargo, tampoco quería responder a su pregunta, prefería guardarse la sorpresa y el motivo de su llamado para si mismo, claro, si es que a final de cuentas lograba determinar que Kath seria su mejor opción entonces lo confesaría.
-Descuida, no haz hecho nada malo.- Dijo Erick intentando calmar la mente de su alumna y entonces se levantó de la silla.

-¿Qué es lo que esperas de este Instituto, estas aquí por una obligación o estas buscando algo por ti misma?- Interrogó el hombre, había varios aspectos que quería determinar, aun cuando ya tuviera una idea general acerca del comportamiento de la desalmada.

La chica levanto ligeramente una ceja al ver que no había hecho nada malo, no era una sorpresa pero si un motivo por el cual su curiosidad era aun mas grande. Kath miro al profesor y se acomodo un poco el uniforme de la parte de abajo. -Oh bien...- Dijo sonriendo intentando parecer aliviada de oir sus palabras.

Luego miro a Gallahand levantarse y hacerle preguntas bastante curiosas. Posiblemente esta rutina la tenia que hacer el instructor desde que ella entro al instituto, pero sin una presentación apropiada o si quiera una conversación entre ellos, esta era la mejor oportunidad para hacerlo. -Como posiblemente sepa usted profesor...- Empezó a contestar la chica, siguiéndolo con la mirada, moviendo su cabeza lentamente en su dirección. -Mi padre es un alto mando de la milicia Estadounidense, viví, crecí y me entrene como el hijo que mi padre deseo y añoro, no por eso resto cariño o tenia desdén hacia mi. Ni por ser una niña ni por ser una mitad demonio. De hecho debe ser lo contrario, por que me entrenaba con la misma severidad y firmeza que a cualquier soldado, pero en casa era su niña y princesa.- Dejo salir un ligero suspiro y una sonrisa nostálgica.

-Pero desde que se sobre mis orígenes, yo misma me puse a investigar mis poderes, el origen de todo ello y en algún momento en eso di con el instituto... lugar que mi padre ya conocía de antemano.- La joven semi desalmada se quito los lentes dejando ver unos ojos completamente negros con pupilas carmesís. -Mi madre es quien le había comentado de este lugar a mi padre, dejando instrucciones que a mis 12 años me trajeran aquí. A partir de entonces, hace 2 años, intente desarrollar mis habilidades por mi cuenta, buscando ser mas perfecta en mis creaciones.-

La chica saco una sonrisa maliciosa y miro al maestro -Que mis padres decidieran que debía venir aquí, no significaba, en mi caso al menos, que no quería estar aquí. Busco ser tan fuerte como una demonio completa como mi madre debe serlo, y ser mas competente y perfecto que mi padre en el campo de batalla. Diría, profesor, que busco la superación.- Su voz se mantuvo bastante controlada prácticamente toda la conversación, al final la chica giro en su asiento, recargándose en la silla, un poco mas relajada. Pocas veces había tenido la oportunidad de decir ese tipo de charlas, se sentía muy cómoda al respecto. Su sonrisa confiada no la abandonaba.

Gallahand escuchó todo lo que la desalmada tenia que decir. No estaba ahí para juzgar si sus motivaciones eran correctas o no, simplemente quería saber si las tenia. Pero una vez más, el profesor no dijo absolutamente nada y luego venia una pregunta un poco traicionera. Quería saber cosas de ella, evaluarla antes de poder emitir su juicio por completo.

-¿Tienes miedo?- Interrogó el profesor y luego cruzó los brazos. Parecía ser algo fuera de lugar y podría ser que lo fuera pero su intención era escuchar su visión, una mas personal, una vieja enseñanza que había escuchado de su maestro.

-¿Qué piensas acerca de lo que está pasando en el Instituto? Y otra cosa, ¿Socrates y Noah son amigos tuyos?-

"Miedo...?" Kath no pudo evitar enarcar una ceja al escuchar que el maestro le preguntaba sobre el temor. -No señor.- Le contesto solemne y con los ojos cerrados. -Aunque no se a que se refiera.- Miro al maestro, quien continuo con otras 2 preguntas.

Kath tomo aire, analizando un poco su propia respuesta, este interrogatorio ya se le empezaba a hacer bastante inusual, para ser una mera "presentacion". Probablemente pornto lo sabria, asi que contesto con la verdad y sin dudar en su voz. -Incomodamente interesante... Si tuviera que definir mi pensamiento pro lo sucedido los ultimos dias, esas serian mi eleccion de palabras. No conozco mucho del colegio, pero se que las cosas que han estado sucediendo son para nada normales. Mucho mas por la muerte del compañero de Srad.- Kath movio los lentes en la mesa de un lado a otro deteniendose un poco ante la ultima pregunta.

-Esos 2 son los chicos mas interesantes que eh conocido de mi clase, por eso me llevo un tanto mas con ellos que con los demas chicos. Si los considero amigos, diria que es muy pronto como para dar un titulo asi.- La chica hablaba con la verdad, por el momento eran una buena compañia, pero es lo mas cercano a una amistad que ella tenia. Sonrio reflexionando eso ultimo. ]u]"son lo mas cercano a un amigo"[/u]

Finalmente el profesor terminó de escuchar lo que la pequeña demonio tenia que decir, no estaba muy seguro si en verdad ella seria un buen partido pero entre todos los candidatos era la que mejor se amoldaba, tanto por su psique como por ser una amiga de esos dos, así que, era lo menos que podía hacer por ella.
El profesor chasqueó los dedos e hizo aparecer una carta de un color muy especial, estaba sellada así que la vio un momento y luego extendió esta a Kath con una sonrisa en los labios.

-I'll give you the chance to be more than a single puppet- Murmuró el profesor, repitiendo casi las mismas palabras que había dicho el director en su momento.

-Puedes irte, no habrás la carta hasta que llegue el momento y no te preocupes, sabrás cuando sea ese momento. Mantenla oculta y no le digas nada a nadie. Buena suerte...- Dijo finalmente el profesor, haciéndole una seña para que se retirara.

Kath miraba el sobre venir hacia ella, lo recibio con ambas manos, mirando su inusual color. Le devolvio la sonrisa al profesor. Ya tenia experiencia con cartas de importancia marcial, o al menos habia aprendido a como contestar por su padre.

La chica sostubo la carta, se levanto de su asiento eh hizo una reverencia, luego de un breve saludo marcial. Guardo el sobre en su maletin. -Asi lo hare, gracias por su tiempo, Señor Gallahand. Y con su permiso...- Kath dio media vuelta y camino sin mirar al profesor.

Una vez afuera la chica abrio el maletin, y miro el sobre. Largo una sonrisa como si hubiera ganado un juego de ajedrez contra alguien experimentado. Escondio el sobre entre sus libros... "esa fue una buena introduccion, supongo." Se dijo mientras ponia otra cancion, caminando a su habitacion.